Another World

Publicado: 15:41 27/04/2012 · Etiquetas: · Categorías:
  O baluarte.
  Es un hecho que la crisis ataca sin piedad a muchísimas personas que lo están pasando muy mal y quizá no sea justo que yo me queje de mi situación actual. La cuestión es que no es necesario ser un parado de larga duración para que la crisis te afecte. La crisis afecta y de muchas formas. Una de las cosas más curiosas para mí, es que aunque en la tele digan que se busca gente especializada y formada cada vez hay más gente trabajando fuera de su especialización y formación. Ocupando puestos de empleo que esos parados de larga duración a los que tanta falta le hace, podrían ocupar muy eficazmente a pesar de que quizá no tengan dos masters y 20 idiomas. Pero a la larga tener abogados reponiendo en un super tampoco favorece a nadie. Pero tampoco quiero entrar en este tema. Es simplemente un breve desahogo introductorio para poner en situación. Y puestos a poner me situaré. Simplemente diré que yo pertenezco al grupo de los que no trabajan donde deberían. Y siendo justos he tenido mucha suerte, cuando me "recortaron" oficialmente tardé solo dos tres semanas en encontrar un empleo. Un empleo que dicho sea de paso llevo cuesta arriba y con un yunque de dos toneladas atado a los huevos (perdón por la expresión). He insisto que no me puedo quejar.

  Por muchos motivos que tampoco voy a enumerar porque necesitaría una entrada para cada uno de ellos, ir cada día al trabajo se me hace un suplicio. Nunca había pasado la ansiedad que dice tener mucha gente cada vez que piensa en tener que ir a trabajar. Quizá porque cuando la he tenido he podido cambiar rápida, limpia y favorablemente. Intento adaptarme cada día, pero es imposible. Cuando por fin creo que he puesto al día algo descubres un agujero nuevo y vuelta a empezar, el caos no tiene límite en ese lugar. ¿Qué demonios han hecho todo este tiempo? Ni si quiera han pasado un trapo en un año y medio. Soy alérgico al polvo y he tomado más antiestamínicos desde que trabajo allí que en toda mi vida. Huelga decir que lo primero que hice fue limpiar mi sitio. Triste fue que mi jefe lo viera y tenerle que decir si me ayudaba a quitar todos esos trastos y llevarlos al almacén... almacén donde el señor con el síndrome de Diogenes que vive dentro (estoy seguro) parece no haber muerto todavía desafortunadamente para mí. Pero he dicho que no quería entrar en detalle y trataré de ceñirme. Lo único que verdaderamente me escuece es que ahora prácticamente vivo allí. Por desplazamientos y horario paso casi todo el día en el trabajo.
 Afortunadamente he conseguido que respeten mi hora de salida al minuto y me da tiempo a llegar al gimnasio. Sitio al que nunca pensé que tendría la necesidad de ir.

  Gimnasio. O "Dojo" más bien.

  Práctico Karate desde los cuatro años, si tenemos en cuenta que en Julio cumpliré 34 ya serán unos cuantos practicando esta disciplina. Cierto es que lo dejé durante una temporada, pero la verdad que el retorno fue por todo lo alto y con muchas ganas. Pero desde que empecé a trabajar aquí he notado que siento la necesidad de entrenar. Necesito esa estabilidad mental que me aporta. Me hace sentir seguro. Y siendo algo poético y empalagoso, es como si en cada movimiento, ese caos y ese desorden desaparecieran. Lo mejor de todo es que todo esto me está llevando a un momento deportivo que nunca creí, ni pensé que pudiera alcanzar.
  Debido a mi necesidad de descarga y evasión, inconscientemente comencé a entrenar más seriamente de lo habitual (que ya era serio). Y poco a poco he ido cogiendo un cierto nivel adicional. Además que de nuevo por mi necesidad de evasión, he notado que mis habilidades de concentración y control, también han aumentado bastante. Supongo que debido a la necesidad, no solo entreno más seriamente sino que más menudo. Y al comenzar a ver resultados positivos todavía me animo más a entrenar.
  Pero analizándolo detenidamente me he dado cuenta de que el Karate se ha convertido en mi último bastión. En mi válvula de escape. Bastantes problemas tiene ya mi pareja en el trabajo (desde hace años) como para venir yo con los míos. De modo que yo con su apoyo, en este sentido, tampoco puedo contar mucho.
  Aunque si lo pienso bien después de todo, he conseguido canalizar todo ese mal rollo en algo muy positivo
e importante para mí. Que al final y en resumen me hace sentir muy satisfecho y en los últimos tiempos orgulloso. Y quizá aquel tío que dijo eso de:
 "Si la vida te da limones haz limonada con ellos"

  Tenía razón.

PD:
Por cierto. Esta es la ilustración de mi avatar. Soy yo con un poco de moflete de más.


Espero que os guste y perdonad el tochaco.
3 comentarios :: Enlace permanente
Compartir Compartir
FacebookCompartir
TuentiCompartir en Tuenti
MenéameMenéame Enviar
Comentarios: (del primero al último)
17:04 27/04/2012
Es que como el trabajo que tengas no sea de tu agrado la verdad es que puede amargar mucho y ser insoportable.
Yo estuve en un par de trabajos que si no fuera por mis compañeros, que era muy agradable estar con ellos, no hubiera aguantado ni dos dias xd.
Pero almenos con ellos se hacía mas ameno o llevadero y ademas eran muy buenos compañeros y amigos tambien.
17:05 27/04/2012
Tu ilustracion está muy bien, aunque al ser en plan "deformed" no creo que se notara los mofletes de mas xd.
15:12 29/04/2012
Yo también he tenido trabajos a los que acudía con cara de mártir cada día, pero hay que aguantar porque tal y como están las cosas uno tiene que seguir cotizando cuando buenamente pueda ya que no sabe lo que vendrá después, y eso por no hablar del dinero claro.

La cosa está muy jodida, mi madre va a llegar a los 15 años con esfuerzo y ahora le dicen que para entonces tal vez pidan ya 16 ó 17 de mínimo, y encima suben la edad de jubilación y mil cosas más, dan ganas de pegarse un tiro......o de pegárselo a los del PP y a todos esos parásitos que integran este mierdi país.
Participa con tu Comentario:

Este blog no permite comentarios.

Blogs en Vandal · Contacto · Denunciar Contenido