Prelude of Twilight

Publicado: 17:54 13/12/2011 · Etiquetas: · Categorías: CastleVania: Twilight Rhapsodia
Big Battle (parte 2)

- ¿Estará bien?

Claire, con René en brazos, se unía a Luis y Simon, que apenas empezaban a revisar el mapa, entre todos los garabatos y rallajos ininteligibles para ellos dos había una ruta de escape perfectamente explicada y marcada, casi como si el pelirrojo ya tuviera en mente lo que acababa de ocurrir.

- Despreocúpate - Respondió el Fernández levantando apenas la vista del legajo - Erik es mayorcito y nunca se mete en una batalla que no sepa que va a ganar.

- Sí, pero... - La muchacha, que ya se había unido a los dos cazadores para memorizar el mapa, desvió su mirada de nuevo al portón, a través de él podían sentir el aura del Belmont, ardiente pero cansada al mismo tiempo.

- Pero nada - Interrumpió inmediatamente Luis - Llevo con él toda la vida, es menos inconsciente de lo que parece y además - Desvió la vista de nuevo, mirando esta vez al bebé - Lo creas o no los niños pueden sentir y absorber nuestros sentimientos, aunque esté durmiendo tu intranquilidad no le hará ningún bien.

Volvieron a quedarse en silencio para regresar a la trazada, debían memorizarla bien para no tener que detenerse a consultarla en plena carrera. Iban a escapar de la guarida de un vampiro superior, sabían que no sería tarea fácil.

- Corregidme si me equivoco - Comentó el Belmont unos segundos más tarde - pero ésta ruta es completamente diferente a la que hemos tomado para entrar ¿No?

- Sí - Confirmó la muchacha - Parece que este sitio tiene muchos caminos, habrá que andar con cuidado.

- Toda una madriguera - Completó Luis - Me recuerda a la sede de los Belnades, pero a lo bestia.

Entre tanto, al otro lado del portón Erik y De Rais se sostenían la mirada el uno al otro, de hecho era lo único que habían hecho en los últimos segundos, esperando a que cualquiera de los dos hiciera el menor movimiento. Permanecieron así hasta que, repentinamente, el Lord sonrió.

- A lo mejor crees que has hecho un buen movimiento dejándolos escapar con el niño y quedándote tú aquí para retenerme - Dijo de repente - ¡Iluso! Si no se pierden acabarán pudriéndose en alguna de mis trampas.

- No me malentiendas - El pelirrojo hablaba con cierto desdén - ¿Retenerte? - Cerró su puño derecho con fuerza - ¡Voy a aplastarte!

En respuesta a estas palabras el vampiro envió de nuevo sus manos fantasmales, Erik evitó un intento de aplastamiento, un puñetazo y con una poderosa patada rechazó un nuevo golpe.

- Me pregunto cuándo se acabará tu suerte - Articuló De Rais - Os he observado, durante el combate siempre han tenido que protegerte de mis golpes ya que no puedes verlos, y en un momento dado has dicho que la suerte era uno de tus poderes - Acrecentó su sonrisa, adquiriendo cierto aire de superioridad - Me pregunto cuándo se te agotará ¡Será divertido!

Con estas últimas palabras lanzó un desgarro oscuro del que el pelirrojo se protegió usando su brazalete, al descubrir su vista encontró uno de los puños espirituales a punto de golpearle, pensó en saltar, pero en lugar de eso lo detuvo con ambas manos.

- Suerte... - Masculló el Belmont - Sí, podríamos decir que el hecho de que ahora pueda detener tus golpes es cuestión de suerte, pero te equivocas otra vez, sólo... - preparó un Dragon Punch - ...di... - concentró su energía de tal forma que su brazo pareció llamear por un instante - ¡...Con las personas adecuadas!

Rechazó el apéndice con tal fuerza que dio la sensación de que al Lord le costó recuperar su control, al volver a concentrarse en el pelirrojo vio que éste se señalaba la frente.

- Esto no es cuestión de suerte, De Rais.

Erik apuntaba con su dedo a un extraño símbolo que había aparecido en su frente, un ojo alargado abierto de par en par que parecía mirar más allá del mundo material.

- ¿Un tercer ojo? ¡Interesante! - Exclamó el nosferatu - Se puede sentir algo de magia en él ¿Un sortilegio para poder ver el mundo espiritual?

El pelirrojo sonrió ¿Sortilegio? Sí, en cierto modo sí que podría llamársele así, sea como fuere el tiempo de charla se había terminado, de modo que sin previo aviso se lanzó hacia el vampiro desenvainando, por primera vez desde que empezó la batalla, su llameante Salamander.

La respuesta de De Rais no se hizo esperar, cuando Erik se encontraba a medio camino entre ambos lanzó de nuevo uno de los puños fantasmales que el Belmont evitó sin ningún problema, luego el otro con el mismo éxito y, finalmente, tuvo que recurrir a sus propias garras para detener la espada flamígera, si bien fue un encuentro breve, ya que en el momento en que chocaron la hoja refulgió, estando a pique de calcinarle el brazo. Guilles se retiró alarmado ante esto, escapando además de una lengua de fuego que el joven generó al realizar un tajo ascendente.

- ¿¡No sabía usted que tenía una espada como ésta, señor sabelotodo!? - Se burló el muchacho mientras lo perseguía en su embestida.

- ¡JA! - De Rais se protegió con una explosión oscura que hizo retroceder a Erik un par de metros, distancia suficiente como para poder recuperar el equilibrio, aunque aprovechó la coyuntura para provocar un desgarro del que el chico no se pudo proteger, recibiendo una herida leve en el pectoral derecho.

El contraataque no quedó ahí, por supuesto, apenas había sentido el cazador el desgarro cuando tuvo que voltearse para golpear con su espada uno de los dos apéndices espirituales y rodó hacia delante en previsión de ser golpeado por el otro y también para volver a pegarse a su adversario. Estaba a punto de lanzar un nuevo golpe cuando una sensación inesperada lo alcanzó: Dolor.

Dolor de cabeza.

Lanzó el puño como iba a hacer en un principio, pero la desconcentración le hizo disolver la energía con la que había envuelto el ataque y su puño desnudo encontró la inmediata oposición de la fría mano de De Rais, lo que le hizo retroceder de un salto. Había algo que debía comprobar.

El dolor era intenso, demasiado, y para rematar el Lord no se lo puso nada fácil y trazó un garrazo en el aire del que se defendió como pudo, un segundo después comprobó que ya no veía las manos fantasmales. Sintió una punzada de pánico durante una fracción de segundo, pero inmediatamente pensó que el vampiro no se había equivocado al clasificar su tercer ojo - el cual ya no adornaba su frente - Era en efecto un sortilegio, un hechizo que las hermanas Lecarde le enseñaron aquel día - junto a otras tantas cosas - con el fin de darle las armas necesarias para hacer frente a Guilles De Rais: El ojo de la verdad, que permitía ver y sentir el mundo espiritual.

Por supuesto el ojo de la verdad tenía un defecto, y es que se alimentaba constantemente de sus reservas de poder mágico, el cual no le sobraba precisamente ¿Era eso lo que se sentía al agotarlo? ¿Un tremendo dolor de cabeza? Tampoco era tan raro, razonó, considerando que el poder mágico se generaba en el cerebro.

Mientras tanto Simon, Claire y Luis ya habían avanzado bastante en su escape de la catedral, finalmente el español había decidido adoptar la formación ideada por Erik pero no porque llevara razón, si no porque Simon, con los sentidos sobreexcitados gracias al fuego de la purificación, tenía la agudeza auditiva y visual suficiente como para detectar posibles trampas aún en el frenetismo de la carrera, y había funcionado hasta el momento, con el joven haciendo saltar mecanismos con el látigo y avisándolos de aquellas en las que no bastara con eso.

En un momento determinado Claire redujo ligeramente el ritmo de su carrera, algo que Luis notó al instante.

- ¡Te veo venir! - La avisó el Fernández desde atrás - Ya te he dicho que Erik sabe cuidarse sólo ¡Nada de volver atrás!

- ¡Lo sé perfectamente! - Respondió ella con irritación - ¡No se trata de eso, joder! Mi cuerpo se está... resintiendo.

Era una verdad a medias, la joven británica había sentido algo que la había preocupado: El aura de Erik parecía haberse descompensado, le llegaba con levedad, por lo que no podía determinar cuál era la causa del desequilibrio, pero...

Luis lo había sentido también, y conociendo mejor que nadie los entresijos del aura de su amigo sí que sabía lo que fallaba: El poder mágico se había agotado por completo "¿Es eso mínimamente posible?" Se preguntó a sabiendas de que Erik jamás había sido capaz de realizar un conjuro correctamente más allá de la 7ª puerta infernal.

Sin embargo no era lo único que le preocupaba, el agotamiento de Claire también era alarmante contando sobre todo el hecho de que ella había combatido tan poco como él ¿Tendría algo que ver con la "Mirada de la Emperatriz" o con la forma en la que había rescatado a René?

Un chasquido y el grito de "¡CUIDADO!" de Simon lo sacaron de sus cavilaciones, de repente se encontró con que el suelo se abría a sus pies, estiró la mano para agarrarse a algo, pero quedando el borde lejos de su alcance no pudo más que respirar aliviado cuando el látigo del Belmont lo atrapó por la muñeca.

- ¡Era una puta trampa retardada! - Oyó quejarse a Simon mientras lo izaba - ¿¡Estás bien!?

- ¡Sin problema! - Contestó es español mientras que, para facilitar la faena, apoyaba sus pies en la pared y se disponía a escalar - Justo a tiempo ¡Gracias!

Mientras Luis se recuperaba de la caída, Erik mordía el polvo víctima de uno de aquellos - ahora invisibles - gigantescos golpes, el pelirrojo había perdido su factor equilibrante y el dolor de cabeza, que se calmaba poco a poco, no ayudaba demasiado.

- Creía que podías ver mis puños - Se burló De Rais desde su posición - ¿Qué pasa? ¿¡Te has quedado ciego de repente!?

Antes de que pudiera reaccionar el Belmont sintió como si le cayera encima un gigantesco bloque de hormigón, aplastándolo.

- ¿Qué... tiene de bueno un combate ganado? - Rió con debilidad - Si te dejo pegarme un poco todo será más divertido.

- ¡¡No te lo crees ni tú!!

Erik sintió como la presión sobre su cuerpo se elevaba y, previendo que el vampiro se disponía a aplastarlo de nuevo, rodó a un lado mientras sentía un fuerte golpe donde él se encontraba hacía unos instantes. Una vez de pie no se dio tiempo ni a respirar, inmediatamente describió un arco con su brazo derecho creando una cortina llameante desde la que embistió, recuperando en la carrera su Salamander, que ahora yacía en el suelo.

Durante la carrera se echó a un lado por puro instinto, y al momento una fuerte corriente de aire pasó a su lado indicándole que acababa de esquivar - por muy poco y de pura suerte - un nuevo ataque fantasmal de su adversario, que viendo su fallo continuó con un desgarro oscuro del que el muchacho no alcanzó a protegerse del todo, viendo abrirse en su pectoral izquierdo un garrazo de tamaño considerable.

- ¡No te rindes nunca! ¿¡Verdad!? - Exclamó mientras saltaba hacia De Rais espada en mano. Salamander se inflamó con rapidez y Erik cayó blandiéndola con el fin de asestar un tajo directo, su ataque se vio sin embargo frenado por una andanada de flechas oscuras que le obligaron a encogerse para minimizar el daño todo lo posible.

Al caer el Belmont se encontró dolorido, los proyectiles habían dejado heridas en sus muslos, antebrazo derecho y hombros, y no pudo aterrizar en condiciones, al alzar la vista encontró además que había quedado justo frente a Guilles De Rais, que lanzó directamente su mano engarfiada contra él, dispuesto a clavar sus uñas negras en su cuello.

Pero Erik reaccionó, en un momento dejó caer su espada y, al mismo tiempo que la mano del Lord se enganchaba su cuello, él hacía lo propio con el antebrazo del vampiro.

- Qu... ¡¡¡Suelta!!!

El cazador sonrió.

- ¿Por qué?

- ¿Crees que por sujetar mi brazo evitarás que te arranque la cabeza? - Preguntó De Rais con nerviosismo.

- Depende - Respondió el Belmont - ¿Quién crees que le arrancará antes lo suyo al otro?

El Lord apretó los dientes, mirando a su enemigo con odio.

- Tengo una teoría - Continuó - Tienes un repertorio enorme de ataques a distancia porque en el cuerpo a cuerpo eres un tirillas, no es que sea algo malo, pero considerando que los vampiros no chupáis sangre por ciencia infusa yo diría que es un fallo bastante gordo - el vampiro respingó, la mano de Erik empezaba a calentarse peligrosamente, quemaba.

Los dos contendientes se miraban el uno al otro, Erik sonreía, Guilles se debatía entre el odio y el nerviosismo, y empezaba a oler a carne quemada...

- ¿Vas a cortarme la cabeza de una vez? Tengo prisa...

La mano del vampiro se asía con fuerza al cuello de su contendiente, pero éste ni reaccionaba, por el contrario Erik había desplazado su mano hacia el codo de De Rais y empezaba a humear peligrosamente.

- Parece - resolvió finalmente - que así no puedes matarme ¿Verdad?

Al término de estas palabras el pelirrojo tensó su brazo y cerró la tenaza de su mano sobre el codo del nosferatu, la carne se calcinó y los huesos cedieron como si fueran una simple cáscara de huevo, inmediatamente De Rais se retiró gritando inhumanamente de dolor mientras se sujetaba el muñón quemado y veía incrédulo como la otra mitad de su brazo quedaba colgando del cuello del joven.

- ¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHH!!! ¡¡¡AAAAAAAARG!!! ¡MALDITO SEAS! ¡¡¡MALDITO SEAS, ERIK BELMONT!!! ¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAGH!!!

El mentado lo observaba mientras, con tranquilidad, retiraba los restos de la extremidad de su cuello.

- ¿Duele? - preguntó tras esperar unos segundos.

- ¿¡QUE SI DUELE!? ¿¡QUE SI DUELE!? - Respondió Guilles con el rostro constreñido de dolor y odio - ¡¡¡MALDITO CERDO HUMANO, CLARO QUE DUELE!!! ¿¡CÓMO TE ATREVES A BURLARTE!?

- ¿Duele tanto - Erik redujo el ritmo de su habla, asegurándose de arrastrar cada palabra - como las torturas que infligiste a esos niños...?

Aquello calló instantáneamente al Lord, que alzó la vista sólo para encontrar el puño del cazador dirigiéndose directamente a su cara, dos segundos después se encontraba estampado en la pared de la sala.

- ¡¡MI CARA!! ¡¡MI CARA!! - Gritaba de nuevo desde los escombros - ¡¡DUELE!! ¡¡¡TE MATARÉ!!!

Los gritos no eran para menos, cuando emergió de entre los restos el Belmont pudo comprobar que donde antes había un hermoso rostro andrógino ahora quedaban los restos socarrados de una nariz y un labio superior partido y sangrante.

- Seguramente confíes en recuperarte de estas heridas con el tiempo - Dijo al vampiro una vez contemplados los efectos de su ataque - Déjame decirte que eso no va a pasar, te he golpeado con mi propio fuego.

- ¡¡¡CÁLLATE!!!

Erik, que no cayó en la cuenta de que ahora se encontraba a distancia de De Rais, se vio sorprendido por un ataque por la retaguardia de una de aquellas manos fantasmales propinado con verdadera furia, el impulso lo lanzó contra el propio Lord pero, previendo que remataría el impacto de alguna forma puso todo su empeño en frenarse hasta quedar a una distancia prudencial, aunque se vio sorprendido cuando un estallido oscuro estuvo a punto de engullirlo, obligándolo a saltar hacia atrás y entrar de nuevo en el rango de los apéndices espirituales. Apretó los dientes, de seguir así se vería obligado a recurrir de nuevo al ojo de la verdad.

Miró a su adversario, cuyos elegantes ropajes de época estaban rasgados, su hermoso rostro había quedado destrozado y uno de sus brazos era ahora un muñón, su expresión de irritante altivez había dado paso también a la furia y el odio más puros; aquella estampa le arrancó una leve sonrisa, era exactamente lo que quería ver.

De Rais había hecho mucho daño, había convertido al comisario Rousseau en aliado suyo a la fuerza, aterrorizado a toda la ciudad de París y abierto las puertas a la destrucción de ésta, matado a innumerables personas en la masacre del Louvre y destrozado las vidas de 6 familias que esperaban, con el corazón en un puño, el regreso de sus pequeños.

Y ahora, como remate, la imagen de una Elisabeth derrotada y un François estupefacto invadía su mente.

Una oleada de repentino odio lo invadió, para su suerte nunca había tenido que asistir al mal que provocaban los Lord vampíricos, él no era más que un niño cuando Drácula resurgió para sembrar el caos una vez más, si esto era lo que había provocado De Rais ¿Qué no habría hecho el príncipe de las tinieblas?

De repente sintió el aire presionar desde arriba, alzó ambos brazos y, justo en el momento en que el ojo de la verdad volvía a aparecer en su frente, contenía con ellos la palmada de una de las manos fantasmales y veía llegar la otra por el flanco, sin bajar los brazos lanzó su pierna izquierda contra el otro puño y lo rechazó en esa patada para después proyectar la otra mano contra el vampiro.

La respuesta de Guilles no se hizo esperar, éste le azuzó una nueva andanada de flechas oscuras e inmediatamente después lo embistió, Erik no se movió del sitio, solamente cubrió su cara con el brazalete alquímico y dejó que los demás proyectiles llegaran hasta él, al bajar su protección encontró al Lord frente a él, y su reacción fue inmediata.

- ¡¡DRAGON PUNCH!!

El poderoso puño escarlata chocó directamente contra el garrazo oscuro y se vio atrapado por la engarfiada garra del Lord, no obstante, él tenía dos manos.

- ¡¡HOLY FIST!!

El golpe sagrado sí que encontró objetivo en el plexo solar del nosferatu, y al mismo tiempo que lo hacía su otro puño se incendiaba, liberándose de la presa oscura de De Rais, que retrocedió doblado de dolor, sin resuello y con su otra mano inutilizada gracias al fuego del Belmont, su última reacción fue lanzar ambos apéndices espirituales para aplastarlo de una palmada, pero Erik rechazó ambos lanzado sus puños contra ellos.

Las miradas de cazador y criatura se cruzaron de nuevo.

- ¿De dónde sacáis ese sentimiento de impunidad? - Preguntó Erik tras unos segundos en silencio - ¡Es asqueante!

El rostro de De Rais, contraído en una expresión de dolor y odio, de repente se transformó en una sonrisa burlona perlada por una débil y socarrona risilla.

- Sabes muy poco de nosotros, chico - Respondió - Los vampiros tenemos nuestra propia ética, moral y normas, y te aseguro que no tienen nada que ver con las vuestras.

- Eso es una gilipollez - Contestó el Belmont - Sois como nosotros los cazadores: Otra raza entre los humanos.

Mientras hablaba, Erik se sentía confuso, no terminaba de comprender por qué estaba haciendo aquellas preguntas, tal vez sólo trataba de apaciguar su odio antes de permitir que éste lo nublara...

- O... ¡Otra raza entre los humanos! - Guilles se mostraba ahora entre sorprendido y divertido - ¡Imbécil! ¡Los vampiros somos el siguiente escalón evolutivo! ¡Así como los humanos se alimentan de animales nosotros depredamos a los humanos! ¡Somos superiores! ¡Podemos hacer lo que nos dé la gana con ellos!

...Aunque la actitud de De Rais, por desgracia, no ayudaba mucho, sentía su aura incendiarse mientras lo escuchaba.

- ¡Y como hacen los humanos, nosotros también torturamos y matamos por diversión! ¡No te imaginas lo increíbles que eran los grititos y llantos de esos niños! ¡Como de otro mundo! ¡Jamás había disfrutado tanto!

Era lo que faltaba, el aura de Erik se convirtió en puro fuego mientras sus músculos se tensaban al máximo.

- ¡¡¡CÁLLATEEEEE!!!

Más allá, Simon, Luis y Claire se detenían al sentir un aura estallar furiosamente, era la de Erik, y los tres se preguntaron qué podría haber pasado para desencadenar aquella reacción.

Aprovecharon aquel momento para comprobar mutuamente su estado, habían superado multitud de trampas (más de las esperadas) y comenzaban a acusar un desgaste serio, Luis lucía diversos arañazos menores y una herida en el hombro fruto de una flecha perdida que ninguno llegó a ver y Claire, que aún protegía a René en sus brazos, lucía algunas heridas leves a excepción de la de su cabeza, que había vuelto a abrirse en una caída en la que se dobló hacia delante para evitar dañar al niño, quedando ahora su cabello rubio aplastado contra su cara y pegado a ella por la sangre.

Simon por su parte no había sufrido apenas algún que otro rasguño, pero el desgaste provocado por el fuego de la purificación empezaba a agotarlo, y el sangrado de su nariz partida había llegado a su barbilla y aún goteaba un poco.

- ¿Alguien... sabe qué ha... sido eso? - Preguntó el Belmont entre jadeos.

- No sé - dijo ella - Es Erik, pero no puedo imaginar qué...

- No era una técnica - Intervino el español - Parecía una explosión de puro cabreo, jamás pensé que sería capaz. A saber qué ha pasado...

Quedaron en silencio de nuevo, debían continuar y salir cuanto antes, estaban reemprendiendo la marcha cuando Luis los detuvo.

- Espera, Simon - lo llamó - Será mejor que dejes de usar el fuego de la purificación durante un rato, a este paso no durarás mucho más, estás hecho polvo.

- Estoy... bien - Respondió el aludido, aún jadeando - Lo primero es... salir de aquí.

Los otros dos lo miraron escépticos, realmente tenía mal aspecto.

- Bien, si es lo que crees - Pareció aceptar finalmente Luis - ¡Vamos!

Con esta indicación prosiguieron, y tras un minuto de carrera más o menos el Belmont localizó otra trampa, en principio se trataba del mismo mecanismo de lanzamiento de flechas desde las paredes, por lo que Simon se adelantó y lanzó una cruz que activó el resorte a mitad del pasillo, se detuvieron y dejaron que la trampa cumplieron su función antes de seguir corriendo, lo que nadie se esperaba es que apenas unos pasos más adelante una losa se hundiera ligeramente bajo los pies del joven, activando un nuevo mecanismo que los dejó helados.

Frente a ellos emergió del suelo un nuevo muro cerrándoles el paso idéntico al que tenían a su derecha, completamente lleno de agujeros en los que se podían apreciar leves brillos metálicos, empezaban a reducir el ritmo cuando un familiar chasquido penetró en sus oídos, y lo que ocurrió a partir de ese momento se desarrolló casi a cámara lenta.

Claire se dio la vuelta y, casi a la fuerza, colocó a René en los brazos del español mientras Simon, aterrorizado, alzaba una Cross Barrier rezando para que pudiera detener la mortal andanada, tanto él como Luis cerraron los ojos viéndose ya muertos, y cuando los abrieron todo había cambiado a su alrededor, ya no estaban frente al mecanismo, si no que éste yacía hecho pedazos a sus espaldas como si hubiera sido congelado y cortado, se encontraban el uno al lado del otro y se miraron con confusión antes de que unos dolorosos jadeos los alarmaran.

La joven británica se encontraba apoyada en la pared unos metros más adelante, tenía en su mano izquierda una flecha ensangrentada más allá de la punta y una fea herida decoraba su brazo derecho con un reguero de sangre, así mismo el brillante líquido rojo también había brotado de una de sus fosas nasales y jadeaba de puro agotamiento.

- ¡Claire!

- ¡Joder!

Al verla en tan deplorable estado no pudieron hacer otra cosa que asustarse, corriendo hacia ella alarmados y confusos.

- Es... estáis bien... - Articuló ella entre jadeos, mirándolos con alivio - ¡Menos... mal!

- Sí, estamos bien - Respondió Luis - pero ¿Y tú qué? ¿¡Qué coño te ha pasado!?

O más bien ¿Qué coño había pasado? ¿Cómo habían sorteado la trampa? Los destrozos evidentemente había sido cosa de la muchacha pero... ¿Y el resto?

Simon por su parte cogía la flecha y la examinaba, obviamente había causado la herida de su brazo derecho, y había sido una laceración bien profunda.

- No tenemos... tiempo para eso - Repuso en respuesta a la pregunta del español - Tenemos que... salir... de aquí... - Se separó de la pared, pero inmediatamente perdió el equilibrio y tuvo que ser sujetada por el Belmont, que sintió inmediatamente la debilidad de la joven.

- ¿"Tenemos"? ¡Joder, Claire, si estás para que te lleven!

Luis, para quien tampoco había pasado desapercibido su estado, quiso decir algo, pero se vio interrumpido por un estruendo proveniente de las entrañas del lugar.

Abajo, Erik sostenía su espada llameante entre las manos mientras contemplaba a un Guilles De Rais empotrado en la pared, con sus ropas chamuscadas y el delgado pecho, ahora a la vista, completamente hundido. El Belmont temblaba y jadeaba, se había dejado cegar por la ira y asestado un poderoso golpe al vampiro con la Salamander, pero no lo había cortado, si no aplastado con ella.

- Qué... ¿Qué pasa, cazador? - Articuló el Lord entre toses, con una débil risita - Me tienes a tu merced ¿Por qué no acabas conmigo?

Erik negó con la cabeza.

- No... así no es como quiero acabar contigo - La espada temblaba en sus manos, como si aún se dejara llevar por la explosión de violencia que el pelirrojo acababa de aplacar, los recuerdos de su estancia en Saint-Guilhem se apelotonaban en su mente - Te destruiré como el cazador Erik Belmont, no como un demonio cegado por el odio - Agregó con determinación, siendo seguidas sus palabras por una nueva risa de De Rais.

- ¿Qué es... esto? - Preguntó divertido - ¿Una rebelión a tu propia naturaleza? Eso te puede costar la vida, "hermano maldito"

Erik sonrió, había recuperado de nuevo el control sobre sus impulsos.

- ¿Pretendes alterarme o algo así? Sé perfectamente acerca de la naturaleza de los hermanos Belmont desde la corrupción de Richter, soy consciente de lo que soy.

Otra risa más.

- En todo caso, da igual - Resolvió de Rais - La cuestión es que no has acabado conmigo, y te va a pesar.

Terminadas estas palabras, las manos fantasmales del Lord emergieron de nuevo de su espalda y embistieron al cazador, que se echó a un lado para evitarlas.

- ¡Puedes cortarme las manos! ¡Las piernas! ¡Puedes destrozar todo mi cuerpo! ¡¡PERO SIGO PUDIENDO DESTROZARTE!!

Tenía razón, pensó el Belmont mientras usaba su Salamander para rechazar uno de los apéndices, De Rais no era un vampiro que se sirviera de ninguna fuerza física para atacar, realmente destrozar su cuerpo era inútil... a menos que fuera completamente destruido, aunque antes necesitaba obtener algunas respuestas.

No le quedaba más remedio, debía usarlo.

Guilles no podía mover su cuerpo, no le quedaba ningún tipo de ataque salvo los brazos espirituales, debía obligarlo a atacarle con ambos a la vez, o no podría atraparlo.

Evitó una mano, después otra y aplastó un tercer envite con una contundente patada hacha, sentía su poder mágico agotarse de nuevo, por lo que sabía que debía darse prisa.

- ¿Qué pasa? ¿Estás tan hecho polvo que ni siquiera puedes usar las dos a la vez? - Se burló, obteniendo como respuesta el envite de ambos apéndices.

"Ha sido más fácil de lo que pensaba" Pensó mientras usaba su brazalete alquímico, única defensa de la que disponía, para evitar que una de las manos cerraran completamente su presa sobre él - ¡Te tengo! - Exclamó al sentirse atrapado por las garras fantasmales mientras cerraba el ojo de la verdad para ahorrar magia.

- ¡JA! - De Rais dejó escapar una carcajada de triunfo - ¿¡Me tienes!? ¿¡Te ha vuelto loco la proximidad de la muerte, niñato!? - Su voz adquirió un irritante tono desquiciado - ¡¡¡SOY YO QUIÉN TE TIENE!!!

Erik sonrió, aunque no podía negar que al Lord no le faltaba razón no menos cierto era que no tenía ni idea de lo que pasaba por la cabeza del pelirrojo.

- Sekishiki Kisouen: Gunpowder trail - Recitó incendiando levemente su aura.

El efecto fue progresivo, pero imparable, los invisibles brazos comenzaron a teñirse de rojo sin pausa pero sin prisa, volviéndose visibles a los ojos del Belmont, que aún mantenía su sonrisa. No pasó mucho rato hasta que el efecto llegó hasta el propio De Rais.

- Que demo... ¿Qué has hecho? - El vampiro se sobresaltó, alarmado e incapaz de moverse - ¿¡Qué has hecho!? ¡Quema! ¡¡Quema!! - Si hubiera podido mover un músculo seguramente se estaría retorciendo de dolor, pero sólo podía sacudirse patéticamente mientras clavaba sus ojos confusos y aterrorizados en el cazador - ¡Me quema el cuerpo por dentro! ¿¡¡Qué has hecho, hijo de perra!!?

- ¿Qué he hecho, preguntas? - Respondió - Acabo de terminar este combate. Si sobrevives a esto, De Rais, seré yo quien haga las preguntas a partir de ahora.

Guilles no contestó a eso, sólo continuaba agitándose y mirándolo con una mezcla de pánico y odio, no podía creer que él, ÉL, el Lord vampírico francés, el que todo lo controlaba y sabía, se hubiera visto burlado por un grupo de chiquillos y reducido a aquel estado por un simple cazador.

- N...No sé qué preparas - Logró articular finalmente - ¡Pero no te dejaré! ¡TE APLASTARÉ ANTES!

Erik sintió cómo los apéndices trataban de moverse, reaccionando exactamente igual que dos brazos humanos paralizados, pero era demasiado tarde, el espíritu de De Rais ya había sido contaminado lo que, por supuesto, incluía las armas fantasmales. El reguero de pólvora ya había sido extendido.

- Aunque te aseguro que me encanta ver cómo te retuerces de miedo y dolor, creo que ya va siendo hora de acabar con esto - Decidió finalmente - ¡Sekishiki Kisouen: SOUL PYRE!

------------------------------------------------

No comento mucho porque voy sin tiempo ¡Pero el siguiente es el Episodio 100! (AAAALELUYA)
1 comentarios :: Enlace permanente
Compartir Compartir
FacebookCompartir
TuentiCompartir en Tuenti
MenéameMenéame Enviar
Comentarios: (del primero al último)
23:12 15/12/2011
Felicidades Osaka, estas cerca del centenar, y con un mucho mejor capitulo.

Ahora entiendo lo de la visibilidad de los puños y al ser una pelea mas directa, te ha salido menos forzada y menos repetitiva que la anterior.

Me ha gustado y disculpa por el retraso al leer. La culpa la tiene la 3DS :P
Participa con tu Comentario:

No puedes poner comentarios. Necesitas estar registrado en Vandal Online. Regístrate aquí o Haz Login.

Prelude of Twilight

Osaka_no_Kotatsu
Blog de Osaka_no_Kotatsu
Blog de Osaka no Kotatsu

Posts destacados por el autor:
· Script para el Mando Clásico normal de Wii en GlovePie
· Análisis Xenoblade Chronicles
· Mi baremo de calidad con 3DS
· Paso Twilight Rhapsodia a otro blog
· Tengamos la fiesta en paz
· ¡Al rico Pikachu oiga!
· Descarga Directa: Pokémon Stadium 2: Gold and Silver Original Soundtrack
· GREATEST-REMIX-EVER
· (Re-subida) [CastleVania: Twilight Rhapsodia <El juego>] Prueba de efectos V1
· [Pikmin] Ai no uta (Canción de amor)
· Petición online: Winter
· Avance Castlevania Judgment
· De vuelta al online (Todos mis Codigos Hamijo aquí)
· 10 años de Twilight Rhapsodia
· Impresiones de Smash Bros Brawl [FC Incluido]
· [Indice] La Muerte del Toro Dorado
· Avance CastleVania: Portrait of Ruin
· [CastleVania: Twilight Rhapsodia (El juego)] Schneider Beta: Control Test
· Mi primer articulo en Vandal
· Por qué Osaka?
· ¿Quien sooy?






Blogs amigos:
AHG
AlberKomatsu
alw
ASTURmatr
Baharroth
Bronco
Buitrako
D4RK0
De-mon
Dmonk
EASMO
Eikichi Onizuka
Gel-chan
GenG
hannibal smith
HeinzCube
Ikkitousen-Hideki
In the Flesh
Isnard
Jimmytrius
Jirachi
jma21
JoseDek
Kanevsky
Keiishi Viciat
Kurayami
MaNrAy
MiwE
MuteCity
Nahar
NeoYoshimitsu
Nosferatum
Nosgoroth
Peluchonazo
pgrandio
pirucho
Quistis Trepe
rma_rafagas
Rod Aran
RojoRedRouge
santimz
Sargon
shikamaru252
ShintaKun
Shoot Gunner
Sinnay_Sanolym
sojiro seta
Sonny Chiba
Space_Pirate Ridley
THE UDAMASTER
Thomas Light
Toshiro Mifune
Vikutoru
Wyxan
Xoalde
Yunita
Zebes
Zeroshcr
ZZGRST
[EklipticO]
_-Sheik-_


Categorías:
CastleVania: Twilight Rhapsodia
Delirios y Cabreos Pikmin
Otras obras
PC Gaming
Reflexiones de un friki
Saga CastleVania
Twilight Rhapsodia: The Game
Índices


Archivo:
Octubre 2018
Septiembre 2018
Enero 2016
Diciembre 2015
Octubre 2015
Febrero 2013
Diciembre 2012
Septiembre 2012
Agosto 2012
Julio 2012
Junio 2012
Mayo 2012
Abril 2012
Marzo 2012
Febrero 2012
Diciembre 2011
Noviembre 2011
Octubre 2011
Septiembre 2011
Agosto 2011
Julio 2011
Junio 2011
Mayo 2011
Marzo 2011
Enero 2011
Diciembre 2010
Noviembre 2010
Octubre 2010
Septiembre 2010
Agosto 2010
Julio 2010
Junio 2010
Mayo 2010
Abril 2010
Marzo 2010
Febrero 2010
Enero 2010
Diciembre 2009
Noviembre 2009
Octubre 2009
Septiembre 2009
Agosto 2009
Julio 2009
Junio 2009
Mayo 2009
Abril 2009
Marzo 2009
Febrero 2009
Enero 2009
Diciembre 2008
Noviembre 2008
Octubre 2008
Septiembre 2008
Agosto 2008
Julio 2008
Junio 2008
Mayo 2008
Abril 2008
Marzo 2008
Febrero 2008
Enero 2008
Diciembre 2007
Noviembre 2007
Octubre 2007
Septiembre 2007
Agosto 2007
Julio 2007
Junio 2007
Mayo 2007
Abril 2007
Marzo 2007
Febrero 2007
Enero 2007
Diciembre 2006
Noviembre 2006
Octubre 2006
Septiembre 2006
Agosto 2006
Julio 2006
Junio 2006
Mayo 2006


Vandal Online:
Portada
Blogs
Foro

Blogs en Vandal · Contacto · Denunciar Contenido