La Epopeya: no te la menees hasta que...

Hay momentos en que la sangre no irriga bien el cerebro y nos salen cosas como "no me voy a pajear por un mes" y así por el estilo. Pues a mí se me ocurrió hacer la promesa de no darle a la zambomba (ni eyacular) hasta que terminara de ver una serie de anime cualquiera, para probar mi fuerza de voluntad. Suerte que no soy friki, porque si lo fuera...
Pero vayamos al grano. Preparemos el terreno, suspendamos los animes ecchi hasta que el experimento concluya. Veamos lo que hay para elegir... oh, esta parece buena. Shangri-La. Acción. 24 episodios. La protagonista anda en falda corta, pero va acompañada de un par de transexuales. Y la villana parece un travesti también. Perfecto, pueden servir de muy efectivos cockblocks. Voy a ver un capi diario, si no se complican las cosas, y me mantendré alerta para no tener sueños húmedos.
Los primeros días fueron tranquilos, controlados, todo a pedir de boca. Recórcholis, qué mediocre es este anime. Pero me parto la caja cada vez que sale ese niño poseso chillando como loco y dándose de hostias contra cualquier cosa. Casi llegando a la mitad de los capítulos me entra la nostalgia, pero aguanto como un campeón. Es mi dignidad la que está en juego.
Ya por el 15-16 me siento un poco desesperado y pierdo concentración. Sigo empeñado en no caer, no me puedo sentar juntando las piernas porque me rozo. Decido entonces, como no es una obligación limitarme a un capítulo diario, ver dos o tres por día para acabar el martirio más pronto. Con buen tiempo, porque ya me di cuenta de que me quedaba poco aguante.
Y viene a acontecer que el reproductor ha petado. No quiere leer los archivos finales del DVD. El PC está dañado, sólo puedo verlos en el reproductor DIVX a través de la tele. Mi cara es un "POR QUEEEEEEEE" clamando a las alturas. Lo desarmo, reviso, lo armo, y nada. Piensa rápido. Si pones el reproductor de costado, la lente se moverá y podrá leer los archivos. Logro ver dos o tres capis con esta técnica (le llaman "técnica de la Play de segunda mano") y tengo la confianza de que al día siguiente podré acabar con la hazaña.
Por la mañana me despierto, me levanto, y el aparato no quiere leer los últimos tres. Ni siquiera volteándolo. Por qué a mí. PERO NO ME VOY A RENDIR. Voy ahora mismo a comprar un reproductor nuevo. Salgo de inmediato. Un coche me salpica un poco la camisa al pasar por un charco. Parece que tengo todas las cosas en contra, sumadas al nerviosismo de las pelotas azules. Escojo uno de la misma marca (porque el otro me ha salido confiable hasta recién, no lo voy a negar). Llego y
noto en el manual que el reproductor de ahora tiene algunas características inferiores al otro, fabricado hace 5 años. Eso se llama "recorte de gastos". Pero no hay tiempo para quejas, debo ver los tres capítulos finales de Shangri-La y matarme a zambombazos pensando en alguna de las chicas de Baywatch (los clásicos de los 90 son la caña). ¿Dije ya que era un anime mediocre?...
Pues bien, final feliz por los pelos. Si me ataca la locura otra vez, lo haré con una serie de 13 capis.