Paseo por los móviles de ayer y hoy (I)

Esta tarde recibí una carta remitida por Vodafone. En ella decían que mis puntos Vodafone (una de esas grandes mentiras del márketing) caducaban el próximo mes de Mayo. Como buenas mentiras, decidí aprovecharlos y cambiarme de terminal.

En esas estaba, ojeando un catálogo de una cadena de tiendas especializadas en telefonía móvil, cuando caí en la cuenta de algo... esta situación se me antojaba familiar. Me insté a recordar por qué...

Febrero del 2006. Tienda Vodafone, Gran Via de Les Corts Catalanes, Barcelona.

Ya lo recordaba. Y es que hace poco más de un año que me cambié el móvil y ya estoy pensando en cambiarlo. No es que sea algo raro en mí, llevo un ritmo de a cambio por año, pero los cambios de antaño solían venir forzados por accidente o mejoras “necesarias”. Por eso me sentía raro, porque pensaba en cambiar el móvil sin tan siquiera haberlo rayado más que superficialmente, amén de deshacerme de un terminal que me ofrece tantas posibilidades que aún ni las he probado todas.

En fin... quise hacer un viaje retrospectivo a través de mis recuerdos, desde aquel primer Motorola hasta mi ... ¡Motorola! actual. Y me dí cuenta que no es tarea fácil. Así que aquí, con toda la tranquilidad del mundo y sobre papel, me dispongo a realizar dicho viaje.

Motorola D520



Noviembre de 1997. Mi primer terminal, de Airtel. Recuerdo con nitidez algo... ¡los SMS fueron gratuitos durante un par de meses! Vaya campaña se marcaron los de Airtel.

Era fiable, y duro... jugábamos a fútbol con él y ni siquiera se le salía la batería. Pero tenía algún handicap, a saber... la carga de batería duraba un día, no tenía agenda (¡!) y tenía la exagerada cantidad de... ¡1 línea de texto por pantalla! Impresionante.

Tardé un año en cambiarlo (aún vivo), por un terminal precioso que ofrecía una nueva compañía (Amena se llamaba).

NEC DB 2000



Enero de 1999. Tenía agenda (un lujo inenarrable), tenía acuse de recibo de SMS, era la mitad de amplio que el anterior Moñorola y sobretodo... ¡era precioso!

La batería por cierto era un lujo jamás vivido por persona alguna, ¡más de 5 días de duración según el uso! Además recuerdo que este móvil fue coetáneo al timo de los SMS, es decir, usar compañías extranjeras (comunmente del este de Europa) para enviar mensajes cortos sin coste alguno... duró la broma alrededor de un año.

Pero todo acabó cuando una noche traté de cazar un mosquito con él... la pantalla no pareció aguantar que la golpeara directamente contra el canto de una mesa.

Así que me dirigí a un Cash Converters, donde encontré una solución genial a mis problemas de solvencia económica (los estudiantes es lo que teníamos).

NEC DB 4000



Junio del 2000. Exactamente igual que el DB 2000 pero con tapa.

Absolutamente nada diferente. Pero con tapa.

Estaba algo viejo y rayado... pero con tapa.

Se me cayó por las escaleras de casa, y me quedé sin tapa y sin pantalla. Me dí cuenta que las pantallas de los NEC eran poco resistentes. Al menos a los golpes...

Pero me duró lo suficiente como para haber podido ahorrar y así poder ir a por mi siguiente móvil.

Siemens C35



Noviembre del 2000. Decidí volver a la tapa blanda que tan buen resultado me había dado con mi antiguo Motorola, conservando -eso sí- la agenda que tan buen servicio me habían dado mis anteriores móviles.

Vale, lo reconozco. Es que no tenía dinero para más.

Recuerdo poco, sólo una cosa... la batería era lo peor. Fue entonces cuando un inesperado golpe de suerte (y un nuevo trabajo con un buen sueldo) me permitieron hacerme con mi sueño más húmedo hecho móvil.

continuará...