Quiso el destino, que justamente el Clásico Mundial de Baseball al que no le abrí un hilo oficial, resultara ser un triunfo invicto para mi país. Quizás no me caería gracioso si no hubiésemos ganado.

Ahí estuvieron los muchachos, con Dios y esfuerzo, integrando una escuadra que no fue la mejor posible, con puertas que se abrían por cada una de las que se cerraban (las ausencias). Ahí estuvieron, con el bateo de Canó, ganando partidos por poca distancia pero con un respaldo estelar de los lanzadores de relevo y los salvamentos de Rodney, llevándose a todo el que se metiera en medio y quedando como el único conjunto de los "grandes" que no fue trolleado. La bahía de San Francisco los vio frenar a los mata-gigantes "boricuas" en una final que no fue tan épica como la de 2009, pero igualmente tuvo su tensión, su estelaridad y hasta su constante llovizna, como en un manga.


El béisbol tiene fama de ser un deporte menos predecible que lo normal, aún así, este ha sido un Clásico de sorpresas y de equipos aguafiestas. Brasil y España clasificando en las eliminatorias. Trollanda eliminando a los subcampeones coreanos en la primera ronda y a Cuba en la segunda. Itrollia sorprendiendo a México y apaleando a los canadienses por "mercy rule". Puertrollico cargándose a nada menos que USA y Japón.

Algunos han perdido bastante, pero otros han ganado mucho. Los equipos debutantes, inspiración para seguir clasificando. Las dos mejores escuadras europeas, respeto. Los puertorriqueños, una chispa para que su liga profesional regrese a los buenos tiempos. Y por supuesto, los dominicanos, el desagravio por la vergüenza de 2009 y la consagración como potencia beisbolera en un escenario de selecciones al máximo nivel.

Ojalá exista un Clásico Mundial de Baseball 2017. Que le busquen espacio, que extiendan y/o mejoren el sistema de competición, pero que siga. El triunfo es para el baseball internacional.

En la MLB se acostumbra poner a celebridades o personalidades reconocidas para que hagan el primer lanzamiento ceremonial de algunos partidos, y es una tradición que el Presidente lo haga en el primer partido de la temporada en Washington (o en Baltimore hasta hace unos años).

Los japoneses, en cambio, decidieron ser japoneses, y han puesto nada menos que a Sadako de "Ringu" (El Aro versión original) como promoción de la nueva peli de la saga, "Sadako 3D". Brutal el momento justo después del lanzamiento  



A ver si se inventan algo para los partidos del grupo asiático en el Clásico Mundial 2013

Una canción a ritmo de merengue, para apoyar y agradecer a los jugadores de baseball dominicanos en Japón (parece que sólamente a los del Chunichi Dragons). Es bastante friki, pero me ha llegado al alma, tan sólo por el hecho de ver que mis país es reconocido en el extranjero por algo más que playas, putas y ron.



Traducción por "lordanimex":

Dale Dale Dominicano
¡Vamos! ¡Vamos! Dominicano
Con fuerza, con energía, enciéndete en el terreno, dominicano.
Con tu brazo color de cobre
Das un swing poderoso (powerful swing)
La La La
El homerun es un regalo de Dios
Vamos a orar todos juntos
(Gracias a Dios)
Un homerun más allá del arcoiris
Dale Dale Dominicano
¡Vamos! ¡Vamos! Dominicano
Con fuerza, con energía, enciéndete en el terreno, dominicano.
Con tu pose ganadora
Cuando blanqueas al contrario
La La La
El pitcher ganador es un regalo de Dios
Vamos a orar todos juntos (Gracias a Dios)
Un pitcheo más rápido que el viento
Dale Dale Dominicano
¡Vamos! ¡Vamos! Dominicano (bis)
Con fuerza, con energía, enciéndete en el terreno, dominicano.
Dicen lo mismo en ambos idiomas
¡Homerun Homerun!
Batea duro Batea duro!
¡Esfuérzate!
¡Dominicano!
Dale Dale Dominicano
¡Vamos! ¡Vamos! Dominicano (bis)
Con fuerza, con energía, enciéndete en el terreno, dominicano. (bis)

Tres meses y medio.
Tres meses y medio más de sufrimientos, cabreos e indignación que intentaré evitar como pueda.
Inicia el torneo local de baseball. La última vez que mi equipo se proclamó campeón, yo sólo tenía 11 años y mis mayores preocupaciones eran apenas de índole escolar. A partir de ahí, todo ha sido decepción, burla, resbalones inexplicables cerca de la cima (y cuando digo CERCA quiero decir a 3 "outs" de coronarnos), vergüenza y la cuasi-pérdida de la tradición del equipo. El año pasado decidí ver los partidos por la tele y no volver al Quisqueya hasta que me dieran una razón para ir.
Los fans de equipos mediocres (en cualquier deporte) tenemos el mérito de ser fieles, pero por qué coño se trata de hacer todo lo posible por salir del lodo y nada funciona.
Me he preparado mentalmente para resignarme a no esperar otra celebración de campeones de mi equipo, jamás en mi vida.