Publicado: 00:09 26/12/2007 · Etiquetas: soy leyenda, especial, relatos, cuentos, libros, comics, ciencia ficcion, apocalipsis, destruccion · Categorías: Opinion Personal : Cómics y Libros
Os pongo una pequeña reseña, que con motivo del estreno de "Soy Leyenda" me he animado a escribir.
El ser humano, es frágil. Su situación de especie dominante en la Tierra, es tan ilusoria como insignificante. Cualquier catástrofe, puede azotarnos en cualquier momento. Un virus, una plaga, un cambio climático brusco, una guerra nuclear, el impacto de un asteroide. Cuando el hombre, empezó a ser consciente de sí mismo como especie, empezó a desarrollar el miedo por su posible desaparición. A desaparecer de la faz de la Tierra. Sin caer en cuentos apocalípticos baratos de ecologistas de salón (Al Gore, y sus acólitos), el riesgo a extinguirnos o diezmarnos por cualquier motivo, siempre ha estado presente. Es casi de orígen antropológico. Y por ello, ha sido el objeto y el leitmotiv, de miles de escritores. Tanto, que ha dado pié a un género, conocido por algunos como "Después de..." o "El día después de...". Cuando escritores o escritoras como Mary Shelley, empezaron a explotar el tema (con la excelente "El último hombre"), se desarrolló el posible miedo a una plaga o pandemia. En "El último hombre", Shelley, autora de la no menos buena "Frankenstein", nos emplaza en Roma. Tras una pandemia de proporciones bíblicas que arrasa Europa, el protagonista, debe sobrevivir entre los cadáveres de sus conciudadanos y aprender a desarrollar una vida más o menos normal. Estamos hablando de una novela de principios del Siglo XIX, y que como veremos más adelante, de una historia que compartirá tópicos y elementos con sus futuras compañeras de género. Un poco más espesa y compleja, es la novela de Jack London, "La peste escarlata", donde una epidemia, borra de la faz de la Tierra, a gran parte de sus habitantes. Tenéis el libro aquí. Con el paso del tiempo, se pasó del miedo a los virus o gérmenes (que ahora vuelve a ser actual) al miedo de una guerra nuclear. Las bombas atómicas arrojadas en Japón, y el creciente miedo nuclear a una guerra entre la URSS y EEUU, empujó de nuevo al escritor de Ciencia Ficción, a elucubrar nuevas historias que se desarrollaran en ese ambiente de radioactividad o creciente belicismo. Novelas donde atacaban a EEUU, como la cruda "El Clamor del Silencio", de Wilson Trucker. En su historia, parecida a la vista en la serie de TV "Jericho", gran parte de Estados Unidos, queda destrozada por un ataque nuclear. Los habitantes, deciden huir, pero el gobierno, decreta cortes y cordones sanitarios para evitar la propagación de la radioactividad. La publicación del título, en 1952, causó un gran revuelo entra la opinión pública. "Es tan fácil desaparecer" -decían algunos críticos de la época- "que la novela es totalmente real y comprensible". Aún así, el género del miedo a un virus, o una plaga, se fué refinando, y nos trajo excelentes trabajos como "La Tierra Permanece", de George R. Stewart. Stewart, nos planteaba una situación brutal. Un virus, destroza la humanidad de un plumazo. Sin ir más lejos, en la introdución, se nos decía "Si apareciera un virus mortal...nosotros, con nuestros rápidos transportes y nuestras vías de comunicación tan efectivas, seríamos culpables de su propagación en un abrir y cerrar de ojos". Acojonante. El temor al átomo, está íntimamente ligado, a una Tercera Guerra Mundial. El denominador común de estas historias, es el día a día del superviviente o supervivientes, al desastre. Deben sobrevivir buscando comida, evadiendo mutantes o fundando nuevas sociedades o cultos religiosos, como en la novela de Walter Miller "Cánticos por Leibowitz". El autor Richard Wilson, nos contó una preciosa historia de un padre y un hijo, a bordo de una nave espacial, tras un holocausto nuclear en una hipotética Tercera Guerra Mundial. Mediante historias, videos y cuentos, le explicaba como fué la Tierra, y que pasó para que se viera destrozada. En "Un puñado de almendras", una abuela y su nieto, abren los frutos, en medio de una derruida ciudad...con las piedras que se trajeron de la Luna en el 69. Tampoco podemos dejar a "Soy Leyenda", del que casi, podría escribir un artículo entero. Richard Matheson, nos llevaba a un mundo aniquilado, con la única presencia de un ser humano...rodeado de vampíros. Éste cuento de Drácula al revés, es una muestra de lo que puede dar de sí al género, contando con numerosas adaptaciones cinematográficas y en el mundo del cómic, con una reciente revisión. Neville, en su día a día, comía, salía e intentaba seguir una vida normal, arropado por todo el tiempo del mundo y una agónica soledad, en el Londres de la época (1976). La destrucción de la humanidad, o el futuro apocalíptico, suele volver a reiniciar la sociedad en la mayoría de las novelas o cuentos cortos. En situaciones anárquicas, y donde la población ha sido diezmada, se intenta ejercer el control por los recursos y la supremacía...a la fuerza. Ese es el caso de "Primera Necesidad", de Carlos María Federici, donde bandas rivales, luchan en medio de una Nueva York destrozada, por un simple dentista. En un tema tan prolífero, la originalidad, brilla por su ausencia. "Supervivientes" de Arthur Savage, es la excepción. No sabes hasta el final de un cuento típico, la verdadera identidad de sus interlocutores. La verdad, es que hay pocas historias, relatos o novelas, que sean tan buenas como "La escopeta" de André Carneiro. En ella, se dan todos los axiomas de la condición humana. Mediante descripciones meticulosas del caos acaecido, nos lleva en el devenir de su anónimo protagonista, en su día a día. Autopistas llenas de cadáveres calcinados, edificios derruídos...Es tan realista, que lo primero que hace su protagonista al ver otro ser humano tras días de camino, es recibir un disparo. "El hombre es un lobo para sus hermanos", como rezaba la introducción del cuento. Autores de renombre, como Philip K. Dick o William F. Nolan, dejaron sus característicos sellos en el género. El primero, "Visitantes de un planeta extraño" nos habla de la exploración de un extraño mundo, lleno de seres mutados y clima extraño. Obviamente, hablamos de la Tierra, tras miles de años de guerras nucleares. El segundo, "El pequeño mundo de Lewis Stillman" nos adentra en la amargada existencia de un hombre, escondido en las alcantarillas, tras una eventual invasión alienígena que destroza y muta a la humanidad. No sólo de virus o de guerras mundiales se nutre un género. También se tiró del clima, en "El Sexto Invierno" (que inspiró gran parte de la película "El Día del Mañana" o de asteroides en "La Amenaza de Andrómeda" o "El Martillo de Lucifer". En ambas vertientes, se dá un claro esquema : Descubrimiento, planteamiento del problema, solución fracasada y supervivencia tras el fracaso. Destacar entre ellas, "El Martillo de Luficer" con uno de los relatos "después de..." más completos, realistas y detallados que jamás haya leído. Bien podría hacer un artículo más extenso, y a buen seguro, que me dejo decenas de novelas o cuentos cortos por el camino. Pero desgraciadamente, ni sería divertido de leer para muchos, y tampoco dispongo de mucho tiempo en época de compromisos navideños. De todas formas, me encantaría que utilizarais el post, a modo de intercambio o recomendación, de éste maravilloso género, que es la desaparición ficticia del ser humano, y las tenebrosas (pero rematadamente divertidas) consecuencias. Un saludo a todos. Publicado originalmente en el Foro de Arte y Literatura de Vandal PD: Si os gusta, el pequeño artículo se convertirá en una guía más completa, llena de mejores reseñas. PD2: Si detectáis algún error o fallo, comunicádmelo. Publicado: 21:57 23/12/2007 · Etiquetas: Soy Leyenda, Critica, Especial, soy legenda, soi lellenda, soi leienda, Will Smith, el negro del principe de bel air · Categorías: Opinion Personal : FagoCineTosis
La siguiente crítica, contiene algunos SPOILERS.
Fallida. Una película fallida. Así veo a "Soy Leyenda". Tal vez es el que sea "Soy Leyenda" del excelente Richard Matheson, uno de mis libros preferidos, puede influír a la hora de afrontarla. Pero por ello, intenté ir lo más alejado de cualquier prejuicio y lo más receptivo posible. Incluso, digo a boca llena, que la película me atrapó durante su primera hora. Llegé a creer que podría salir algo bueno. No, Will, no te eches para atrás ahora... Comprendo que en los tiempos que corren, es inviable realizar una adaptación heterodoxa del libro. Primero, por que cine y literatura, contienen tiempos narrativos y medios diferentes. Segundo, por que adaptar al pié de la letra una novela, no suele funcionar. "Soy Leyenda", no es un libro particularmente largo, y tampoco muy complejo a nivel argumentativo. Quizás, la mayor dificultad y el peso de la novela, corre a hombros de Neville, interpretado por un Will Smith bastante bueno. El actor se esfuerza, e incluso, cambia su tono de dicción para hacerse al papel y a la situación (destacar el excelente doblaje que una vez más se pone al nivel de la interpretación original). Pero vayamos al tema. Al quid de la película. "Soy Leyenda", arranca genial. Sin respiro, nos muestra a la veterana Emma Thompson hablando de un descubrimiento, que combatirá y erradicará del mundo el cáncer. Un virus, que reprogramado, conseguirá curar a miles de personas. Obviamente muta, y la humanidad se encamina a la extinción. La película arranca con lo que considero una genialidad. La secuencia de Neville (Will Smith) cazando a bordo de su potente coche a una manada de ciervos, cual leon. O el encontronazo con éstos últimos, en mitad de una Quinta Avenida derruída y destrozada por el paso del tiempo y la acción de la naturaleza. "Soy Leyenda", es de las pocas películas, que supeditan los efectos CGI al argumento. Por lo menos, a la situación de su primera hora de metraje. ¿Los oyes? Son las legiones de fans de Matheson Veremos una Nueva York abandonada llena de zonas de contención biológica, de coches apilados en las aceras intentando huir, de animales sueltos, de poderosas hiedras y de largos campos en mitad de antiguas carreteras y calles...Excelente. Si a esto le añadimos una cuidada fotografía a cargo de Andrew Lesnie, (responsable, de entre otras, King Kong y La Trilogía de ESDLA), tenemos una ambientación acorde con el tema a tratar. Como ya os dije, llegé a creerme que se podría hacer bien, y que la cosa, no iba por mal camino. De hecho, la soledad de Neville, se vé excelentemente reflejada en su intento o en su rutina diaria. Salir a buscar comida, a entretenerse, a buscar supervivientes...O a alquilar una película. La escena de los maniquíes, aparte de un guiño a otras adaptaciones, es una excelente prueba de fuego para Will Smith...que no pasa. Veamos. Pese a quién le pese, por mucho esfuerzo que ponga, gran parte de la audiencia, lo sigue tomando como el eterno cachondo del "Príncipe de Bel Air" o el chulito de traje de "Men in Black". De hecho, cuando empezó a dialogar con los muñecos, ciertos espectadores lo consideraron simpático. Algo digno de mofa. Como una cosa graciosa. No me quiero poner a valorar el nivel de algunos espectadores (os podéis hacer una idea), pero es que Will Smith, no consigue transmitir la sensación de soledad. "Soy Leyenda" puede que tenga uno de sus principales fallos, en la elección del protagonista. Ojo, a mi me medio convence el pobre Will, se esfuerza por sacar otro registro, y está visto, que si quiere, puede (a la vista está la cojonuda "En Busca de la Felicidad"), pero en la película que tratamos, se queda a medio gas. Nadie duda, que en las escenas de tensión (la primera visita a la Colmena de Vampiros) lo borda. En particular esa escena, me hizo acojonarme. De verdad. Oscuridad, una linterna y la ausencia de su única compañía: Sam. Sam, o el perro (perra en la película) es uno de los aciertos en la película. Si bien en el libro, la situación del animal era diferente, no me parece mala su adaptación a la pantalla. No me importa que se utilicen ciertas licencias, o que se aborden situaciones del libro o de la idea original, de manera ligeramente distinta. Sam hace un trabajo excelente. Memorable es, por ejemplo, las veces que ladra para avisar de su amo al entrar en cualquier sitio no seguro. O su impresionante sacrificio. Bueno, puede que algunos penséis : "el cabrón de Mowei dice que la película es un rollo, pero le gusta la ambientación, no le desagrada el papel de Will y su perra....¿qué no te gusta?". Pues bien. El principal problema de la película. Los vampiros, o infectados. En la novela original, eran vampiros. Un concepto que comprendo, puede quedar anticuado en los tiempos que vivimos. Vale, estoy de acuerdo.No es de recibo quedar cutre o añejo con el espectador o la audiencia. Pero una cosa es adaptar algo, y otra bien diferente, es echarlo a perder. El diseño CGI de los bichos, es realmente penoso. Funcionan bien en la oscuridad, pero cuando "salen a cuerpo completo" la cosa cambia. Estamos ante criaturas, desfiguradas, con cierto tufo a Voldemort y a los malotes de "La Momia". Son listos o cortos (según la trama de la película) y son tan capaces de escalar edificos de 3 o 4 plantas de altura, como de no saber abrir una puerta. De domesticar perros infectados y elaborar complejas trampas, como de no saber abrir la puerta de un coche. El tratamiento de la película con respecto a los vampiros, es de pena. "28 Días después" y su secuela, han revitalizado el género del apocalípsis, pero también lo han estancado. Ciertos elementos de "Soy Leyenda" están claramente inspirados en ésta última, como la escena de la persecución de los vampiros a la casa de Neville, o cuando intentan emboscarlo en el dique. Corren y salta igual. Pero bueno, se podría (fijaros lo que os digo) llegar a perdonar. Neville ahora es doctor y maquero Pero claro, aparece (lo que en la Novela era un golpe de efecto brutal) la chica. Y que queréis que os diga. Esos últimos minutos, se cargaron de golpe la película. Pum. De un plumazo. Ni los excelentes flashbacks de la evacuación de NY, ni nada. Una basura. La aparición de la chica, tendría que ser un golpe de efecto, una revolución para el argumento, y un giro para el mismo. Pero nada más lejos de la realidad. La película cae en una cursilería, en una ñoñería del más rancio HollyWood. Otro de los momentos clave para el personaje de Neville (su imposibilidad de ser una persona social, sobretodo, tras años de vida en solitario), se quedan en un momento sobre Shrek y una pelea sobre el Bacon. Demasiado forzado todo, y metido con un calzador de mil pares de narices. La película acaba destrozando todo aquello que ha ido construyendo, con un ataque soso, una pelea absurda, y un sacrificio final, que destroza por completo el espíritu de la novela, y que, para más inri, desmerece el título de la película (y por consiguiente el del libro). El temita de la enviada por Dios, de la cura, y del búnker ese, con poblado final, lo dejo pasar, por que me causó verguenza ajena. Os lo digo en serio. Esos minutos finales, me causaron el efecto de un jarro de agua fría. Me dejaron roto. Como si todo lo anterior, hubiera sido un señuelo para acabar en el espectáculo palomitero cutre y con final feliz como mandan los cánones del cine de acción actual. La Guerra de los Mundos (2005), ha hecho mucho, mucho daño Y es una pena, pues podría haber sido fácil adaptarla. Y tenían gran parte del trabajo hecho a tenor de la larga gestación del proyecto, y los precedentes de las anteriores adaptaciones. Pero bueno, supongo que a la cuarta irá la vencida. PD: La Warner quiere vender discos de Bob Marley. PD2: Mini reseña sobre el tema, en el foro de arte y literatura de Vandal. |
Blogs en Vandal · Contacto · Denunciar Contenido