Resultados para etiqueta "mitologia" Publicado: 01:21 04/04/2010 · Etiquetas: furia de titanes, mitologia, critica, cine, para medusa mi novia · Categorías: Opinion Personal : FagoCineTosis
La preocupante crisis de ideas cada vez es más patente en la meca del cine. Hay cientos de proyectos que no cruzan el umbral de lo que podría esperarse de producciones serias y decentes, y la gran mayoría de estrenos llegados a las salas, dejan bastante que desear. No es de extrañar por lo tanto, que los estudios decidan saltar al pasado y revivir supuestos clásicos e historias ya contadas. Una veces, el resultado es decente, pero otras, no solo se logra empañar el clásico o la película revisitada, si no que encima, se alcanzan cuotas realmente bochornosas en cuanto a calidad cinematográfica. Furia de Titanes, la actual, la que se acaba de estrenar en cines, es una muestra de ello. En resumidas cuentas, y ojo a los incautos, estamos ante una película hecha para recaudar dinero de la forma más vil y directa. Si bien la original no es que fuese una obra maestra del cine de aventuras y mitología, si correspondía con aquellas premisas del género: entretenimiento, diversión y sencillez. No pretendía ser una película grande, y por ello, gracias a su sinceridad, se hacía plenamente disfrutable. La nueva Furia de Titanes es una película coja, falta de carisma, y sin un argumento coherente o razonable. Es cierto que tiene una dirección artística impecable y que cuenta con un gran elenco de estrellas (que poco o nada lucen, dicho sea de paso, pero están ahí), pero no hay nada más. Todo es un inmenso pastiche digital sin vida. La película se podría resumir como el Deux Ex Machina más grande jamás contado en los últimos tiempos. En Furia de Titanes todo pasa porque sí, todo ocurre sin tener realmente una verdadera razón. La historia comienza mal y forzada y va dando tumbos hasta un supuesto clímax que defrauda por lo mal resuelto de la situación. Los personajes desfilan por escenarios y parajes naturales sin ton ni son, mueren y no despiertan ni la más mínima lástima o interés, o luchan contra criaturas digitales sin razón o sentimiento. No hay apenas nada destacable en cuanto a las secuencias de acción, y su atropello y emplazamiento de la mitad del metraje hacia el final de la película, hace que todo quede en agua de borrajas. En ciertos momentos del film las situaciones y acciones serán tan descaradas y absurdas, que creeremos estar presenciando fallos de racord más que evidentes. Los actores, acometidos por la falta de gracia de los papeles de sus libretos, se dedican a soltar frases lapidarias avergonzantes y estúpidas. A discernir filosóficamente (en el caso de los Dioses) como si fuesen niños de primaria y a gruñir cuando toca enfrentarse a la criatura generada por ordenador de turno. Lo que en un principio podría parecer lógico dado el carácter de cine espectáculo del título, parece realmente absurdo y chirrioso cuando te das cuenta de que la película pretende y es seria consigo misma. Qué decir de personajes que aparecen y desaparecen sin apenas sentido (el supuesto contrapunto cómico por parte de los dos cazadores) o de engendros de gran acierto estético pero nulo peso narrativo (el hombre-árbol). Sam Worthington se supera a sí mismo, y tras su insulso terminator humano en la aceptable aunque defenestrada Terminator Salvation, vuelve a interpretar a un héroe falto de carisma, aburrido. Su personaje, Perseo, es casi más autómata y frío que su robótico terminator. Sam Worthington es un actor que está destinado al cine de acción, tiene carisma, pero no goza de suerte cinematográfica más allá de la sobrevalorada por crítica y público, Avatar. Los grandes Ralph Fiennes y Liam Neeson no pasan de correctos, y su presencia en el film es casi anecdótica, adoleciendo más a motivos monetarios y publicitarios que a otra cosa. Técnicamente estamos ante un blockbuster de segunda o tercera fila. Si bien podemos gozar de escenas bien trabajadas y realmente bonitas y curiosas, el sentir general respecto a su impacto visual es ciertamente decepcionante. Las criaturas y bestias lucen un gran diseño (faltaría menos en una superproducción de altos vuelos), pero son artificiosas, cutres y poco merecedoras del nivel actual alcanzado con los efectos visuales generados por ordenador en Hollywood. Haciendo un paralelismo histórico, casi podríamos decir que al igual que los efectos por stop motion de Ray Harryhausen fueron ingénuos en su día, los creados para el remake de Furia de Titanes, también lo son. Es una pena, pues Louis Leterrier es un hombre que ya ha demostrado que se maneja bastante bien con el cine de acción y efectos especiales (como ya vimos en la excelente adaptación cinematográfica de El increíble Hulk) pero en esta ocasión, su arte y destreza brilla por su ausencia. Solo logra alcanzar algo de su buen hacer en el triste y gris clímax final. Un final abrupto, corto y poco esperanzador para aquél espectador que haya pensado que todo lo malo que ha ido tragándose y aceptando durante el metraje iba a cambiar con una orgía audiovisual en sus últimos compases. Furia de Titanes es una película que no pasa de entretenida (y a duras penas) y que demuestra todo lo malo a la hora de poner al día un supuesto clásico del cine de aventuras con corte y toque mitológico. Con poca o ninguna escena destacable, Furia de Titanes hubiese funcionado mejor con una media hora más de metraje y una presentación más sólida y coherente de sus personajes. El atropellado desarrollo del film y sus inconclusas y mal rodadas secuencias de acción son las responsables de que la película acabe lastrada en su totalidad. Si queréis verla en el cine, adoptar la postura sensata y coherente de evitar el engañabobos (digno de feriantes) que es la versión 3D del film. Alberto González |
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