Hoy, en "Juegos que seducen pero que no hay que jugar jamás": Grandia III

Siempre hay una o varias sagas a las que tenemos un cariño especial. Los Grandia siempre han tenido un huequecito en mi corazón y no por pocos motivos. Los dos primeros tenían algo que los hacía únicos; no sé si era el desparpajo de los personajes, su banda sonora descaradamente buena, el genial sistema de batalla o la atención al detalle en cada pueblo/ciudad, pero con pocos juegos recuerdo haber disfrutado tanto como con Grandia y Grandia II.

Un tiempo después de que Grandia III se lanzara en Norteamérica y las posibilidades de verlo por Europa se desvanecían día a día, me hice con una copia mediante la tienda digital mágica e imaginaria de Verbatim. Había leído reseñas horribles del juego, pero me daba igual, tenía mucho hype y quería comprobar por mí mismo cómo habían violado esta saga. En aquella época (2008) estaba yo muy exigente con los JRPG; venía de jugar a los Digital Devil Saga y Persona 3 y, bueno, pues decir que Grandia III me horrorizó. Las primeras siete horas prometían cosa mala: había un par de personajes interesantes, los paisajes eran preciosos, el argumento todavía no daba vergüenza ajena y el sistema de batalla era de lo mejorcito. Luego, los dos únicos personajes que me caían bien se iban del grupo, las mazmorras y las batallas empezaron a hacerse demasiado largas y la historia daba ganas de echar la pota. No pude con él, lo dejé y seguí con mi vida como si nada hubiera pasado.

Ahora, en 2015, después de haber sufrido una generación con una sequía de buenos JRPGs en sobremesa alarmante y con mis exigencias con este género bajo mínimos (me he comprado dos Tales of de salida, no digo más ná), decidí quitarme la espinita de Grandia III. Pensé que la madurez que me han dado estos años me haría soportar el juego. Pero no, craso error. Bueno, soportar lo he soportado porque me lo he pasado, pero por orgullo y porque me tengo poco respeto. Ah, y porque lo jugué con emulador y usé trucos a partir de la mitad para ir más rapidito.

Así, en resumen, el juego es horrible y no hay por dónde cogerlo. Es imposible defender este cagarro. Es muy bonito en imágenes y puede llegar a llamar la atención muchísimo, pero no caigáis en la trampa. Es terrible, terrible, terrible. Una abominación. Una mierda envuelta en oro, como diría la Reynolds.

Cosas buenas:

- Los gráficos. Es muy, muy bonito de ver. Su baza principal para atraer a las víctimas.

- La banda sonora. Tiene temas muy chulos y aunque es notablemente inferior a la de Grandia o Grandia II es bastante destacable.

- Las ciudades/pueblos que visitas. La verdad es que son muy chulos y variados. Además, cada NPC te dice algo diferente si le hablas dos veces e incluso mantienen conversaciones con los personajes de tu grupo. Los interiores de casas, tiendas o demás lugares están muy conseguidos también. Le doy mis dieses en ese aspecto.

- El sistema de batalla las 10/12 primeras horas.

Cosas malas:

- El argumento. Ni aposta lo hacen tan mal. El tema principal es el amor (oooooh) y todo se soluciona con el amor al prójimo (palabras textuales). A veces da cosilla ver algunas cinemáticas de lo relamidas y ñoñas que son. Repugnante.

- Los personajes. A la par con el argumento. Empieza bien, la verdad. Llevar a la madre del prota mola y es un enfoque interesante. Pero pronto se van los dos únicos personajes decentes y los sustituyen por un enano odioso con cola y una tetona tan voluptuosa en cuerpo como plana en personalidad. Y en cuanto a los enemigos, juas, olvidaos de ver algo parecido a Nana, Saki y Mio; casi aún peor que los personajes protagónicos, que ya es decir.

- La dificultad. A partir de cierto punto es exageradamente difícil, tanto las batallas normales como los jefes. Básicamente, te pasas una hora farmeando antes de cada jefe para tener una mínima oportunidad (a no ser que juegues en un emulador y uses trucos, como yo, jo, jo, jo).

- Todo el juego a partir de las 10 primeras horas. En serio, todo decae hasta límites insospechables. Hasta los escenarios son más feos. Las batallas se tornan injugables y pesadas de lo largas que son, el argumento va a peor hasta llegar a niveles submarinos y no aparece ni un personaje al que no matarías y violarías (en ese orden) a su familia delante de él.

Bueno, que avisados quedáis. Os dejo con pantallazos bonitos del juego tomados por un servidor: