Una por cada año que cumplo.

1. Busca primero, pregunta después, y sólo pide cuando no quede otra opción.
2. No hay que verlo, leerlo ni descargarlo todo.
3. En Dubai también hay pobres.
4. Al final Sam no volvió a encontrar al tuerto, lo siguió buscando.
5. Primero mira lo que te interesa, después lo que te recomienden.
6. No malgastes tu tiempo con gente obtusa. La hay aún peor.
7. Las celebridades lo tienen todo igual que las demás mujeres.
8. No necesitas Twitter.
9. Las cosas siempre se toman más tiempo del previsto (pero a la larga eso es bueno).
10. El HOYGANismo, sus derivados y evoluciones son un mal necesario.
11. Precaución si ves un avatar en blanco y negro con barba y gafas mirando al horizonte.
12. Evalúa todas y cada una de las alternativas antes de decidirte a pagar.
13. No lo pongas todo en un solo sitio.
14. El humor es para reír, no para ventilar amarguras ni obsesiones ideológicas.
15. La gente agradece, pero también pide más.
16. Las tsunderes saben mejor.
17. Si alguien defiende su postura con demasiada vehemencia, suele ser por algún interés.
18. Los canales de Youtube con música para bebés son el negocio online del futuro.
19. Evita las cajas de comentarios de los periódicos digitales.
20. El Mac no da los problemas del PC. Da sus propios problemas.
21. Donde escasea talento y/o esfuerzo, se suele rellenar con ego.
22. En una tablet NUNCA podrás poner el cursor en la letra que quieres al primer intento.
23. Si una peli o serie no te entretiene, al menos ríete de lo mala que es.
24. Un pésimo ser humano puede reivindicarse volviéndose un gran escritor.
25. La gente asume que estás enterado de todo lo que pasa en las redes al instante.
26. Un fanboy/hater con carisma, conocimientos, éxito o contactos aún es un fanboy/hater.
27. Vistos dos o tres hentais, vistos casi todos.
28. En el trabajo, borra el historial y el caché todos los días.
29. Así como unos pierden la sensatez al tocar un volante, otros la pierden al tocar un tema.
30. iOS es capaz de hacerlo, pero Android lo hace.
31. Los cómics gringos, los teclados mecánicos y el Scrabble son SERIOUS BUSINESS.
32. Los jovencitos tienen Youtube Poops, pero se perdieron la magia de las Animutations.
33. A veces la verdad duele sólo porque el que la dice se empeña en que duela.
34. Mantén controlada la cantidad de pestañas cuando estés en TV Tropes.
35. La mejor forma de contrarrestar lo que no te gusta es promover lo que te gusta.
36. En vista de satélite todas las ciudades parecen ejemplos de higiene y orden.
37. La forma en que alguien insulta o acusa puede revelar más de sí mismo que del otro.
38. Tarde o temprano, algo gratis o sin publicidad sólo se podrá hallar en Internet Archive.

Permitidme dedicar esta entrada en mi cumpleaños a un fenómeno que por tanto tiempo me perdí de vista, hasta hace unos diez días: las pelis de Chiquito de la Calzada. Específicamente, ese tour de force del frikismo titulado "Aquí llega Condemor, el pecador de la pradera".

Conocí al torpedo por primera vez en un episodio del Gran Juego de la Oca, pero no sospeché de su enorme fama. Tuvieron que transcurrir dos décadas para que se unieran oportunidad y voluntad, atrayéndome hacia el legado cinematográfico chiquitesco. Un par de escenas de Condemor en Youtube me animaron a probar la saga de sus tres protagónicas, de las cuales me quedo con la primera, la síntesis más pura de la esencia jarl. Brácula es igual pero no es lo mismo, y me cae un poco claustrofóbica. Papa Piquillo es un intento de cine de verdad, por lo cual Chiquito no está desatado a tope. Es la aventura western la definitiva, la más impactante, la que le da al fistro pecador todo el espacio necesario para lucirse.



A Condemor la comparo con Musashi Gundoh, aquel anime del que una vez dije "es de lo peor que he visto, pero tiene magia". No es una obra hecha para ganar Goyas ni Oscars, sino para partirse el ojete, y vaya que lo logra. Todavía por momentos me entra la risa tonta e incontrolable al recordar escenas míticas como la de la serenata y la de los bisontes. Ni siquiera me ha molestado tanto el personaje de Lucas (una especie de mala copia de Cantinflas); al contrario, hace ver a Chiquito aún más grande.

Se trata de una experiencia irrepetible, una de esas que verdaderamente merecen el título de "good bad movie". Lástima del cuadro depresivo que Chiquito está atravesando, vayan desde el otro lado del charco los mejores deseos de que se recupere y siga al ataquerl por la gloria de su madre.

-----

Update: Descanse en paz. Lo perdemos, pero el más allá gana más risas.

Los bamdaleros veteranos tal vez ya conocen mi kilométrico post de reviews de anime y mis luchas por mantener ligera la lista de títulos pendientes de visionado, además de mis aventuras por el mundo del QUALITY y el compendio de tópicos. Pues bien, en estas faenas ya voy cumpliendo diez años, y qué mejor época que esta para celebrarlo contando batallitas. Empezaré por mis antecedentes animescos.

Sangre, gore, tetas y culos
A causa de la publicidad de las distribuidoras en los años noventa, me formé la idea errada de que el anime era una cosa exclusivamente +18. Una orgía de cuerpos despedazados, cabezas reventando, tetas, culos, temas tabúes, héroes hijos de puta y sexo explícito con y sin tentáculos. Me creía que comparar la entonces llamada "Japanimation" con los dibujos occidentales era como comparar un tequilazo con una Fanta.

Por fortuna fui capaz de corregir mi percepción gracias a las emisiones de Dragon Ball y Saint Seiya (y Card Captor Sakura ), junto a un mejor contacto con el mundillo a través de internet. Me di cuenta de que el aura intimidante de ultraviolencia y tentáculos era apenas una porción del conjunto, explotada, cómo no, para atraer adultos jóvenes y adolescentes con complejo de hards (eran los 90 después de todo). También comprendí que había estado viendo anime toda mi vida sin haberme enterado. No obstante, en esa etapa seguí siendo un espectador de lejos, metido a medias en el tema, y apenas veía de vez en cuando en la tele algún episodio de Sailor Moon, Slayers o la peli de SF Alpha.

Todos hemos sido narutards
Esa etapa pasiva cambió de rumbo en diciembre de 2006. Me fijé en unos compañeros de trabajo mientras veían en la hora de almuerzo una cosa llamada Naruto, que de lejos se parecía un poco a Dragon Ball. Para satisfacer mi curiosidad me dejaron los primeros 49 episodios, y me los devoré en pocos días motivado por la novedad de ver en mi reproductor LG algo más que pelis de top manta y rips de Google Video.

Hasta ahí llegué con el ninja butanero (en medio del combate de Lee vs Gaara) porque no me dejaron más episodios, y además me sumergí en el Twilight Princess inmediatamente después. Pero esto no paró, en los sucesivos meses mis colegas me siguieron facilitando otras series y películas que me "desnarutificaron". Entre ellas puedo citar joyas como Cowboy Bebop y GTO, ñordos como Transformers Masterforce y Soul Link, y algún episodio de Bible Black.

Si pasa de un minuto, me lo hamputo
Con el curso natural de las cosas empecé a descargar yo mismo, y me hice una lista de lo que quería ver. En esos días de novato me maravillaba con Death Note pensando que era el anime más profundo de todos los tiempos (lol), descubrí de dónde venía el famoso gif de Osaka tirando el zapato, me dejé absorber en el universo de Ghibli y también me topé con una tal Haruhi. Aparte de eso, me pasó lo que me suele ocurrir cuando me meto en un interés nuevo: cualquier cosa que me llamara la más mínima atención me la apuntaba de inmediato, y en medio de ese vicio la lista de pendientes creció sin control. Se me amontonó más de un centenar de carpetas por llenar, cada una perteneciente no a una serie, sino a una franquicia completa. Mientras tanto, los roles se habían invertido: ahora mis compañeros eran quienes se la pasaban accediendo vía Ethernet a la "bodega" de animes que conservaba en mi estación de trabajo.

La acumulación me trajo dos problemas: el tiempo para descargar (unido a la mierda de internet del curro) y el tiempo para verlo todo. El primer escollo lo superé gracias a la inestimable ayuda de un amigo y colega que se ofreció para bajarlo todo con JDownloader aprovechando la conexión de su otro empleo. Siempre le agradeceré ese gesto. El segundo problema dependía de mi disciplina y mi criterio. Dejé de añadir cosas por la cara (lo que me ahorró bastantes truños), y más tarde decidí seleccionar con más cuidado las series largas y las novedades. Principalmente agregaría a la lista secuelas y trabajos relacionados con animes que ya había visto, y si algo nuevo me interesaba, más le valía que fuera corto o lo leería en manga. Además hice una tabla de episodios que iba tachando, me fijé una cuota de 4-5 diarios (o una peli) y cada tres meses llevaba un control del tiempo que me restaba.

Hoy en día, como me falta "relativamente" poco, no hago el control trimestral y he bajado la marcha hasta 2 episodios los días que se me antoja. Prefiero hacer lo que me gusta a mi propio ritmo, y eventualmente completar los pendientes para por fin sólo preocuparme por lo que acaba de salir y lo anunciado (incluyendo los interminables spinoffs de Fate). Ojalá pueda llegar a ese estado durante el año que viene.

A lo hoygan
Desde el principio hasta hoy he disfrutado de mis chinese cartoons al más puro estilo tercermundista: DVD player con soporte DivX y mi fiel Samsung de tubo. Un arsenal tecnológico de principios de siglo con el que me mantengo satisfecho y no me interesa cambiar. Si la buena calidad está al alcance bienvenida sea, pero nunca he sido un sibarita de las ultra-resoluciones y encodeos de la NASA, y si hay que soportar alguna limitación para ver lo que quiero, por lo general la tolero.

Han sido miles de horas bajando hanime gratix en 60MB, ripeando episodios a resolución ridícula en sitios que ya ni siquiera existen, en mis primeros pininos recurriendo a Google Video para convertir a AVI (lolazo), esperando límites por hora en Rapidshare y Megaupload, cruzando los dedos para que no se cortaran las descargas, aprendiendo a tientas con varias herramientas de conversión, hurgando hasta en webs chinas a la caza de escurridizos episodios especiales, probando los límites de mi paciencia unas pocas veces con los torrents, y vadeando sitios con comentarios hoygan llenos de Lenny Faces y palabras como "rikura" y "zukulemto". El colmo fue una vez que tuve que extraer y traducir con Google unos subtítulos en indonesio. No me han importado esas experiencias peculiares, mi deseo de ver anime siempre ha sido más fuerte que ellas.

No me llaméis otaku
Sobra decir que hace una década no me imaginaba con una listaza de más de 1000 items en MyAnimeList, ni llenando casi un estante completo con más de 400 discos. Con todo y eso me sigo considerando un casual, un tipo normal que simplemente ha visto mucho. Asisto a eventos, sigo un post oficial (el de Hiatus x Hiatus) y a veces me atrevo a subir a Youtube o Dailymotion uno que otro especial difícil de hallar de series vistas por tres gatos, pero prefiero seguir pasando desapercibido y manteniendo el anime como hobby, no como estilo de vida. Esta afición me ha dado incontables horas de disfrute y no pienso dejarla, a pesar de que ya no me invade el vicio de antes y es más complicado dividir el tiempo con las responsabilidades. De hecho, a veces hasta me he cansado y tomado períodos de pausa. Pero por suerte y experiencia también conozco el remedio: ver buen anime.

Ahora, a empezar con los mangas.

¿Os acordáis de la Game Boy Camera?


Sí, ese accesorio para la venerable portátil de Nintendo, que tomaba fotos en 4 tonos de gris a bajísima resolución. Ese cachivache que además ofrecía temporizador, minijuegos, un programa de animación, un mezclador de música chiptune, bizarradas nintenderas por aquí y por allá, y hasta la opción de conectarse a la GB Printer para sacar diminutas pegatinas pixeladas.

Hay muchísima gente que gusta de hacer virguerías trasteando con hardware modesto, por la curiosidad de probar sus límites o por simple diversión. Y por supuesto, la "cámara digital más pequeña del mundo" (para 1998) atrajo la atención de algunos tipos inventivos que empujaron sus posibilidades hasta niveles que los de Kyoto no habían pensado (o habían descartado por costes).

Como el escocés Simon Harbord, que colocó su GB Pocket con cámara en una cometa, y obtuvo imágenes apenas descifrables, pero de todos modos curiosas.

Más en el link: web.archive.org/web/20050219031052/www.harb85.freeserve.co.uk/nint/nint2.htm

Leí también un comentario sobre alguien que la había instalado en un globo, pero sólo encontré esta foto, que puede que no sea el mismo caso que buscaba:

La hallé aquí: twitter.yfrog.com/ncrrtj?sa=0

Pero mayor mérito se lleva David Friedman, un fotógrafo profesional que en octubre de 2001 experimentó con la GB Camera aplicando la teoría de los colores luz primarios. Básicamente lo mismo que hizo Sergey Prokudin-Gorsky a principios del siglo XX en Rusia. Friedman tomó tres imágenes del mismo sujeto, una con cada filtro (rojo, azul y verde), las transfirió al PC con un cable de Mad Catz , y unió los tres canales en Photoshop. ¿Listo para "armar" una foto en colores?

Inicialmente, como veis, el experimento no funcionó.

Friedman investigó en internet y supo que el chip sensor de imagen de la GB Camera era sensible a infrarrojos. Ahí estaba el problema: la luz infrarroja se estaba filtrando en todas las imágenes. Fue a una tienda de fotografía, compró un filtro infrarrojo, se lo puso a la camarita e intentó de nuevo.










Friedman en poco tiempo perdió el interés en la novedad de su "descubrimiento", pero al menos nos legó las primeras fotos en color hechas con una GB Camera, para los anales de la historia friki.

Más datos y fotos en el link: www.ironicsans.com/2007/09/idea_color_photos_with_the_gam.html

Habían pasado muchos años desde la última vez que vi este documental en la tele, hasta hace unos pocos días, cuando tuve la oportunidad de revivirlo en todo su esplendor friki gracias a la "majia" de Youtube.

"Gizmo!" no es más que una recopilación fílmica hecha en 1977 por Howard Smith, que reúne a personajes del año de María Castaña demostrando peculiares habilidades, inventos, éxitos, fracasos, y hasta sorpresas, como tempranos prototipos del parkour o de las aspiradoras Roomba. Y paro, que no quiero spoilearos más artefactos visionarios.

Si tenéis libre una hora y algo, os recomiendo sumergiros en este desfile de bisabuelos del frikismo. Está en inglés, pero no es necesario. Un vídeo vale más que diez mil palabras.

Ahora que estoy actualizando los links de la sección de vídeos, aprovecho para postear uno que me ha molado desde hace mucho tiempo (a pesar de que no escucho electro-rock).

Al fin, después de más de un año entre candidatos, ha sido destacada mi "visión" de Denno Coil en la Inciclopedia. Sería un artículo más sobre anime, pero en el entorno humorístico de la Inciclopedia, decidí darle un enfoque diferente. Elegí hacer una parodia de los foros de videojuegos. Yasako nintendera, Isako sonyer, Nekome boxer, Tamako seguera. Hilarity ensues.



Si queréis, echadle un vistazo y opinad aquí qué os parece y qué tanto refleja para vosotros el ambiente foril. Y recordad que se trata de humor, no hay mala leche de verdad para ninguno de los bandos.

Un artículo que me encontré por ahí y me gustó. (Link al original)

Hay gente que debería haber nacido con un estigma en la frente que rezara "AMARGADO".

Más que nada para que cuando nos pusiéramos delante de uno de ellos (si hablo en masculino es por generalizar, ya que el rollo arrobitas no me mola nada) supíeramos lo que hay y nos diera tiempo a huir despavoridos y que nos contagiaran de su amargura.

Porque si hay algo que le guste a un amargado, es amargar a los demás, contagiarte al más puro estilo de la peli Rec, hasta conseguir toda una comunidad de amargados que hicieran de su cara de vinagre su leit motiv de vida.

El amargado es ese ser de ceño fruncido permanentemente, que no te mira a la cara cuando le hablas, no te da los buenos días... mejor dicho, no te habla diréctamente salvo cuando sea para joderte la existencia.

Porque el amargado VIVE de amargar a los demás.

No soportan que a su alrededor haya gente feliz, gente que sonríe y habla con todo el mundo, en resumen, no soportan a la gente agradable.

Y lo más curioso del amargado es que no tienen razones para estarlo. Incluso la mayoría de las veces tendrían más motivos que la mayoría para ser felices.

Conozco casos de amargados que tienen buenos trabajos, buenos sueldos, un techo donde vivir, parejas estables (aunque ése no es que sea un punto necesario para no estar amargado), tienen buen físico, familia, amigos (aunque no entiendo como los pueden tener)...

Porque vamos a ver... que malas rachas las tenemos todos, por supuesto. Hay épocas en la que en mayor o menor medida todo el mundo nos hemos amargado... pero por algún motivo concreto y tarde o temprano hemos salido del hoyo.

Por eso en éste post quiero centrarme en el amargado crónico, o el amargado patológico, porque nunca podré entender por qué lo hacen...

Así que, como he adelantado ántes, éstos serían los síntomas de un amargado patológico:

- Ceño fruncido permanentemente.
- No saludan ni se despiden.
- No te miran a los ojos cuando les hablas.
- El tono de sus comentarios siempre será de pasotismo total en plan ¿a mi qué me dices?
- Sólo se rien cuando es para criticar algo o a alguien.
- Cuando hablan de una tercera persona no les llamarán por su nombre, sino con adjetivos descalificativos o motes de mala baba.
- Ellos NUNCA hacen nada mal, ni se te ocurra reprocharles alguna mala conducta.
- Cuando hacen algo mal SIEMPRE será por TU culpa.
- Si les reprochas algo, tarde o temprano SE VENGARÁN.
- Aunque el amargado esté forrado, nunca sale por no gastar. Y si sale es para ir al parque a sentarse en un banco a ver a las palomas.

Así que desde aquí, si queréis, realizaremos una lista de consejitos para el amargado patológico. De momento, indicaré los míos. Amigo amargado:

- El tener el ceño fruncido permanentemente produce arrugas, así que si no te quieres gastar un pastón en cremas o liftings... RELÁAAAAJATE (como diría Pablo Motos).
- Con esa actitud es probable que te salga una úlcera, por tu salud... reláaaajate.
- En tu puesto de trabajo no se puede tratar a la gente como lo tú lo haces. Lo más probable es que tus jefes se terminen hartando de ti y te echen... Te recuerdo que hay más de cuatro millones de parados.
- Con esa actitud lo más probable es que, al igual que tú haces, nadie te salude, ni te hable, ni quiera cuentas contigo. Si eres feliz estando sólo y amargado, allá tú.
- Gastarte diez euros a la semana en una copa, no hará que te arruines.
- Si te apetece tomarte una caña, ¡¡tómatela!!. No tomes tinto de verano si te gusta más la cerveza, sólo porque el vaso sea más grande.
- El secador de pelo es nuestro amigo, tampoco se tarda tanto tiempo en arreglarte el pelo.
- Las cuchillas de afeitar también son buenas.
- Y las pinzas de depilar.
- El ir adelantando temerariamente y pegándote al coche de delante, sólo para presionarle para que vaya más deprisa... lo único que conseguirás es tener un accidente. O más de uno.
- Si has hecho algo mal, reconócelo. Todos somos humanos y nos equivocamos alguna vez.

Si aún así el amigo amargado sigue con su actitud, solo nos queda una solución:

¡¡HUIR!!

En el fondo dan penilla, pero.........

¿Qué hacemos con ellos?

Ains......