¡Maldita sea!

¡No, en absoluto, aquí no encontrareis una crítica a todas esas series (lease por "todas esas series" "Rebelde Way y Rebelde") que tan de moda se han puesto en nuestro país, si no todo lo contrario!. Miren, tengo 20 años recien cumplidos, estoy a punto de ponerme a trabajar (con esto quiero decir que no tengo 12 años sin preocupaciones en la cabeza), me gustan las series de esas que se denominan "buenas", como 24, Lost, Prison Break, Smallville, Twin Peaks (y con esto intento explicar que soy un amante de las series de televisión), pero sin embargo, no me he podido resistir al fenómeno Rebelde, y tampoco me da vergüenza decirlo, más vergüenza me daría ocultarlo como, estoy seguro, y pongo la mano en el fuego, hace muchísima gente independientemente de la edad. Sea por los motivos que sea, me gusta ver Rebelde (no tanto Rebelde Way).

Algunos lo llaman culebrón (o telenovela), otros serie para quinceañeras locas, los menos se quedan con, simplemente, serie de televisión, y la gran mayoría con una mierda mas de la TV en España (luego se sabrán los nombres de todos los personajes, eso que no quepa la menor duda), pero poco me importa. Este fenómeno latino no ha entrado en mi porque si, desde el primer día y simplemente gracias a los anuncios de Antena 3 (ahora mismo hablo de Rebelde, no Rebelde Way), porque si os digo la verdad, no la empecé a ver desde el primer momento, ha sido un proceso de ir viendola a ratos cuando no tienes nada que hacer (es la suerte de las vacaciones de estudiante, que este año ya serán las últimas), hasta que he empezado a ponerme frente al televisor a las 16:00 para ver mi ración de Rebelde (y de rebeldes, creo que me explico) y no abandonar mi lugar hasta bien pasadas 2 horas, de las que, por cierto, casi ni me entero, y se que no soy el único que lo hace.

Aún no tengo apuntado en mi agenda (agenda ficticea) "ver todos los días Rebelde" como si se tratara de 24, Perdidos o, si me apuras, Los Simpsons, pero se ha convertido en mi afición favorita para esas horas. Ahora llega todo agosto, la semana que viene estaré en un pueblo de mala muerte (150 habitantes...) con lo que seguro, Rebelde si que será obligatorio, y después me temo que seguiré con la misma rutina. De lo que tengo miedo es que se convierta en lo que he dicho antes, una obligación, en que me enganche como estoy enganchado a 24, yo soy el hombre que menos prejuicios tengo en el mundo pero... ¡¿Enganchado a Rebelde?! ¡No quiero!

Pero... ¿y que tiene esta maldita serie? (permitidme denominarla como "serie", puesto es exactamente eso). Vamos por partes:

- ¿Música? A mi me gusta la música, generos variados, lo que incluye pop, que cantan (aunque no tanto como en Rebelde Way) estos jovencitos de la serie, pero por ahí no van los tiros, pues este pop tan demasiado pop (si, no me he explicado muy bien) me resulta terriblemente empalagoso. Aunque he de admitir que no me quito eso de "Y soy rebelde, cuando no miro a los demás..." :enfadado:, para mi no van los tiros por ahí, descartado.

- Calidad de actuación: yo no se de cine, no se que criterios se siguen para decir que X actor es mejor que Y actor, y porque esta ha ganado el Oscar a la mejor actriz y la pobre Z se ha quedado con la miel en los labios, pero se reconocer cuando alguien no se lo merece, y estos chicos, con todos los respetos, y no se porque motivos (quizá el idioma, o acento, les hace parecer distintos a lo que estamos acostumbrados), no les veo en una pelicula de Spielberg. Entonces, descartado.

- Afición a las telenovelas: ¡No! Si hay algo que no soporto, además de los programas del corazón, son las telenovelas, o sea que tampoco, no me gusta oir que "la madre de Carlos Alberto Ruiz del Castillo está liado con el marido del hijo del tio del mejor amigo de Maria Silvia Antonia Borbón" y ver que las que hacen de "madres" de las jóvenes actrices tienen unos cuerpos que ya los quisieran mujeres de 20 años. Tampoco, sin embargo, siempre he destacado 3 aspectos de las telenovelas: el abuso de la música, los efectos sonoros exagerados y los cambios de argumento, en algunos casos, dificiles de creer.

El caso es que las historias de Rebelde son tan increibles (en el sentido literal, IN-CREIBLES, dificiles de creer, demasiado extrañas), tan exageradas, y a la vez tan cotidianas (ambiente de estudio, chavales jóvenes, padres autoritarios, personajes muy carismáticos...) que cuesta resistirse, simplemente para ver que va a ocurrir ahora, que al fin y al cabo, para eso sirve una serie de televisión, aun sabiendo que es todo ficticeo, los humanos somos tan tontos de verlo, de emocionarnos, de lamentarnos, de reirnos, de alegrarnos... y, si se me permite el ejercicio de demagogia, ni nos imutamos ante las guerras y el hambre que asolan nuestro planeta.

¡Y que cojones! ¿Acaso voy a engañar a alguien? También lo veo por las rebeldes, y es que a ver quien es el guapo que se resiste ante tanta belleza mexicana (o francesa) por ahí suelta. Y si preguntamos al género femenino, te dirían lo mismo, pero al reves, los productores no son tontos, eso está claro. Y como, supongo, todos, yo también tengo mi favorita, diría yo que mi única inspiración (que bonito, ¿verdad?), al menos el resto para mi quedan en un segundo, tercero, cuarto o quinto plano. Hablo de Roberta, diría yo que la protagonista de la serie, pues tengo la suerte de que aparezca en prácticamente la mitad de las escenas, y teniendo en cuenta el número de personajes que toman parte, no está nada nada mal. Y ahora lo único interesante de toda esta parrafada, las fotos. Con todos ustedes, Roberta, es decir, Dulce María (si, yo no le he puesto el nombre, se llama así), mexicana de 1985, 19 años cuando se comenzó a grabar la serie. Un monumento le haría a esta preciosidad de mujer:











¡Que Dulce! (me he lucido con el juego de palabras, gracias).

Es una alegría ver como un Tour de Francia, el que se presentaba como la edición "menos ciclista y mas extradeportiva" de los últimos tiempos ha acabado por convertirse en la mejor desde que me alcanza la memoria (y mi afición por este sufrido deporte), gracias a una suma de factores que se han ido sumando desde, incluso, antes de comenzar la ronda gala: puede que la escabechina realizada por las autoridades competentes en los meses anteriores haya sido algo mas que un reencuentro con una carrera limpia, si no un acercamiento a un ciclismo casi anárquico que, a buen seguro, se podría haber visto estos años de no ser por la conversión de deporte individual a deporte en equipo. Esto no es fútbol, señores, y aquí de lo que se acuerda la gente es de Lance Armstrong, no del US Postal (o Discovery Channel), que quedan en un segundo lugar como "apoyo" al ganador.

Si os digo la verdad, al comienzo de este mes señalé al Tour 2006 como la carrera "menos emocionante" que había visto nunca, por la falta de favoritos, por la falta del dominador... y al final ha resultado ser una analogía de Formula 1 VS GP2: en la priemra, que es la importante, donde están los buenos, no hay emoción, no hay sorpresas, no hay salidas de guión... sin embargo, es la que mas espera la gente; en la otra no hay nombres importantes, es "inferior"... ¿Y que ocurre al final? Que en esa categoría "inferior" (remarco las comillas) es donde vivimos competitividad, mientras en la otra cualquier cosa que no sea el guión establecido está radicalmente prohibido. Esto ha pasado con el Tour, esa falta de guión nos ha dado unas 3 semanas espectaculares desde todos los puntos de vista.

Dejando a un lado nombres propios, es eso de ver como un tio que está a media hora del lider puede acabar segundo, o ver como otro que pierde 8 minutos un día, hace una carrera épica para acabar ganando, o ver como la regularidad de otro se ve truncada por una contrarreloj fatal que le saca del podio, o ver esos piques entre equipos, esa sensación continua de "a ver que ocurre ahora". Ya no tenemos las hojas escritas sobre la mesa, esas en las que se decía "US Postal siempre delante, todos tirais hasta matar y dejais al final a Armstrong que se encargue de quien ose a intentar hacerle algo de sombra. El segundo puesto es el primero que se puede luchar, el cajón mas alto de París tiene dueño". Y apunto, no quiero con esto desmerecer a Lance Armstrong, si ha ganado lo que ha ganado ha sido porque ha sido el mejor, pero en el deporte, como en (casi) todo, los monopolios no son nada buenos.

Y el ciclismo también ha ganado porque ha ganado Floyd Landis, porque ha dejado a un corredor que ha hecho, no una exhibición, si no La Exhibición. Y el deporte le ha recompensado como se merece, dandole el Tour de Francia para el solito, y de paso, aumentando la hegemonía americana en este deporte un año mas, ¡a ver si Bush felicita personalmente a Floyd como lo hizo con Lance, que no solo de ídolos mediáticos vive el ciclismo!. Para mi, se merece todos los elogios habidos y por haber, y cualquier excusa sobre su victoria "por culpa de CSC y T-Mobile" me suena demasiado estúpida como para seguir preocupandome por palabras tan necias. La ronda pone a cada uno en su sitio. Creo que, despues de Landis, es Pereiro el que mas aplausos se merece, no solo porque lo diga la clasificación, ni por la excelente persona que demuestra ser, al menos, ante las cámaras, si no por hacer lo que hizo Landis, matarse para consegir lo imposible, aunque en este caso con menos éxito. Hablar de "fracaso" es poco menos que una broma, nada menos que segundo del Tour, ahí es nada. Una pena lo de Sastre, pero Kloden "se lo ha comido" sin oposición, aun así creo que ambos merecen un tirón de orejas, uno por no atacar lo debido en la montaña y pecar de conservador, y otro por hacer una última contrarreloj tan decepcionante.

Y llegados a este punto, solo me queda una cosa que añadir... Alejandro Valverde, donde estarías ahora. Que rabia, de verdad. Miento, me quedaban 2 cosas por decir: que viva el ciclismo.



PD: Si, lo se, queda una etapa. El Tour está siendo imprevisible, pero tanto como para que ocurra algo en París, no creo.