Pues eso, una solución para aquellos que siguen asociando el concepto del Wiipad al del Eyetoy. Es mucho más cómodo que ir contestando posts y más, digamos, directo...

Es bien sabido que la confianza da asco.

Temps era temps, como se dice por mi tierra, y yo era un rapaz despierto, con sus más o menos pajuelas encima, y con muchas horas de Master System(1) sobre sus hombros.

Fue por aquel entonces cuando mi hucha, rebosante ella, me pidió un cambio generacional.

- Ya ha llegado el momento de ascender un escalón en la idiosincrasia del ocio electrónico - me dije - basta ya de mentiras, el Basketball Nightmare no hay quien se lo crea. ¡Quiero el Altered Beast! (2)

Buscando una nueva experiencia jugable, y aunque el mando de la Megadrive no tuviera analógicos ni rotores nucleares, decidí hacerme con una. Ahí es donde entra nuestro queridísimo amigo Ramon (3) , un infeliz hombre que regentaba una escondida tienda de pueblo, donde había adquirido mis MarioLands piratas... aunque espero que me descarguen de culpa si entienden que por aquel entonces, lo más pirata que conocía era Sandokan y las cintas de los Calis regrabadas (gracias al celo) con el Enduro Racer de Amstrad CPC464.

Ramon, el bueno de Ramon, me vio entrar en la tienda y sacó su caja de Paredes (4) llena de juegos con instrucciones en chino y un sospechoso Logo Oficial de Nintendo (Nintendo Original Seal of Quality versaban, en letras blancas sobre una estampa dorado con fondo blanco).

- ¡No Ramon! Deja los juegos, la transacción comercial que ahora nos trae es infinitamente superior a lo que estamos acostumbrados.

- Debe ser cierto, por el número de billetes y monedas que traes en esa bolsa.

- Quiero una Megadrive. Como esa que anuncias en el escaparate, con los 8 juegos del pack, y aquí tienes las 25.000 pesetas a cambio.

- Ay jotapegito, no sabes lo mal que me sabe, pero tendrás que esperarte a que me lleguen más. No tengo ninguna. - se lamentó Ramon -. Pero hasta que llegue, no me pagues nada. Ya sabes que hay confianza y no necesito Paga y Señal. Pásate el viernes de la semana que viene.

- Gracias Ramon -apunté.

dos días antes del viernes de la semana que viene, es decir, lo que sería, si estábamos en miércoles, 7 días exacto, es decir, una semana después...

Amadeu, mi fiel e inseparable colega de dichas y desdichas, me invitó a su casa. Su padre (yo también quise padres separados debido al alto volumen de regalos que recibías, pero las cartas de amor con perfume de mujer nunca fueron creíbles) a lo que iba, su padre le había regalado una curiosa caja blanca y gris, con botones, con mandos (como la Megadrive pero en chulo) y con un cartuchito encima...

- El Super Mario World tío. Es una pasada, pruébalo.

- No sé, a mí me mola más el Sonic.

- Da igual, tú pruébalo.

Un día después, un día antes del viernes de la semana que viene estipulado el miércoles de la semana anterior...

La cajera de una fría y nada confiable cadena de Electrodomésticos atiende a un jovencito jotapegín, el cual, con una capa amarilla y una gorra roja, pide una SuperNintendo con el Super Mario World, condición indispensable para entregarle las 30.000 pesetas (5) que lleva encima.

Fue entonces cuando la confianza de Ramon, ese entrañable tendero que nunca se sacó de encima una Megadrive con 8 juegos (doy fe de ello) quedó definitivamente pisoteada.

Jamás volví a pasar por enfrente de esa entrañable tienda, con olor a naftalina (sospechosamente procedente de Ramon), pero sólo sé una cosa, desde entonces me pitan los oídos ¬¬.

Como punto final me gustaría añadir que si pudiera arreglar este lastimoso episodio, gustosamente hoy le compraría cuantas Megadrives hicieran falta con tantos packs como fueran necesarios.

Pero Ramon ya hace años que no vende, y su tienda hace años que no existe. Sólo queda el recuerdo de los juegos de Game Boy piratas, los cuales, dicho sea de paso, me duraron más que los originales. Serán joputas estos taiwaneses.

(1) Si se llegara a sumar todo lo que me he gastado en pads (malditos trastos hechos de cristal) de la Master System II, podría mantener a 5 familias en Colombia.
(2) Pobrecico...
(3) Sin acento porque es Ramon en catalán, hablemos con propiedad (botón derecho / propiedades / corrector gramatical )
(4) ¡Grandes zapatillas!
(5) Aún intento recordar de dónde releches saqué esas 5.000 pesetas, al cambio de hoy día, 319.34€.

siento gente...
no pongas la lavadora
sin detergente.