Tercer episodio de esta gran serie de posts, dedicados a un tema tan interasante, a la par que trascendente, como es... ¿Qué móviles he tenido?

Si, como recordaréis (*sigh*) me quedé con un modelo tan simple como afeminado, el nunca lo suficientemente bien ponderado Motorola T191. Del cual, todo sea dicho, tengo el maravilloso recuerdo de la extrema duración de su batería, no en vano fue nominado recientemente en los Mobile JPG Awards como la peor batería en un móvil desde el Motorola D520.

Los dos capítulos anteriores se pueden encontrar -todavía- en estos enlaces:

- Paseo por los móviles de ayer y hoy (I)

- Paseo por los móviles de ayer y hoy (II)

* Date prisa, al igual que los PDFs del catálogo de puntos Wii, son enlaces ¡¡¡limitados!!!.

En fin... una vez superada la fase de pantallas verdes, un servidor (no voy a explicar el extraño "accidente" que tuvo el Motorola) entró de lleno en las pantallas de color. Sí, sí, como lo oyes. ¡De color!

SonyEricsson T300

De la mano de una jugosa oferta de Amena (si te pasabas a contrato) me hice durante el mes de Enero del 2002 con este alucinante terminal. También conocido como "los peores botones de la historia de los móviles". Un recorrido que a veces se me hacía eterno para pulsar un botón, y un menú tan lento como un desfile de caracoles desganados, se tornaban nímios ante la maravillosa pantalla de poco menos de 256 colores y algo más de 100 x 80 píxeles que podías contemplar anonadado horas y horas.

Que tampoco era el caso, porque para variar y según mi suerte bateriuna habitual, resultó ser un móvil poco dado a la capacidad de la batería. Es decir, una santa y putísima mierda.

Huelga decir que fue uno de los primeros modelos en España que hacía gala de cámara fotográfica -> como un añadido <-. Que digo yo... ¡qué cojones tiene poder ponerle una cámara de fotos a un dispositivo que más que pantalla, tenía un sello de correos!

Aquí el bendito gadget que obviamente, jamás me planteé siquiera el comprarlo:

La verdad es que no alcanzo a recordar qué fue de este móvil. Creo que mi padre dio buena cuenta de él, ya que yo no recuerdo haberlo sostenido en mis manos, moribundo él, mientras maldecía gritando al cielo a algún ser superior (como venía siendo el caso).

SonyEricsson T610

¿Querías caldo? ¡Pues toma dos tazas!

Miento. Éste fue un gran móvil, uno de los que más me ha gustado de cuantos he tenido, y visto lo visto, no es poca cosa. Por aquel entonces -supongo que a principios de la primavera del 2003- una "conocida" me consiguió este maravilloso terminal, de Vodafone.

Bueno, dejando las tonterías a un lado, la cuestión es que me encantó. Tanto que hasta pagué por liberarlo en una tienda de Barcelona, tan seguro de que iba a ser el móvil de mi vida, que ningún cambio de compañía me iba a hacer abandonar su maravillosa batería (¡por fin! :_D), su pantalla más que digna, su cámara de fotos integrada (¡qué lujazo!), sus varias alarmas, su agenda... vamos, que era una PDA para pobres (un servidor).

Aquí os dejo una foto realizada con este móvil, la cual aún guardo con cariño.

* Este señor es un servidor, tras una partida de Airsoft en Manresa (Sant Joan de Vilatorrada), cabizbajo tras haber sido humillado por enésima vez...

Pero la felicidad es efímera, amigos. Cuán grande fue mi decepción al descubrir en este terminal uno de los fallos más grandes que he visto en ningún móvil hasta la fecha.

Durante un viaje en Grecia, en Mayo del 2004, dejó de funcionar sin motivo aparente. Jamás pude imaginar por qué. ¿Sería el salnitre de la isla de Mykonos, que hizo mella en él? ¿Sería la incompatibilidad de señal en las helénicas tierras? ¿Sería que le pasó por encima un coche con 6 personas dentro? No lo sabremos nunca...

Motorola espera que lo buscoooo... ¡ah sí! C330

¡¡AAAAGH!! ¡Otro puto Motorola!

Pues qué le ibamos a hacer. Fue un móvil temporal, digamos que duró de Mayo del 2004 a Junio del 2004, hasta que pude comprarme otro terminal más digno.

Fue un regalo de la amiga que me invitó a Grecia, y que me sirvió para ir tirando en un país donde no tenía ni repajolera idea del idioma y en el que quedarse incomunicado no era precisamente lo más deseable. ¡Muchas gracias guapa, desde aquí un saludo! (ay, qué majas son las griegas...)

Tampoco puedo decir mucho de él, aparte de que ya estaba usado, por lo que la batería estaba en su línea. Inexistente. Que tenía algunos juegos, que estaba en blanco y negro (¡literalmente!) y que... no recuerdo mucha más cosa.

Enseguida pude hacerme con un nuevo modelo mucho más completo y potente.

To Be Continued...

Siguiendo con el repaso histórico a aquellos pequeños aparatitos que han acompañado mis correrías desde hace ya sus buenos años, aquí va la segunda aportación al respecto. ¿Quién no recuerda el ...

Ericsson T28

Enero del 2001. Aquí llega mi primera joya en lo que a móviles se refiere, un modelo al que podríamos llamar... el Mercedes-Benz de los móviles.

Precioso, ¿eh?

Me hizo falta meterlo por la empresa de mi pobre padre, al que convencí de lo beneficioso de disponer de móviles y por lo que aún me maldice. Y es que ya se sabe, como buen estudiante (con sus consiguientes malos ingresos) no hubiera podido permitirme semejante joya.

A destacar el compositor musical (te bajabas el Cha-la head Cha-la de Dragon Ball y eras lo más feliz del mundo), un revolucionario añadido; así como la tapa protectora del teclado (que no de la pantalla) la cual se abría pulsando un botoncito... y te permitía usarlo de pequeña catapulta portátil.

Lástima que me lo sustrajera un moro en un Burger King (siempre dije que los burger kings no eran buenos para nada). ¿Sabéis como sé que fue un amable magrabí? Por la llamada de 500 pesetitas que se marcó a Marruecos momentos antes que yo pudiera anular la tarjeta SIM.

En fin...

Nokia 8210

Abril del 2001. Fue mi segundo y último paso en las maravillosas aventuras de "Móviles patrocinados por mi padre". Debido al disgusto que me llevé por el crimen antes cometido, este maravilloso terminal vino a sustiuir al otrora amado T28.

Si había algo que podía animar mi triste corazón entonces, fue el maravilloso... SNAKE. No, no, no estamos hablando del protagonista de Metal Gear, no... sinó de esto:

Qué recuerdos :_)

Maravilloso, ¿eh? Moríos de envidia. Mejor juego de móvil no va a existir nunca, ni existirá. Del modelo qué decir... pues poco, porque enseguida mi padré cerró el grifo empresa-móvil y tuve que devolverlo. En fin, suerte que había ahorrado lo suficiente para hacerme con un...

Motorola T191

Julio del 2001. Salimos de Guatemala para ir a Guatepeor. La verdad es que no sabía qué móvil elegir, entre mi pequeño presupuesto y mi urgente necesidad por sustituir mi defenestrado 8210 (mientras seguía tirando con el Siemens antiguo) me decidí por un modelo que incluía el revolucionario Tetris (vaaaale, sí, soy un enfermo...). Este terminal, además, hacía gala de un novedoso sistema de animaciones y smileys que hacían del Motorola T191 el móvil más idiota que existiera jamás.

Pero es lo que había... si no recuerdo mal fue mi primer móvil con agenda (o chorri-agenda, un pequeño calendario para dejar notas), amén de ser el primer paso hacia la confirmación que las baterías Motorola son lo peor de lo peor. Pesaba, eso sí, la miseria de 80gr., cosa que no estaba nada mal.

Con el tiempo pude ir dándome cuenta que este móvil era para chicas, con el consiguiente complejo que fui adquiriendo. Necesitaba deshacerme de él. Y fue entonces cuando encontré la salida...

To be continued...

Esta tarde recibí una carta remitida por Vodafone. En ella decían que mis puntos Vodafone (una de esas grandes mentiras del márketing) caducaban el próximo mes de Mayo. Como buenas mentiras, decidí aprovecharlos y cambiarme de terminal.

En esas estaba, ojeando un catálogo de una cadena de tiendas especializadas en telefonía móvil, cuando caí en la cuenta de algo... esta situación se me antojaba familiar. Me insté a recordar por qué...

Febrero del 2006. Tienda Vodafone, Gran Via de Les Corts Catalanes, Barcelona.

Ya lo recordaba. Y es que hace poco más de un año que me cambié el móvil y ya estoy pensando en cambiarlo. No es que sea algo raro en mí, llevo un ritmo de a cambio por año, pero los cambios de antaño solían venir forzados por accidente o mejoras “necesarias”. Por eso me sentía raro, porque pensaba en cambiar el móvil sin tan siquiera haberlo rayado más que superficialmente, amén de deshacerme de un terminal que me ofrece tantas posibilidades que aún ni las he probado todas.

En fin... quise hacer un viaje retrospectivo a través de mis recuerdos, desde aquel primer Motorola hasta mi ... ¡Motorola! actual. Y me dí cuenta que no es tarea fácil. Así que aquí, con toda la tranquilidad del mundo y sobre papel, me dispongo a realizar dicho viaje.

Motorola D520



Noviembre de 1997. Mi primer terminal, de Airtel. Recuerdo con nitidez algo... ¡los SMS fueron gratuitos durante un par de meses! Vaya campaña se marcaron los de Airtel.

Era fiable, y duro... jugábamos a fútbol con él y ni siquiera se le salía la batería. Pero tenía algún handicap, a saber... la carga de batería duraba un día, no tenía agenda (¡!) y tenía la exagerada cantidad de... ¡1 línea de texto por pantalla! Impresionante.

Tardé un año en cambiarlo (aún vivo), por un terminal precioso que ofrecía una nueva compañía (Amena se llamaba).

NEC DB 2000



Enero de 1999. Tenía agenda (un lujo inenarrable), tenía acuse de recibo de SMS, era la mitad de amplio que el anterior Moñorola y sobretodo... ¡era precioso!

La batería por cierto era un lujo jamás vivido por persona alguna, ¡más de 5 días de duración según el uso! Además recuerdo que este móvil fue coetáneo al timo de los SMS, es decir, usar compañías extranjeras (comunmente del este de Europa) para enviar mensajes cortos sin coste alguno... duró la broma alrededor de un año.

Pero todo acabó cuando una noche traté de cazar un mosquito con él... la pantalla no pareció aguantar que la golpeara directamente contra el canto de una mesa.

Así que me dirigí a un Cash Converters, donde encontré una solución genial a mis problemas de solvencia económica (los estudiantes es lo que teníamos).

NEC DB 4000



Junio del 2000. Exactamente igual que el DB 2000 pero con tapa.

Absolutamente nada diferente. Pero con tapa.

Estaba algo viejo y rayado... pero con tapa.

Se me cayó por las escaleras de casa, y me quedé sin tapa y sin pantalla. Me dí cuenta que las pantallas de los NEC eran poco resistentes. Al menos a los golpes...

Pero me duró lo suficiente como para haber podido ahorrar y así poder ir a por mi siguiente móvil.

Siemens C35



Noviembre del 2000. Decidí volver a la tapa blanda que tan buen resultado me había dado con mi antiguo Motorola, conservando -eso sí- la agenda que tan buen servicio me habían dado mis anteriores móviles.

Vale, lo reconozco. Es que no tenía dinero para más.

Recuerdo poco, sólo una cosa... la batería era lo peor. Fue entonces cuando un inesperado golpe de suerte (y un nuevo trabajo con un buen sueldo) me permitieron hacerme con mi sueño más húmedo hecho móvil.

continuará...