Esto es un copy and paste de lo que he puesto en el foro
Cuando lo acabe y tenga hechos los extras, quizás ponga otra entrada con mis impresiones finales... Es para comparar y tal.

Ayer por fin pude disfrutar del juego, y aquí mis impresiones:

En una tele LCD se aprecian demasiado los defectos gráficos. Y reconozco que no le sienta nada bien. Hablo de efectos de humo que de repente parecen "gránulos" en la pantalla. No sé explicarlo mejor y desconozco su nombre técnico. La verdad es que no veía algo así desde los tiempos de Lilat Wars en N64, pero ya se sabe, es un juego del cubo y la definición de una LCD destapa esos defectos. Personalmente no me agradan mucho.
Las 16:9 se notan, aunque yo también aprecio bandas negras por los laterales, cortando como centímetro y medio - dos centímetros por cada lado en mi tele de 32"

A veces veo ralentizaciones. Son de medio segundo, apenas perceptibles, pero están y ya he visto unas cuantas. No afectan a la jugabilidad, pero en la versión del cubo no las he visto Quizás sea otro defecto al verse en LCD, o por el aumento de carga gráfica al soportar 16:9

Respecto al control me picho la lía. Jugué dos horas, hasta el embarcadero, y más de una vez me vi disparando en vez de recargar. Pensando en cómo coño se movían los objetos y cómo se giraban en el inventario, y el tema del cuchillo aún no tengo claro si utilizar C + A o recurrir al movimiento rápido. Ninguna de las dos opciones hasta el momento me ha convencido lo suficiente: Con C+ A me equivoco siempre al intentar ver los barriles, y con el movimiento rápido no doy una. En fin, es cuestión de acostumbrarse.
Lo cierto es que jugué mucho a la versión del cubo, y aquí se me hace extraño mover a Leon, y me veo muy torpe donde antes era una grácil gacela trotando entre aldeanos armados con hachas, insultándome y dispuestos a arrancar la piel de Leon a tiras.

El tema del apuntado manual. Donde antes no pasaba de un 85% de aciertos, ahora no bajo del 95%. Es una gozada apuntar y saber que no se te va a escapar ni de coña. Pero es que cuando digo "ni de coña", es realmente "ni de coña" Es más, el circulito rojo te canta a leguas cuando disparar, y donde antes había que hacer un ejercicio de concentración para acertar, por ejemplo, el dichoso medallón azul que estaba ubicado en el quinto coño detrás de no sé qué mata de pelo... ahora sólo hay que pasear el puntero por la pantalla y donde se ponga rojo ahí se puede. Incluso se podría hacer con los ojos cerrados, no es coña: la vibración del mando también delata...

Jugablemente. Me gusta. Realmente RE4 es uno de mis cinco juegos preferidos del cubo, y la verdad es que adaptarme al mando tiene su aquel, y la verdad es que la facilidad de apuntado ayuda muchísimo. Me parece fácil, aún no he tenido que gastar más que un simple combinado de hierbas, pero es que habérselo pasado recientemente cuenta. Pero ya veo (leo más bien) que los novatos ya han pasado por la motosierra unas cuantas veces

Concluyendo. Por su precio y por los extras, me encanta volver a rejugar RE4, pero creo que se lo podían haber currado un pelín más, eliminando esas pequeñas ralentizaciones que, repito, no interfieren a la hora de jugar... pero se notan,  y dando más opciones al jugador para modificar los parámetros del mando, con otras combinaciones que eviten realizar acciones indeseables de una forma más intuitiva.

Saludos.

Dicen que la política produce extraños compañeros de cama, pero lo que produce extraños compañeros de cama es el amor. Ahí tenéis el ejemplo Segolène Royal y François Hollande, que, según este principio, y al ser los dos socialistas, deberían llevarse a partir un piñón, todo entendimiento y concordia, pero acaban de anunciar su separación definitiva, o mejor dicho, acaban de reconocer su ruptura definitiva, fraguada antes del irresistible ascenso de Segolène, consolidada durante la campaña electoral de las últimas presidenciales (donde el marido de Segoléne, en lugar de parecer el primer secretario del Partido Socialista Francés, parecía el jefe de campaña de Sarkozy) y ratificada en el día de ayer.

Y eso que "Segolén" y "Fransoá", como compañeros de cama se han mostrado aplicados y productivos, resultado de lo cual han sido los cuatro hijos de la pareja, que de momento han decidido quedarse con la madre, que madre no hay más que una, y el padre parece que cuando almuerza con una periodista, sobre todo si es joven y bella, prolonga la sobremesa hasta la nuit, cuando ya los hijos se han acostado.

La extraña pareja viene a ser como si Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz Gallardón fueran matrimonio, pero en francés (xD), donde la tradición del teatro de bulevar y la comprensión sobre las flaquezas de la carne pestañeante, permite no tomarse demasiado en serio las idas y venidas.
Hay días en que parece que todavía existe la barrera de los Pirineos, porque aquí, al otro lado, el macho de la Iberia mata a la ex, porque la ex se ha echado un novio que le alivie de la soledad, y no te digo lo que le haría si le disputara la secretaria general del partido.
En el fondo, mi amigo Pierre, que vive en Mutualité, me ha contado que lo que ni la una ni el otro han podido soportar ha sido la infidelidad política, esa cama donde no se perdona la traición.

Como yo lo veo, el amor es a menudo una cosa que empieza en lo alto de un puñado de poemas y acaba enterrado debajo de un montón de facturas. Hablamos entonces de desgaste, de desencanto y de rutina, saltamos de cama con la gabardina puesta, echamos cuentas y aceptamos gastar en el abogado cien veces más de lo que recordábamos haber gastado en flores. Nos hacemos entonces algunas preguntas civilizadas:
- ¿Qué nos ha ocurrido, cielo?
- ¿Qué hicimos mal?
- ¿Qué fue de lo nuestro?
- ¿Crees que podríamos arreglarlo si perdiésemos seis o siete kilos?
- ¿Y si empezásemos de nuevo?
- ¿Tendríamos que haber cambiado a tiempo la cama y el libro de cocina?
- ¿Se habrán aburrido nuestro corazones al mismo tiempo que nuestros ojos?

Por lo general, los hombres se resisten a romper sus parejas y se limitan a aceptar con resignación lo que decida ella. Y ella, que sabe que en tu vida hay otra, no suele vacilar y corta por lo sano. Las mujeres suelen guiarse en estos casos por su fina intuición, aunque hemos de reconocer que con frecuencia su fina intuición femenina suele presentarse reforzada con la ayuda inestimable de haberte pillado en el bolsillo de los pantalones una explícita y comestible carta de tu amante escrita en un lenguaje tan rebosante de carne, que podría hacerse sopa con ella. Nosotros somos muy descuidados para estas cosas. Ensayamos las mentiras y podemos fingir con cierta facilidad, pero nos descuidamos mucho al cambiarnos de ropa.

Los líos de faldas más discretos suelen echarse a perder por culpa de la colada, de modo que el gran secreto de la existencia de "la otra" quien lo descubre verdaderamente no es el olfato del cabrón del detective, sino la vieja y maldita lavadora. A partir de ese instante, la situación casi nunca tiene remedio y la historia se zanja poniendo el asunto en manos de los abogados, que serán los encargados de añadirle a la angustia del episodio un tono aun más triste y demoledor.

La experiencia dice que el hombre suele salir de casa con lo puesto y que ella se queda abatida pero serena, triste y también aliviada, con la decepcionante amargura de algo que pudo haber sido más largo y más hermoso, y a la vez, con la ilusionante sensación de que a partir de ese instante va a disponer de más espacio en el álbum de fotos y en el armarito del baño, dos lugares en los que suelen darse no pocos de los conflictos que contribuyen a minar inexorablemente la armonía de no pocas parejas.

Ya sé que puede parecer una exagerada frivolidad, pero el caso es que muchos matrimonios se sobreponen a las flaquezas personales y al sinsabor de la traición, pero no sobreviven a la angustiosa falta de espacio. Bellísimas historias de amor que empezaron en el pequeño y romántico escondrijo de un gratuito abrazo de novios, sucumbieron luego por culpa de haberse casado y mudarse a un piso de menos de cincuenta metros cuadrados en el que el televisor se apaga en el grifo del bidé. Entre los desalentadores hallazgos que produce la convivencia, figura sin duda el descubrimiento de que vivir unidos no es lo mismo que vivir apretados. Ya digo que se trata de un punto de vista personal, pero creo que en muchas parejas el fracaso sobreviene por culpa de haberse instalado en uno de esos horribles pisos mal construidos en los que al zanjar una discusión con la clásica pasión de un portazo, se descuelgan juntos el calentador de la cocina, el teléfono del vecino y el buzón del portal.

A los ricos no les ocurren esa clase de problemas. Los ricos, como son tan finos y tan indirectos, suelen dar los portazos por correo, y con el suave "swing" del elegante golpe postal sólo se les descuelgan seis o siete ceros del talonario de cheques.

Después de ver este vídeo, no creo que ningún jugador con un mínimo de bondad y compasión en su duro corazón, vuelva a luchar contra estos seres.

¿Quién es el fan de VJoe que no se queda embobado con esta pedazo canción?

He observado que hay preguntas y réplicas a las entregas que voy haciendo en mis guías.
El problema es que es inviable por mi parte revisar todas día tras día para ver si ha surgido alguna pregunta nueva para responderla.

La buena noticia es que en el foro suele haber un topic oficial relacionado con la guía, e incluso en el caso del Animal Crossing un subforo completo donde tanto yo como otros foristas pueden responder perfectamente las dudas. Usadlo y no os sentiréis solos e incomprendidos nunca máis

Por cierto, en la columna derecha hay un apartado que pone "Categorías", y es ahí donde aparecen las que he hecho hasta ahora.

Un saludo.

Atentos a cómo resuelven el megasalto xD