Si hay algo que nos gusta de nuestros juegos favoritos es alabarlos y que sean alabados por los demás, cuando alguien habla mal de un juego que te gusta no puedes reprimir un pinchazo de resentimiento y expresar tu opinión al respecto, es algo totalmente natural. Pero en Vandal son bien conocidas las disputas a la hora de valorar un juego, especialmente cuando se trata de la prensa especializada, que siempre encontrará usuarios inconformes, algo que también es comprensible. En cuanto surgen calificaciones numéricas de videojuegos las opiniones se desbordan: unos acusan las notas infladas, otros consideran excesivamente bajas las calificaciones y en término medio estarían quienes están totalmente de acuerdo con el criterio de la prensa, generalmente una minoría todo sea dicho.

Naturalmente a todos nos complace ver que nuestros juegos reciban buenas críticas y alardeamos de ello en la medida de lo posible, pero nos resulta frustrante ver como en ocasiones echan por tierra nuestras ilusiones y dejan al juego a un nivel más bajo que el que nosotros consideramos, algo que se traduce nuevamente en el ya citado pinchazo de rabia.

Personalmente considero las notas un factor un tanto irrelevante a la hora de evaluar un juego, y siempre valoraré más una buena descripción de las bondades y defectos del mismo que un breve texto acompañado de una serie de números que pretenden reflejar las opiniones de quien lo ha puntuado. Ahí está el problema, mucha gente se deja guiar por las notas a la hora de comprar un videojuego y no tiene en cuenta que no deja de ser la opinión de una tercera persona que puede tener unos gustos totalmente distintos a los suyos, con lo que está escogiendo sus juegos en base a los criterios de otro individuo.

En mi opinión las notas no son sino una cárcel que limita las opciones del usuario y le insta a alejarse de unos juegos y a acercarse a otros, lo cual implica que el criterio del usuario (quien pagará por el juego y jugará con él) no cuenta para nada. Soy consciente de que las revistas tratan de reflejar la calidad del juego de la manera más útil y breve posible para aconsejar a jugadores de todo tipo (casuales o entendidos), y eso me parece muy bien, pero lo grave del asunto es que algunos usuarios malinterpretan esa intención y creen que un juego con un 9 sobre 10 es garantía plena de que les dejará satisfechos, y si bien es verdad que un juego con esa nota la ha obtenido por méritos propios también lo es que no necesariamente te tenga que gustar, podría citar juegos de sobresaliente que no me gustan en absoluto por el mero hecho de que no me atraen: yo en su día compré Gran Turismo 3 con la esperanza de encontrar un juego de carreras que me divirtiese, ya que era (y sigue siendo) un género que nunca acabó de calar en mí; el juego venía avalado por grandes críticas hacia él y en el apartado gráfico deslumbraba, por lo que decidí darle una oportunidad, y aunque admito que el juego era bueno acabó por aburrirme y lo vendí. En el caso opuesto podría hablar de juegos que apenas llegaban al notable pero que se convirtieron en juegos imprescindibles para mí, como por ejemplo el Kirby´s Air Ride o el Star Fox Assault, que aunque admito que no son "la créme de la créme" me hicieron pasar muy buenos ratos por tener un estilo acorde a mis gustos y no me parecen tan malos como me los pintaban en las revistas.

Por ello os recomiendo encarecidamente que no os dejéis cegar por las notas, leed concienzudamente varios análisis distintos y tratad de sacar los puntos claves del juego, aquellos que critique o elogie la mayoría de gente y pensad si realmente esos fallos o virtudes son determinantes para vosotros a la hora de elegir o no el videojuego en cuestión. Podéis tener las notas en cuenta como orientación y punto de comparación entre distintos juegos, pero prestad muchísima más atención a lo que comentan del juego, que es lo que realmente se busca en un análisis.

Si os dejáis llevar totalmente por la senda que trazan las notas os aseguro que os perderéis muchos grandes juegos.

Como jugón consumado han pasado por mis manos muchísimas consolas diferentes, la mayoría de ellas excelentes y con unos juegos geniales, pero cuando me paro a pensar en cual de ellas me ha hecho pasar mejores momentos viene a mi cabeza El Cerebro de la Bestia: La Super Nintendo. Nunca en todos mis años de usuario he  vivido semejantes experiencias a las ofrecidas por la 16 Bits  de Nintendo, que combinaba calidad, potencia y el mejor catálogo que jamás haya tenido cualquier consola.

Mi fascinación comienza con el mando, muy cómodo y ligero. 4 botones de acción, dos gatillos mas el Start y el Select eran más que suficientes para conseguir un control genial en cualquier juego, sin importar el género al que perteneciese. La cruceta me sigue pareciendo un ejemplo a seguir y demuestra su fiabilidad en todo momento, y he de decir que en mi opinión ninguna otra cruceta la ha superado aún. Todas estas características contribuyen a crear un mando "redondo" que deja una huella imborrable en todos aquellos que lo prueban (y no me refiero a los callos que te salían tras jugar horas y horas al Street Fighter 2) y en mi caso aún sigo considerándolo el más práctico de la Historia de los videojuegos.

Si nos referimos al Hardware nos encontramos con una maravilla que permitió la inclusión de nuevas técnicas gráficas como el inolvidable Modo 7 (que daba una sensación de tridimensionalidad muy conseguida) o avances técnicos muy notables respecto a su predecesora, la NES. Esta consola ofrecía gráficos 2D muy detallados, con enormes Sprites,escenarios coloridos a más no poder, animaciones muy superiores a las de los juegos de 8 Bits y entornos muy detallados y salpicados de detalles... Sin duda fue un grandioso salto generacional. ¿Y qué decir del sonido? La impresión de escuchar la música de un juego de SNES por primera vez acostumbrado a los pitidos de la NES fue una sensación indescriptible, por primera vez los juegos empezaban "a sonar de verdad" (en cuanto a calidad sonora, ya que las partituras de muchos juegos de NES son legendarias)y juegos como Super Castlevania, Final Fantasy V o Super Mario World demostraron de lo que era capaz la consola, y las bandas sonoras comenzaron a tener una calidad desbordante (incluso empezaron a surgir músicas más ambientales) y favorecieron mucho la inmersión en los juegos, existiendo temas increíbles capaces de emocionar a la gente.

Todos esos detalles coronaron a SNES como se merecía, pero el plato fuerte era su amplísimo catálogo, que albergó no sólo las mejores entregas de las sagas de Nintendo (Super Metroid, Kirby´s Fun Pack, Zelda: A Link to the Past o Super Mario World siguen siendo hoy prácticamente las mejores entregas de dichas sagas) sino también los grandes juegos de la Third Parties: Squaresoft y Enix nos trajeron obras maestras como Final Fantasy VI, Chrono Trigger, Ilusion of Time, Secret of Mana, Dragon Quest V y una larga lista de RPG (la mejor selección rolera de cuantas haya habido, SNES era el paraíso de los fans del género) mientras que otras compañías como Capcom nos deleitaban con sus geniales Super Street Fighter,Super Ghosts & Goblins y un sinfín de adaptaciones de máquinas recreativas de gran tirón comercial, sin olvidarnos de los Breath of Fire; Konami también se aseguró de convertir muchos de sus grandes éxitos de recreativa como el inolvidable Sunset Riders o el mítico Super Contra, pero hubo incontables compañías trabajando en Super Nintendo aportando su granito de arena. En el catálogo de SNES no faltaba de nada: Adaptaciones de películas, títulos deportivos, de carreras, de acción y aventura, plataformas, puzzles, RPG... Había títulos para jóvenes y no tan jóvenes, para novatos y veteranos.... para todos.

El mejor de los catálogos, la tecnología más puntera del momento y el sello de la casa hicieron de esta consola una leyenda para muchos jugones que, como yo, aún desenchufan sus potentes máquinas de última generación para echar unas partiditas de recuerdo. Sin lugar a dudas Super Nintendo da fe de la Época Dorada del videojuego, una época de la que lamentablemente nos alejamos cada vez más, pero por lo menos siempre nos quedarán los recuerdos y las inolvidables experiencias.

¡Oh no! Bowser ha robado el Sensacetro y planea hacerse con el control de Isla Sensa ¡Mario, tienes que detenerle! ¿Cómo? ¿Que ha sido secuestrado junto a su hermano Luigi y un montón de inocentes Toad? Entonces ¿Quién salvará al Reino de las ambiciones de Bowser?

Pues nada más ni nada menos que el ojito derecho de Mario, la adorable Princesa Peach, que se embarcará en una aventura de plataformas en 2D a la antigua usanza para rescatar a sus amigos. Peach cuenta con la inestimable ayuda de Brillita, una sombrilla parlante que recibe de manos del Maestro Kinopio que además de darnos consejos nos servirá para planear cortas distancias, caer en picado provocando terremotos, sacudir a los enemigos o incluso servir de medio de transporte.

Además de su nueva compañera Peach cuenta con la habilidad de alterar sus emociones a placer por el influjo de Isla Sensa (que tras el robo del Sensacetro provoca en todos sus habitantes unos cambios de estado constantes) lo que nos permitirá realizar múltiples acciones: Con la Alegría Peach podrá volar envuelta por un Ciclón, con Tristeza se pondrá a soltar ríos de lágrimas con los que apagar fuegos por ejemplo y se pondrá a correr a toda velocidad, la Furia saca todo el carácter de Peach y la envuelve con aura de llamas que quema a los enemigos y le permite destrozar las superficies más sólidas con un solo salto; finalmente la Calma rellenará gradualmente el medidor de corazones de energía. Saber cuando y como utilizar estas habilidades resulta fundamental para avanzar, ya que los puzzles (sencillos e ingeniosos a la vez) son bastante frecuentes y verás zonas bloqueadas por obstáculos aparentemente infranqueables. Con un simple toque al icono del estado que deseemos en la pantalla táctil estaremos llorando, riendo o echando humo por las orejas, pero no hay que abusar de estas habilidades puesto que agotan nuestro Sensamedidor, que habrá que ir rellenando engullendo enemigos con Brillita o consiguiendo los Ítems adecuados.

Isla Sensa es un lugar compuesto por 8 zonas muy variadas y típicas del universo Mario: nos encontraremos verdes llanuras, mansiones embrujadas, volcanes, zonas heladas, etc, todas ellas subdivididas en 5 niveles más un jefe final. Todos los mundos tienen en común un derroche de colorido que pocas veces habréis visto en vuestras DS, y rezuman simpatía a la vez que hacen gala de un exquisito diseño. Los habitantes de estas zonas no necesitan presentación: Goombas, Koopa Troopas, Boos, Pinchones, Lakitus, Ravens, Cheep-cheeps y demás fauna "mariana", lo que hará las delicias de los fans del fontanero, y hay que añadir el detalle de que los enemigos también ven alterado su estado de ánimo (que además cambia su forma de moverse y atacar), de ese modo nos encontraremos Boos enfadados que se acercarán a nosotros si los miramos o Goombas lloriqueando y corriendo de un lado para otro. Un gran detalle.
Los jefes finales se llevan la palma, antes de enfrentarnos a ellos tendremos que superar un minijuego táctil, desde espantar a los Boos que nos atacan mientras descendemos planeando hasta hacer rodar un tronco para que ascienda por un árbol repleto de espinos. Una vez superado el  reto nos veremos las caras con enemigos de gran tamaño como Floro Piraña o el Rey Boo. Aquí es vital descubrir como hay que usar las habilidades en contra de nuestro enemigo y aprender su rutina de ataques. Son ciertamente destacables.

El desarrollo del juego es simple y adictivo, la estructura de los niveles es buena y hay gran variedad de situaciones. Saltaremos plataformas, resolveremos rompecabezas y acabaremos con enemigos hasta llegar al final del nivel, marcado con una ruleta giratoria que nos recompensará con monedas en función del símbolo que salga, un claro guiño a los plataformas de Mario. La recolección de monedas (clásico donde los haya) cobra especial importancia en Super Princess Peach, ya que nos servirán para comprar cosas en las Tiendas Toad del mapeado, allí nos gastaremos el dinerillo en nuevas habilidades, expansiones de energía y de sensamedidor o canciones del Sound Test, piezas de puzzle o niveles de dificultad más altos para los distintos minijuegos que obtenemos a medida que avanza la aventura (en los que usamos el micro y la táctil a tope y que resultan muy adictivos por cierto).

El apartado sonoro es brillante, con melodías alegres y pegadizas que se silban solas, la princesa tiene un buen número de voces y los efectos son muy típicos y simpáticos. El Sound Test de verdad se agradece.

Un detalle a destacar es su compatibilidad con el Rumble.

El nivel de dificultad de la aventura es bastante asequible (aunque no es insultantemente fácil) y no pone trabas. El control es delicioso, y además de fiable tiene detalles como el saltar más alto si dejas el botón calcado tras aterrizar en la cabeza de un enemigo. Es uno de esos controles en los que si algo sale mal es culpa tuya. A nivel de duración resulta aceptable, ya que contamos con más de 40 niveles, y luego está el hecho de que cada nivel esconde tres Toads y fragmentos de Puzzle o Melodías para el sound Test que hacen que nos los exploremos a tope y en más de una ocasión nos veamos obligados a repetirlos. Añádele unos minijuegos muy divertidos, un mini-reto de colocar piezas de puzzle o el hecho de tener que completar un glosario de enemigos derrotados y tienes juego para rato.  

Conclusión, un muy buen juego que combina una jugabilidad tremenda, un control soberbio, gráficos bonitos y un apartado musical envidiable. No os dejéis engañar por su aspecto infantiloide, porque esconde un gran juego. Si no os atrae el género no encontraréis en él nada interesante, pero a poco que os gusten los plataformas o los personajes del universo Mario estáis ante una más que recomendable compra.

Las consolas forman parte cotidiana de nuestras vidas desde un tiempo significativamente breve, y siempre han atraído la atención de la gente por motivos diversos. Todos recordamos la gloriosa NES, que supuso uno de los grandes BOOMS de la industria y que se reveló como algo increíble, la posibilidad de llevar a nuestros hogares toda la diversión de nuestros juegos favoritos de las recreativas además de títulos exclusivos que fueron pioneros en nuevas formas de entretenimiento electrónico más allás del clásico Pong. En su día supuso toda una revolución con mayúsculas, y no era nada raro ver una de estas consolas al lado del televisor en la mayoría de hogares, era un entretenimiento novedoso que atraía tanto a jovénes como a adultos que querían experimentar esta novedad, lo que se dice un fenómeno de masas. Con el tiempo y como es lógico el sector fue evolucionando y con él las consolas, que se fueron volviendo más potentes para proporcionar experiencias más realistas e intensas; de la misma manera los juegos fueron especializándose cada vez más e iban dirigidos a un público muy concreto que buscaba una serie de características determinadas en sus (por aquel entonces) cartuchos de juego.

Como ya se ha comentado la industria creció, y todos querían aprovechar el filón que suponía este mercado con lo que cada vez surgían más compañías desarrolladoras de juegos y consolas, lo que contribuyó a crear mayor variedad de productos y brindando al usuario una mayor amplitud de elección en base a sus preferencias.

Otro gran paso para los videojuegos fue el salto a las consolas portátiles, que con Game Boy supuso otro éxito rotundo que cautivó a millones de jugadores en todo el mundo, y hoy en día están resultando casi tan potentes como las consolas de sobremesa pero con la portabilidad como mayor ventaja. Una vez más la innovación manda.

En la época de Megadrive y Super Nintendo los videojuegos habían pasado de ser un mero entretenimiento a una auténtica pasión para mucha gente, una pasión que se manifestaba en la existencia de usuarios que defendían a una cierta compañía en detrimento de otras por ejemplo. Avanzando unos años en el tiempo  se presentó Playstation, que supuso otro BOOM en la Historia del ocio electrónico precisamente por desmarcarse del concepto que teníamos asociado a la palabra "Videojuego". Entre sus jugosas innovaciones se encontraba la implementación de CD´s en lugar de los cada vez más obsoletos cartuchos o sorprendentes accesorios como la Memory Card que permitía guardar todas tus partidas de forma independiente... fueron solamente una pequeña muestra de que la consola gris de Sony estaba predestinada al triunfo. Playstation atrajo hacia sí a aquellos antiguos usuarios que consideraban que las consolas se habían estancado y ya no eran tan frescas, así como a un público reacio a los videojuegos por considerarlos (erróneamente) infantiles, y que vieron que esta consola les ofertaba títulos más acordes a su edad. Otra de las aportaciones de Sony fue esa precisamente, ofrecer juegos más maduros a unos usuarios que ya habían crecido desde la época de los 8-16 Bits y ya no tenían los mismos gustos. Eso supuso un duro golpe para Nintendo, que se había asentado en los cartuchos y en un catálogo "clásico", y es que las tendencias por mucho que nos pese marcan el camino la mayoría de las veces. La generación de las 128 bits fue (y es) un claro ejemplo de cómo las compañías se limitaron a un simple aumento de potencia y (salvo gloriosas excepciones) sus grandes juegos eran en su mayoría secuelas inspiradas en los títulos más exitosos de la anterior generación, aunque eso no implicó que faltase calidad en dicha generación.

Y en el presente actual, mientras contamos las horas que faltan para que lleguen las nuevas consolas todo parece apuntar que se producirá un nuevo BOOM, y es que con Wii Nintendo ha conseguido captar la atención y el interés del gran público, y promete revolucionar el mercado como ya hiciesen otras consolas apoyándose en un innovador sistema de control que promete experiencias únicas delante del televisor siguiendo la filosofía de Nintendo DS: Innovación y diversión. Nintendo trata de demostrarnos que no todo son gráficos, quiere devolvernos el espíritu que se perdió en la época de los 8 bits, en las que un sencillo control y una gran jugabilidad hacen a los juegos y a la consola, en vez de limitarse a potenciar los gráficos únicamente.

Nintendo se desmarcará de sus competidoras y tomará un camino diferente, una apuesta fresca pero arriesgada, aunque viendo los resultados obtenidos con DS la esperanza arde en el corazón de todos los nintenderos.