Dejad lo que estéis haciendo y pensad un momento en un personaje emblemático de Nintendo, seguro que en la mayoría de los casos se os habrá aparecido una figura regordeta atusandose el bigote y calándose la gorra o una silueta esbelta desenvainando una espada y con una capucha verde ondeando al viento... Sin duda Mario y Link pueden presumir de ser los protagonistas de las dos sagas más populares y exitosas de Nintendo (la señorita Aran se queda a un paso de ello lamentablemente),un juego perteneciente a ellas siempre es motivo de júbilo y celebración, y por tanto no es extraño que nos recorran sudores y temblores por el cuerpo entero al pensar que en menos de un mes recibiremos una nueva y maravillosa aventura de nuestro Hyliano favorito y en poco menos de un año (esperemos) las no menos nuevas peripecias del inigualable Mario en su odisea galáctica.

Es obvio que tanto Twilight Princess como Mario Galaxy tienen el objetivo de convertirse en las mejores entregas de sus respectivas sagas, cosa nada fácil teniendo como precedentes a esas Obras Maestras llamadas Ocarina of Time y Super Mario 64. Como es natural todos tenemos la esperanza de ofrendar a nuestras consolas unos títulos que sean recordados por los siglos de los siglos, pero ¿Realmente tienen posibilidades de subir aún más el listón de calidad? ¿Conseguirán estos juegos dejar en pañales la sensación que tuvimos al tomar contacto con las joyas de 64? ¿Son nuestras expectativas de triunfo para estas nuevas entregas fruto de la emoción, el Hype y las ganas de jugar de nuevo a nuestras sagas favoritas?

Yo soy el primero en asegurar que llevo esperando Zelda TP desde que se anunció, y me atrevería a decir que soy una de las personas que más espera el regreso del Rey de los Videojuegos, pero me he estado planteando seriamente si estos "aspirantes" tienen posibilidades de desbancar a los "campeones"...

Pues bien, hace unos días estaba escuchando música en mi ordenador cuando me dió por poner melodías variadas de Super Mario 64, no sé si sería que hacía mucho que no las escuchaba, pero el caso es que me estremecí al escuchar temas como el del Castillo de Peach, el de las fases submarinas o el de los niveles de Bowser, y me asaltaron miles de buenos recuerdos: La cara que se me quedó al ver el juego por primera vez, lo inconcebibles que me parecían los gráficos, recordé mi primer contacto con el juego en el expositor de un centro comercial, lo que me impresionó el poder mover a Mario por un entorno tridimensional y lleno de sitios que explorar, lo sorprendente que me pareció el hecho de poder mover la cámara a tu antojo y la libertad de desarrollo del juego, la de horas que invertí en este cartucho, la de buenos ratos que me hizo pasar, la de veces que me acabé este juego sin otra pretensión que la de disfrutarlo.... Son cosas que contribuyen a acrecentar la grandeza de este juego y que lo hacen especial. De Ocarina of Time podría decir tres cuartos de lo mismo, habiéndolo jugado recientemente por séptima vez lo he vivido con tanta emoción como la primera vez, parándome a observar todos los detalles, sorprendiéndome de lo avanzado que resulta para su época, flipando con la música, con las escenas de vídeo.... Basta jugar para saber que estos juegos son especiales, te hacen sentir que estás ante algo fuera de lo común, ante unos clásicos atemporales que nunca morirán.

¿Pueden ofrecer el control de Wii algo que supere esta sensación? ¿Puede la atractiva estética y el ambicioso desarrollo de Zelda provocar en nosotros los mismos sentimientos? ¿Pueden las nuevas posibilidades de Mario redescubrirnos el género de las plataformas y hacernos ver los juegos de otra manera? A día de hoy mi respuesta es NO, y aunque se que se avecinan dos juegos ENORMES me cuesta creer que me vayan a impactar tantísimo como los clásicos de 64, no obstante nada me alegraría más que estar equivocado y sentir que estos juegos marcarán un antes y un después para mí dentro de las sagas a las que pertenecen.

Queda relativamente poco tiempo para saber si estamos ante la revolución que prometen ambos juegos, pero independientemente de si superan o no a sus predecesores lo que está claro es que vamos a disfrutar como hacía mucho que no lo hacíamos.

Todo jugón que se precie recordará con cariño y una gran sonrisa en su cara que hace ya unos cuantos años la fabulosa Rare deleitó a los usuarios de Nintendo 64 con un juego increíble, uno que exprimió la potencia de dicha consola hasta límites insospechados y que dejó una marca indeleble en todos aquellos que lo jugaron. Hablo de Perfect Dark, un shooter subjetivo protagonizado por la por aquel entonces desconocida Joanna Dark que alcanzó la nota máxima en casi todas las publicaciones y que puede presumir de ser uno de los mejores juegos de su género.

Tras el éxito de este juego todos quisimos una nueva ración de la señorita Dark, y los chicos de Rare se pusieron a la obra. Mas el destino es cruel y caprichoso y el juego sufrió un retraso tras otro, con su proyecto saltando de consola en consola y una legión de fans exigiendo lo que les habían prometido.

Todos daban el proyecto por cancelado cuando un buen día se anunció a bombo y platillo el lanzamiento de Perfect Dark Zero para la consola de nueva generación de Microsoft, la XBOX 360, que acababa de empezar su andadura y vió en este juego uno de sus juegazos de primera hornada.

Perfect Dark Zero es la precuela del gran juego de 64, y nos pone en la piel de una Joanna Dark algo más inexperta realizando trabajos como mercenaria junto a su padre(Jack Dark) y una joven pirata informática llamada Chandra. A lo largo del juego veremos como Jo pasa de realizar trabajos del montón a encabezar complejas misiones bajo las órdenes del Instituto Carrington y combatir los planes de la corporación Datadyne, que por aquél entonces ya hacía de las suyas siguiendo los designios de su director Zhang-Li. La trama del juego resulta algo rebuscada en ocasiones, pero no faltan momentos de tensión, intriga y acción a raudales.

En cuanto al apartado gráfico se nota que es de primera hornada, mostrando elementos criticables como unos modelados humanos algo mejorables y algunos efectos especiales simplones si tenemos en cuenta la consola a la que estamos jugando. Pero hay que ser justos y hablar también de sus bondades visuales, que las tiene y nos recuerdan que estamos ante un juego de nueva generación : Escenarios enormes y muy bien detallados en los que no hay rastro alguno de popping, ralentizaciones ni efectos desagradables a la vista. Los efectos de iluminación son bastante buenos, realmente da gusto ver los rayos del sol bañar la zona en la que nos encontramos. El agua es un efecto que tiene altibajos, en algunas zonas es impresionante, pero en otras refleja tantos elementos que parece aceite, pero en ningún caso afea la imagen. La física del juego es muy realista, y la primera vez que golpeas una caja o chocas con una mesa quedas impresionado por lo realista de sus movimientos. Por lo general se puede interactuar con muchos elementos del escenario, y no es de extrañar que tras un tiroteo violento algunas luces estén fundidas, hayan explotado bidones, las cajas estén rotas, etc.
Las texturas son magníficas, hasta tal punto que a veces os pararéis a admirarlas de lo realistas que son, y tiene detalles como el Bump-Mapping que contribuyen a mejorar el acabado de las mismas. La ambientación del juego está conseguida y los escenarios son muy variados: Estrechos callejones, oscuros túneles de metro, frondosas selvas, bellas zonas nevadas, misteriosas ruinas, etc... En la variedad está el gusto dicen, y aquí desde luego no falta.
Los modelados humanos pese a ser mejorables gozan de buenas animaciones, y las poses de estos al caer derrotados están realmente trabajadas y da gusto ver lo natural de algunas, si bien es verdad que a veces los cadáveres realizan movimientos raros antes de quedarse quietos. Las armas también están muy bien recreadas, y las animaciones de disparo y recarga cumplen de sobra su cometido.
En general no hay motivo para quejarse demasiado de los gráficos, están a la altura de las circunstancias.

El sonido ya destaca bastante más, con un doblaje bastante correcto (aunque falto de sentimiento) al castellano que siempre se agradece, unos efectos sonoros excelentes (en especial para las armas) y una banda sonora que sin llegar a los niveles del juego original es de gran calidad y nos mete de lleno en el ambiente.

El desarrollo es idéntico al de su secuela, en cada misión se nos asignan unos objetivos que hemos de cumplir obligatoriamente y otros adicionales que nos pueden facilitar nuestra tarea. Entre los objetivos a realizar hay tareas de espionaje, protección de aliados, pirateo de redes informáticas, sabotaje de instrumentos, etc.... todos bastante intensos. Los objetivos aumentan con el nivel de dificultad, lo que hace que a medida que nos atrevamos con retos mayores descubramos nuevas y emocionantes tareas extra que hacen que el juego nos sorprenda de nuevo.
Los enemigos hacen gala de una IA normalita, pero aunque no ataquen siguiendo estrategias organizadas ni tengan unos sentidos ultradesarrollados te darán más de un problema y verás como intentan esquivar tus tiros o como se resguardan tras las paredes. En niveles altos pueden llegar a ser muy problemáticos.
La señorita Dark cuenta con un completo arsenal entre metralletas, pistolas, rifles de francotirador, armas explosivas, armas arrojadizas y de cuerpo a cuerpo. Por supuesto siempre podemos noquear a los agentes enemigos a puñetazos (por detrás convenientemente) o desarmarlos. Todas las armas cuentan al menos con una función secundaria que nos ofrecerá posibilidades inesperadas: Visión nocturna, señuelos, armás centinela y un montón de cosas más.
Además de las armas contamos con accesorios más propios de un agente secreto como el Cerrapulpo (para abrir y cerrar cerraduras), Cargas Explosivas (para detonar grietas) o Ladrones de Datos (para piratear programas), a la hora de usarlos resolveremos pequeños y rápidos puzzles como cerrar un circuito de corriente, ser certeros inclinando el Stick o pulsar el botón en el momento justo.  
Se han añadido un par de movimientos nuevos como rodar y apoyarse en las paredes, el primero sirve para evitar que nos impacten los disparos enemigos, y gracias al segundo podremos observar la situación de manera segura y acechar a los enemigos. Ambos son un fabuloso añadido.

El juego cuenta con un buen número de misiones (algo más de 10), y el hecho de poder jugar los niveles en Cooperativo con un amigo unidos al multijugador lo hacen eterno.

Del multijugador precisamente toca hablar ahora, y hay que decir que estamos ante un modo muy completo que puede jugarse tanto Online como en red local o en Split-Screen, con soporte para un gran número de jugadores, variedad de modos y un nivel de configuración de reglas excelente. El número de fases en este modo es correcto, además se va actualizando gracias al Live y por si fuera poco puedes modificar su tamaño en función del número de jugadores. Sin duda recoge el legado de la entrega de 64 y lo potencia hasta el infinito con el modo online, al que quedaréis enganchados irremisiblemente. Los piques con los amigos serán memorables y os lo pasaréis en grande compitiendo por ser el mejor. También se puede practicar luchando contra Bots controlados por la consola, detalle que nunca está de más.

En resumen, un juego que recoge las virtudes de su antecesor y repite la fórmula exitosa que le catapultó al éxito, lástima que no se hayan pulido un par de defectos gráficos y que no resulte tan innovador, porque por lo demás es un gran juego que hará las delicias de los fans del género siempre y cuando no tiendan a las comparaciones con su precuela. Es un título más que recomendable a mi parecer.