Publicado: 22:41 04/07/2009 · Etiquetas: · Categorías: CastleVania: Twilight Rhapsodia
Alguna vez he hablado de este Episodio en comentarios ya fuera en el Post que tenía antes dedicado a la publicación del fanfic o en los comentarios del propio blog, sin embargo, más allá de unas pocas personas a las que se lo he mostrado o mi intento por conseguir que fuera publicado en CastleVania Spain, nadie ha leído nunca el Episodio 24.5
Como su propia numeración indica, es posterior el Episodio 24 (The Goodbye of the Lovers). Este capítulo, llamado Nymphomaniac Phantasia, fue un experimento por mi parte para ver qué tal me desenvolvía en una historia lemon (esto es, relaciones sexuales entre dos personajes), así que reconoco que no está tan bien cuidado como debería ya que no lo refiné y no tuvo más que 3 borradores (lo común suelen ser entre 5 y 7) El por qué del +18 es evidente, sin embargo no existe lenguaje soez ni situaciones asquerosas o violentas, es más, puede que más de uno lo encuentre cursi xD Llevo tiempo pensando en ponerlo pero siempre se me olvida, así que ahí lo dejo. Espero que los disfruteis PD: Aconsejo releer el Episodio 24 antes PD: Repito una vez más que es EROTICO, es decir, +18 (Aunque eso todo dios se lo pasa luego por la puntal nabo, pero ya me entendeis =P Nymphomaniac Phantasia Secreto: (Pincha para leerlo) Sus manos se desentrelazaron para pasar a abrazarse, y de ahí a acariciarse mutuamente, él no tardó mucho en desabrochar un botón de la blusa y hundir sus labios en el escote, haciéndola jadear de excitación, ella le puso la mano sobre la cabeza, acariciándole el cabello. Poco a poco Luis fue subiendo besándola y acariciándole la piel con sus labios hasta llegar de nuevo a su boca, desabrochándole lentamente la prenda mientras le masajeaba el pecho y la besaba, cuando al fin la desnudó de cintura para arriba se separó de ella, jadeando los dos, y la miró directamente a los ojos. - A estas alturas esta pregunta es una tontería – le dijo – pero, igualmente ¿quieres continuar? Esther sonrió, pero su mirada tenía un aire triste. - Lo más seguro es que mañana por la noche ya no estés aquí – respondió ella – quiero que sea inolvidable… darte algo en qué pensar cada vez que te acuestes. - ¿A mí sólo? La dulce sonrisa de la muchacha se volvió picarona. - Algo tendré que hacer… cuando me sienta sóla. Luis le devolvió la sonrisa y le pasó la mano suavemente por la mejilla. - Cumpliré tu deseo… - le dijo mientras ella le besuqueaba tiernamente la palma – será inolvidable. Lentamente el muchacho dobló las rodillas hasta situarse sobre a la altura del pecho de la chica, con suavidad, cogió uno de ellos y empezó a chupar el pezón, ella intensificó sus jadeos mientras se masajeaba el otro, su novio no tardó en acompañarla. - Oh dios – murmuraba mientras mesaba el cabello de Luis – ah… así… Tras unos minutos cambió de lugar, pasando a ocupar el otro seno, mientras con las manos acariciaba los muslos de la muchacha que, poco a poco, abría ligeramente las piernas para pedirle que acariciara la cara interior, él no se negó en absoluto. Después de terminar con el pecho Luis fue bajando… el vientre… el ombligo… la chica dejaba escapar de vez en cuando algún gemido entre sus jadeos, acariciando a su novio hasta donde le llegaban las manos. Se había concentrado tanto en su disfrute que apenas se había dado cuenta de que Luis, en un momento, había desabrochado sus pantaloncitos, y ahora besaba y lamía su bajo vientre mientras continuaba acariciando sus muslos, sin acercarse justo hasta donde ella deseaba que llegase. Pero a fin de cuentas no iba a tardar mucho, el joven puso sus manos sobre las caderas de la muchacha y deslizó la prenda lentamente hacia abajo hasta dejarla caer, ahora sus braguitas, de un sencillo diseño blanco con encaje, estaban al descubierto, y él había bajado hasta el pubis. Esther sonrió, le cogió la cabeza cariñosamente, pidiéndole que la besara allí donde se encontraba, que la hiciera gemir. - ¿Cómo negarme a eso? – preguntó él en voz baja antes de apretar su boca sobre el venus de la muchacha, abajo, cada vez más abajo… Entonces se detuvo y empezó a subir de nuevo, levantándose, recorriendo de nuevo su delicado torso, mientras mantenía una mano allí abajo, acariciando rítmicamente la braguita. Cuando estuvo completamente erguido de nuevo se besaron, ella le acarició también durante unos minutos antes de dejarse caer sobre el cómodo lecho. Luis lo comprendió. Se arrodilló frente a ella y, desde la misma planta del pié, empezó a recorrer las piernas de la muchacha con sus labios, alternando entre una y otra de vez en cuando e intentando no acelerarse excitado por los desordenados jadeos de Esther. Redujo el ritmo cuando estaba cerca de la entrepierna, sabía que su novia disfrutaba de aquello especialmente, con suavidad le levantó un poco las piernas para estar más cómodo, y unió sus manos con un sensual masaje que la hizo estremecer. - ¿Te gusta? – le preguntó mientras con sus manos se acercaba cada vez más a la ingle. - Me encanta… - respondió ella casi sin voz – sigue así por favor… Pero al mismo tiempo que decía eso su cuerpo parecía pedir otra cosa, Esther se acariciaba con una mano el bajo vientre y el pubis mientras que con otra se masajeaba los pechos con ternura, igualmente, había abierto aún más las piernas, mostrando y ofreciendo su flor, aún cubierta por la suave tela de su ropa interior, a su amado. Luis sonrió, de todas formas ya no quedaba más terreno por recorrer, así que hundió lentamente su cara en la intimidad de su novia mientras la acariciaba con los dedos pulgares, ella gimió tímidamente y se estiró sobre la cama. Pero él no quiso limitarse sólo ahí, con el mismo cuidado con el que había hecho todos sus movimientos empezó a moverse también por el pubis, mientras mantenía los dedos donde los había dejado, y continuó desplazándose entre un lugar y otro, haciéndola volverse loca de placer. Apenas habían pasado cinco minutos cuando movió sus manos hacia la cadera de la chica, queriendo continuar en aquella zona, cuando ella se las cogió y las puso sobre el elástico de la braga. - Quítamelas… - le pidió entre desesperados jadeos - ¡Me estorban! Con una sonrisa, Luis asintió pero, antes de empezar a tirar por los laterales las cogió con los labios, apretando su boca contra el sexo de la muchacha, ella no se contuvo y gimió con fuerza. - Cabrón… - le espetó con una sonrisa. El chico empezó a tirar y se las quitó lentamente, hasta dejar a su novia totalmente desnuda sobre la cama, tras lo que se quedó mirándola, maravillado. - Que espectáculo tan hermoso – juzgó en un susurro audible. - Exagerado… - respondió ella sin perder la sonrisa. - Al contrario – dijo el muchacho mientras se inclinaba sobre ella – nunca he visto nada igual, eres una diosa… La besó de nuevo y, al igual que antes, empezó a bajar, Esther, más desinhibida que antes, no contenía para nada sus jadeos y gemidos mientras su novio recorría su cuerpo de nuevo, dándole si cabe más placer que antes, cuando llegó a la entrepierna la muchacha le agarró la cabeza con violencia y lo apretó contra sí. - Házmelo… como tú… sabes… - le pidió casi sin aliento. Luis se deshizo de la presa y empezó lamiendo cariñosamente mientras le acariciaba los labios exteriores con los dedos índice y corazón, poco después cogió delicadamente el clítoris, frotándolo con suavidad, mientras le introducía la lengua, moviendo los labios para continuar acariciando la zona exterior con ellos, haciendo así que la muchacha lo abrazase con ambas piernas, acariciándole inquieta la espalda mientras gemía. El muchacho fue cambiando de una forma a otra hasta que de nuevo volvió a besarla, tumbándose al lado de ella mientras la masturbaba con cariño, Esther fue a hacer lo mismo cuando se topó con un pequeño impedimento. - ¿No te has quitado los pantalones? – preguntó entre extrañada y divertida. - ¡Andá! – exclamó él, sonrojado. Ni se había acordado, concentrado como estaba en el previo olvidó por completo que estaba semidesnudo. - Discúlpame un momento - le pidió mientras se levantaba – enseguida me los quito. Empezó por el cinturón de cuero negro, era bastante engorroso de desabrochar – y más en aquel momento en el que apenas podía controlarse – lo cual hacía la situación algo más embarazosa, cuando al fin consiguió abrir el dichoso cierre la chica, que se había recostando mirándole, se sentó en la cama frente a él y cogió el cinto que, ahora mismo, sujetaba con ambas manos. - Me has desnudado maravillosamente – dijo mientras lo dejaba con cuidado en la cama – ahora me toca a mí. Esther pasó a arrodillarse, irguiéndose todo lo que podía, y empezó a besar el musculoso abdomen del muchacho. - Estoy deseando verte desnudo a plena luz – confesó mientras acariciaba cariñosamente los antebrazos de su novio – siempre he querido darme ese placer. Lentamente, mientras con sus manos agarraba el elástico del pantalón de Luis, subía desde el abdomen a los pectorales, acuclillándose dificultosamente – tuvo que usar al chico de apoyo – para llegar un poco más arriba y después volver a descender, deteniéndose en las cicatrices, que besaba y lamía con especial cariño. - Tienes un cuerpo magnífico – le susurró mientras continuaba bajando, haciendo que su novio se sonrojase. Cuando llegó de nuevo a la altura del pantalón sujetó el elástico y empezó a bajar lenta, muy lentamente, con una sonrisa expectante, disfrutando de cada centímetro de piel que descubría. - Estás bastante moreno por aquí abajo… - observó sonriente. - Rayos UVA – se excusó él – lo de la piel blanca se lo dejo a Erik, a mí me gusta tener algo de color. Ella le dio en besito y siguió bajando cada vez más y más, hasta que el miembro del muchacho asomó tímidamente, la sonrisa de Esther se acentuó al verlo y, sin poder esperar más, terminó de bajarle los pantalones de una sóla vez. - Cariño… - dijo acariciándolo con una mano - ¿sabes? Nunca dejará de sorprenderme. Luis se sonrojó aún más, ella, al verlo, soltó una risita. - Tampoco es para tanto mujer… - Tú dirás lo que quieras – le replicó ella mientras lo acariciaba suavemente con los labios – pero a mí me parece impresionante. La muchacha empezó a masturbarlo cariñosamente, excitándolo aún más si cabe, y excitándose ella también. Pasó así unos minutos hasta que, para sorpresa de él, le besó el glande y, acto seguido, se lo metió en la boca y empezó a moverse y a succionar; Luis, sorprendido y, en parte, asustado, le retiró la cabeza. - No… ¡No hace falta que hagas esto! – le dijo enseguida. Ella lo miró durante un momento ligeramente impresionada, después volvió a sonreír. - ¿Por qué no? – preguntó melosamente volviendo a mover su mano para seguir masturbándole. - Yo… es que… - El joven no sabía como contestar en realidad, era la primera vez que su novia reaccionaba de esa forma y le hacía aquello; le había puesto a mil, pero por otro lado… - debe… debe ser humillante para ti… hacer “eso” - ¿Lo ha sido para ti darme placer con tu boca? – Preguntó ella en respuesta – sólo quiero que estemos a la par por una vez… tú siempre te ocupas de todo. Luis se quedó mirándola, sin saber qué decir. - No hay nada humillante en darle a mi novio un poco más de amor – continuó la chica – no lo haría si pensara que no lo mereces… sólo espero… - empezó a acercar de nuevo su boca al apéndice del muchacho mientras su voz se suavizaba – que lo disfrutes… como yo… Y volvió a ponerse a ello, le daba vergüenza reconocerlo pero a decir verdad le gustaba mucho, el interior de su boca, húmedo y calentito, le daba más placer del que imaginaba, casi inconscientemente, jadeando, llevó una mano al cabello de su novia, y lo mesó con ternura. - Joder, que maravilla – dijo un susurro – ah… Esther… Ella levantó la cabeza y le sonrió con la mirada, feliz de que su novio disfrutase con ello, pero así mismo ella estaba muy excitada, y ya necesitaba que Luis apagase el fuego que, cada vez con más fuerza, ardía en su interior. Lentamente se lo sacó de la boca, sin retirar los labios hasta el final, y se llevó ambas manos a la entrepierna. - Cariño… no puedo más – reconoció. Él, jadeante y aún con una sonrisa en los labios, se agachó y la besó. - Yo tampoco puedo aguantar más – le dijo al separarse. Se tumbaron de costado el uno frente al otro, acariciándose mutuamente hasta que ella, poco a poco, se posicionó boca arriba, con las piernas ligeramente abiertas, se sonrieron y Luis, sin soltar la mano de su amada, se posicionó frente a ella, que le ofreció su sexo sin pensarlo siquiera, él se inclinó sobre la muchacha y, antes de hacer nada más, le formuló una pregunta. - ¿Estás lista? Ella suspiró y asintió con la cabeza. Lentamente, el joven le introdujo su miembro, haciéndola gemir de placer. Sus miradas, llenas de amor, se cruzaron, él se inclinó sobre la muchacha, hasta quedar sus rostros tan cerca que sus labios casi podían tocarse. Para los dos, aquel era un momento mágico. Inmediatamente empezaron a moverse casi en total sincronización, él se apoyó con una en la cama mientras que con la otra sujetó la cabeza de Esther por detrás, elevándola ligeramente, lo justo para que sus labios entraran en contacto y sus lenguas se cruzaron, dando pasó así los dos a una amorosa danza, entregados a la pasión. Poco a poco y sin separarse iban variando el ritmo, disfrutando del más mínimo movimiento que hacían, en un contacto físico casi total, fundiéndose completamente un alma con la otra. Unos minutos más tarde y, sin separarse de su amada, Luis se irguió, la asió de las caderas y la levantó ligeramente, al tiempo se arrodillaba, ofreciéndole apoyo. - ¿Estás más a gusto así? – le preguntó al tiempo que aceleraba el ritmo. Esther asintió sin dejar de gemir, lo abrazó con sus piernas y cruzó los brazos por debajo de sus senos, ofreciendo así a su novio una vista inigualable, éste respondió acomodándola aún más y masajeando sus caderas. Entonces ella estiró los brazos hacia él, pidiéndole que la abrazara. El muchacho no se resistió, la cogió y tiró con fuerza hasta erguirla junto a él, ella dio un pequeño grito, sorprendida, pero al ser atrapada de nuevo por los brazos de su amado volvió a mover sus caderas, deseosa de recibir más amor. Pero Luis le reservaba otra sorpresa, lentamente mientras continuaban haciéndolo empezó a echarse para atrás hasta acabar tumbado boca arriba, con la muchacha moviéndose sobre él, cabalgándole. Ahora era su turno, Esther se irguió y tomó una de las manos de Luis, apretándola contra su pecho, mientras se movía cada vez más deprisa, primero arriba y abajo sin más, y después con movimientos circulares, frotando sus genitales contra el pubis de su novio, dándose más y más placer y gritando descontroladamente con ello. Sin darse cuenta, él también estaba sucumbiendo al frenesí, y ya la sujetaba por las caderas de nuevo, moviéndola a su gusto en determinados momentos, hasta que no pudo más y se levantó de nuevo, cogiéndola y posicionándola hábilmente pero con cuidado hasta colocarla a gatas. Ella no se resistió en absoluto, al contrario, se le ofreció una vez más, aceptando las disculpas del muchacho por su arranque – “tonto… si no me has hecho daño” - y moviéndose seductoramente hasta que la penetró de nuevo. Lo cierto es que para ambos era una postura muy placentera pero en aquel momento incómoda, ya que lo que más deseaban era estar el uno contra el otro, en continuo contacto, y así lo manifestó la chica mirándole mientras se movía a su merced y sus gemidos pasaban paulatinamente a convertirse en gritos, presa de aquel inconmensurable placer erótico que iba en aumento, él respondió inclinándose sobre la espalda de la muchacha, frotando contra ella su tórax mientras con una mano le masajeaba dulcemente uno de sus pechos y con la otra hacía a un lado su cabello rizado para besarle la nuca. Entonces vino, como ola inmensa en un mar ya agitado; Esther se estremeció en una gran oleada de placer que recorrió su cuerpo, gritando el nombre de su novio a plena voz antes de quedar sonriente y agotada en lecho, junto a él. Pero no quería que acabara ahí, de nuevo empezó a mover sus caderas lentamente, aún jadeante, sorprendiendo a Luis. - ¿Eh? Pero… - articuló confundido el muchacho - ¿Tú no estabas ya satisfecha? - No… - susurró la muchacha en respuesta sin dejar de moverse – no hasta que tú no lo estés. Luis reconoció que no podía decir que no a eso, pero ya que ella quería hacerle llegar al Clímax, al menos no la dejaría a medias, de modo que la cogió de los brazos y tiró hacia atrás, hasta colocarla de rodilla apoyada sobre él, que se encontraba en la misma posición, acto seguido y poco a poco le movió las piernas, hasta sentarla sobre su miembro, haciéndola gemir de nuevo. - ¿Quieres que vayamos al cielo juntos? – le susurró al oído. La chica giró la cabeza y lo miró. - ¿Qué te propones? – le preguntó con voz melosa. El muchacho sonrió y, con un escueto “ya lo verás” empezó a mover sus caderas y a recorrer con sus manos el cuerpo desnudo de su novia. Ella, aún cansada, se excitaba cada vez más con el masaje, hasta que sintió que había algo anormal allí donde Luis la tocaba. Sentía un placer en aumento que, acompañado de la penetración, se convertía en una sensación que no era de éste mundo. Una sensación celestial, casi divina. - Que… Qué es… e… esto… - Balbuceó a duras penas entre gritos. Luis aumentó la fuerza y el ritmo de las acometidas y la besó en la nuca para después responderle, susurrándole al oído. - Es otro secretito – le susurró a duras penas, jadeando cada vez más fuerte – puedo usar mi electricidad para in… influir en… tus nervios… pue… puedo darte todo el placer que… tú… quieras… Al oír esto, Esther agarró con fuerza una de las dos manos del muchacho y la llevó, sin separarla de su cuerpo, de su pecho al bajo vientre, gritando al límite, en ese momento Luis la apretó contra sí. - Cariño… Esther – le dijo – me voy a… - ¡Juntos! – Gritó ella fuera de sí - ¡Hagámoslo juntos! Después de apenas unos segundos más, alcanzaron finalmente el clímax a la vez, en un solo grito, y cayeron a la cama agotados, pero felices. Y más enamorados que nunca. Esther se quitó de encima de su novio y se tumbó su lado, sudando y jadeando, con los ojos entrecerrados. - ¿Te ha gustado? – le preguntó a media voz. - ¡Eh! ¡Eso lo iba a preguntar yo! – Bromeó Luis, hecho polvo – Si – contestó al final, cogiendo la mano de su amada y apretando con ternura – me ha encantado. - Ha sido maravilloso… - Como una primera vez. Asintieron al mismo tiempo y dejaron pasar un rato en silencio, disfrutando del momento. - Ojalá no tuvieras que irte… - lamentó la muchacha. El joven suspiró. - Ya no hay vuelta atrás, he aceptado – respondió con seriedad – de todas formas era inevitable. Esther lo abrazó con más fuerza, como si con ello pudiera retenerlo. - Es injusto – protestó – Si te dieran al menos un solo día más… - Debemos esperar a mañana para saberlo – resolvió Luis – ahora deberíamos dormir… debes estar cansada. La joven asintió y ambos se tumbaron de lado, uno frente al otro; el semblante de Esther era triste. - ¡Eh…! – Exclamó él al verlo – ¡da igual lo lejos que esté! – volvió a coger la mano de su novia – te quiero y eso no va a cambiar jamás. Ella cogió la mano con la que su novio, a su vez, sujetaba la suya y la besó con una pequeña sonrisa. - Eso no necesito que me lo digas - Luis también sonrió – que duermas bien mi vida. - Tu también – contestó el – que descanses. Y cerraron los ojos, sin dejar de mirarse ni un solo instante, pletóricos de felicidad aún a sabiendas de que cada minuto que pasaba se restaba al tiempo que les quedaba para separarse una vez más. Esta vez, eso sí, sus corazones latían al mismo son, unidos por aquel sentimiento indestructible, que había sobrevivido a las más duras pruebas. Unidos por el amor más robusto que habían sentido jamás. --------------------------- Secreto: (Pincha para leerlo) Sí, antes de que me lo digais, lo del discutible uso de sus habilidades eléctricas por parte de Luis es una fumada como una catedral, pero me pareció gracioso ponerlo xD Confío en que os sirva como espera para el 79, que ya está al caer (a lo sumo el Lunes estará terminado) 5 comentarios :: Enlace permanente
Comentarios: (del primero al último) 23:28 04/07/2009
"Y cerraron los ojos, sin dejar de mirarse ni un solo instante" No acabo de entenderlo :( 23:47 04/07/2009
Mamón xD No dejaron de mirarse hasta cerrarlos. Si es que este necesita correcciones a manta goder xD 23:58 04/07/2009
x________________________________________________DDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD 01:27 05/07/2009
Director's Cut! Asi que este era el famoso! Cuando tenga tiempo, leo e impresiones como siempre 10:44 05/07/2009
Me voya releer el capi 24 y ya de paso todo el fanfic, que ya se me estaban olvidando los inicios ^^U Los leo y despues leo este. Participa con tu Comentario:
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