Uno de los géneros que más fuerte ha pegado desde siempre es el RPG, cualquiera de sus variantes goza de buena aceptación entre el público gracias a su carácter aventurero y la magia que suelen desprender. Super Nintendo fue la cuna de este género, así como la plataforma en la que alcanzaron su máximo exponente y en ella podemos encontrar joyitas como la que nos ocupa: Illusion of Time, también conocido como Illusion of Gaia, desarrollado por la gran Enix.

Este genial Action RPG nos mete en la piel de Will, un joven con misteriosos poderes psíquicos que emprenderá una gran aventura para buscar a su padre, el explorador Olman, quien desapareció misteriosamente en su expedición a la Torre de Babel. Al poco tiempo de empezar nuestra aventura se nos revelará que un mal terrible amenaza a la raza humana y la única forma de hacerle frente es encontrando las 6 Estatuas Místicas ¡Y nosotros somos los elegidos para llevar a cabo tal misión!
Acompañado por amigos como la misteriosa Lilly (que puede transformarse en Diente de León), la Princesa Kara y su cerdito Hamlet,compañeros de clase como Lance, Erik o Seth y el inventor Neil Will recorrerá las diversas Ruinas del mundo con el fin de encontrar las seis estatuas para salvar al mundo y descubrir donde está su padre.

Como en todo Action RPG controlaremos todas las acciones en tiempo real, moviéndonos con total libertad, golpeando a los enemigos con nuestra flauta o usándola para atraer objetos inertes con el botón L o R. Los controles son muy simples y la respuesta de Will es muy buena, con lo que a los 5 minutos ya tendréis todo controlado.
Contamos con un menú en el que consultar nuestras estadísticas (Vida, Ataque y Defensa), ordenar y usar los objetos (con un límite de 16 objetos almacenables) o simplemente consultar cuantas Estatuas Místicas tenemos.

El desarrollo es el típico de cualquier RPG, visitar pueblos en los que hablar con la gente para conseguir información y enormes mazmorras que deberemos superar para llevar la aventura a buen puerto. En esta últimas nos enfrentaremos a montones de adversarios que tratarán de ponernos las cosas difíciles, y solamente contamos con nuestros ataques para hacerles frente. Cómo no también encontraremos algunos puzzles, la mayoría consistentes en accionar botones o destruir a todos los enemigos de la zona, aunque también hay alguno bastante rastrero (ver Acantilado de Larai) que nos tendrá dando vueltas un buen rato sin saber que hacer; no obstante estos no abundan y la dificultad de los puzzles no es demasiado elevada por lo general.

El tema de el aumento de estadísticas se basa en que cuando derrotamos a todos los enemigos de una sala o a algunos en concreto nos sueltan objetos que aumentan una de nuestras estadísticas, es un sistema simple pero que asegura que el juego no resulte ni muy difícil ni muy fácil, lo que se traduce en una dificultad muy bien equilibrada, cosa que se agradece. Los enemigos también sueltan Joyas Oscuras de valores variables, cada vez que el número de Joyas Oscuras llega a 100 obtendremos una vida extra, con lo que si morimos reapareceremos en la zona en vez de perder todos nuestros avances desde la última partida guardada, cosa que también se agradece.

Los puntos de guardado (Espacios Oscuros)son abundantes en las mazmorras, y además de permitirnos recuperar energía y obtener consejos de Gaia (fuente de toda vida) podemos transformarnos en guerreros más poderosos imbuyendo su espíritu en nuestro cuerpo. Hay dos formas alternativas, el Caballero Oscuro Freedan y Shadow, no diré nada de ellos salvo que cuentan con habilidades exclusivas que nos permitirán avanzar en las mazmorras y que son considerablemente más poderosos que el joven Will. En estos Espacios Oscuros aprendemos nuevas técnicas con todos los personajes que serán imprescindibles para superar todos los obstáculos, así que es imprescindible visitar todos los que nos encontremos para no dejar nada atrás.

En casi todas las mazmorras nos agurada un temible jefe final que nos pondrá las cosas muy difíciles

Otros objetos que podemos encontrar son Hierbas Curativas (que recomiendo guardar para la parte final del juego, ya que no se venden y hay un número limitado en todo el juego) y Joyas Rojas, que se encuentran ocultas en diversos puntos del juego y que dan pie a la principal Sidequest de la aventura, hay un total de 50 y a medida que las vamos entregando a Gem el Joyero vamos recibiendo recompensas variadas como nuevos poderes, aumento de estadísticas y una sorpresa muy especial al conseguirlas todas.

En definitiva, el desarrollo es simple pero muy adictivo, y el argumento pese a ser un poco caótico en ocasiones te mantiene en vilo y te anima a seguir. La atmósfera del juego tiene su encanto y atrapa con facilidad.

El apartado gráfico está bastante cuidado: personajes muy grandes, escenarios bien detallados y de grandes dimesiones y una velocidad de juego destacable, sin ralentización alguna y tiene detalles como el uso del Modo 7 en la pantalla del mapa en el que seleccionamos zona. Los escenarios son muy variados, desde bellas ciudades costeras como South Cape hasta templos antiguos como Ankor Wat pasando por Palacios Oceánicos y Jardines Flotantes. Sin ser uno de los juegos con mayores alardes gráficos de la SNES la verdad es que entra por los ojos y no decepciona.

En el apartado sonoro hay ciertos altibajos, ya que combina una buena composición musical con una repetición de melodías bastante frecuente, pero por suerte no llegan a cansar y algunas son francamente buenas y dignas de ser escuchadas. Los efectos sonoros no pasan de correctos pero cumplen su labor a la perfección.

Otro detalle que hay que destacar es que fue uno de los primeros juegos que llegó traducido a nuestro país, algo que en la época se consideraba un excelente motivo para plantear su compra.

En lo que a duración se refiere no es ni excesivamente corto ni increíblemente extenso, tiene una duración suficientemente larga que hace que cuando lo terminas te quedes satisfecho por haber vivido una gran aventura y lo suficientemente corta como para que te apetezca rejugarlo, y he de decir por experiencia propia que se presta a ello más de una vez.

En resumen, un juego que consigue enganchar y divertir en gran medida y que a la vez nos hace vivir una gran aventura. Sería una pena no probarlo y desde aquí os lo recomiendo a todos con la esperanza de que lo disfrutéis tanto como yo.

Es de todos sabido que Nintendo hace muy buenos juegos de plataformas, la mínima mención del género nos evoca una gorra roja con una gran "M" estampada y cualquier consola de esta compañía tiene asegurados unos cuantos juegos de esta índole, todos ellos de gran calidad y con personajes muy populares. Gamecube no es una excepción y el máximo exponente plataformero lo encontramos en el genial Super Mario Sunshine (que no precisa presentación alguna), pero tanta calidad puede hacernos pasar por alto otras producciones que también nos ofrecen grandes momentos...

Me estoy refiriendo a Wario World, el debut en tres dimensiones de uno de los personajes más gamberros, conocidos y carismáticos personajes del variado elenco de la Gran N y a su vez un juego que ha sido bastante ignorado y condenado a vivir a la sombra del ya citado plataformas de Mario para la 128 bits de Nintendo, cosa que (aunque lógica) ha provocado que este juego haya sido criticado e infravalorado, cuando lo cierto es que este juego desprende calidad por los cuatro costados.

Wario parece haberlo logrado, ha conseguido su propio castillo, hecho íntegramente de oro macizo y piedras preciosas y repleto de riquezas... vamos, el nirvana para este codicioso personajillo, mas esta felicidad habrá de verse truncada, ya que en lo más profundo de su castillo reposa una joya oscura que ha cobrado vida ¡y para colmo ha transformado todas las joyas de Wario en mosntruos! Ni que decir tiene que Wario está enfadadísimo y sale a la aventura para recuperar sus tesoros y su castillo al mismo tiempo que patea unos cuantos traseros.

Así empieza esta divertida aventura plataformera, nada más empezar aparecemos en la zona principal desde la cual accedemos a los 4 mundos de que consta el juego y a un enorme cofre que no se abrirá hasta que superemos todos los niveles. El desarrollo es lineal y hay que pasar todas las pantallas en orden (pudiendo por supuesto repetirlas cuando queramos) pero no es algo que afecte negativamente al juego la verdad.

Cada mundo se compone de dos pantallas muy diferentes entre sí y un combate contra el jefazo de la zona, de esta manera nos encontramos con que cada nivel es muy distinto al anterior con lo que la variedad está asegurada. A algunos se les puede hacer corto al haber 8 pantallas (aunque no son cortas)más 4 jefazos (si bien es verdad que al final de cada fase también hay jefes), lo que implica que te puedas pasar el juego en un suspiro, pero no os dejéis engañar porque Wario tiene mucho que ofrecer.

El juego está realizado íntegramente en 3D, pero el camino nos obliga a avanzar como si de un plataformas 2D se tratase, aunque con bastante profundida para movernos.

El desarrollo de los niveles es el clásico de toda la vida: llegar a la meta, sin embargo no basta con llegar, hay que recoger un determinado número de Cristales Rojos para abrir la escotilla de fin de nivel, estos se consiguen en unas salas repartidas por toda la pantalla, y en ellas tendremos que superar pruebas de habilidad plataformera (impagables) y unos cuantos puzzles muy variados. Por el camino nos toparemos (como no) con un sinfín de enemigos dispuestos a hacernos la vida imposible, y seguro que estarás pensando "les salto en la cabeza y..." pero no, si por algo se caracteriza Wario es por su fuerza hercúlea, que le permite sacudir puñetazos letales, embestir con su famosa carga de hombro, agarrar a sus enemigos, voltearlos como si de un huracán se tratase, lanzarlos a enormes distancias o practicarles unos agarres más propios de Zangief de Street Fighter II. Desde luego es un placer sacudir a la gran variedad de bichejos que pululan por el juego, y lo único criticable es que hay un patrón de enemigos que se repite constantemente en todos los mundos y que pese a ser totalmente distintos en aspecto su forma de actuar es la misma, sin embargo cada mundo cuenta con sus enemigos exclusivos también.

Otras cosas que pueden llamar nuestra atención por el camino son unos duendecillos encerrados en cajas que nos darán consejos (y si rescatamos a todos los del juego nos espera una sorpresa), piezas de estatuas de Wario (cada vez que encontramos las 8 piezas de una se nos aumenta el medidor de energía), y cofres de colores que contienen los tesoros más preciados de Wario y que no aparecerán hasta que pulsemos el botón del correpondiente color,convenientemente escondido y alejado del cofre. Estos objetos son fundamentales para conseguir el 100% del juego, y seguro que más de una vez repetís nivel por haberos dejado alguno por el camino, aunque al final de cada fase hay unos globos que nos devuelven al principio de la misma.  

En cada nivel nos veremos saltando de plataforma en plataforma, trepando por cadenas y enredaderas, deslizándonos por toboganes helados, abriéndonos paso a golpes y todas esas acciones que se pueden encontrar en esta clase de títulos, sin duda el desarrollo es variado y muy entretenido.

Al final de cada nivel nos enfrentamos a un jefe, cada uno muy diferente del anterior y con unas pautas de ataque que deberemos memorizar para vencer. El diseño de estos jefes es sin duda de lo mejor del juego, y soltaremos más de una carcajada al ver el aspecto tan "freak" de rivales como el mago Tiritón, Auroro Borealo o Querubino entre otros. Unos combates divertidos y originales que son de lo mejor del juego. Y si estos jefes son grandiosos los jefazos  de cada mundo son el Súmmum ¿Alguna vez te has enfrentado a una camaleon en bikini llamada Dina Divina o a un Machotauro que parece más interesado en presumir de su musculatura con poses extravagantes que otra cosa? Estos combates son los más espectaculares, llenos de efectos gráficos muy logrados y muy intensos, seguro que acabas volviendo a pelear contra ellos a modo de diversión, porque son lo más.

A nivel gráfico el juego resulta muy agradable, con escenarios vistosos, bien diseñados y con un buen colorido marca de la casa (aunque no llegue a ser el festival de colores que es  Super Mario Sunshine), y aunque en general los gráficos son simplemente buenos en ocasiones alcanza niveles impresionantes, en especial a la hora de luchar contra los jefes o los impresionantes efectos de luces y de sombras. El modelado de Wario es excelente, detallado y con unas animaciones faciales muy trabajadas.Los enemigos son un derroche de originalidad en cuanto a diseño.

El apartado sonoro es bastante bueno, con efectos muy variados y multitud de voces y expresiones para Wario ("Have a Rotten Day!"), y en cuanto a la banda sonora sin ser lo más sobresaliente tiene temas muy animados y nunca pasa desapercibida, no tiene desperdicio.

La escasa duración del juego (unas 6 horas) se ve compensada con una gran rejugabilidad, y da la sensación de volver a los viejos tiempos del plataformeo en los que te acababas el juego una y otra vez sin importar que fuese corto.

En resumen, Wario World se aleja del estilo de platafomeo actual para ofrecer una experiencia más retro, pero eso no le impide ser un gran juego con una dura competencia. Si te gustan los plataformas échale un ojo, y si te gusta Wario no te lo pienses dos veces porque esto es 100% Wario.