No, no me refería a eso, malpensados U___U

NOTA: Antes de leer, poned esto de fondo:



Resulta indiscutible que Final Fantasy VII es uno de los videojuegos más populares del mundillo, así como uno de los que más suele verse en las listas de "Mejor juego de la Historia", "Mejor JRPG Jamás Creado" o incluso "Juego Más Sobrevalorado Ever"... ¿por qué es así esto? ¿qué diferencia a este juego de otros? ¿por qué, incluso después de tantos años, la gente sigue guardando un recuerdo inolvidable del mismo?



Bien, por norma general, cuando un juego llega a estos niveles de leyenda o culto, no suele ser por calidad pura y dura (aunque FFVII va sobrado en ese aspecto), sino por su capacidad de romper con los esquemas preconcebidos contenidos en la mente de los jugadores. Basta pensar en esos juegos que todo el mundo suele tener en su Olimpo personal del entretenimiento electrónico para ver las características que los unen entre sí en esta "categoría": Shenmue, Super Mario 64, The Legend of Zelda: Ocarina of Time... todos ellos tienen en común una cosa: presentar unos conceptos de juego que poco o nada tenían que ver con lo que se hubiese podido jugar con anterioridad en sistemas domésticos.

 

En el caso de FFVII, la cosa es un poco distinta, debido a que los JRPG nunca se han caracterizado por ser un género con una evolución demasiado rápida ni notoria. De hecho, FFVII está realmente lejos de poder ser recordado como un juego de rol revolucionario en cuanto a sistema de combate, habilidades y desarrollo en sí, especialmente con precedentes como FFVI.



En occidente, no obstante, la cosa no fue percibida de la misma manera, cosa totalmente lógica, dicho sea de paso, ya que (salvo por gloriosas excepciones) el JRPG estuvo encerrado bajo llave en el país del sol naciente durante muchos años, sin atreverse a salir y encogido en un rincón oscuro, como una criatura extraña y desconocida para la mayor parte del mundo.



No creo equivocarme al suponer que, para muchos de los que estáis leyendo esto, FFVII supuso una de vuestras primeras incursiones reales en el mundo del JRPG, ¿verdad? Al menos, sería lo más probable, teniendo en cuenta lo comentado en el anterior párrafo.



Así pues, ¿qué suponía para el jugador occidental medio la llegada de FFVII? Pues un montón de cosas:

- Gráficos:

¿Entornos prerrenderizados? ¿Secuencias CG? Pese a lo mal que haya podido envejecer este juego en ciertos aspectos, por aquél entonces era imposible no alucinar viendo a Aeris caminar por un lúgubre callejón mientras la cámara iba alejándose para mostrarnos la inmensa metrópolis que es Midgar con una calidad impensable.

Con las 2D todavía vigentes y las 3D en un estado muy primitivo, esos recursos visuales consiguieron hacer pedazos las mentes de la gente y mostrarles un pequeño avance del futuro tecnológico del mundillo. Y es que, ¿quién no recuerda haber pensado alguna vez que esos gráficos eran "perfectos"?



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- Sonido:

No es que los midis de FFVII fuesen nada del otro jueves ni mucho menos, y junto a la ausencia de voces (Sefirot protesta ante semejante calumnia) o los génericos FX, podríais pensar que es ridículo que trate de ver algo revolucionario en lo que respecta a este apartado, pero ciertamente hay algo digno de mención: las composiciones.

Antes que nada, dejémoslo claro, ni FFVII inventó la buena música ni fue el primer juego con una banda sonora de calidad, pero... seamos sinceros, ¿cuándo habíais escuchado una OST como esta en un videojuego? O mejor dicho, ¿cuándo habíais escuchado algo en un videojuego que fuese algo más que unas melodías muy pegadizas, cañeras y/o simpáticas?´

Por supuesto, los más talluditos del sector pueden discrepar en este punto, especialmente los que fuesen amigos de la importación, pero ciñéndonos a un gran porcentaje de la generación nacida entre los 80 y los 90, es bastante probable que FFVII fuese el primer juego en el que se encontrasen con una verdadera banda sonora: temas cargados de tensión, otros más emotivos, algunos lacrimógenos... era algo difícil de encontrar por aquél entonces, al menos en Occidente, y desde luego suponía todo un cambio para aquellos acostumbrados a escuchar temas más "de videojuego".



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- Estilo de juego:

Más de uno se quedaría patidifuso al ver tutoriales de varios minutos sobre los entresijos del juego: ¿Materia? ¿Equipamiento? ¿Niveles? ¿Estados alterados? ¿Combates por turnos? Algo que hoy en día nos parece de lo más normal del mundo fue toda una novedad para muchos, con la llegada de este juego. La profundidad y complejidad del sistema de juego ponía a FFVII aparte en un mercado principalmente copado por juegos de mecánica directa y desarrollo simple y directo.

Ir aprendiendo las claves del juego a base de experimentar, descubrir posibilidades adicionales y formas más eficientes de abordar el juego fueron detalles que cautivaron a toda una generación de jóvenes jugadores que habían crecido en salas de recreativas y rodeados de juegos de acción y plataformas, totalmente opuestos al concepto pausado del RPG.



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- Madurez:

Generalmente, cuando uno pensaba en videojuegos, no podía evitar pensar en un monigote dando saltos por la pantalla, cogiendo ítems, acumulando puntos y derrotando a enemigos para cumplir un objetivo final tan simple como salvar a una princesa o vencer a un malvado villano. Pasar de algo así a una historia en la que se nos presentan personajes con una personalidad muy definida, sentimientos e incluso conflictos internos no es algo que deje indiferente a nadie, y menos si se adereza con una historia de tanta magnitud como es la de FFVII, llena de humor, tragedia, reflexiones y tratamiento de temas demasiado complejos para el concepto contemporáneo de "videojuego."

¿Gente muriendo? ¿Personajes atormentados por su pasado? ¿Relaciones amorosas? ¿Conflictos morales? La madurez estaba llegando al mundillo de los "marcianitos" y venía dispuesta a quedarse, determinada a hacerse un hueco en el corazón de muchos jugadores que hasta entonces nunca habían visto nada igual en sus consolas, o al menos nada que llegase a semejantes niveles.



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Podríamos concluir diciendo que todos estos factores juntos contribuyeron a crear un impacto considerable entre los jugadores de aquél entonces. FFVII abrió las puertas a un nuevo concepto de videojuego, a una nueva etapa para muchos jugadores, la cual cambiaría su percepción del mundillo para siempre.

No es de extrañar, pues, que el juego sea recordado y que aún a día de hoy siga estando tan bien considerado. Puede que hayamos jugado cosas mejores con los años, puede que veamos mermada su grandeza a medida que descubrimos títulos previos dentro del género JRPGero y también puede que el tiempo haya causado estragos en él, pero aún así, su importancia sigue ahí, la importancia de un título que hizo crecer tanto a los jugadores como a la propia industria del videojuego.

Por ello, y por los buenos ratos que nos ha dado y seguirá dándonos, quiero decir:

GRANDE, FINAL FANTASY VII