De vuelta a GAME

Creo que ya van dos veces que incumplo mi palabra "no volveré a trabajar en un GAME" pero me veo obligado a aprovechar esta nueva oportunidad ya que las condiciones son inmejorables, puesto que en plena campaña navideña los jefazos no están muy por la labor de tus indicativos en tienda, y para redondear, vuelvo con uno de mis mejores amigos al equipo, y unos encargados que ya tengo conocidos.

Y es que trabajar en un GAME es algo bastante horroroso cuando no hay un encargado de tienda que te cubra de las continuas quejas (la mayoria sin sentido) del jefe de sección. He estado en tiendas con amigos y ha sido muy soportable, pero he estado en otras más importantes, compartiendo la tienda con gente que no conocia de nada y era muy del palo "en cuanto no mires te sablo en canal por la espalda".

No tener un encargado de tienda "majo" supone seguir a rajatabla lo que díctan los mandamases, y éstos, te obligan a competir con tus compañeros, en lugar de cooperar para que la tienda funcione al 100%. Da igual que hayas vendido muchas consolas, si no has logrado encalomar "seguros de consola", te llevarás avisos, amonestaciones, broncas, etc... y ésto con mil cosas: reservas, alquileres, extensiones de venta (o colar "morralla barata", para hablarnos claro), etc... Aparte de todo lo que puedan decir y hacer en tu contra mientras no estás presente, y claro, a quien harán más caso, al "nuevo" o al encargado?

En estas condiciones, la filosofía del cliente que se marcha feliz no es viable entonces, ya que GAME quiere que el cliente se gaste el dinero en todo lo que puedas, luego no le importa si volverá o no. Y creo yo que en tiempos difíciles, lo mejor es asegurarse una clientela fiel que siempre acuda a tí, aunque no se compre 3-4 juegos cuando venga, porque ése cliente volverá si se va contento gracias a algun consejo con sinceridad que le hayamos dado.

En fin, ya he rajado de GAME, que tenia ganas de dedicarle una entrada al tema. Deseadme suerte, ésta será mi quinta incursión en la empresa y lo voy a pillar con ganas.