El pasado jueves, 17 de abril, llegaron a Granada algunos componentes del programa RAW de la WWE para realizar el tour 'post' WrestleMania XXIV. El show comenzó con puntualidad británica minutos después de las 20:30h. Antes de ello el buscar el asiento asignado, para algunos, se convirtió una auténtica odisea. Las únicas personas que estaban esparcidas por la plaza de toros pertenecientes a la organización eran componentes de los cuerpos de seguridad y sanidad, y desgraciadamente no tenían ni idea de las distintas zonas en las que estaba dividida la plaza. Menos mal que llegar antes de tiempo tiene su recompensa, y después de dar algunas vueltas arriba y abajo, desde los palcos a las gradas, encontramos el asiento correcto.



Una voz en off dio paso a la maestra de ceremonias. Lilian García apareció sobre el ring recibiendo los primeros aplausos de la velada. Anunció que se verían esa noche las disputas por 3 de los cinturones. El campeonato de mujeres, el intercontinental y el campeon del mundo de la WWE estaban en juego. Aunque el momento en el que se ganó a todo el público fue cuando cantó el '¡Que viva España!'.



Los primeros en saltar al ring fueron Brian Kendrick y Snitsky. Realmente el combate no fue demasiado espectacular, a pesar de ello pudimos ver algunos de los trucos circenses de Kendrick y los sonoros golpetazos de la gingivítica superestrella. Este primer encuentro se saldó con la victoria del vitamínico por conteo de tres. La noche ya iba acechando.

Después del combate por parejas en el que participó (y ganó) la 'playmate' María, hizo su entrada el manager de RAW. William Regal se enfrentó a Paul London, con victoria final en favor del británico (y abucheos por parte del público).



Posteriormente hizo entrada en el cuadrilátero el samoano Umaga, siendo una de las grandes sorpresas de la noche tanto por la espectacularidad de su combate cuerpo a cuerpo (pobre DH Smith) como por la manera en la que jugó con el público. El bulldozer, tras comprobar que todo el mundo lo ovacionó en su entrada, entró y salió del encordado en repetidas ocasiones para volver a escuchar los jadeos del público entregado. Su victoria también fue acompañada de sonoros aplausos por parte de los asistentes al evento. Tal fue la impresión de Umaga que hizo que el árbitro le levantara el brazo en señal de victoria en repetidas ocasiones. Parecía que no le fue suficiente, y después fue hacia Lilian para que le levantara el brazo de nuevo. Sin duda, la que es una de las grandes bazas de la WWE no decepcionó a nadie.



Seguidamente se disputó el combate que con toda seguridad permanecerá en las retinas de los asistentes durante más tiempo. Y curiosamente no por que fuera un combate memorable, sino por el previo del mismo. En él iban a luchar 3 parejas, las formadas por Carlito y Santino Marella, Lance Cade y Trevor Murdoch y los campeones por parejas Cody Rhodes y Hardcore Holly. Los primeros en salir fueron el italiano y el puertoriqueño. Marella cogió el micrófono y comenzó a dirigirse a los espectadores con su marcado acento italo-americano. Después de algunos silbidos fue Carlito el que le arrebató el micro y comenzó a hablar, por fin, en español. Los vítores a Carlito cesaron después de que insultara picarescamente a los allí congregados. Todo eso dejó algo perplejo a los asistentes, aunque duró poco. Una vez estaban las 3 parejas en el ring, la plaza de toros formó una única voz y sin pelos en la lengua comenzamos todos a gritar "Carlito cabr*n saluda a la afición" e "hijo de put*", tal fue el mosqueo del escupe-manzanas que amenazó en algunas ocasiones con volver de nuevo a los vestuarios. Si es que meterse con nosotros es esperar ver la 'malafollá granaína' en todo su esplendor. Victoria final para los campeones Rhodes y Holly en un combate con más teatro (si cabe) que lucha en sí.



Por fin se disputaba el primer campeonato de la noche, el del título de campeonato de mujeres de la WWE. La primera en salir fue Beth Phoenix, esta vez sin su cinturón, algo que nos dejó perplejos a la mayoría. Y es que el pasado lunes 14, en el programa RAW celebrado en Londres, Mickie James le arrebató el título a la 'Glamazona'. La lucha se realizó bastante más pausada que de costumbre y milimetrando hasta el último movimiento para que saliera perfecto. James retuvo el título en esta ocasión y todo queda abierto para Backlash.

El aspirante por el título intercontinental fue esta vez John 'Bradshaw' Layfield, otro que también probó la 'malafollá' en estado puro. Si es que si se nos toca la fibra... ¡saltamos a la mínima!. La desventaja de ser un seguidor de la WWE es que sabía de antemano que en ningún evento de este tipo iba a cambiar de manos ni uno de los cinturones. Y ahora la ocasión no iba a ser diferente. Victoria final para el campeón intercontinental Chris Jericho, que tras ello escaló una de las columnas que daban estructura al techado e iluminación del ring con una bandera de España en los brazos.



Lo mejor de la noche estaba a punto de comenzar. Luces apagadas, focos verdes y de fondo 'The game'. Alboroto en el público, gritos descontrolados y HHH saliendo al pasillo con su botella de agua en la mano (en esta ocasión podría haber sido Lanjarón...). Apuesto lo que sea a que los de la primera fila recibieron parte del escupitajo... Después Randy Orton hizo su entrada. Ahora las que más gritaban eran quinceañeras histéricas, sedientas de su héroe de portada de la SuperPOP. Tras mostrar el cinturón de la WWE al público, el árbitro dio paso al sonido de la campana, "señal inequívoca de que comienzan las hostilidades" (como diría aquel).



El combate fue bastante dinámico, con varios intentos fallidos de finishers. El RKO le hizo malas pasadas a Orton, obligándole a repetirlo en algunas ocasiones, de la misma manera que el Pedigree de HHH. Cuando el combate iba a ser sentenciado en favor de Triple H, Regal apareció como alma que lleva el diablo y propinó una severa patada directa a la "testa" de HHH, finalizando el combate y dándole la victoria por eliminación a este último, manteniendo Orton el título. La noche llegó a su fin, y mientras Motorhead seguía sonando, HHH hizo varios recorridos al ring saludando al personal.



Ocho combates, tres títulos en el aire, mucha afición y espectáculo por un tubo. Se echaron de menos los juegos pirotécnicos y algunos watios más de potencia de sonido, pero nada de eso empañará la gran velada que el Sr. McMahon nos preparó a los granadinos esa noche. Grande Lilian, grande Umaga y grandes HHH y Orton.

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