No es otro estúpido blog de amor (Vol. 2)

No esperaba hacer una "continuación" de aquella antiquísima entrada (si alguien se aburre y va a leerse toda esta entrada, que haga antes lo propio con la del link anterior, porque si no no se va a enterar de mucho) de ya (ojo), 3 días de antigüedad, o al menos, no esperaba hacerla tan rápido, y menos teniendo en cuenta que el miercoles era fiesta (es decir, no nos íbamos a ver), y que hoy, sábado, tenía turno de tarde (cosa que me ha dado más de un quebradero de cabeza, explicación en breve). En resumen, no me gusta hacerme ilusiones sobre nada, espérate siempre lo peor y, probablemente, acertarás, así, si lo haces, no te sentirás decepcionado, y si finalmente sale todo bien, alegría doble. Unos lo llaman pensamiento pesimista, otros realista. Siempre he sido partidario de la segunda acepción, y hablo de cualquier tema.

Bien, al grano. El jueves fue uno de esos días donde llegas a casa con la pregunta "¿y?" en la cabeza. Es ese día que mejor que no hubiera existido, no porque hubiera ocurrido nada malo, y no porque no pasó, directamente, nada (pasar, ocurrir = cualquier avance/retroceso en el contacto (verbal...) entre la susodicha (Patricia, remembering) y el susodicho (Heikk... esto... Xabi (me gusta mas en finlandés, para qué engañaros)). Llegas a casa pensando, "un día mas tirado a la basura", aunque como se suele decir, y es cierto, me gustaba mas que ayer, pero menos que mañana. No sabía hasta cuán punto era cierta la frase hecha.

El caso es que el viernes empezó como el jueves, hasta que mas o menos faltaba una hora para irnos, fui a devolverle una cosa que una compañera le había pedido prestada. Pero ella se mostró, al contrario de lo que creía, simpática y habladora (apenas nos habíamos cruzado una vez en todo el día, y no nos dijimos ni hola (si, soy la ostia... xD)). Medio minuto de conversación tan alegre, y otro poquito un poco después ya fue suficiente para alegrarme la existencia. Pero claro, mis compañeros, que son la mar de simpáticos y cual secta se dedican a preparar misiones escondidas en bromas o, simplemente, comentarios chistosos. Llegada la 1:25, mas o menos, del mediodía, a 5 minutos de irse para casa, semejante preciosidad de mujer se acerca tras haberse cruzado con algunos de mis compañeros de sección, diciendome que le habían dicho (de buen humor, que igual puede resultar como que me lo dijo a malas, que "yo me ofrecía a limpiar su casa" (¡!), a lo que yo respondí que "encantado, cuando quieras" (qué iba a decir...), esa sonrisita insinuante cuando giró la cabeza hacia mi mientras se marchaba la verdad es que yo no supe responderla que con otra cara agradable ante tanta belleza unida en tan sólo un momento (oh, qué bonito). En ese momento pensé "pues igual esta mujercilla no es un sueño tan imposible como parecía".

Posteriormente fui a hacer unas compras al Centro Comercial y me la volví a encontrar, con mas palabras y gestos agradables, si es que me conformo con demasiado poco, pero me puede la chavalita esa, lo digo de verdad. Esos hechos tan simples (aunque la verdad es que no tiene nada que ver el contarlo con palabras que el verlo, desde luego) se convirtieron en una felicidad extrema poco después, fue llegar a casa, comer, charlar un rato en el MSN, dar una vuelta con un amigo a media tarde, y después jugarse unos Guitar Hero (viva My Chemical Romance), o sea, cosas normales, pero estaba radiante de felicidad, claro que el tener 24 horas al día en la cabeza lo mismo puede llegar a ser (y de hecho, lo es) agobiante. Curioso, pero sólo me entretengo y me olvido momentaneamente de ella mientras le doy caña al maravilloso Guitar Hero II, cosas de los videojuegos.

Hoy esperé pacientemente con ganas de seguir avanzando (termino quizá poco apropiado, pero bueno, se entiende), cuál es mi cara cuando veo que las 2 encargadas de la limpieza que deberían haber entrado a las 9:00... ¡¡son otras!!. Tras el primer momento de confusión me he puesto a pensar, y ha sido en la posibilidad de pensar "ai dios, que esta ya no vuelve porque la han cambiado de sitio" (la empresa de limpieza es externa al Carrefour, por lo que los trabajadores pueden estar en un sitio un día, y en otro sitio otro),  una posibilidad estúpida y remota (porque el resto de las de la limpieza lleva ahí desde que yo empecé, casualidad sería que quitan o cambian a una, y justo sea mi amorcíto (... ), y ya me he quedado cabizbajo y tristísimo, junto a un poco de agustia e impotencia. Me he dedicado a hacer lo mio, sin hablar con nadie, y pasando de todo olímpicamente, no recordaba haber estado así jamás, al menos no lo recuerdo. Como veis, al igual que me conformo con poco, me preocupo por nada. Hasta que me entero de que este sábado estaba en el turno de tarde (sólo espero, por dios, que sea hoy, y ningún día mas). Momento angustia olvidado, misión superada, todo  OK.

Tras soportar innumerables bromas de los compañeros con el tema, el cual ha pasado a ser un secreto a voces, y ahorrandome una nueva parrafada, me dicen que ayer, y esto es lo que no se si será verdad, porque no son mas que palabras, que tras irme yo, una le dijo a Patricia: "le tienes loco a el niño" (yo = el niño. Aclaración, no es ningún apodo), a lo que supuestamente Patricia respondió con una "sonrisa picarona" (y repito, no son mas que palabras, puede ser cierto (espero que si), o puede que no). Igualmente, lo sea o no, ya me he asegurado de que dicha compañera le de "recuerdos" (¿?) de mi cuando la vea por la tarde.

Igual me estoy montando muchas pajas mentales y veo lo que sólo quiero ver, y de un grano de arena formo una montaña, pero qué coño, la ilusión no me la quita nadie, sólo lo puede hacer Patricia, y de momento, no parece que lo vaya a hacer. "Tranquilo que la tienes en el bote", me ha dicho antes la ya citada compañera. Eso sólo lo sabe una persona, pero bueno, de ilusiones vive el hombre, ahora todo el pesimismo que es característico en mi se ha volcado en un optimismo por una serie de hechos que pueden no tener ninguna relevancia, o pueden tenerla. Pisaría el acelerador el lunes, el martes, o el día que sea, pero sencillamente, no me atrevo, y eso nadie me lo va a cambiar. Vivir con la duda es mejor que vivir con el "no", o al menos, lo prefiero. Claro que igual así me gano el no tener posibilidades de oír el "si". Yo me lo habré buscado, eso desde luego.

No me gusta la palabra "enamorado", pero si no la uso ahora, no se cuando la podré usar. Dios, cómo me gusta esa chica...

Espero no verme forzado a tener que visitarte

(Si, un poco exagerado si que soy)