¿Cuántas veces se os ha borrado una partida de un juego? Seguro que más de una, es una experiencia bastante desagradable y conlleva la pérdida de muchas horas de juego. Más de una vez me he parado a pensar en la perdurabilidad de esos datos tan importantes para mí, y dado que soy muy propenso a desempolvar mis viejos juegos cada X tiempo no hay nada que más me asuste que la posibilidad de ver que aquella partida en la que había invertido tanto esfuerzo ya no está.

Soy consciente de lo limitado de los sistemas de guardado, está claro que algún día los cartuchos, las memory cards o los discos duros dirán "Hasta aquí he llegado" y se autoformatearán, ¿Pero es inevitable? Ayer me encontraba jugando al Faxanadu (gran juego) en mi NES cuando decidí dejar la partida y como es habitual apunté el código que me daba el juego para reanudar la aventura desde ese punto, fue entonces cuando me puse a pensar en todo esto que os estoy contando y me dije a mí mismo "¿Por qué no se conservan los passwords hoy en día?"

Puede parecer absurdo dar pasos hacia atrás en el desarrollo de los videojuegos, pero es que en estos clásicos códigos encontré respuesta a la mayoría de mis preguntas : Un sistema de guardado por el que no hay que temer, mientras tengamos apuntado el código nuestra partida seguirá ahí. Más de uno estará pensando "Paso de introducir 3 líneas de caracteres cada vez que quiera jugar", pero más que un sustituto de los actuales sistemas de guardado yo lo consideraría un apoyo, es decir, que se siguiese guardando la partida de la forma habitual con la posibilidad de obtener en cualquier momento un código que fuese nuestro "seguro", al que recurriríamos en caso de pérdida de archivos y que nos permitiría recuperar al instante esos datos.

A mí me parece una idea bastante interesante ¿Qué pensáis vosotros?

¿Qué cara se le quedaría a un Nintendero amante de los RPG si le dicen que Squaresoft y Nintendo se han unido para crear un juego de rol clásico con Mario de protagonista? Pues la misma cara que se te quedaría al ver este Super Mario RPG, un título genial de la 16 Bits de Nintendo que supuso la base en la que se apoyarían futuros juegos como Paper Mario o Mario & Luigi y que resultó ser una aventura con todas las de la ley.

Lanzado en Estados Unidos y Japón (no así en Europa)en el año 1996, Super Mario RPG nos proponía un spin-off a las clásicas aventuras plataformeras del fontanero para embarcarnos en una épica aventura: El juego empieza con lo que parece ser un día más en la vida de Mario y nos disponemos a entrar en el castillo de Bowser para rescatar a la princesa Toadstool (Peach) por quincuajésima vez, tras derrotar a Bowser sin excesivos problemas y disponernos a rescatar a la bella cautiva ocurre algo inesperado : Una gigantesca espada cae del cielo y se incrusta en el castillo de Bowser. Aún estamos reincorporándonos del susto cuando la espada (Exor) proclama que ese castillo es propiedad de la banda de Smithy y acto seguido destroza el puente que da acceso al edificio imposibilitando cualquier acercamiento a la vez que manda por los aires a Bowser, Mario y la princesa.
Mario aterriza en su casa, donde le cuenta la situación a un Toad, quien le recomienda que se dirija a Reino Champiñón para hablar con el Canciller. Tras informar de la situación en el Castillo Champiñón Mario parte en busca de información, trabando amistad con personajes como la rana Mallow ("que no parece una rana") y Geno, un habitante de Camino Estelar bajo la apariencia de un muñeco de madera, quien explica que la situación es más grave de lo que parece : La llegada de Exor y la banda de Smithy ha provocado la ruptura del Camino Estelar, y mientras permanezca así los sueños de la gente no se cumplirán. Para evitar esta catástrofe Mario ha de encontrar las Siete Estrellas mágicas y detener a los malvados miembros de la banda de Smithy. Nuestro héroe se embarca en una de sus mayores aventuras en la que vivirá momentos increíbles y sorteará toda clase de peligros.

El desarrollo es el típico de una aventura RPG (visitar pueblos, superar mazmorras, combatir, etc) con la salvedad de que en todo momento parecerá que estemos jugando a un nivel de un juego habitual del fontanero : cofres en forma de cubo con el clásico "?", plataformas móviles, tuberías y demás guiños a la saga que los fans reconocerán al instante, amén de algún que otro cameo de lo más curioso.

Lo que no variará respecto a los juegos de rol al uso será que al entrar en contacto con un enemigo comenzará una batalla por turnos. En estos combates tenemos varias opciones: ataque básico, técnica especial, objetos o escapar. La particularidad de estos combates es que suelen ser de rápida resolución (nada de combates interminables cada dos minutos) y que casi todos los comandos requieren algo más que su selección para ser efectivos, los ataques normales nos exigen pulsar el botón en el momento correcto para hacer más daños y al recibir un golpe podemos minimizar el efecto pulsando a tiempo el botón igualmente. Los ataques especiales son un caso aparte y te obligan a introducir secuencias de botones, girar la cruceta o pulsar repetidas veces un botón para causar efectos devastadores.

A medida que batallamos obtenemos experiencia, y al alcanzar cantidades determinadas subiremos de nivel, lo que ocasiona un aumento de los parámetros, aprendizaje de nuevas técnicas y un bonus de aumento de estadísticas aleatorio que adjudicaremos a lo que más convenga. Como es natural en estos juegos podremos equiparnos con armas, armaduras y accesorios para fortalecernos y aumentar nuestra probabilidad de victoria.

Pero no son todo peleas, también encontraremos ciudades en las que relajarnos, hacer compras y realizar pequeñas side-quest o mazmorras laberínticas con pequeños puzzles. El transcurso del juego es variado y no resulta repetitivo, además está salpicado de divertidos minijuegos y muchos secretos. Durante las  30-40 horas que te llevará completar el juego no habrá lugar para el aburrimiento.

Los escenarios (en perspectiva isométrica) son muy variados, tan pronto estamos deambulando por animadas ciudades como escalando montañas, atravesando cuevas, explorando barcos hundidos, etc. Todos son muy coloridos y están muy bien realizados. Algunos saltos pueden resultar difíciles con esta perspectiva, pero no suele dar excesivos problemas.

Los personajes también están bien realizados, presentan expresiones faciales, tienen multitud de animaciones de calidad y son de buen tamaño. Los modelados son simpáticos y originales.

La banda sonora (compuesta por Yoko Shimomura) es soberbia, con temas que llegan a emocionar y otros que no dejaremos de tararear en mucho tiempo. Hay gran variedad de músicas, y cabe destacar la presencia de temas clásicos de Mario Bros. compuestos por Koji Kondo y de Final Fantasy, obra de Nobuo Uematsu. Los efectos de sonido son más bien normalitos, solamente cabe destacar algunos archiconocidos y otros que suenan muy estridentes y llegan a molestar.

Todo esto conforma Super Mario RPG, un juego de culto para los fans de Mario y una opción muy divertida para los aficionados al género o aquellos que se estén iniciando en él, ya que sin ser facilón resulta muy asequible y se deja jugar muy bien. Si tienes la posibilidad de jugarlo no lo dudes y sumérgete de lleno en una aventura mágica repleta de personajes inolvidables y momentos grandiosos, no te arrepentirás.