Prelude of Twilight

Publicado: 09:26 30/04/2009 · Etiquetas: · Categorías:
Kakashi



Una hora tarde ayer, y media anteayer

Lolazo

Publicado: 14:10 28/04/2009 · Etiquetas: · Categorías:
TENGO TRABAJO








Publicado: 18:21 24/04/2009 · Etiquetas: · Categorías: CastleVania: Twilight Rhapsodia
SKILL

Al abrir los ojos Simon se encontró a sí mismo envuelto en la oscuridad y el silencio, tendido sobre una manta en la soledad de lo que parecía ser la habitación de invitados, dio la orden a sus músculos para comenzar a moverse, a incorporarse, pero éstos no le respondían, y un repentino e inenarrable dolor le hizo apretar con fuerza los dientes para no gritar durante el escaso segundo en que le azotó.

Pese a su posición se sintió caer al suelo, jadeando, carecía completamente de fuerzas y se sentía casi vacío de cualquier tipo de energía, rendido a la idea de no poder mover un dado hasta hacerse de nuevo con el control de su cuerpo cerró los ojos y rememoró los sucesos de la última noche: había enfrentado y tocado a Orlox, derrotado a la sombra captora y a su creador, y había tenido también un pequeño “intercambio de opiniones” con la mismísima muerte.

Durante todo aquel tiempo algo había nacido en su interior, una sensación desconocida para él que hizo florecer un poder que ignoraba poseer y que no comprendía cómo había sido capaz de dominar.

Lo último que recordaba era haber caído en un profundo sueño bajo el influjo de la magia de Loretta Lecarde, y el leve dolor de cabeza que sentía le daba la sensación de que la dulce ancianita había obtenido información de primera mano sobre lo ocurrido aquella noche.

Lo ocurrido…

Una alarma se disparó en la cabeza ¡era importante! ¡Aquello era muy importante! Sabía quién era el captor y, además, sabía que estaban en el punto de mira de la Muerte ¡Y Alicia formaba parte de un gran plan!

Hizo otro esfuerzo por levantarse, luchando contra el dolor, y logró alzar levemente la espalda antes de caer de nuevo sobre el suave tejido.

¡Demonios! ¡Estaba demasiado destrozado! ¿Acaso el empleo de aquel poder había sido demasiado para su cuerpo?

Sencillamente tu cuerpo no soporta tal descarga de poder – le dijo Rose cuando liberó ante ella el Holy Cross - tu musculatura es la de cualquier chaval de tu edad, no la ejercitas, así que careces de la resistencia necesaria.

Esta vez había resistido la ejecución del Holy Cross ¿Había dado con un poder mayor, un poder que su cuerpo no podía soportar? Creía que aquella técnica era el cenit de las habilidades de los cazadores ¿O había algo más allá?

Si lo había debía conocerlo y dominarlo, pero antes debía informar a todos de lo que había averiguado…

Ya habría tiempo para las preguntas, ahora era el momento de repartir las respuestas.

En un esfuerzo sobrehumano volvió a intentarlo, deslizando los brazos hacia atrás para elevarse haciendo uso de sus codos y hombros, sintió en el cuello el peso de su cabeza - que se le antojó titánico – y logró dominarlo, alzándola; finalmente se incorporó y quedó sentado, luchando para no doblarse sobre su propio peso.

“François estaba mucho peor que yo y ya no se encuentra en la habitación” pensó “¡Tengo que conseguirlo!”

Mientras tanto, fuera, en el salón, El Lecarde y su esposa se hallaban sentados juntos en el sofá, controlando a su hijo que jugaba tranquilamente en el parque móvil, Luis se había extendido cuan largo era en un sillón y, frente a él, en el asiento restante, Erik se hundía con total concentración en el interior del libro sustraído de la biblioteca.

La falta del más mínimo cambio en la ceñuda expresión del pelirrojo indicaba a su amigo que algo no iba bien.

- ¿Ves algo interesante en el mamotreto ese? – le preguntó como quien no quiere la cosa.

- En absoluto – respondió éste sin perder el gesto.

Con un leve pero audible suspiro de exasperación, el Fernández se incorporó y fue al lado de su compañero.

- ¿Me estás diciendo que nos hemos dejado el pellejo en la biblioteca para robar un libro inútil?

- El problema no es que sea inútil, Luis – le contestó el Belmont con voz paciente – es que ni siquiera sé si servirá de algo o no.

- Explícate.

Sin articular media palabra, Erik dio la vuelta al libro y le mostró las páginas al español, que se detuvo en seco antes de arquearse y mirar las hojas con interés.

- Pero si esto es… es… ¿Esto qué coño es?

- Buena pregunta, Luis, yo llevo media hora haciéndomela.

Semejante cuestión estaba justificada, ya que donde debía haber un texto en – según suposiciones de Erik – francés, francés antiguo o latín se hallaban un montón de caracteres grotescos y de formas extrañas, sin el más mínimo signo de puntuación o separación más allá de los espacios que debían separar las palabras. Los únicos caracteres conocidos para ellos eran los números a pie de página.

Pero ellos no fueron los únicos sorprendidos, Elisabeth y François, que hasta aquel momento se habían mantenido ajenos a la conversación, miraron también y arquearon ambas cejas en un curioso gesto mezcla de incredulidad y sorpresa.

- ¿Pero qué demonios…? – preguntó el francés.

- Eso es… ¿Se supone que es un texto? – preguntó también la Kischine – No conozco ese idioma.

- Ni yo – replicó el pelirrojo – no sólo no está entre las lenguas que he estudiado si no que encima no se parece a ningún tipo de carácter que haya visto antes.

El Fernández recuperó la verticalidad y se cruzó de brazos, pensativo.

- ¿Podría ser Vampiria? – preguntó - ¿O Vampiria antigua?

- Conozco la lengua de los vampiros, Luis – contestó Erik – y en estos caracteres no existe ni la más mínima reminiscencia a ella.

La expresión de Luis se tornó en decepción.

- ¿Alguna teoría? – insistió.

- Creo que está cifrado – afirmó con seguridad – y el código, si no está en el libro, tiene que hallarse en algún lugar de la biblioteca.

Elisabeth sonrió con sardonismo.

- ¿Piensas volver allí?

- Si no me queda más remedio, sí – cerró el libro y miró las tapas – las únicas fuentes que se me ocurren son la biblioteca nacional y el vampiro ese, de modo que acudiré a la única a la que tengo acceso.

- Antes deberías descansar – sugirió Elise – es cierto que no salimos dañados al nivel de – señaló con la cabeza a Luis y a François – estos dos, pero deberías darte un día de reposo.

- Además – repuso el francés – ese libro debe tener varios libros de antigüedad ¿Qué te hace pensar que podría servirnos para algo que está sucediendo ahora mismo?

- El gran plan, Fran – contestó Erik.

Los otros tres presentes guardaron silencio.

- Si las palabras de Loretta y Stella son ciertas – continuó – (y no tengo la más mínima duda de que lo son), existe un plan en marcha, un plan en el que esos críos y mi hermanastra y futura cuñada juegan un papel importante – sus manos se cerraron con fuerza sobre el volumen – algo así no se improvisa ¿entendéis? Sea lo que sea lo que tratan de llevar a cabo debe llevar siglos preparado – mostró el libro a todos – y algo me dice que aquí está la respuesta.

- Bien, pues si es eso lo que piensas – articuló Luis – entonces adelante, no tenemos otra cosa en la que apoyarnos y tu teoría no carece de lógica, pero será mejor que estés seguro de los pasos que debes dar – se llevó las manos a la cintura – si aceptas corazonadas ajenas debes saber que personalmente no pienso que vayas a encontrar ningún códice en la biblioteca que te ayude a descifrarlo, y tampoco tenemos tiempo para buscar tranquilamente. Supongo que eres consciente de lo que te estoy diciendo.

En respuesta, Erik asintió, ante lo que el Fernández sonrió conforme y se dirigió a la habitación de invitados.

No pasó ni un minuto hasta que su voz los alertó a todos.

- ¡Dios santo! – exclamó - ¡Que venga alguien, joder! ¡Que venga alguien!

Por el alarmante tono de sus llamadas, el primero en levantarse y llegar fue el pelirrojo que, al asomarse, encontró una escena que le horrorizó.

Simon se apoyaba en una de las camas situadas contra la pared, jadeaba con fuerza y temblaba de pies a cabeza, con el gesto constreñido de dolor y las manos sujetando su pecho y abdomen, incapaz de contener una fuerte hemorragia.

Su herida había vuelto a abrirse.

Corriendo, los dos amigos lo dispusieron todo para volver a tumbarlo, colocando correctamente una de las dos camas y subiendo la persiana para dejar entrar la luz del día.

- ¿¡Qué ocurre!? – preguntó François, entrando alarmado.

- ¡Avisa a Loretta, joder! – respondió Erik, girando la cabeza mientras con una de las mantas limpiaba la sangre - ¡¡¡RÁPIDO!!!

- ¿Qué… está pasando? – preguntó Simon, aún consciente, con voz débil - ¿A qué todo… este… alboroto?

- ¡No te hagas el tonto, Simon! – respondió Luis - ¡Mírate, coño! ¡Estás sangrando! ¡La herida se ha vuelto a abrir!

- Vaya… - articuló el joven Belmont con una sonrisa – ya decía yo que… me dolía demasiado el cuerpo.

Como si se las estuviera susurrando al oído, las palabras de Stella resonaron en los oídos del pelirrojo.

Esa herida, Erik, llega hasta la mismísima alma de tu hermano.

- Se está abriendo – se dijo a sí mismo en mitad de la vorágine.

- ¿Cómo? – le preguntó Luis – Erik no me jodas ¿De qué estás hablando ahora?

- Stella dijo que la verdadera herida se encuentra en su alma – contestó – y está claro que el avance del daño no se puede detener eternamente, por más fuerte que se sea.

Pasó unos segundos presionando la herida junto a su colega, intentando detener la hemorragia, antes de volver a hablar.

- Por esto Loretta quería que mantuviera reposo absoluto – dedujo – si su cuerpo sufre por el dolor su mente se debilitará y el estado de la laceración avanzará – miró a su hermano, que ya parecía semiinconsciente, con la mirada perdida – Simon – le dijo con tono severo – Si aún estabas resentido por la batalla ¿Por qué te has levantado?

- Tenía… que deciros… - respondió con un hilo de voz – algo im… portante…

- ¿Sobre lo que pasó anoche?

- S-si…

Sabiendo ya lo ocurrido por boca de Loretta, Erik no pudo si no sorprenderse por aquel sentido del deber que ignoraba que tuviera su hermano, algo que le hizo tomar una determinación.

- Se acabó, Simon – le dijo mirándolo a los ojos – apenas te hayas recuperado completamente comenzaré a entrenarte en serio… esto NO se volverá a repetir.

Antes de cerrar los ojos, perdiendo definitivamente la consciencia, el hermano menor respondió con una sonrisa.

- ¡Listo! – informó Elisabeth, entrando en la habitación con un buen montón de sábanas y toallas a cuestas – Ha costado localizarlas, pero Doña Stella y Doña Loretta ya están en camino – dejó los fardos en un lugar aislado del suelo – Usadlas como vendajes mientras Fran prepara el ungüento cicatrizante, servirá como cura provisional.

Los dos muchachos aceptaron y cogieron una toalla, que doblaron cuidadosamente para colocar sobre la herida, y una sábana con la que envolvieron el torso del chico.

Erik apretaba los dientes con fuerza, y en sus ojos nacían lágrimas de impotencia.

- ¿Te encuentras bien? – le preguntó Luis compasivamente cuando ya pudieron tomarse un respiro.

- ¡Míralo! – le espetó Erik en respuesta – como hermano suyo ¿crees que puedo estar bien?

- ¿Eso de entrenarlo iba en serio?

El pelirrojo asintió.

- ¿En qué crees que pueda influir aumentar su resistencia física?

- No lo sé… - se secó las lágrimas con el dorso de la mano – pero si no lo intentara sentiría que no hago nada por él… y ya me siento bastante inútil.

El Fernández rió con sarcasmo.

- ¿Inútil? ¿Estás de guasa?

Erik quiso desahogarse, hablarle de Claire Simons, de lo que sabía… en gran parte sus preocupaciones por esa muchacha eran causa de su sentimiento de culpabilidad.

Pero su hermano… ¿Qué podía hacer si no presenciar? ¡Ser un testigo! Odiaba eso.

Miró inquisitivamente a su amigo, cada una de las palabras que pronunció estaban cargadas de cierta inquina.

- ¿Acaso tú no te sientes así, Luis?

El rostro del español cambió. Sabía a lo que se refería. Era por Alicia.

- Sentirme inútil no ayuda – contestó – además, no es que esté haciendo “nada”, eso sería así si me hubiera quedado en Almería a esperar noticias junto a Esther.

- ¿Y por Simon?

Esta vez, la respuesta de Luis tardó en llegar.

- ¿Qué te puedo decir? – articuló finalmente – Él es como nosotros: un cazador, no necesita protección alguna.

Los puños de Erik se cerraron con fuerza, a la vez que apretaba los dientes.

- ¿Insinúas que se lo ha buscado?

No hubo respuesta.

- ¿¡Me estás diciendo que no sientes nada al ver a Simon, que es tan hermano tuyo como yo, en este estado!?

El gesto de Luis adoptó ahora un cariz triste.

- Preferiría que dejarais la discusión para luego – intervino François, entrando en la habitación con el bote de unto y unos paños para aplicarlo – y de ser posible salierais de aquí, voy a necesitar espacio.

El pelirrojo, negándose en redondo, se limitó a apoyarse en la pared de enfrente; en principio pareció que el Fernández sí que se disponía a abandonar la habitación, pero sorpresivamente se colocó al lado de su amigo.

Mientras, veían cómo el Lecarde desataba el improvisado vendaje y volvía a limpiar la laceración permanecieron en silencio, pero no pasó mucho rato hasta que, en voz baja, Luis se decidió a responder.

- Si realmente confías en su fuerza – espetó al Belmont – dejarás de sentir impotencia y empezarás a pensar en cómo ayudarlo, como hice yo contigo.

Fue lo último que dijo antes de desaparecer por el umbral de la puerta.

- No dejo de pensarlo – murmuró entre dientes el pelirrojo, respondiendo a las palabras del Fernández - ¡Pero no se me ocurre nada!

Mientras continuaba la cura el silencio se apoderó de la habitación, sólo roto de vez en cuando por algún gruñido de preocupación de François.

- ¿Funciona? – preguntó al cabo de un rato Erik, con voz apagada.

- Sí y no – contestó el francés – normalmente la regeneración de la piel con este ungüento es anormalmente rápida, ya lo viste el otro día, pero hoy no reacciona bien…

Con la cabeza gacha, el Belmont guardó silencio unos segundos más.

- ¿Cuánto tardarán las viejas?

- Elisabeth les ha explicado lo sucedido – comentó – cuando se trata de una urgencia son realmente rápidas, deberían estar aquí en…

No había terminado la frase cuando el timbre de la entrada sonó.

- Vaya – sonrió – ésta vez se han superado.

Fuera, Elise corría abrir la puerta para encontrar, en efecto, a las dos ancianas Lecarde en el umbral.

- ¡Doña Stella! ¡Doña Loretta! – exclamó la joven - ¡Gracias a dios!

- Hola, querida – saludó cordialmente la menor de las hermanas.

- Sentimos haber tardado tanto en contestar – se disculpó la mayor – aún dormíamos.

- No se preocupen – las excusó la Kischine – Pasen, por favor… Simon está en la sala de invitados.

En silencio, Luis las siguió a las tres.

Nada más entrar en la habitación, Loretta se sobresaltó mientras que en el rostro de su hermana, aparentemente más tranquila, se dibujaba un rictus de sorpresa.

- ¡Abuelas! – exclamó François con alivio, levantándose para ir a saludarlas – Menos mal que llegáis… ¡El ungüento no hace nada!

Sin dirigir una sola palabra de respuesta a su nieto, las dos ancianas se apresuraron a colocarse junto al cuerpo de Simon, observándolo con minuciosidad.

- ¿Qué…? – articuló atónito Erik, con el miedo acentuándose en su rostro.

- Será mejor que salgáis todos de aquí – ordenó Stella sin levantar la vista - ¡Erik, tú no! – el aludido, que ya se disponía a echar a andar, se detuvo – te necesitamos aquí y ahora.

Erik se detuvo donde estaba, mientras François, Elisabeth y Luis regresaban al salón, brevemente Loretta alzó la cabeza para dirigirse a ellos.

- Sentimos mucho la brusquedad – se disculpó, apurada – os lo explicaremos todo al terminar.

- No importa – las excusó su nieto con una sonrisa – sabemos que esto es primordial, luego habrá tiempo para cortesías.

Pasado este intercambio de palabras, salieron de la sala cerrando la puerta tras de sí, con un confuso Erik que no podía imaginar para qué era necesaria su presencia allí.

Mientras, la mayor de las hermanas recitaba un aria a una velocidad inusitada al tiempo que con sus manos palpaba diferentes puntos entre la cabeza y la entrepierna de Simon y la menor concentraba entre sus manos una extraña y cegadora luz verdosa que, tras unos minutos, dejó escapar para posicionarla en el techo de la habitación.

- Seguramente te estés preguntando qué pintas aquí dentro, Erik – dijo la voz de Loretta en la cabeza del Belmont, que se dispuso a abrir la boca para contestar - ¡No hables! – lo detuvo – la más mínima alteración del ambiente, incluyendo las ondas de sonido de una voz humana, podría echar al traste el proceso.

- Gracias a esa esfera luminosa – indicó Stella – se ha ampliado el alcance de nuestras ondas cerebrales… nos comunicaremos con el pensamiento.

- De acuerdo – contestó el joven, con la impresión de que le costaría acostumbrarse a aquello – dejado claro ese punto supongo que ya pueden solucionar mi duda ¿no?

El aria recitada por la mayor de las ancianas cesó y el cuerpo de Simon comenzó a brillar con la ya familiar luminiscencia blanca, sin embargo esta se mostraba extraña e inestable, algo que extrañó al pelirrojo.

- He magnificado su aura para poder contemplar mejor las anomalías en ésta – explicó Stella – supongo que tú mismo puedes observarla.

El pelirrojo asintió.

- Lo veo perfectamente – confirmó – pero sigo sin entender qué pinto yo aquí.

Las Lecarde no le respondieron, limitándose a observar, mirarse la una a la otra y asentir o negar durante unos cinco minutos.

- Estás aquí para salvarle la vida a tu hermano, Erik – respondió finalmente Loretta.

El Belmont arqueó una ceja ¿Salvársela? Eso no tenía mucho sentido ¿no era eso acaso lo que ellas habían hecho horas atrás? ¿Tan grave estaba Simon? Y de ser así ¿Qué podía hacer él?

- Erik… - Stella lo miraba dejando pasar un leve deje burlón en su serio rictus – recuerda que podemos escuchar todos tus pensamientos… mejor pregunta directamente.

- De todos modos te ahorraremos eso – la interrumpió su hermana – la cosa es tan simple como que la cura provisional que realicé en su herida no ha tenido ningún efecto a causa del estado de su aura… al parecer – suspiró – alguno de los adversarios con los que se enfrentó ayer tenía un espíritu tan potente que logró contaminar el de tu hermano.

- ¿Contaminar? – Cuestionó - ¿Y como es eso posible? ¿Pudo hacerlo adrede?

- No lo sabemos – replicó inmediatamente la mayor – sí que podemos decirte que en su caso la contaminación es bien fácil… esa herida es un ladrillo caído en el muro de la fortaleza que protege su alma, y alguien ha tirado una bomba dentro.

- ¿¡Y por qué no lo sintió cuando lo estuvo curando!? – reprochó con enfado a la menor.

- Coge un vaso de agua medio lleno y pide a otra persona que vierta aceite en él – respondió ésta sin alterarse – luego ve a por otra persona, véndale los ojos, dile que meta un dedo y haz que se detenga antes de llegar al agua ¿Coges por donde voy?

Erik asintió, no era tan estúpido como para no entenderlo.

- Cuando metí mi mano para curarle – continuó – sólo encontré el aceite, al hallarse en reposo el otro elemento estaba separado…

- …y al levantarse y agitarse, los elementos se mezclaron – completó el muchacho – sí, puedo entenderlo, supongo que el intruso provocaría el dolor y abriría otra vez la herida ¿no es así?

Stella asintió.

- Exacto – confirmó – es un veneno en toda regla, y ahí es donde entras tú.

La mirada del pelirrojo se tornó confusa.

- Te hemos dejado con nosotras sólo por si acaso – explicó Stella – pero un único vistazo ha bastado para confirmárnoslo – lo miró directamente a los ojos – muchacho, tú vas a absorber ese veneno.

Las dos lo miraron expectantes, preparadas para recibir algún reproche, muestra de enfado o signo de temor, pero en lugar de eso el pelirrojo sonrió con amplitud.

- Bien – aceptó sin dudar un instante – ningún problema por mi parte, pero antes me gustaría saber por qué me han escogido a mí para ello.

- Si lo deseas, puedes negarte – contestó a eso la anciana.

- No voy por ahí – le corrigió inmediatamente el pelirrojo – sólo quiero saber qué tengo de especial.

- Erik – lo interrumpió Loretta – has heredado de tu padre un talento innato en el dominio de las energías, tu famoso dominio de las técnicas del Dragón es la prueba de ello.

- ¿Y? - preguntó - ¿Qué tiene que ver eso con esto?

- Ese veneno es pura energía – continuó la menor – al contrario que tu hermano, tú serás capaz de absorberlo y canalizarlo sin sufrir ningún daño, incluso – sonrió – puede que seas capaz de utilizarlo a tu favor en un futuro.

Aceptando la respuesta sin decir nada más, se acercó a la cama, colocándose junto a Simon.

- Ahora díganme qué he de hacer

- Coloca tu mano izquierda sobre el corazón de tu hermano – indicó la mayor – magnifica tu aura y sepárala unos cincuenta milímetros.

Erik obedeció, llevando lentamente su mano izquierda al pectoral de su hermano, acto seguido cerró los ojos y se concentró, manifestándose casi inmediatamente el fulgor escarlata de su propia aura, hecho esto separó la palma de la mano, observando cómo su aura parecía diluirse en la de Simon.

- ¿Y ahora? – preguntó.

- Ahora prepárate – respondió Stella.

Estuvo a punto de preguntar por qué decía eso cuando presenció un fenómeno inaudito para él: unas líneas negras similares a una ponzoñosa y espesa tinta se abrían paso entre la pureza blanca del aura de Simon para atacar el brillante escarlata de la suya, en principio tuvo el impulso de retirar la mano y romper la conexión pero, decidido, apretó los dientes y se preparó para lo que tuviera que pasar.

Sin embargo nada podría haberlo preparado para aquello, al momento de entrar en contacto con aquella oscuridad un dolor inenarrable se apoderó de él, no siendo físico y apenas resistible, tensó todos los músculos de su cuerpo y llegó a morderse la lengua para no gritar, ceder y mantenerse unido a su hermano.

¿Era aquello lo que había sufrido Simon? ¿Cómo había podido ponerse en pie?

Entre tanto, las hermanas observaban atónitas el avance del veneno a través del cuerpo de Erik y la resistencia de éste, no reprimieron sus movimientos cuando la oscuridad llegó a su corazón y el pelirrojo, con su mano libre, se agarró el pecho con desesperación y se dobló, negándose a jadear siquiera.

- ¡Detengamos esto! – exclamó Stella - ¡Lo matará! ¡No lo resistirá!

Loretta obedeció y se dispuso a romper la conexión entre los dos hermanos, pero Erik, haciendo arder su energía en el dorso de la mano, la apartó.

- ¡Me… niego! – espetó a las ancianas.

- ¡Pero Erik! – respondió la menor - ¡Esto es demasiado para ti! ¡En tu estado no puedes…!

Mientras hablaba, contemplaba como el Belmont se erguía de nuevo, recuperando la posición inicial.

Otro fenómeno se produjo entonces.

Como por obra de una poderosa corriente de aire expelida por el propio cuerpo del muchacho, el nudo de la corbata y los botones de la camisa cedieron, abriéndose ésta y mostrando en su pecho un extraño tatuaje que brillaba con fuerza mientras absorbía la oscuridad del aura de Simon como si se tratara de un extraño sello.

- E… eso es… - articuló atónita Stella.

- Dios mío, hermana… - murmuró Loretta – entonces… los rumores sobre el linaje de Selene eran ciertos…

Erik por su parte no reaccionaba, sólo se afanaba en absorber hasta el más mínimo rastro de aquella oscuridad, hasta la última gota de aquella energía ponzoñosa, y permaneció así durante más de tres minutos hasta que finalmente, con un pequeño y único punto negro, la marca de su pecho dejó de brillar y desapareció sin dejar rastro.

La siguiente reacción del muchacho fue sonreír y, justo después, caer al suelo inconsciente.

Las hermanas, incapaces de asimilar lo presenciado, tardaron casi un minuto en actuar; Stella Lecarde se dirigió a tratar de volver a cerrar la herida del pecho de Simon, mientras que Loretta comprobaba minuciosamente el aura y el cuerpo de Erik.

- No ha quedado ni el más mínimo rastro… - observó, lívida, tras concluir el examen.

La mayor, pese a que se afanaba en Simon, también estaba atónita y confusa.

- Creí que aquel linaje se perdió en el tiempo – comentó mientras su hermana pequeña se acoplaba a ella y unía sus manos en el hechizo curativo – jamás hubiera imaginado que se hubiera perpetuado… y que su poder acabaría en manos de un Belmont – sonrió sarcásticamente - ¡Qué irónico!

- Había oído rumores de que Selene Serenitee descendía de aquella mujer – contestó Loretta – pero, hermana, tú misma pudiste ver que todo el tiempo que estuvo bajo nuestra tutela jamás dio prueba alguna de poseerlo – ella también sonrió – un Belmont con ésta clase de poder… el destino puede ser muy juguetón a veces.

Su sonrisa irónica se tornó de satisfacción cuando comprobaron que la herida se había cerrado con una enorme rapidez; estaba claro que Erik había hecho un gran trabajo.

- Ahora – dijo la mayor al joven inconsciente – que no se vuelva a abrir dependerá de tu fuerza de voluntad – se dirigió a su hermana - ¿Has visto si Erik sufrió algún daño en el proceso?

La anciana negó con la cabeza.

- Sólo está fatigado, nada más.

Stella sonrió satisfecha.

- Entonces… podemos continuar con lo previsto.

Fuera, en el salón todos esperaban, nerviosos e impacientes, y no reprimieron sus impulsos cuando las ancianas aparecieron por el umbral de la puerta.

- Bueno… - articuló Loretta con un evidente tono de satisfacción antes de que nadie pudiera preguntar nada – ¡todo vuelve a estar como debía estar!

- ¿Y Erik? – observó el Fernández, a la vista de que su amigo no aparecía por ningún lado.

- Durmiendo – contestó la mayor de las ancianas – su colaboración ha sido vital y ha gastado mucha energía… mejor dejadle descansar.

- Bueno… - intervino François, que en ese momento jugueteaba con su hijo - ¿Y qué le sucedía a Simon?

- Su aura se contaminó a lo largo de la noche – respondió sencillamente la menor – eso impidió que la magia que empleé con él funcionara correctamente, ahora ya está arreglado.

El matrimonio y el Fernández sonrieron con conformidad.

- Si no hay nada más, nosotras nos vamos a seguir descansando – informó Stella – eso sí, apenas Erik despierte querríamos que nos lo trajeseis a casa, hay algo que queremos mostrarle.

- ¿Mostrarle? – la interrogó Luis.

- Oh, cosas nuestras – respondió Loretta mientras se despedían – en todo caso, llamadnos si ocurre algo más.

Mientras tanto, el aludido dormía profundamente sobre una de las dos camas de la habitación de invitados, sonriendo con satisfacción, ajeno a lo que quiera que fuera que tuvieran en mente las hermanas Lecarde.

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Llevo media hora sin dejar de escuchar Tenbatsu! Angel Rabbie

En otro órden de cosas, mi vida es cada vez menos caótica, y parece que las cosas empiezan a mejorar, así que seguramente suba el ritmo de escritura (me siento con más fuerzas ^_^)

Y como nota final, no estoy del todo satisfecho con el final de este Episodio, cada vez que lo leo se me antoja... atropellado.

Tal vez lo reescriba.

Como sea ¡Disfrutad de la lectura!

Publicado: 15:31 21/04/2009 · Etiquetas: · Categorías: Delirios y Cabreos Pikmin
Estaba yo enfrascado intentando conseguir un Squirtle hembra mediante cría (ya llevo un total de 8 tortuguitas macho) para jugar un poquito a ser dios con los movimientos huevo cuando he empezado a plantearme qué sería lo que querría ver en la supuesta próxima generación pokémon, si es que la hay.

Vaya por delante que considero que Diamante/Perla/Platino son los merecidos sucesores de Oro/Plata/Cristal (después de unos insulsos Rubí/Zafiro/Esmeralda), sin embargo sigo viendo factores que hacen que a veces logre aburrirme, digamos que el juego ya no me... sorprende.

¿Qué añadiría yo? Veamos...

Mundo humano "vivo": Este es uno de los para mí mayores defectos de cualquier RPG, y es que ahí están todos los personajes sin hacer nada, sea de día o de noche, soltando siempre las mismas líneas de textos (salvo los policías) y haciendo los mismos recorridos ¡Es un mundo muerto! Los entrenadores están siempre en el mismo sitio, esperándote; esto me suele resultar particularmente aburrido tras mi partidita diaria de Animal Crossing, donde los vecinos hacen su vida, hablan entre sí, tienen estados de ánimo... una suerte de evolución de lo que sucedía en Majora's Mask.

Personalmente, le daría una "vida" a cada personaje: Recorrido, trabajo o escuela, cambios en sus equipos pokémon... Recuerdo que de Cristal me gustaba especialmente el tema del móvil, al que te llamaban cuando menos te lo esperabas, esa podría ser una buena adición.

Mundo Pokémon "vivo": Esto es un poco más difícil, sin embargo hay cosas que me gustaría ver, como la posibilidad de volver a encontrarte a un pokémon al que has liberado, cazar pokémon con ataques extraños o movimientos huevo (lo cual sería un indicio de cría en estado salvaje), un rango de niveles más alto, migraciones, etc...

Naturaleza "viva": En los juegos existen lugares donde llueve a cántaros, hay tormentas de nieve, cae un sol abrasador... ¿Por qué no hacer ésto aleatorio? Cambios de presión atmosférica que provoquen vientos, lluvias con aparato eléctrico, neblinas, nevadas... todo ello con un sistema de estaciones como el de Animal Crossing. Esto influiría en las migraciones de pokémon y en los que se podrían encontrar en cada sitio según estación o condiciones meteorológicas. Un sistema de TV parecido al de Harvest Moon y una radio portátil serían de mucha ayuda.

El retorno de todas las regiones: Kanto, Johto, Hoenn, Sinnoh... Poder viajar a todas, cosechar sus medallas, enfrentarse a sus respectivos Altos Mandos...

Un mundo alternativo persistente: En lugar de andar dependiendo de la Sala Wi-Fi, añadir una región alternativa a usar como mundo persistente estilo MMORPG, si es necesario incluso vendiéndolo como juego aparte para Wii/Wii2 y tirando de Códigos Amigo, con "cadenas de amigo" estilo Mario Kart que te permitan agregar a amigos de tus amigos... es una idea un poco larga de explicar a la que ya le dedicaré una entrada aparte.

En fin... ya de por sí me parece bastante soñar, pero creo que a los juegos Pokémon en general les falta vida, proporcionable con determinados factores que ya ha añadido Nintendo en otros juegos.

Publicado: 12:36 14/04/2009 · Etiquetas: · Categorías: Reflexiones de un friki
Doscientos y pico aspirantes, veintitantas vacantes, lugar de trabajo: El puerto de Almería ¿Requisitos? Cuantos más idiomas mejor, experiencia en atención al cliente y conocimientos de ciencias sociales a nivel de Bachiller como mínimo.

Me presenté a la entevista y pruebas y dí lo mejor de mí mismo ¿Lo conseguí? desgraciadamente no; según algunos amigos que tengo por allí y uno de los entrevistadores, iban con preferencia los que estaban apuntados a dios sabe qué plan sindical (no atendí a eso, estaba demasiado cabreado).

Sin embargo no me cuadra, yo fui llamado por recomendación de la anterior empresa que me entrevistó (casi consigo aquel puesto, dí el perfil perfecto según la jefa de Recursos Humanos, pero un nativo inglés les servía mejor), que todas las vacantes hayan sido ocupadas por esos sindicalistas me resulta irreal, convertiría aquella macroentrevista (con pruebas y todo, tres horas) en una ridícula farsa.

Al igual que la anterior en Visual Chart, tengo esta grabada a fuego en la cabeza (como dicen los franceses, par coeur), le he transcrito y la repaso frase a frase, tengo que haber cometido algún error.

No se puede tener tan puta mala suerte.

Publicado: 12:15 12/04/2009 · Etiquetas: · Categorías: Twilight Rhapsodia: The Game
¿Recordais el juego basado en Twilight Rhapsodia que comencé hace un tiempo? Bien, reorganizando mis cosas he encontrado todo el material perdido en un viejo CD y que he rescatado para, una vez llegado el verano, volver a la carga.

Mientras tanto me aprovisionaré de nuevos conocimientos y recursos.

Como el proyecto resucita, os dejo una demo-prueba de un par de efectos: niebla por partículas y transparencia, recuerdo que llegué a implementar IA de persecución a los fantasmas pero ese ejecutable parece haberse perdido definitivamente, así que de momento esto es lo que hay.



Los controles son los de antes: flechas para moverse, C para saltar y Z para golpear, el doble salto está implementado, así que podeis probarlo ^_^

descargar demo

Cuando empiece el verano espero poder volver definitivamente a la carga, mientras recuperaré conocimientos y me pondré con el diseño de niveles.

Publicado: 22:04 10/04/2009 · Etiquetas: · Categorías: Reflexiones de un friki
Viernes santo, 22:00 de la noche.

Como cada año desde que estoy aquí (es decir, desde que esta calle existe como tal) la procesión pasa frente a mi puerta.

No es más que una procesioncilla de barrio, todo sea dicho, pero pese a que carezco del sentimiento religioso, me parece un bonito espectáculo digno de ver y un brillante ejemplo de fortaleza y fé por parte de los costaleros.

Por desgracia no puedo decir lo mismo de la banda, los encargados de la percusión no lo hacen mal, llevan muy bien el ritmo, pero cada vez que suenan las cornetas parece que haya un atasco y los implicados toquen furiosamente el claxon ¿En meses de ensayo no han aprendido a coordinarse en condiciones? Los cantos cacofónicos de los siervos de Shub-Niggurath descritos por Lovecraft fijo que suenan mil veces mejor.

Fijo que lo hacen lo mejor que pueden pero es que... joder >_<

Publicado: 18:11 09/04/2009 · Etiquetas: · Categorías: Delirios y Cabreos Pikmin
Finalmente lo conseguí, tras casi 21 horas de juego con nivel 24 (50 puntos corazón, 45 puntos flor y 30 puntos medalla) me he pasado una de las cinco grandes obras maestras de Nintendo 64: Paper Mario



Sorprende como con dos generaciones de por medio el juego no ha perdido frescura en ningún momento, es más, la gana en comparación con La Puerta Milenaria (que repite demasiados detalles del original).

De hecho, no se me ocurre ningún punto malo que destacarle, incluso el palacio de cristal me ha parecido genial, jugando con el tema de los doppelganger y los espejos (la coña de los "disfraces" de Cooper ha sido brutal).

Los compañeros también son brutales, me encantan sus personalidades (especialmente Bow, que me recuerda cosa mala a Kodachi Kunoh) y en algunos casos llegan a ser más carismáticos que sus contrapartidas en GC (y es que no por recargar un diseño éste te llega más; Bombette le pega unas cuantas patadas a Bombard, y no es más que una mísera bomba rosa con la mecha acabando en una pequeña coletita)

Oh, y Koopa Junior también se las trae.

La parte final compite en epicidad dentro de la saga con la de las secuelas, y eso que no hay ni giros de guión ni chorradas similares, sencillamente eres tú y tus compañeros contra la flor y nata del ejército de Bowser ("¡P-pero es Mario! ¡Fregará el suelo con nosotros!" impagable XD), abriéndote paso a lo largo de su castillo hasta llegar al castillo de Peach (con esa inquietante musiquilla y ni un alma de por medio) y luego librar el combate de tu vida en lo más alto de los cielos con la ayuda de Centella, las siete estrellas y los deseos de la princesa.

Y el desfile final, un despiporre.

Tenía MUCHAS ganas de terminarlo, no por nada si no por saber si lo tenía mitificado y bueno... mis recuerdos me traicionan: Es muchísimo mejor de lo que recordaba.

Como regalito os dejo el tema de la batalla final



Si teneis la Wii y no lo habeis comprado aún... ¡Hacedlo! ¡No os imaginais lo que os estais perdiendo!

Publicado: 07:58 01/04/2009 · Etiquetas: · Categorías: Reflexiones de un friki


Desprotegidos, sencillamente te seguimos
Hoy de nuevo transportamos, luchamos, nos multiplicamos y somos comidos
Abriendonos paso entre la tierra, te conocimos y nos lanzamos
Pero siempre te seguimos

Creo que ya es hora de jugar
Probablemente nos vayamos silenciosamente...
Aaah... Aaah... enamorándonos

Debajo de ese cielo...
En este planeta, habitado por muchas formas de vida
Hoy de nuevo transportamos, luchamos, nos multiplicamos y somos comidos
Desprotegidos, mientras nos reagrupamos, nos lanzamos de nuevo, pero a pesar de ello no deseamos preguntarte si nos quieres

Creo que ya es hora de jugar
Tal vez mañana lo intentemos una vez más
Aaah... Aaah... enamorándonos

Debajo de ese cielo
Trabajamos juntos, lucharemos y seremos comidos, pero pese a ello te seguiremos siempre
Luchamos, silenciosamente te seguimos, pero no deseamos preguntarte si nos quieres

[Traducción dedicada a...]

-----

Como ya dije otras veces, solo pongo aquí canciones que son especiales para mí, Ai no Uta es una de ellas: una canción de amor incondicional de unas criaturitas que luchan por su capitán sin importarle lo que este sienta, personalmente desde que la escuché y traduje (desde el inglés) por primera vez hace más de 5 años tengo mucho cuidado cuando juego al Pikmin ^^U

También tiene otro significado especial para mí el hecho de ponerla precisamente hoy, pero eso no es algo que incumba al publico general, así que... sólo disfrutad de la conción ¿ok? ^^

Prelude of Twilight

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