Enxebre
Publicado: 17:27 11/06/2011 · Etiquetas: · Categorías:
El horror, el horror


Hasta día de hoy no he hecho una sola entrada sobre un juego que me pareciese malo. Cosa curiosa, porque esto no es precisamente el reino de la alegría y la simpatía. Más bien se parece al callejón de la frustación y los sueños rotos.

Si esto ha pasado es porque no comento tal juego hasta que me lo haya pasado. Así que, claro, no puedo evitar sentirme como un idiota por pasarme un juego con la única motivación de ponerlo a parir, como ha sido el caso. Porque miren que este no es un juego corto: Cuarenta horas me duró el condenado. Por si esto fuese poco, antes de las veinte horas ya me preguntaba por qué esta aberración seguía instalada.

Sí, instalada. Es un juego pecero. Me lo encontré por avatares del destino, cuando ojeaba un reportaje sobre juegos gratuitos en busca de alguna sorpresa. En un predecible giro de los acontecimientos, me dejé de sorpresas y alternativas inteligentes para acabar fijándome en un j-rpg occidental hecho con el RPG-Maker. Toma ya. Por lo que tengo entendido, el RPG-Maker es una herramienta capada y a prueba de ñus para hacer clones de los típicos j-rpg noventeros.

Al verlo debí pensar algo como "¡Vaya! Un grupo de chavales ha cogido una herramienta que apenas llega a amateur y han superado las limitaciones del programa para crear algo capaz de hacerse eco en una página que cree tener prestigio porque recibe un huevo de visitas" Lo sé, soy un cándido. Pero me lo bajé porque tenía fe en que sería una exhibición de ingenio y talento para conseguir hacer algo digno con un programa que solo te permite hacer un tipo de juego.

Por eso y por algo más: Sucede que cada cierto tiempo, pongamos cinco años, me paso un j-rpg para recordar por qué le tengo tirria a este género. El último creo que fue Skies of Arcadia, el juego con los personajes más odiosos que me haya encontrado nunca. Una pena, porque cuando no están haciendo el subnormal, el juego llega a transmitir la sensación de aventura.

Déjenme aclarar una cosa: Mi etapa de talibán anti-j-rpg la superé hace tiempo. Ahora estoy en un punto más suave. Por ilustrarlo, diré que soy algo parecido a ese entrañable tío segundo que todos tenemos que a veces nos suelta "Yo no soy racista, pero, ¿Para qué coño queremos a los negros?" Lo comento porque podría parecer que estoy siendo innecesariamente duro ya que este género no es santo de mi devoción. Pero no, si hago una crítica destructiva, la hago porque es necesaria.

Metiéndonos en faena, Exit Fate es el perfecto ejemplo de por qué algunos odian los j-rpg. Personajes incapaces de suscitar un mínimo de interés o empatía. Clichés y más clichés. Una línea argumental entre el esperpento y el despropósito. Diálogos absurdos e idiotas. Un esquema jugable que tenía que haber cambiado hace mucho pero que no ha sabido evolucionar. Giros argumentales que se debieron eliminar porque solo son un pretexto para añadir más horas de tedio lúdico.

Eh, no, un momento: Esas son las razones de por qué algunos odian los videojuegos. Fallo mío. Aún así resulta extraño que un juego pretenda volcar todo su atractivo en la historia cuando esta no tiene por donde cogerse.

Miren qe yo por regla general no me paro a valorar una historia, prefiero una buena narrativa. Tiendo a pensar que una buena trama es aquella que no molesta al juego. Tampoco es que exija mucho: Incluso Final Fantasy IX me habría parecido buen juego si se hubiese quedado en los dos primeros discos. Habría sido un cuento infantil razonablemente sólido, mucho más de lo que pueden decir la mayoría de sus congéneres.

Pero este ni se habría salvado de la quema de haber durado tres horas, ni destaca en nada: Está tan carente de personalidad que, lo prentenda o no, resulta muy familiar.

Porque todo el juego se basa en repetir las mismas experiencias de las horas más bajas de otros j-rpgeses : En cada sesión de juego llega un momento en que algo en el cerebro desconecta. Se deja puesto el piloto automático y se empieza a aporrear el botón para saltar diálogos deprisa, se camina en círculos para subir un par de niveles porque aún no podemos superar al jefe de turno o se pasa un combate tras otro usando siempre la misma táctica. Entonces, ¿Por qué he seguido jugando?

No puedo decir que me lo haya pasado por aquello del factor reto, porque lo han eliminado: Curación automática, subidas de nivel en menos de cinco minutos y puntos de guardado en cada esquina. De hecho, gracias a las estadísticas del juego, he calculado que por cada combate he salvado la partida 0,7 veces. Llámenlo cobardía, llámenlo instinto de conservación. Yo prefiero llamarlo mal diseño de juego.

A estas alturas ha quedado claro que tampoco he seguido por la historia. Creo que a partir de las diez horas de juego, o menos incluso, solo me he leído la mitad del texto de la pantalla. Lo que no ha sido impedimento para seguir el argumento y, por extensión, desear darme cabezazos contra la mesa. Porque si el hilo argumental ya es insufrible por si solo, sumarle los personajes consigue convertirlo en insultante.

Mención especial para el personaje principal que no es más que un judas, un vendepatrias, un chaquetero. Un militar con vocación de mercenario: Primero está salvar el culo propio y si he dicho lo de "Todo por la patria", no me acuerdo. Opinión que comparto, pero eso no es compatible con llegar a coronel.

Estad preparados para esta clase de cosas, porque la historia está atrapada en la omnipresente y absurda lógica de su guionista. No existe la coherencia y las explicaciones son de un demagógico y dogmatismo que solo pueden conducir a la vergüenza ajena, no a una resolución satisfactoria de los conflictos. Todos se dan la razón o se censuran en función de si están en el bando del protagonista o no.

El mayor problema de Exit fate es que no es más que un chaval de quince años intentando darnos clases de ética y eso ni en el jamás de los jamases. No, corrijo: Eso ni en lo puto jamás de los jamases. Hay cosas que solo se pueden matizar usando tacos.

Exit fate es como portarse todo el año como un imbécil y romperse los cuernos con los estudios esperando que Papa Noel se porte pero al final te trae unos calcentines, un calzoncillo y una colonia. Es como aquella vez cuando un chico más guapo, divertido e inteligente que tú se quedó con la chica que te gustaba. Como cuando tu padrasto te ponía una mano en el hombro mientras sostenía dinero en la otra y con una enorme sonrisa te pedía que fueses a comprar más vaginesil para mamá. Como conducir un coche que no debería haber pasado la ITV por la autovía y ver como el señor alcalde te adelanta con el M5 que has pagado tú.

Esas cosas que, no por triviales e intrascendentes, dejan de ser el poso amargo que desluce la experiencia de vivir. Pero soy optimista: Me alegro de haber jugado a esto gratis, porque si no me habría gastado veinte euros en un Lost odissey. Nunca me lo perdonaría.
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Comentarios: (primero los más recientes)
15:17 12/06/2011
Los jrpg´s son juegos largos, only for men. Yo caigo a veces, no sé por qué...
02:22 12/06/2011
Déjame entenderlo, no solo te obligas a pasarte un juego que detestas sino que es de un género que solo pruebas para reafirmarte en tus ideas de que nuevamente odias los JRPGS......

"Yo no soy racista, pero, ¿Para qué coño queremos a los negros?"

En este caso no solo eres racista, sino también hipócrita
18:41 11/06/2011
<<<el juego con los personajes más odiosos que me haya encontrado nunca. Una pena, porque cuando no están haciendo el subnormal, el juego llega a transmitir la sensación de aventura>>>

La de veces que he pensado eso probando jrpgs. XD

He estado viendo imagenes del Exit Fate este y recicla cosas de los Suikoden de cojones.
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