(ahí va, qué chorrazo...) hoy... Shadow Dancer fue una impresionante recreativa de SEGA, creada para la placa SYSTEM 18 como una secuela del gran éxito que fue Shinobi. La historia nos lleva a mediados de los noventa, con el programa espacial en plena apogeo. Los transbordadores espaciales se usan a diario, tanto para llevar mercancía al espacio como personal científico. Secretamente, el gobierno asignó a la tripulación del transbordador Olympia la misión de probar un nuevo sistema de armas operadas con control remoto. Un grupo terrorista, Asian Dawn, Amanecer Asiático, reconocido por su extrema violencia, fue informado de ello por un topo infiltrado en los laboratorios de la Agencia Espacial, planeando sabotear la misión y hacerse con el control de las armas para así amenazar al mundo. Y aquí es donde aparece nuestro ninja favorito, para arruinar los planes del grupo terrorista y evitar que se apoderen del transbordador. Gráficamente hay una evolución verdaderamente pasmosa del primer arcade a este juego. El colorido no tiene comparación alguna con el primer juego, sencillamente, además del empleo de múltiples planos de scroll que hacían del juego una experiencia realmente vistosa. Irreprochable para su época. Jugablemente, la innovación más importante radica en la incorporación de nuestro perro Yamato. Un precioso can blanco, con el que, pulsando abajo + disparo, lanzábamos hacia el enemigo más cercano, inmovilizándolo. Teóricamente podíamos parar a cualquier enemigo, incluso a los temibles ninjas, aunque no siempre sucedía. Si fallaba, el perro se hacía pequeño (de pastor alemán a caniche de las indias) y no podíamos volver a usarlo hasta que se recuperase con el tiempo o desactivando cualquiera de las bombas desperdigadas por cada fase. Las fases son las siguientes: Cruzando el aeropuerto para coger el avión, que nos lleva a... ...la ciudad, que atravesaremos para coger el tren que nos lleva a... ...una instalación, en la que atravesaremos hasta llegar a las cloacas, que desembocan... al pie de la estación de lanzamiento del transbordador. Las fases de bonus siguen la tradición del primer Shinobi, con un lavado de cara gráfico. El juego disfrutó de varias conversiones: ...seguro que habréis notado que falta una de ellas. Pero esa merece mención aparte. En definitiva, un juego sobresaliente, evolución jugable y gráfica del primer Shinobi, prácticamente irreprochable. Por cierto, al lanzar la magia, ¿era yo el único que oía aumbalagachanaaaaa? Agradeciendo de antemano la participación de las autoridades vandálicas pertinentes,
comienza hoy aquí la primera entrega de las... (ahí va, qué chorrazo...) hoy... Comencemos por el principio. La saga Shinobi nace en los salones recreativos, allá por el lejano 1987, de la mano de Sega. Fue creada para la placa System 16 de Sega. Su jugabilidad, sencilla y directa, hizo que su popularidad se extendiese en forma de conversiones, a los más dispares sistemas, tanto consolas como ordenadores. Argumentalmente hablando, nos cuenta la historia del ninja Joe Musashi, que tiene como objetivo detener el avance de la organización criminal Zeed, que ha secuestrado a los niños del clan Oboro. Las armas de Joe son escasas, pero suficientes para acabar con esta organización. Lanzaba shurikens, en las largas distancias, mientras que en el cuerpo a cuerpo usaba su espada ninja. En cada nivel teníamos que rescatar a varios de los niños secuestrados obligatoriamente. Al liberarlos nos concedían puntos o, lo que era más importante, una potenciación de nuestra arma, con efectos realmente potentes. Sin embargo, las armas físicas no eran, ni mucho menos, sus capacidad más peligrosa. Joe era capaz de conjurar varias formas de Ninjitsu (magias), limitadas a una por nivel, con tal poder destructivo que eliminaban a todos los enemigos en pantalla. Contaba con tres poderes, la tormenta eléctrica, el tornado y la legión de ninjas. Su versatilidad en el ataque tenía una ligera desventaja: el impacto de sólo uno de los ataques de sus enemigos le llevaba a la muerte. Desventajas de ser una máquina de matar... Su estructura es muy sencilla: cinco fases, con varios actos cada una, que terminaban con el enfrentamiento con uno de los miembros del Ring of Five (el anillo de los cinco, literalmente). Son los siguentes: Ken-Oh es el jefe de la primera fase. Sus patrones de ataque consisten en el lanzamiento de llamaradas a distinta altura. Black Turtle, el segundo jefe, nos ataca con su ejército de ninjas desde un helicóptero. Mandara, desde el interior de un complejo subterráneo, se protegía gracias a varias estatuas hindúes. Tras destruirlas, se mostraba como un mural que lanzaba bolas de fuego. Lobster, guardián del cuarto nivel, un samurai que nos ponía en serios problemas, y... Masked Ninja, el líder de Zeed, que guardaba más de un as en la manga como enemigo final. Entre fase y fase, podíamos conseguir una vida extra en una prueba de "tiro al ninja". Si impactábamos con todos ellos, nos concedían el premio. Para mí, fue una de las recreativas clásicas de mi infancia. Dificililla, aunque enormemente divertida. A pesar de contar con muy pocas melodías, su calidad era aceptable para un arcade. La recreativa fue convertida para multitud de sistemas domésticos, incluso para la NES de Nintendo, de la mano de Tengen. Os pongo unas cuantas imágenes. Faltan unas cuantas versiones, como la realizada para la Sega Mark III y alguna más. Normalmente eran fieles a la recreativa, aunque en Master System se varió en parte la mecánica de juego. En la próxima entrada, seguiremos hablando de Shinobi. Concretamente de su secuela, Shadow Dancer. Publicado: 20:31 08/01/2008 · Etiquetas: · Categorías: Personal
Gracias a los que han estado a mi lado y al de mi familia en este atípico cambio de año.
Gracias también a los que, desde aquí, han expresado sus condolencias. Un saludo... |
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