Crónicas de un gallego emigrante: Día -1

Las últimas horas en casa se consumen. Estos últimos días se me ha hecho raro ir despidiéndome de todo aquel con el que hablaba. Contarles que me voy a vivir al Pais Vasco por un nuevo trabajo, que vendré un par de veces o tres al año y que hoy día si uno tiene trabajo puede considerarse muy afortunado, sea donde sea.

Pero para que engañarnos, la morriña ya aparece incluso antes de irse. Pasar por tus calles cercanas, sitios asiduos y saber que no volverás a pasar por ahí en una buena temporada, y que incluso entonces, no será igual, serás un turista venido de tierras lejanas. Ver la que ha sido mi habitación durante más de 10 años, casi vacía, con plásticos en las estanterías para evitar el polvo, se hace muy extraño.

En mi casa se han tomado la noticia con mucha alegría, aunque el hecho de "perder" al niño, se les nota mucho estos días, especialmente a mi madre.

Hoy toca compartir la última cena, hablar y disfrutar de la familia. Mañana toca viaje de casi 800km en solitario, camino a mi nueva vivienda, aunque mi casa sea la que deje atrás.

Toca emprender el camino...