Especial: Crítica Transformers 2: Revenge of the Fallen

Crítica LIBRE DE SPOILERS

A día de hoy, y como no me canso de repetir, estamos ante la edad de oro del fanatismo más recalcitrante. De las exigencias (altas y bajas) de la gente a la hora de ver una película. De las peleas interminables sobre directores y películas. En cualquier foro, página web o blog, nos encontramos con decenas de defensores a muerte y a otros tantos (contrarios a los primeros) con ganas de echar abajo todo lo que se mueva. Y aunque se puede aplicar a cualquier disciplina, ya sean deportes, videojuegos o música, lo cierto es, que en el campo cinematográfico, la cosa se sale de madre. Todos sabemos lo polémico que es Michael Bay. En su carrera, tiene films tan dispares, como idénticos entre ellos. Todos sabemos que no es un director original, todos sabemos de que fallos adolecen sus películas. También sabemos que cada vez que abre la boca, sube el pan. No vamos a descubrir nada nuevo, ni vamos a elaborar serios postulados o teorías, afirmando lo que ya suponíamos a la hora de ver su nueva obra robótico. Transformers 2: Revenge of The Fallen, sufre de los mismos pros y contras del cine de Michael Bay. No hay que darle más vueltas.

Hace un par de años, sorprendió a propios y a extraños con la adaptación (bastante libre, por cierto) que hizo de la franquicia de Hasbro. Servidor lo pasó muy bien en el cine, y dejó de un lado por un momento los agujeros de guión y las situaciones absurdas que se repetían por doquier en el film. Era una película divertida, bien hecha, y con un par de detalles bastante memorables. Pero podría haber sido mejor, y ante el éxito obtenido, y la noticia de la secuela, pues las esperanzas estaban ya depositadas. Transformers 2: Revenge of The Fallen es más grande, más bestia, más ruda, más absurda y sin cortes. Es como la primera parte, pero elevada a la máxima potencia. Los excesos demostrados por el pulso de Bay a la hora de dirigir se notan más que nunca, lo cual puede llevar a sentimientos encontrados a la audiencia. Estamos hablando de que vamos a ver momentos de auténtica catársis visual, con decenas de robots luchando en medio de un desierto o un bosque, con miles de elementos en pantalla, y con momentos interminables de cámaras lentas y desfases o zooms tan propios en la forma de filmar de Michael Bay.

Dejando a un lado las actuaciones de Shia Labeuf y Megan Fox (sí, sorpresa, dicen que es actriz), la parte humana destaca por el siempre eficiente John Turturro, verdadero artífice de los momentos cómicos "de verdad" y no los forzados o limitados conceptos vulgares a los que nos tiene acostumbrados Bay. De hecho, se podría decir que es Turturro el que hace levantar el vuelo a la película en su tramo final. Y es que, Transformers 2: Revenge of The Fallen empieza verdaderamente genial. Su primera secuencia, es posiblemente, de lo mejor de la película. Bien rodada, equilibrada y realmente espectacular. Luego vendrán los desvaríos y las orgías sin sentido, pero la verdad, es que su primera parte (algo así como la primera hora y media), es impactante, rápida, asombrosa y verdaderamente divertida. Obviamente, está salpicada de gags y elementos del humor más vulgar y absurdo como los comentados antes, pero la cosa tiene un pase. Aparte de ser habituales en el cine de Bay, son los enganches necesarios para la audiencia que no puede hacer más de dos cosas a la vez (comer palomitas y ver lo que se proyecta), así como a los niños que irán (juguete en mano) a ver la peli y echar el rato.

No tengo nada en contra de esto, pero si se quiso matar a George Lucas por meter a un personaje tan cargante, absurdo y pesado como el popular Jar Jar Binks (sí, el de "tusa" y "losa", el que pisaba moñigas y demás), a Bay se le debe pedir la hoguera y la ex-comunión por colarnos a los gemelos robóticos de las narices. Por momentos, quise que cualquier Decepticon majarón le diese a los dos una muerte cruel y delirante.

Argumentalmente, la película es más "seria" (nótese el entrecomillado) que su antecesora. Por primera vez vemos elementos reales y tangibles en lo referente a la mitología de la serie original, y tenemos una línea algo más clara que la de la primera parte. La película no deja de ser el correcalles (algo así como Carmen Sandiego pero con robots de 10 metros de altura) de veces anteriores, pero la cosa se hace amena, y apenas te deja respirar con tanto ajetreo. Tiene un par de momentos y frases destacables, que verdaderamente, destilan un cierto toque ochentero de lo que tiene que ser Transformers en el cine. No me voy a poner a destacar las chorradas y huecos que los guionistas Kurtzman y Orci dejan caer constantemente en la trama (hay veces que creo que lo hacen a propósito, como seña de identidad o firma), pero la cosa es cierto, que no es tan delirante en ese sentido como la primera parte. Vamos, es Transformers, no hay que ponerse muy quisquillosos en ese aspecto. El film tiene lo suficiente de guión como para que encontremos un cierto sentido a las actuaciones de los personajes y nos encontremos con una cierta coherencia con la anterior película. Ahora corro, ahora te pillo, ahora descubro algo, ahora me pillas, ahora te "doy pal pelo", ahora vuelvo a correr. La pena es, que un malo malísimo como "The Fallen", esté tan desaprovechado. Apenas sale, no hace nada destacable, y da la impresión de ser una mera comparsa en ciertas escenas hacia el final de la cinta. Una verdadera lástima, pues tanto el diseño como su mitología (diferiendo en la que se basa), tiene cosas realmente interesantes. Otro aspecto a criticar en el mismo sentido, es la falta de peso argumental de algunos Autobots. Si bien es cierto que Optimus Prime es el líder, el que lleva la batuta, personajes como Ratchet (la ambulancia verde, para los despistados) apenas tiene dos líneas de guión. Quizás ese excesivo vuelco a la importancia humana en la trama (tanto a Shia Labeuf y su grupúsculo de fugitivos, como a los militares) ha dado en sí un desplazamiento algo compresible de la acción de los Autobots.

Por interesante, destacar el trabajo de ILM a la hora de mostrarnos los robots con tanto detalle y realismo. A día de hoy, podemos decir, sin temor a equivocarnos, que Transformers 2: Revenge of The Fallen tiene los mejores efectos visuales jamás vistos. Toda, absolutamente toda la película, es un desfile y una excelente carta de presentación del buen hacer de los chicos de la factoría Lucas. Si en Transformers la cosa ya era evidente, aquí, conforme a lo que hemos estado comentado, todo es más grande, más bestia, más detallado. No hablamos ya de los modelados y su aspecto en general (texturas o iluminación), hablamos de su integración en el entorno, sus reacciones con los elementos reales. Vuelvo a destacar la espectacular persecución del bosque, donde veremos el nivel que se ha gastado Bay al darle verosimilitud a sus bichardos mecánicos. Optimus Prime, Bumblebee, Iron Hide, Ratchet, Starscream, Megatron o Devastator (ojito al último, una delicia visual en toda la regla). El elenco de personajes está como minímo, un escalón por encima gráficamente. Aficionados a la Alta Definición, babearéis hasta la salida del Blu Ray.



Transformers 2: Revenge of The Fallen es el equivalente que muchos desean por película veraniega. Entretiene, es visualmente muy atractiva, y tiene lo justo para no considerarla ampliamente bochornosa. Eso sí, no está libre de fallos y situaciones que bien se podrían haber ahorrado, y que son realmente gratuítas en la trama y la película. En resumidas cuentas, va conforme a lo que esperamos del cine de Michael Bay.

Alberto González Montes