Anteriormente en Odiseas lúdicas...[cita]
Me he unido al gremio de los Caballeros del Dragón. Hay comida y mujeres en abundancia, pero no todo iba a ser darse la gran vida a costa del Estado: Me han enviado muy lejos a encargarme de un gerrero que está dando el coñazo. Es hora de machacar cráneos[/cita]
Nunca tamaña arrogancia manifestose ante mi humilde persona: Aqueste feroz martillo mío, tan reluciente como hambriento de justicia, se alza impaciente. Pues no es otro quien he hayado que el
infame guerrero
que tantos pesares ha causado a la Orden de los Caballeros del Dragón, del que soy fiel sirviente.
No sin sumo brío e ímpetu, envío a cruel juicio ante Dios a sus miserables sirvientes. Aquel temible guerrero no tiene mejor ocurrencia que mofarse de mi heroica empresa:
-Así pues, os personais en estos mis dominios y creeis poder arrebatarme la vida sin mayor poder al cual invocar que vosas ínfulas de perro de los Dragones. -Desenfunda y me señala con su arma- ¡Voto a bríos!¿Acaso es posible que albergeis la más nimia esperanza de poder arrebatarme esta morada?
Con la gran valentía y arrojo que me son propios, replico:
-¿Nos la jugamos a patadas en las pelotas?
Llenose de ira y una cruda batalla estuvo por estallar: Nigún otro destino aguardaba sino el honor de una gloriosa victoria, o bien la pérfida fatalidad. Mi poderoso martillo está punto de asestar su primer golpe...
¡Mas pero entonces...! Cual es mi sorpresa sino recibir una inoportuna llamada de móvil:
-¿Qué pasa, cabronazo?¿Te vienes a echar unas partidas al Halo: Reach?
-Pero que pedazo de marica, claro que voy.
Y hasta aquí una emocionante entrega más de Odiseas lúdicas. No se pierdan la esperada conclusión y última entrega en una o dos semanas.
A cuidarse.