Un viejo proverbio gallego reza dice que el pulpo se prepara mejor en el interior que en la costa. Desconozco las habilidades del pueblo húngaro pero, desde luego, no creo que ningún país con mar les supere en la realización de juegos de delfines. Ni siquiera la Grande France con Dolphinz.

Ecco the Dolphin fue una de esas nuevas franquicias surgidas en época de Mega Drive. De aquella Sega, hoy en día muerta y enterrada, que no le importaba crear juegos raros y bizarros. Juegos difíciles y oscuros, malvados en su desarrollo, pero con una estética alejada del resto de desarrollos creados en ese momento.

Novotrade (”actualmente” Appalossa Interactive) fue una compañía nacida en la vieja Europa, en Hungría, y de la mente de Ed Annunziata, uno de sus integrantes, surgió la idea del juego. Controlamos a un delfín, pudiendo nadar, atacar con su hocico o realizar múltiples acrobacias. Disponemos también del sónar, que nos permite comunicarnos con el resto de los animales y objetos y trazar un mapa de la zona.

Como buen mamífero tendrá que salir a la superficie o encontrar una de las bolsas de aire ocultas en lo más profundo del mar. Éste es uno de los mayores retos del juego, ya que añade una sensación de agobio, de búsqueda constante de lugares donde llenar nuestros pulmones.



El primer juego de la saga nació para la 16 bit de Sega allá por 1992. Cuenta la historia de Ecco, un joven delfín con la marca de las estrellas en su frente. Un día, mientras jugaba con sus compañeros a ver quién hacía el salto más alto fuera del agua, todos los seres vivos de su arrecife desaparecen, envueltos en una fortísima tormenta. Ecco, milagrosamente, sale indemne, e intenta buscar a su manada.

Ecco, en su búsqueda, encuentra a otros delfines dentro de un mar sumido en el caos. Tras mucho buscar, en cuentra a una orca, que le aconseja viajar hasta el ártico en búsqueda de Big Blue, una ballena azul. Tras encontrarla, la ballena le dice que ha sentido la tormenta y el dolor de su gente. Le desvela que estos desastres suceden cada quinientos años, y que ha de buscar ayuda. Ha de hablar con el Asterite, el ser más antiguo del océano.

Tras encontrarlo, el Asterite (una especie de doble cadena de ADN) habla con Ecco y se ofrece a ayudarle, aunque debe recuperar dos de sus partes que han sido robadas. Para ello debe usar el saber de los Atlantes, hundido con su civilización.

Ecco explora la ciudad sumergida, y encuentra una biblioteca, en la que está documentada la aparición de las fuertes tormentas. Son creadas por el Vortex, una especie alienígena que cada 500 años ataca la Tierra para conseguir alimento de sus aguas. Tras ello, el joven delfín encuentra una misteriosa máquina del tiempo, que le hace retroceder 55 millones de años en el pasado, cuando los dinosaurios caminaban sobre la tierra.

Tras mucho buscar, Ecco encuentra las partes perdidas del Asterite, vuelve al presente y se las devuelve. Con su poder recuperado, el ser más antiguo del océano devuelve a Ecco a su hogar, justo antes del ataque del Vortex, aunque con su sónar preparado para poder luchar contra la amenaza alienígena. Capturado junto con su manada, Ecco se adentra en el interior de las instalaciones del Vortex, logrando llegar hasta su reina y derrotándola. El mar y la Tierra, respiran tranquilos de nuevo.



Ecco the Dolphin II, The Tides of Time, no se hizo esperar. En 1994 Ecco continúa su viaje, en un mundo en el que la reina del Vortex no está ni mucho menos destruida, sino escondida en las simas de la Tierra. Ecco, en sus viajes, se encuentra con un extraño delfín de grandes aletas. Su nombre es Trellia, uno de sus descendientes, que viene del futuro para prevenirle.

Al viajar Ecco al pasado creó dos líneas temporales: una en la que la Tierra es un Edén, en el que el Océano y los delfines se extienden más allá del mar y el equilibrio reina en el planeta. Otra en la que el Vortex domina la Tierra, una Tierra inhóspita, industrial y yerma, ya que la reina Vortex fue capaz de viajar al pasado y destruir al Asterite, cambiando el curso de la historia.

Ecco tendrá que viajar por las mareas del Tiempo intentando recomponer al Asterite. Tras ello, volverá al presente para enfrentarse con su enemigo.

En su lucha con la reina Vortex, ella logra escapar de nuevo mediante la máquina del tiempo de los Atlantes, volviendo al pasado en un forma de larva. Sin embargo, se encuentra en un pasado en el que ella no puede imponerse al resto de seres, y tiene que integrarse en el entorno.



Ecco Jr. es un juego un tanto especial dentro de la saga. Está especialmente enfocado a los niños, narrando la historia de un joven Ecco que debe realizar pequeñas pruebas en el océano.



La última encarnación de la saga surcó los circuitos de Dreamcast y Playstation 2 bajo el nombre de Ecco the Dolphin: Defender of the Future en el ya lejano 2000. Podemos decir que es la adaptación a 3D del espíritu de la saga original, siguiendo una línea argumental totalmente nueva.

Dentro de 1000 años, humanos y delfines viven y colaboran en la Tierra. En perfecta simbiosis, se embarcan en la exploración del espacio, ofreciendo paz y amistad a todos los pueblos. Sin embargo, una poderosa fuerza siente envidia por la Tierra. Se trata de “El Enemigo” (The Foe), una despiadada civilización que intenta dominar por la fuerza el Universo, que ve a la Tierra como el último escollo para conquistar el Universo. De forma desesperada, el Enemigo ataca a la Tierra.

Sin embargo, los pocos delfines que quedan guardan un poderoso aliado: el Guardián, un gigantesco cristal que envuelve al planeta en un campo de fuerza que lo proteje de cualquier amenaza.

El Enemigo, tras una serie de ataques, logra encontrar su punto débil, destruyendo el escudo y rompiendo al gran cristal. En este tiempo de crisis vive Ecco, un joven delfín que intentará reparar al guardián, adentrándose en la ciudad delfín de la Atlántida. A pesar de conseguirlo, no logra impedir la invasión del Enemigo, que crea un vórtice temporal y retrocede en el tiempo para impedir que humanos y delfines formen la alianza que tanto daño les ha hecho.

Ecco les persigue a través de ese vórtice, y debe recuperar cinco esferas para hacer que el mundo vuelva a su antiguo ser. Viaja por varios pasados alternativos, en los cuales el hombre somete a los delfines y los esclaviza (La pesadilla del Hombre), otro en el que los delfines son criaturas despiadadas y destierran al hombre del océano (la pesadilla del Delfín), y una última línea temporal en la que hombre y delfín, unidos, yacen sometidos al Enemigo (El dominio del Enemigo). Finalmente, tras recobrar la última esfera de la Reina Enemiga, el planeta vuelve a su antiguo ser.

La saga Ecco the Dolphin se caracteriza por su impecable apartado artístico. En tiempos de Mega Drive alcanzaba unos excepcionales estándares gráficos, tanto en la animación del personaje principal como en el uso de la limitada paleta gráfica para conseguir escenarios realmente bellos. La música de Spencer Nielsen, principalmente ambiental, cuenta con temas para el recuerdo.

La dificultad es también seña de identidad de la franquicia. Tanto en las dos entregas de 16 bits (Ecco Jr. es un caso aparte) como en la entrega para DC/PS2, el nivel de pericia exigido es muy alto, no apto para personas que se desaniman con facilidad. Aunque conseguir superar el juego, realmente, llena de satisfacción.

El que escribe guarda especial recuerdo de la última entrega de la saga, Defender of the Future, por su excepcional atmósfera y nivel gráfico, por su línea argumental, por su jugabilidad (a pesar de su gran dificultad, está mucho más nivelado que las entregas 2D) y por la excepcional banda sonora de Tim Follin.

Desgraciadamente, hoy en día Appaloosa está desaparecida en combate y mucho me temo que las aventuras de nuestro delfín favorito seguirán en el cajón de los sueños, junto con Goemon, Panzer Dragoon o Shenmue.

Pues la gata dio a luz un precioso gatito. Prometo más fotos cuando el adorable felino tenga unos días más de vida.

En tus manos está el futuro de la humanidad. Que la Tierra sea un Paraíso o el más horrible de los Infiernos depende de tu existencia. Sin embargo, algo se interpone en tu camino. Es la muerte, que se cruza contigo.

¿Serás capaz de reclamar tu puesto como salvador del hombre? ¿El Eternal Champion te creerá digno de tal hazaña? Piénsalo bien, porque si tú eres el elegido, tendrás dos segundos antes de morir para arreglarlo todo.

Bienvenido a mi santuario. Soy el Eternal Champion, guardián de este vasto templo a los luchadores. Existe en un lugar y un tiempo corrompido por siglos de falta de uso y destrucción.

Mi fin último es mantener el equilibrio entre el bien y el mal, luz y oscuridad, esperanza y desesperación.

Ahora este equilibrio se ha perdido, y los cimientos mismos que mantienen unido al mundo se están desgarrando.

Tu futuro, mi presente, ha sido destruido por un cruel e injusto giro del destino.

Nueve individuos de diversos periodos de la historia fueron asesinados antes de que sus vidas pudiesen arreglar esta oscura existencia.

He pasado siglos guardando mi poder hasta este momento. Soy energía pura e inmaculada de todos los grandes maestros de la lucha de la historia. Su destreza, su sabiduría, todos sus conocimientos y su fortaleza interior están a mi servicio.

Aún con la fuerza que he heredado, únicamente puedo rescatar del olvido a uno de los nueve elegidos. Le devolveré el don de la vida. Cualquiera de ellos puede cambiar el futuro, mi presente, para bien. Por ello, el torneo debe empezar.

Al término del mismo, sólo uno quedará. Uno se alzará victorioso, y le devolveré a la vida unos instantes antes de morir, permitiéndole evitar su cruel destino  con el conocimiento para cambiar el futuro.

Sólo uno vivirá para que el mundo recobre su equilibrio

Que comience el torneo.



Eternal Champions fue la respuesta de Sega al gran Street Fighter II de Capcom. En lugar de copiar su esquema, tomó parte de sus bases jugables, el tono adulto de Mortal Kombat y la estética del comic europeo. Tras introducir todo en la batidora, añadir dos cubitos de hielo y agitar, obtuvimos un juego para el recuerdo.

Desgraciadamente, sólo pudimos disfrutar de dos entregas de la serie, Eternal Champions (Mega Drive) y Eternal Champions: Challenge from the Dark Side (Mega CD). Una tercera entrega se planteó en Saturn, aunque Sega Japón decidió cancelar la saga (a pesar de sus buenas ventas) en beneficio de Virtua Fighter.

Nueve personajes podían ser seleccionados, cada uno un estilo de lucha muy diferenciado.



Shadow (1993 D.C.) era la mejor asesina de la corporación de la Orquídea Negra. Llevaba a cabo diversas tareas, desde la eliminación de objetivos individuales hasta la destrucción de grandes corporaciones. Una verdadera estrella dentro de su organización, Shadow nunca reflexionó sobre la moralidad de sus actos. Simplemente, aprendió que si uno de sus trabajos no era completado satisfactoriamente, otro asesino se encargaría de eliminarlo.

Cuando Shadow fue consciente de que cómo su vida pendía de un hilo, se negó a matar según las órdenes de la Orquídea Negra. Debido a que la corporación no permitía la renuncia de sus miembros, se las arreglaron para tirarla desde el piso 101 del cuartel general de la Organización, para así seguir manteniendo los oscuros secretos de sus asesinos a sueldo.

Su conocimiento hubiese tenido un gran impacto en la economía mundial del siglo XXI.



R.A.X. (Robotic Artificial eXoeskeleton) Coswell (2.345 D.C) En el siglo XXIV, Coswell fue uno de los mejores kickboxers. Su único problema era que el deporte había dejado ser una competición para humanos, convirtiéndose en una lucha entre cyborgs, humanos mejorados robóticamente. Debido al mayor daño que podían inflingir, la gente los prefería a las simples personas.

Debido a ello, Coswell no tuvo otra opción que convertirse en un cyborg para poder seguir luchando, y acudió al promotor de la competición para que financiase la operación, aunque no se fiase nada de él.

Tras convertirse en cyborg, R.A.X. fue promocionando en la competición, y se ganó el derecho de pugnar por el título de campeón. Fue asesinado porque el corrupto promotor del torneo quiso asegurarse de ganar en las apuestas por el título.

Para ello, empleó un avanzado virus electrónico implantado en el cerebro de R.A.X., para que apagase todos sus sistemas vitales. Esto ocurrió instantes antes de que Coswell lanzase el golpe final al campeón vigente.



Jonathan Blade (2.030 D.C.) fue considerado uno de los mejores policías de la historia. Nacido en Siria y criado en África, Blade vivió al límite, trabajando en una de las más importantes zonas de Nuevo Chicago.

Sin embargo, Blade tenía un pequeño problema: su carácter. Tras librarse in extremis de ser asesinado varias veces por un misterioso sujeto, finalmente logró capturarlo. A pesar de ello, el asesino intentó matarlo de nuevo, pero Blade logró evitar su laser e inmovilizarlo. Tras ello, Blade perdió los nervios y empezó a golpearle casi hasta la muerte.

El asesino sobrevivió, y demandó a la policía por abusos, lo que conllevó el despido de Blade. Finalmente, se convirtió en un cazarrecompensas en Siria, un trabajo más acorde con su temperamento.

En su último caso se enfrentó a un científico que había escapado de un centro de investigación gubernamental de armas biológicas, con un vial que contenía un virus capaz de matar al 95% de la población mundial, amenazando con abrirlo si el gobierno no paraba inmediatamente todo el desarrollo de armamento biológico.

Siria contrató a Blade para recuperar el virus, que accedió a cambio de que no interfiriesen en su trabajo. Logró arrinconar al científico en un callejón para que accediese a entregarle pacíficamente el virus. Sin embargo, el gobierno sirio había seguido sus movimientos, esperando el momento para atacar.

Los disparos de los rifles laser llenaron el callejón. La última imagen que Blade vio antes de morir fue el vial roto que contenía el virus.



Jetta Maxx (1.899 D.C.) siempre fue una rebelde. Ya de joven, cambió su nombre por el de Jetta Maxx, que sonaba más artístico. Nacida en Rusia, prima del zar Nicolas II, Jetta viajó por el mundo como acróbata con un famoso circo internacional. Durante sus muchos viajes visitó lugares como Francia e Indonesia, aprendiendo gimnasia artística y artes marciales.

En 1.899, su circo visitó China. En ese momento, el país asiático estaba sumido en la Rebelión de los Boxeadores, el intento chino por deshacerse de los extranjeros que vivían en sus tierras. Desafortunadamente, muchos chinos inocentes también murieron.

Movida por su compasión, Jetta decidió infiltrarse en el Yihe Quang, o “los Puños de la Justa Armonía”, y hacerles cambiar su postura, adoptando el pacifismo antes de que las naciones extranjeras desplegasen sus fuerzas militares. Además, se dio cuenta de que la implicación de Rusia en la lucha por Oriente debilitaría aún más la estabilidad de la región.

Antes de que Jetta fuese capaz de solucionar pacíficamente la situación y cambiar así la historia de Russia, fue víctima de un sabotaje de la rama más radical de Yihe Quang. Durante una actuación ante el Emperador chino, la red de seguridad y el cable del que ella colgaba fueron colgados en el clímax de su número, desplomándose de forma mortal hacia el vacío.



Slash (50.000 A.C.) fue el mejor cazador y luchador prehistórico, extremadamente adelantado a su tiempo. Esto no vino dado únicamente por su fuerza, sino por la incipiente inteligencia que nació en él. Gracias a ella, fue capaz de derrotar a la mayoría de sus oponentes.

Los ancianos de su clan eran recelosos de su inteligencia, y rechazaron todas sus ideas, incluyendo un plan agrícola que les liberaría de la esclavitud de la vida del cazador. Los jefes de su tribu no consideraban valioso el tiempo libre, ya que disfrutaban con la violencia de la caza.

Un día, Slash anunció públicamente su enfrentamiento con los ancianos en un encuentro del clan. Demonizado por ello, fue apedreado hasta caer muerto.



Trident (110 A.C.) toma su nombre del arma que sustituyó a su mano derecha, perdida en el duelo contra un tiburón. Los Atlantes de su tiempo vivían en tierra, y cometían con los romanos para ver quién controlaría la faz de la Tierra. El perdedor sería desterrado a las profundidades del océano.

Los Atlantes emplearon su tiempo en pos de la Ciencia. Se percataron de que una gran parte de la Tierra se hundiría en el océano. Para reducir el impacto, construyeron grandes ecosistemas dentro de gigantescas bóvedas, de forma que pudieran sobrevivir en las simas del mar.

Ellos ofrecieron un pacto a los romanos: la mitad de cada cultura permanecería en tierra, mientras que la otra viviría en el océano. Los romanos no estaban de acuerdo, y forzaron a que el destino se sellase en la batalla. Los Atlantes no tuvieron más opción que crear un guerrero que pudiese soportar el envite de los guerreros romanos. Trident fue su campeón.

Los romanos amañaron la batalla y mataron a Trident, aplastándolo bajo un gigantesco pilar de piedra. Debido a ello, los Atlantes fueron desterrados al mar, donde su cultura se perdió para siempre.



Xavier Pendragon (1.692 D.C) nunca fue especialmente hábil eligiendo su destino, así que no es extraño que su último trabajo cayese en desgracia. Tras ganarse la vida herrando los caballos del alcalde, Xavier se encontró con un saco lleno de sus herramientas de herrero y sin trabajo.

Atraído por la ciencia, decidió probar suerte con la alquimia, intentando conseguir la misteriosa fórmula que convirtiese el plomo en oro. En lugar de eso, consiguí crear una fuente ilimitada de energía limpia ybarata, que pondría a Salem en el mapa para para siempre. La alquimia lo hizo cambiar, dándole nuevos y extraños poderes.

Antes de que Xavier pudiese usar su poder y lo documentase para el bien de las futuras generaciones, se encontró atado en la plaza del pueblo de Salem. Lo quemaron por el falso cargo de brujería.

A pesar de que algunos de los poderes de Xavier pudieran confundirse con la hechicería, todos venían dados por la ciencia.



Mitchell Midleton Knight, alias Midnight (1.967 D.C.) trabajó para la CIA, prestado por la Interpol. Nacido en Londres, era uno de los mejores bioquímicos de la Inteligencia americana. La CIA necesitaba a Mitchell para trabajar en una arma bioquímica para acabar con la guerra de vietnam. Creó un virus que debilitaba a sus víctimas casi hasta la muerte, mientras esperaban por un antídoto.

Se planeó introducir el virus en el suministro de agua de Vietnam, pero Mitchell consideró que era demasiada masacre. Robó su propia fórmula y voló a Londres para esconderla. Desafortunadamente, fue acorralado por agentes de la CIA y la Interpol. Durante su huída, cayó desde un edificio a una cuba de productos químicos. La fuerza del impacto rompió el vial del virus, e hizo que se mezclase con los productos del depósito.

Esta mezcla tuvo un resultado inesperado: transformó a Mitchel en un vampiro viviente. Usando sus nuevos poderes, Mitchell pasó los siguientes 133 años intentando buscar una cura para su enfermedad. Poco a poco se fue transformando en Midknight.

La cura habría sido muy importante debido a que el gobierno usó la mezcla del virus y los productos químicos en Vietnam. Muchos países del tercer mundo se vieron desbordados por millones de vampiros vivientes.

A Midknight se le acababa el tiempo. Su cuerpo se pudría, debido a que no reponía energías matando a humanos.

Estando a punto de conseguir la cura, un agente del gobierno lo mató, con un ataque directo a su corazón.



Larcen Tyler (1.920 D.C.) nació durante el reinado del hampa. Creció repetando e idolatrando a los peces gordos que reinaban en las calles. De joven buscó trabajo a órdenes de Mr. Taglalini, uno de los más poderosos jefes de la mafia.

Bajo sus órdenes, Larcen creció siendo uno de los mejores ladrones del mundo. Hizo muchos trabajos para su jefe, incluso dejar pruebas falsas en los escondites de sus rivales. Había una cosa que Larcen no haría nunca, y eso era matar. En lugar de eso, empleaba artes marciales para detener e inmovilizar a sus atacantes.

Un día Mr. Taglalini le pidió a Larcen que dejase un paquete a un capo de la mafia, que se recuperaba en el hospital. Cuando entró en su habitación, encontró realmente al jefe de policía, que había sido herido cuando intentaban asesinarle, debido a su incorruptibilidad y a que estaba a punto de declarar la guerra a la mafia.

Larcen se percató de que el paquete era una bomba. En ese momento se dió cuenta de que estaba en el bando equivocado. Él no mataría, sino que tiraría la bomba por la ventana. Sin embargo, no lo hizo a tiempo. La explosión no sólo le mató a él, sino también a la mayor parte del hospital.

Tras enfrentarse contra los otros elegidos, nuestro personaje se batía en una desigual lucha frente al Eternal Champion (un combate realmente fastidiado, aunque posible). Al vencerle, ganaba el derecho de resucitar y cambiar la historia y el destino del mundo.

El tono adulto del juego era especialmente patente con la aparición de sangre y fatalities en los escenarios. Si dábamos el último golpe a nuestro rival en cierto punto del mismo, una violenta secuencia terminaba con su vida. Bien se electrocutaba en un letrero de neones o ardía en una hoguera.



La entrega para Mega CD era una revisión del primer título. Nuevas localizaciones y pequeños retoques a las existentes, nueva banda sonora, nuevos personajes seleccionables (pasamos de 9 a 25) y un gran aumento de la violencia: nuevas clases de fatalities (Sudden Deaths y Vendettas) e incluso cinekills: secuencias de video en las que se acababa con nuestro rival. La jugabilidad fue revisada y pulida con respecto al primer juego.

Todos los nuevos personajes no eran seleccionables al principio. Los nueve de la primera entrega eran acompañados por Riptide, una pirata, Ramses III, del antiguo Egipto, Raven Gindar, una bruja vudú, y Dawson McShane, del salvaje Oeste. Tras finalizar el juego (según el nivel de dificultad) aparecían nuevos personajes, desde Eternal Champion y el nuevo jefe final, Dark Eternal Champion.

Curiosamente, cinco de los nuevos personajes eran pequeños animales, que daban una nota de humor al elenco protagonista.

Eternal Champions, en resumen, es uno de tantos juegos que se perdió en las 16 bits, y que muchos esperamos que una mano valiente recoja su testigo.

Y sí, hoy estoy especialmente contento.