A continuación os traduzco el libreto de la edición especial 25 aniversario de Tubular Bells, que explica la génesis de este disco.
Tubular Bells fue publicado el 25 de mayo de 1973. Esta obra surgió de los procesos de grabación y mezcal como arte verdaderamente original. Los críticos dieron el resto para definirla. El público, simplemente la tomó en su corazón. Las críticas en la prensa británica fueron extasiantes. El influente DJ de la radio John Peel escribió que era “una grabación que recorría, genuinamente, nuevo e inexplorado territorio, con música que combinaba lógica con sorpresa, momentos soleados con lluvias… una vasta obra, casi clásica en su estructura y en la forma en la que el tema era expuesto y era progresivamente trabajado.”
Algunos críticos también creían que sabían cuáles habían sido las influencias de Mike. Según Tony Palmer, “la textura de Tubular Bells le debe mucho a Sibelius, Vaughan Williams, Michel Legrand y a “The Last Night of the Proms”
El resultado de los encuentros entre Richard Branson y Tom Newman, y posteriormente el propio Newman, Simon Heyworth y también Mike Oldfield fue una pieza de música que sería tenida en el corazón mismo de la nueva generación del rock. El escenario para Tubular Bells estaba dispuesto.
Oldfield: “Recuerdo que había perdido completamente la esperanza. Había llevado estas cintas [N. del T: las cintas en las que había grabado la maqueta de Tubular Bells] a todas las discográficas, que me miraban como si estuviese loco”
Newman: Estaba sentado en la mesa de mezclas, haciendo mis cosas, cuando la cara de Mike apareció y me dijo “¡Simon [Heyworth] dice que eres el jefe!”, y yo le dije “Si, ¿qué sucede?”. Él invadió mi sitio y pensé que estaba borracho o algo así. Me dijo “Escucha esto”, poniendo una cinta en mi bolsillo. Le dije “¿Qué es?”, y me dijo “Soy yo, es real, realmente bueno”. Y le creí, aunque pensé que estaba loco. Así que le dije “De acuerdo, la escucharé más tarde, ¡ahora lárgate!”
Oldfield: Pasaba todo mi tiempo libre tocando la guitarra. En cuanto llegaba a casa de la escuela, pasaba todo el fin de semana practicando y tocando la guitarra.
…así que desarrollé mi técnica y comencé a componer piezas instrumentales, y esto sirvió de esqueleto del borrador que llegaría a ser Tubular Bells.
Newman: Unos días más tarde volvió [Mike] y me dijo “¿Ya lo has escuchado?” y le dije “Oh, lo siento, me olvidé”. Pero tenía un viejo cassette en la habitación, que estaba en el altillo, así que subí a por él y escuché la cinta. Me hechizó completamente, y estuve cuatro o cinco horas, escuchando la cinta de Mike una y otra vez.
Tras esto, Mike se trasladó a vivir a The Manor, y en el espíritu de esta atmósfera de comunidad, se puso a trabajar con Tom Newman en grabar la obra en sí.
Heyworth: Cuando vinieron para grabar Tubular Bells, fue un asunto de empezar las cosas bien desde el principio. Mike había hecho una modificación interesante a su grabadora: era una máquina en la que dos pistas iban en un sentido y las otras dos en el contrario. Cubriendo el cabezal de borrado con un trozo de cartón, conseguías cuatro pistas en un sentido. Eso fue inteligente. Pero cuando se trataba de comenzar a grabarlo en una mezcladora de dieciséis pistas, todo era cuestión de hacer una pista de cada vez, que era un concepto totalmente distinto. Y no solo eso, ¡los instrumentos duraban eones!
Esa fue, realmente, nuestra curva de aprendizaje. Y también estaba la curva de aprendizaje de Mike en muchos aspectos, ya que comenzaba a entender el proceso, y cómo realmente una pieza musical debería sonar.
Pienso en la cantidad de frustraciones que ocurrieron en ambos lados como parte del proceso de aprendizaje.
Newman: El otro componente importante es la forma en la que una pieza de música se forma dinámicamente. Es decir, comienza simplemente con cuatro instrumentos, luego nueve minutos y hay un pequeño climax, y de repente se usan todas las dieciséis pistas.
No estaba convencido de que fuese [Tubular Bells] un éxito en esta forma primitiva, pero era mejor que nada. Obviamente, el objetivo era hablar con Richard Branson y recuerdo comentarle algo… pero nada sucedió.
Entonces vino a mi mente que, quizá, sería mejor que Simon fuese a hablar con él... Richard realmente no tenía ni idea sobre música… a él le haría caso.
Heyworth: Simon Draper fue un gran aliado. Nos apoyó y le respondimos. También fue suya la idea de crear una marca y unas señas de identidad. En ese momento, Virgin surgió. Simon Draper fue la persona que estaba interesada en la música, pero incluso así era muy difícil incluso atisbar la idea de publicar realmente Tubular Bells.
Mike continuó con su trabajo y refinó sus ideas, a las que había dado un nombre: Tubular Bells. Pero prácticamente había perdido toda esperanza cuando Draper le ofreció una semana en el estudio de grabación de The Manor.
Una gran selección de instrumentos se dispusieron en el estudio, y la grabación comenzó. Durante esa semana, Mike logró grabar la mayor parte de la primera parte, mientras que el resto de la obra se grabó en diversas sesiones en los meses siguientes.
Oldfield: Durante toda la grabación, estuve en un estado de pánico continuo, ya que sólo tenía una semana y había un montón de trabajo que hacer, y la música tenía que durar 25 minutos. En la última noche pude ver que el tiempo se acababa. Todo, incluso las campanas tubulares, fue hecho a toda prisa, porque la Bonzo Band estaba esperando para entrar en el estudio a la mañana siguiente.
De repente tuve una idea. El final de la primera parte consistía en la aparición, uno tras otro, de todos los instrumentos, uno tras otro, y se me ocurrió pedirle a Viv Stanshall, uno de los componentes de la Bonzo Band, que me ayudase y fuese presentando a cada instrumento. Él vino y le señalé todos los instrumentos para que dijese “Grand Piano, Tubular Bells...” Entonces él se fue, y eso fue todo.
Durante las sesiones de grabación, Mike tocó más de 20 instrumentos y más de 2.000 pequeñas grabaciones fueron realizadas. Toda la música fue interpretada por él, salvo las voces de Viv Stanshall y Mundy Ellis, Jon Field tocando la flauta y los tambores de Steve Broughton. Tom Newman y Simon Heyworth fueron acreditados como coproductores.
Heyworth: En la mayor parte de las grabaciones la cinta se repasaba unas cien veces, pero probablemente lo hiciésemos miles de ellas para acabar Tubular Bells. Con todo este trabajo, la cinta estaba prácticamente rematada.
Cuando se completó la grabación, Branson tomó las cintas de Tubular Bells para mostrarlas en el MIDEM, la feria de la industria de la música de Cannes, en 1973. Un ejecutivo de una compañía americana le dijo “Añádele algunas voces y te daré 20.000 $”. Cuando nadie mostró interés, Branson y Draper decidieron publicar el álbum bajo su nuevo sello Virgin Records.
Heyworth: Tubular Bells fue lanzada como último recurso. Su actitud fue “Bueno, si nadie la quiere, tenemos este catálogo de venta por correo, ¿por qué no lo ponemos ahí?. Todo vino repentinamente. “cuando pusimos en marcha el sello Virgin nos dijimos que si realmente íbamos a hacerlo, lo haríamos, y sería realmente diferente.” Pienso que esto cautivó la mente de Richard Branson, el hecho de ser diferentes y desafiantes, yendo a dónde ningún hombre había estado antes. Era la mentalidad de jugador de Richard.
La historia confirmó que Tubular Bells se convirtió en un enorme éxito. En muchos sentidos era una pieza con personalidad propia, ajena a modas y al paso del tiempo. Ha sobrevivido a muchos cambios en la música y en la industria musical.
Tubular Bells ha sido publicada en diversos formatos: CD, vinilo, SACD, cassette... A continuación, un par de imágenes de las ediciones en CD.
Mike Oldfield, bautizado como Michael Gordon Oldfield, nació en la localidad británica de Reading el 15 de mayo de 1953. Su signo del zodiaco es Tauro.
Sus padres fueron Raymond y Maureen Oldfield. De su matrimonio nacieron tres hijos: Terry, Sally y Mike. Su madre era enfermera, mientras que su padre fue médico. Durante la Segunda Guerra Mundial Raymond, que servía en la Royal Air Force en Egipto, compró una guitarra. Según dicen, solía tocarla en Nochebuena con su familia. Su repertorio se reducía a una única canción, “Danny Boy”. Ésta fue, tal vez, el primer contacto de Mike con la música.
Sin embargo, fue otro artista el que despertó la inquietud del joven Oldfield. Con siete años, Mike vio en la televisión al guitarrista Bert Weedon. Según él, “Le vi en la tele cuando tenía siete años y enseguida convencí a mi padre para que me comprara mi primera guitarra. De hecho, creo que de no haber sido por Bert nunca hubiera llegado a ser lo principal en mi vida"
Pasaron los años y Mike y sus hermanos se vincularon, cada vez más, a la música. De hecho, hoy en día continúan en activo: Terry, el mayor, es compositor, principalmente de música para documentales. Sally, a pesar de que su época dorada fue a principios de los ochenta, con el tema “Mirrors”, sigue cantando en la actualidad. Mike es el más activo, musicalmente hablando, de los tres.
Pero volvamos a los años sesenta. Mike, con diez años, ya empezaba a componer pequeñas piezas para su guitarra. Según cuenta él mismo en varias entrevistas, y en los libretos de algunos de sus discos, la guitarra era su vía de escape que le aliviaba de una situación familiar delicada, y que empeoraba con el paso del tiempo. Cada vez Mike se encerraba más y más dentro de sí. Pasarían muchos, muchos años, hasta que lograse superar este problema.
A partir de los años cincuenta, en Gran Bretaña se produjo el relanzamiento del espíritu folk, tanto en las tradiciones como en lo musical. Numerosos grupos aprovecharon esta situación para emerger. Mike comenzó a frecuentar los locales dónde se tocaba la música folk. Según él, “Solía tener dos instrumentales de 15 minutos cada uno, que tocaba en los clubes de folk locales en los que iba repasando todos los estilos […] incluso desafinaba las cuerdas totalmente y las doblaba sobre el mástil y hacía todo tipo de cosas. En cuanto me daban vacaciones en la escuela, pasaba la semana entera practicando y tocando la guitarra". Se incorporó, en aquella época, al grupo amateur “The Shadows”.
En 1963, con trece años, los Oldfield se mudan a Essex, concretamente al pueblo de Romford. Mike deja la escuela en 1967 y forma, junto con su hermana Sally, el grupo folk “The Sallyangie”. Ella ponía su voz, y Mike la guitarra. Consiguieron que una compañía, la Transatlantic, confiase en ellos para publicar el álbum “Children of the Sun” [1968] y el single “Two Ships” al año siguiente. A cada paso Mike experimentaba más y más con la guitarra, captando multitud de influencias de todo lo que oía. El folk barroco, con gente como John Renbourn, de Pentangle, y Bert Jansch influyeron sobremanera en su música.
En 1969 Sallyangie desaparece… para dar paso a Barefeet, con su hermano Terry, dándole un enfoque claramente rock a su música. En esta época trabajó como bajo en “Kevin Ayers & The Whole World”. El tal Ayers había fundado Soft Machine, que abandonó en 1968.
En este grupo Mike conoció a gente que le acompañaría de un modo muy íntimo a lo largo de su carrera. The Whole World era el grupo, también, de David Bedford, músico de clara formación clásica, que ayudó a Mike a montar el prototipo de su primer disco en solitario. Durante la gira, coincidió con Centipede, orquesta de jazz capitaneada por Keith Tippett. Esta banda llevaba consigo un gran elenco de instrumentos, que despertaron, sin duda, el carácter multiinstrumentista de Mike.
“K.A. & The Whole World” no duró demasiado como grupo. Sin embargo Mike, que comenzó como bajista, logró ostentar el puesto de guitarrista principal. “Shooting at the Moon” y “Whatevershebringswesing” son los vinilos que nos dejan.
Tras disolverse el grupo, Mike comenzó a dar forma a todas las ideas que tenía en su cabeza.
Todo esto daría lugar a su ópera prima, inicialmente llamada “Opus I”, “Breakfast in Bed”… y, finalmente titulada Tubular Bells...
la biografía se completará poco a poco, según se vayan presentando los discos en este blog