Resultados para etiqueta "memorias" Publicado: 14:21 20/12/2016 · Etiquetas: anime, aniversario, bamdal, blog, manga, memorias, personal, tldr · Categorías: Personal y otros : Anime y manga
Los bamdaleros veteranos tal vez ya conocen mi kilométrico post de reviews de anime y mis luchas por mantener ligera la lista de títulos pendientes de visionado, además de mis aventuras por el mundo del QUALITY y el compendio de tópicos. Pues bien, en estas faenas ya voy cumpliendo diez años, y qué mejor época que esta para celebrarlo contando batallitas. Empezaré por mis antecedentes animescos.
Sangre, gore, tetas y culos A causa de la publicidad de las distribuidoras en los años noventa, me formé la idea errada de que el anime era una cosa exclusivamente +18. Una orgía de cuerpos despedazados, cabezas reventando, tetas, culos, temas tabúes, héroes hijos de puta y sexo explícito con y sin tentáculos. Me creía que comparar la entonces llamada "Japanimation" con los dibujos occidentales era como comparar un tequilazo con una Fanta. Por fortuna fui capaz de corregir mi percepción gracias a las emisiones de Dragon Ball y Saint Seiya (y Card Captor Sakura ), junto a un mejor contacto con el mundillo a través de internet. Me di cuenta de que el aura intimidante de ultraviolencia y tentáculos era apenas una porción del conjunto, explotada, cómo no, para atraer adultos jóvenes y adolescentes con complejo de hards (eran los 90 después de todo). También comprendí que había estado viendo anime toda mi vida sin haberme enterado. No obstante, en esa etapa seguí siendo un espectador de lejos, metido a medias en el tema, y apenas veía de vez en cuando en la tele algún episodio de Sailor Moon, Slayers o la peli de SF Alpha. Todos hemos sido narutards Esa etapa pasiva cambió de rumbo en diciembre de 2006. Me fijé en unos compañeros de trabajo mientras veían en la hora de almuerzo una cosa llamada Naruto, que de lejos se parecía un poco a Dragon Ball. Para satisfacer mi curiosidad me dejaron los primeros 49 episodios, y me los devoré en pocos días motivado por la novedad de ver en mi reproductor LG algo más que pelis de top manta y rips de Google Video. Hasta ahí llegué con el ninja butanero (en medio del combate de Lee vs Gaara) porque no me dejaron más episodios, y además me sumergí en el Twilight Princess inmediatamente después. Pero esto no paró, en los sucesivos meses mis colegas me siguieron facilitando otras series y películas que me "desnarutificaron". Entre ellas puedo citar joyas como Cowboy Bebop y GTO, ñordos como Transformers Masterforce y Soul Link, y algún episodio de Bible Black. Si pasa de un minuto, me lo hamputo Con el curso natural de las cosas empecé a descargar yo mismo, y me hice una lista de lo que quería ver. En esos días de novato me maravillaba con Death Note pensando que era el anime más profundo de todos los tiempos (lol), descubrí de dónde venía el famoso gif de Osaka tirando el zapato, me dejé absorber en el universo de Ghibli y también me topé con una tal Haruhi. Aparte de eso, me pasó lo que me suele ocurrir cuando me meto en un interés nuevo: cualquier cosa que me llamara la más mínima atención me la apuntaba de inmediato, y en medio de ese vicio la lista de pendientes creció sin control. Se me amontonó más de un centenar de carpetas por llenar, cada una perteneciente no a una serie, sino a una franquicia completa. Mientras tanto, los roles se habían invertido: ahora mis compañeros eran quienes se la pasaban accediendo vía Ethernet a la "bodega" de animes que conservaba en mi estación de trabajo. La acumulación me trajo dos problemas: el tiempo para descargar (unido a la mierda de internet del curro) y el tiempo para verlo todo. El primer escollo lo superé gracias a la inestimable ayuda de un amigo y colega que se ofreció para bajarlo todo con JDownloader aprovechando la conexión de su otro empleo. Siempre le agradeceré ese gesto. El segundo problema dependía de mi disciplina y mi criterio. Dejé de añadir cosas por la cara (lo que me ahorró bastantes truños), y más tarde decidí seleccionar con más cuidado las series largas y las novedades. Principalmente agregaría a la lista secuelas y trabajos relacionados con animes que ya había visto, y si algo nuevo me interesaba, más le valía que fuera corto o lo leería en manga. Además hice una tabla de episodios que iba tachando, me fijé una cuota de 4-5 diarios (o una peli) y cada tres meses llevaba un control del tiempo que me restaba. Hoy en día, como me falta "relativamente" poco, no hago el control trimestral y he bajado la marcha hasta 2 episodios los días que se me antoja. Prefiero hacer lo que me gusta a mi propio ritmo, y eventualmente completar los pendientes para por fin sólo preocuparme por lo que acaba de salir y lo anunciado (incluyendo los interminables spinoffs de Fate). Ojalá pueda llegar a ese estado durante el año que viene. A lo hoygan Desde el principio hasta hoy he disfrutado de mis chinese cartoons al más puro estilo tercermundista: DVD player con soporte DivX y mi fiel Samsung de tubo. Un arsenal tecnológico de principios de siglo con el que me mantengo satisfecho y no me interesa cambiar. Si la buena calidad está al alcance bienvenida sea, pero nunca he sido un sibarita de las ultra-resoluciones y encodeos de la NASA, y si hay que soportar alguna limitación para ver lo que quiero, por lo general la tolero. Han sido miles de horas bajando hanime gratix en 60MB, ripeando episodios a resolución ridícula en sitios que ya ni siquiera existen, en mis primeros pininos recurriendo a Google Video para convertir a AVI (lolazo), esperando límites por hora en Rapidshare y Megaupload, cruzando los dedos para que no se cortaran las descargas, aprendiendo a tientas con varias herramientas de conversión, hurgando hasta en webs chinas a la caza de escurridizos episodios especiales, probando los límites de mi paciencia unas pocas veces con los torrents, y vadeando sitios con comentarios hoygan llenos de Lenny Faces y palabras como "rikura" y "zukulemto". El colmo fue una vez que tuve que extraer y traducir con Google unos subtítulos en indonesio. No me han importado esas experiencias peculiares, mi deseo de ver anime siempre ha sido más fuerte que ellas. No me llaméis otaku Sobra decir que hace una década no me imaginaba con una listaza de más de 1000 items en MyAnimeList, ni llenando casi un estante completo con más de 400 discos. Con todo y eso me sigo considerando un casual, un tipo normal que simplemente ha visto mucho. Asisto a eventos, sigo un post oficial (el de Hiatus x Hiatus) y a veces me atrevo a subir a Youtube o Dailymotion uno que otro especial difícil de hallar de series vistas por tres gatos, pero prefiero seguir pasando desapercibido y manteniendo el anime como hobby, no como estilo de vida. Esta afición me ha dado incontables horas de disfrute y no pienso dejarla, a pesar de que ya no me invade el vicio de antes y es más complicado dividir el tiempo con las responsabilidades. De hecho, a veces hasta me he cansado y tomado períodos de pausa. Pero por suerte y experiencia también conozco el remedio: ver buen anime. Ahora, a empezar con los mangas. Publicado: 15:47 20/11/2011 · Etiquetas: aniversario, blog, foro, historia, internet, memorias, personal, tldr, vandal · Categorías: Personal y otros : Bamdal old-school
¿10 años? ¡Sí, 10 años! Qué pocos parecen cuando se ven de lejos. No creo que sea motivo para una celebración grande, ni me pondré a decir cursilerías de "sois mi segunda familia" o así por el estilo, pero por lo menos haré un poco de memoria, aunque sé que se me van a quedar cosas.
¿Qué es eso de Vandal? Seré sincero, conocí a Vandal a través de Meri. En dicho foro vi que mencionaban a una misteriosa web que también era de videojuegos, y me interesé en descubrir qué era y hacer el "crossover" si me gustaba. Entonces me registré con el nick Individuo (el mismo de Meri) el 20 de noviembre de 2001. Para entonces el mundo seguía en plena alerta post-11S, en Vandal existía el rango de "forista legendario", las firmas eran kilométricas e incluían imágenes, el calificativo más popular era "lerdo", había un "Club de Señores" en el foro de Dreamcast, y una razón sólida para pasar de la GameCube era que tenía un asa. Me pasé esos años principalmente en los subforos de las consolas de Nintendo; recuerdo mi actitud de comediante frustrado, y lo pikmin y defensor de la Cube que era. También recuerdo mis photoshopeos, mis gifs-avatares friki-nintenderos hechos en ImageReady, y mi fake de Super Mario 128 que tengo en los destacados del blog, ahí al ladito, entre otras memorias. Fue una época bonita, hasta que un día le puse un "Timeline" al bot de Noticias Vandal, deletreándolo con negritas dentro de una respuesta "inofensiva" a una noticia sobre el Mario Kart Arcade GP. Y me banearon por eso (LOL). Vraiment, vraiment plus fort Pero ese breve desconcierto se tornaría en un nombre: Mister Timor, el nick alterno con el que me aparecí durante mi expulsión, inspirado en el bailarín del anuncio de Super Timor (un clásico, quien no lo ha visto que lo busque en Youtube o en mi sección de vídeos). Transcurría el año 2005, recuerdo que para ese tiempo estaba de moda el Neng de Castefa. Decidí quedarme con el nick nuevo y seguí más o menos igual a como era, más una pizca de esa ironía que no a todos le gusta, y entonces surgieron los blogs, que con los meses se tornarían en mi principal vía de expresión, ya que había ocasiones en las que no contaba con mucho tiempo para postear en el foro (mi trabajo de entonces llegaba a ponerse dantesco, y el actual a veces también tiene lo suyo). Esa es otra peculiaridad: posteo y blogueo todo desde el curro. De hecho, jamás he tenido internet en mi casa, todo lo que he dado y recibido en mis 12 años de internauta ha sido desde el trabajo, cíbers, universidad o casas de amigos. Y creo que es mejor así; si hubiese tenido conexión en el hogar, ahí sí que no tendría vida social en absoluto (y no es que tenga mucha que digamos). Monigotes deformes Mis primeros artículos en el blog eran espaciados, no sabía qué poner más allá de lo primero que se me ocurría. Y un día recopilé algunas viñetas que había hecho en Meri, me puse a dibujar más con cierta regularidad, me dije "¿por qué no?", y comenzó la etapa de las tiras. Reconozco que la mayoría de ellas se gastaban un humor demasiado fácil, pero a veces colaba unas que hasta yo mismo me sorprendía. Hay una entrada en el blog con mis favoritas propias y otra con las de Vandal entera, aunque quizás ya les falten imágenes por culpa de las diabluras de Tinypic (no hay problema, están a salvo en Photobucket). Respecto al estilo de dibujo cutre, que si era a propósito o por falta de talento, puedo decir que era por ambas cosas. No soy buen dibujante, aunque con suficiente tiempo puedo hacer algo más decentito, pero es que me pongo MUY impaciente cuando quiero ver algo hecho, sobre todo si es una idea que me gusta. No me importaba que los muñecos quedaran feos si lograban transmitir lo que quería. Por eso hacía mis tiras usando poco más que la herramienta lápiz a tamaño 5 puntos en Photoshop, de hecho solía llevarme más tiempo hacer el texto que las imágenes (a menos que hubiera fondos elaborados, como en la de Bob Esponja). A pesar de eso, al contrario de lo que pudiérais pensar, me fui estableciendo reglas para dibujar a los engendros: los ojos siempre asimétricos (que ahora les llaman "derp"), padres e hijos dentro de la misma zona cromática, niños con ojos en punto, asiáticos con ojos rasgados y hablando con subtítulos, pajaritas para indicar trajes, "censura" para indicar desnudez, consistencia en la tipografía y su estilo, síntesis de textos para conservar un tamaño legible, distinción entre mujeres adultas y adolescentes por el tamaño de sus tetas, etc. Al final subí todas las tiras a Photobucket, tras caer en cuenta de que Tinypic no es 100% confiable, y ahí están para el que quiera verlas (la cuenta de usuario es MisterTimor). Ya que se me ha acabado la inspiración, esta etapa la doy prácticamente por finalizada, no sé si vuelva a hacer más con esa cantidad de la "época de oro". Get a life Al cumplir mi década vandalera, mis cambios van más allá de una naciente calvicie. Ya no posteo tanto, y me concentro más en los blogs. Me he vuelto mucho menos pikmin, más "lurker" y cauto al responder. He aprendido a controlar mi urgencia de entrar a los hilos polémicos (sobre todo en Actualidad), huyo de los veinteminuteros, blogueo con menos sustancia y frecuencia, y juego poquísimo (con excepciones como Zelda SS), porque estoy dedicado casi 100% a ver anime, para completar mi lista, Dios mediante, alrededor de finales de 2013. Por igual, casi todas las actualizaciones al blog son para editar la entrada de los reviews de anime. Pero cada día que el firewall y/o la conexión me lo permiten, sigo dándome una vueltita por Vandal, para informarme, divertirme e intervenir de vez en cuando con la misma actitud de comediante frustrado y la misma ironía que no a todos les gusta. Y sé que seguiré más, porque esta adicción no se cura. Qué cliché ha sonado eso último. |
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