Publicado: 12:05 10/08/2009 · Etiquetas: · Categorías: Análisis
Las licencias son una de las armas más poderosas que puede esgrimir una compañía de videojuegos con consola propia, y tenerlas o no puede cambiar el flujo de su éxito con una facilidad pasmosa. Entonces, ¿qué puede hacer una compañía ante la imposibilidad de conseguir una licencia en concreto? está bien claro, crear una nueva que se le asemeje pero que al mismo tiempo contenga elementos que la diferencien todo lo posible de la original. Sega (en su época de compañía first) era una maestra en estas lides, y uno de los juegos que mejor lo ejemplifican es el que nos ocupa: The Story of Thor, también conocido como Beyond Oasis en territorio americano.
Desarrollado por Ancient y producido por el archiconocido Yuzo Koshiro (que también se encargó de las labores de composición musical), The Story of Thor viene a ser la respuesta a The Legend of Zelda por parte de Sega, ya que entre ambos existen muchas y notorias similitudes, empezando por su mecánica aventurera, en la que abundan las mazmorras repletas de puzles y los combates están a la orden del día. Al comenzar el juego unas maravillosas secuencias nos meten de lleno en la trama, que se desarrolla en el mágico reino de Oasis, otrora escenario del enfrentamiento entre los dos hechiceros más grandes de la Historia, Reharl y Agito. Cada uno de ellos portaba un brazalete mágico del que emanaban todos sus poderes: Reharl usaba su Brazalete Dorado para controlar a los espíritus, mientras que Agito sembraba el caos y la destrucción con su Brazalete Plateado. El choque de poderes resultó tan devastador que acabó con la vida de ambos contendientes, y sus brazaletes mágicos desaparecieron de la faz de la tierra. Pasaron los siglos y la historia de Reharl y Agito ya no era más que una leyenda, pero el destino quiso que el príncipe Ali encontrase el Brazalete Dorado en una de sus expediciones arqueológicas. Al ponérselo, el espíritu de esta reliquia le informa que el Brazalete Plateado también ha sido hallado, y que en manos de su nuevo portador no traerá más que ruina y devastación, y la única forma de evitar esto es encontrar a los cuatro espíritus que gobierna el brazalete aúreo. Ali emprenderá un peligroso viaje con el fin de preservar la paz en Oasis. El hilo conductor de la historia es bastante simple, y aunque tiene algún que otro momento interesante no se le da más importancia de la debida y se centra en todo momento en la experiencia jugable. La versión PAL cuenta con textos en castellano. El juego nos pone en la piel del joven príncipe, que en un principio cuenta únicamente con su daga para defenderse. En esta aventura las armas juegan un papel relativamente secundario, ya que salvo en contadas ocasiones su única función es simplificar los frecuentes combates. Durante nuestras andadura nos encontraremos multitud de espadas, ballestas y bombas, la mayoría de ellas de uso limitado, si bien los jugadores dedicados pueden llevarse alguna que otra sorpresa. Uno de los aspectos que más diferencia a The Story of Thor de cualquier entrega de Zelda es la importancia que el primero otorga a los combates, que resultan más profundos gracias a su gran número de movimientos, entre los que se incluyen ataques aéreos, en carrera y hasta técnicas especiales más propias de un beat'em up. El número de enemigos en pantalla también es considerablemente superior a lo que se suele ver en la aventuras de Link, y no serán pocos los momentos en los que nos veremos rodeados por una decena de enemigos. Contamos con dos barras de energía, una roja que hace las veces de vida y otra azul que se consume al usar los poderes del brazalete. Ambas se potencian cada vez que consigamos un ítem con forma de corazón, que aparecerá cada vez que matemos a cierto número de enemigos, lo que conforma una especie de sistema de niveles que simplemente afectará a nuestro aguante físico y espiritual. Para restaurar nuestra salud y nuestro poder mágico nos veremos obligados a echar mano de los objetos de curación que iremos encontrando en cofres o entre el botín dejado por los enemigos. En todo momento podremos acceder a un menú muy básico en el que poder utilizar los objetos que llevamos encima, consultar nuestro estado, seleccionar el arma en uso, consultar el mapa para saber cuál es nuestro próximo destino y (si estamos en campo abierto) guardar la partida. A medida que vayamos avanzando en el juego iremos consiguiendo espíritus que nos ayudarán en combate e incluso nos abrirán caminos de otro modo infranqueables. Una vez los tengamos en nuestro poder podremos invocarlos lanzando un haz de luz (habilidad básica del brazalete) contra algo que tenga que ver con el elemento que dominan. Así pues, si estamos cerca de una fuente de agua podremos invocar a Pixie, que nos ayudará con su magia curativa y sus burbujas paralizantes. Todas las habilidades (potenciables) de los espíritus, así como su mera presencia harán descender nuestra barra de poder mágico, que se recarga automáticamente mientras no hayamos invocado a ninguno de nuestros aliados. Su uso en el juego es constante, ya que son sus habilidades las que nos permiten superar la mayoría de peligros, y (volviendo a las comparativas) casi se podría decir que son a The Story of Thor lo que los objetos especiales a The Legend of Zelda. Es por esto que es de vital importancia saber qué espíritu llevar en cada momento (solamente podremos llevar uno al mismo tiempo) y controlar la energía de que disponemos. Podemos hacer desaparecer a los espíritus cuando queramos para evitar un consumo innecesario de magia, pero ello nos obligará a volver a buscar un sitio desde el que poder llamarlos. Ciertamente esto es algo que añade complejidad al desarrollo y nos obligará a tener muy presente la estructura de cada zona. Las mazmorras son otro de los detalles que nos recordarán a la ya mencionada saga de Nintendo, puesto que siguen la típica estructura de puertas que se abren con llaves, interruptores, trampas, zonas de plataformeo y habilidad, cofres ocultos, salas secretas, jefes... en ellas se encuentra la verdadera miga de The Story of Thor, y aunque hasta la parte final del juego no son demasiado largas hay un buen número de ellas. En contraposición con las mazmorras el mapeado normal es un simple lugar de paso, y aunque el jugador goza de bastante libertad para recorrerlo en todo momento y puede ver recompensada su curiosidad tampoco resulta demasiado interesante, con lo que muchas veces preferiremos ir a donde nos mandan directamente. A nivel gráfico el juego resulta impresionante incluso a día de hoy, gracias a unos sprites enormes y genialmente animados, así como unos escenarios coloridos y preciosistas en los que no falta detalle alguno y todo se mueve con gran suavidad. Los momentos más impactantes llegan con los espectaculares jefes, que suelen ser de tamaños descomunales y de diseño considerablemente bueno. La parte sonora tampoco se queda atrás, destacando por sus voces sampleadas, y la gran calidad de audio, que sorprende por la limpieza con que suena todo. La banda sonora es peculiar, y es que pese a gozar de una calidad indiscutible tiende a quedar ligeramente eclipsada hasta el punto de que en ocasiones casi parece estar destinada a ser un mero recurso ambiental. Con todo tiene un par de temas de esos que se te quedan grabados y tarareas inconscientemente. En temas de control cumple sin más, si bien hay momentos que exigen una precisión que el juego no regala así como así, con lo que a veces se pondrá a prueba nuestra paciencia más que nuestra pericia. Por lo demás el juego reconoce bien todas nuestras órdenes. La aventura no es demasiado larga, y unas cinco o seis horas bastan para darle fin, pero la gran cantidad de secretos, lo divertido y retante de su desarrollo y lo bonito que resulta animan a jugar más de una partida. Sin duda una gran elección para los amantes del género y todo un clásico de la 16 bits de Sega. 8 comentarios :: Enlace permanente
Comentarios: (del primero al último) 12:12 10/08/2009
Buen análisis. Aunque un verdadero hombre no recoge los corazones que sueltan los enemigos, llegando al final del juego con rank 1. 12:27 10/08/2009
Curiosamente estab leyendo esto. http://blogs.vandal.net/63759/vm/104227232007 12:33 10/08/2009
The Last Blade: Mientras buscaba imágenes para poner había unas cuantas que me enlazaban a la entrada de Mikau, sí :P 13:19 10/08/2009
Ya me animé a jugarlo con el análisis de Mikau, y la verdad es que me gustó mucho, pero la 2ª parte me gustó aún más. Para mi, mejora en todo; más largo, mazmorras mejor planteadas, armas permanentes, más dificil, menos lineal, etc... 13:34 10/08/2009
No se si lo sabes, pero Ancient es la compañía de la madre de Yuzo Koshiro y allí trabaja con su hermana, que es diseñadora de personajes. Nunca he llegado a pasarme Story of thor porque nunca le he dedicado más de media hora, y mira que tengo tambien la segunda parte para Sega Saturn, pero nunca me he puesto a ello. 13:39 10/08/2009
Boddhai: No tenía ni idea, gracias por el dato :O Pues ya tardas en jugarlo, que en una tarde larga o en dos te lo ventilas :P chon27: El 2 lo probé en casa de gabla y parecía bastante majo, ya lo jugaré :) 16:18 10/08/2009
Fue una de las primeras compras de la consola virtual. Siempre tuve curiosidad de catarlo en su época. Pero al igual que Boddhai, nunca le he dedicado mucho tiempo. A ver si un día me pongo con él, con el análisis me han entrado ganas, desde luego. 16:26 10/08/2009
Juegazo, mucho mejor que su segunda parte, que aun siendo mucho mas larga era una simple sucesion de mazmorras. En cambio el primero daba mucho mas la sensacion de un mundo consistente y ademas la historia esta mucho mejor llevada. Juegazo! Participa con tu Comentario:
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