Kingdom & Glory

Publicado: 16:03 12/11/2008 · Etiquetas: · Categorías: Kingdom & Glory
En cuanto hubo cruzado el umbral de la puerta, el silencio se hizo en toda la sala. Un centenar de ojos se fijaron en el extraño que había aparecido la noche anterior y mantuvieron el aliento, esperando algún movimiento o palabra.

Altrae miró a todos y cada uno de los presentes, haciendo especial hincapié al llegar a sus ojos. La tensión era tal que los pocos niños presentes, aún a riesgo de no cenar, empezaron a revolverse intranquilos. Fue entonces cuando alguien terminó con la quietud.

–¿En este pueblo no trabaja nadie? –dijo Altrae.

Otro silencio.

–¿Además de desagradecido eres idiota? –escupió un hombre de mediana edad, de cara chata y complexión nervuda–. Estamos reunidos en asamblea.
–Ya veo. De hecho estoy seguro de que los niños están aportando montones de ideas –concluyó. Se acercó a aquel que parecía el dueño de la posada–. Vino y pan –girándose entonces, prosiguió–. ¿Y cuál es la razón de la asamblea?
–No eres tú el que hace aquí las preguntas –continuó el mismo hombre, que se había erigido en portavoz–. ¿Qué te trae aquí? Nadie viene nunca a nuestro pueblo. ¿Vienes a robar? ¿Estás huyendo?
–Si quisiera  robar solo tendría que haber entrado en vuestras casas, vacías todas ellas, por cierto –sonrío–. Estoy de paso, simplemente. Me quedé sin provisiones –bebió un trago de su recién servida taza–. Por ello, y viendo lo alegre de vuestra expresión al recibir invitados, abusaré un poco más de vuestra hospitalidad hasta conseguir algo con lo que abastecerme.

La gente se miró entre ellos, consternados por la desfachatez del recién llegado.

–Ahora que he contestado a tus preguntas, espero que se me explique el porqué de esta reunión –Altrae miró a los ojos del hombre, fijamente.
–Hasta tú habrás notado –contestó haciendo gestos de evidente molestia– los cambios en el tiempo. Nos hemos reunido para decidir que hacer.
–Entiendo, aunque poco creo que podáis decidir sobre el devenir de los cambios en el tiempo.
–Precisamente. Creemos que debe haber más gente en nuestra situación. Cuanto tú entraste votábamos sobre si dirigirnos al Consejo o no.
–Entonces continuad. Por mi parte, pasaré la noche bajo vuestro acogedor techo y mañana partiré.

Un hombre rechoncho, ataviado con armadura, dio un paso y le habló sin titubear, lo cual agradó sobremanera a Altrae.

–La guardia te acogerá durante esta noche bajo su techo. Además, en virtud de tu condición de huésped, el pueblo atenderá a tus… modestas necesidades.
–Os lo agradezco. Una vez haya terminado este opíparo desayuno me gustaría ser testigo de vuestra asamblea. Prometo de antemano no molestar.

El decidir presenciar aquella reunión no fue una gran idea. La mente de los habitantes de aquel inhóspito lugar se hallaba obnibulada por el peligro en que se encontraban sus cosechas y animales, limitándose todos ellos a repetir una retahíla de experiencias personales, en lugar de proponer soluciones.

Cuando no pudo aguantar más, Altrae se levantó y fue directo a la puerta.

–¡Espere! –dijo el posadero– ¡Págueme lo que me debe!
–Posadero –comenzó Altrae con tranquilidad–, ¿he de hacerle una lista detallada de lo que considero “necesidades”?

Abrió la puerta y cruzó el umbral hacia una tormenta sin fin.


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Primera vez que incluyo diálogos en la historia. Espero que os guste y animáos a comentar!
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Comentarios: (del primero al último)
17:16 12/11/2008
Déjate de cuentos y sube ya las fotos que te pedí del viaje , cabrón XD.

Estoy apalabrando unos precios con el sicario si para este finde no las tengo.
17:45 12/11/2008
Gracias por el comentario OnTopic xD.

En pocos días las subo.
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