Manifestó hoy "la posición de absoluta prudencia y presunción de inocencia" ante el positivo."No se puede extraer ninguna conclusión hasta que no se haga la segunda prueba y vamos a intentar penalizar que se haga público el nombre de nadie hasta que no se haga esa segunda prueba". ¿El caballero Pereiro (aunque se haya limitado a recordar lo obvio, ya es nobleza en el mundo actual)? No. Jaime Lissavetzky

Claro, lo dice refiriéndose a Heras. Sin embargo quien tapa presumiblemente a Valverde, enormiza las principales consecuencias de la rama de dopaje española más allá de nuestras fronteras, cuidándose sobre todo de ver sancionadas a las estrellas extranjeras y dedica mayor esfuerzo a defender el buen nombre de los deportistas españoles que a escrutar la verdad existente en frascos, recetas y listas, no duda en aplicar su  rocosa ética, llevado por su amor al deporte e general y al ciclismo en particular, no sólo al ex-tetracampeón de la Vuelta a España, sino al -aún- ganador del Tour 2006.

Antes del contraanálisis, se entiende.

Activo:
Gran golpe al ciclismo español, titularon muchos la operación Puerto. Sin embargo, imitando a los italianos, los españoles sacaron fuerzas de flaqueza y quedaron 2ª y 4ª de la general en la principal prueba ciclista del año, cerca de copar los dos primeros puestos y más cerca aún de colocar en el podio dos corredores. Las ausencias de los Basso, Ullrich, se ha revelado también determinante. Ni siquiera Valverde se vio importunado por la prensa que ya celebraba, quizá con razón, medio triunfo en una vuelta descafeinada. Por supuesto la revancha de los humildes no interesó hasta que se colaron un par de muchachos de la tierra. Y ahora, ¿quién es Landis? Auguro amnesia colectiva hasta que empiece la Vuelta curiosa y súbitamente fortalecida por la presencia de muchos de los excluidos en Estrasburgo.

Por si fuera poco, los supuestos atletas o boxeadores desaparecieron del primer plano mediático e incluso, CSD dixit, de las investigaciones. Sin hablar de los admirados tenistas/futbolistas, la elite económico-patriotera de la competición en España.

Pasivo:
Al menos, si se hubieran apurado los nombres presentes en la trama descubierta confiaríamos en el sano afán de castigar a todos los implicados. Y extendiendo los resultados a los deportes de masas, cayera quien cayera, habría sido la única forma de que los alegatos sobre limpiar el deporte fueran, por una vez, honestos.