Publicado: 10:39 30/09/2015 · Etiquetas: · Categorías:
La anterior entrada la finalizé saliendo de la torre de Tokyo, eran las 12:00 del mediodia y había que ir a reponer fuerzas antes de la siguiente parada del dia, que era por el barrio de Harajuku.
Se nota que tenemos gana, se nos cae la babilla de tan solo ver este puesto de creps que está a la salida de la torre. (En blogs y videos de internet muchos finalizan su visita de la torre comiendo en este pequeño establecimiento). Nosotros vamos a un combini cerca de nuestro hotel y de la parada de metro adyacente que es Daimon. (Aprovechamos para cambiar la ropa a Raúl, con toda la lluvia estaba calado el pobre).Este combini, el 7 eleven, junto a un Family Mart que había en la esquina de la calle serán nuestros lugares de abastecimiento por costumbre. Terminados de comer nuestros yakisobas,cogimos la linea Toei Oedo (parada E20) hasta la estación de Yoyogi (parada E26). De ahi trasbordo a la circular Yamanote Line hasta la siguiente parada que es Harajuku. Salimos de la estación, y a la izquierda se encuentra la famosa calle comercial Takeshita-Dori. En la que se encuentran tiendas tan curiosas como una tematizada de la serie Evangelion o una de varios pisos con todo a 100 o 200 yens. En la imagen vereis una gran pantalla de televisión, pues habia una cámara que emitia en directo a los transeuntes que cruzaban el paso de cebra hacia Takeshita-Dori. Pero el verdadero objetivo de venir a Harajuku, es el de conocer el camino que haríamos el dia de la boda para llegar bien al templo Meiji Jingu. Sólo esperamos que no llueva tanto como este dia, se hace muy cansino y encima vestidos con traje aún mas. (En la imagen vereis el enorme Torii de la entrada, de ahí al templo hay 8 minutos a pie) Despues de entrar a parte de la zona del templo, Raúl ya estaba cansado del trajin que llevábamos y necesitaba cura de sueño. Pero le volvieron de nuevo las energias cuando le dijimos que la última parada del dia era en la jugueteria Kiddy Land, que se encontraba a 10 minutos de allí. Antes de llegar, pasamos por Calzedonia, coger calcetines que den mas calor, pues era bastante fresca la temperatura en Japón y no contaba con ropa que abrigara en Julio. Ya en Kiddy Land cada uno disfrutó de lo suyo. Mi hijo es un apasionado de los trenes y alli pudo disfrutar de maquetas hechas con vias azules de la marca Tomy, tropecientos tipos de trenes, aprovechamos la estancia alli para comprar bastantes vias y algun que otro tren, como un shinkansen, pues los precios estaban bastante interesantes. (En España un paquete de 25 vias sale a 30 euros mientras que en Japón sale a 10 euros al cambio). Por mi parte un monton de figuras interesantes, como los nuevos nariz punzante de Dragon Ball, de Shingeki no Kyojin (mola el Levi de limpieza), Sailor Moon (curioso), One Piece...muchas figuras estaban agotadas y al buscar el precio y ver el "Sold out" daba bajona. También disponian de una zona entera de Star Wars, en la imagen vereis un maniqui de soldado imperial y la postura que tiene no es casual. Mucho gaijin y japa se hacia la foto delante del maniqui expresando su "amor" a la saga galáctica. Aunque parezca mentira no me compré nada aqui, iba con la obsesion de una botella de agua con la forma de Goku en saiyan que mi amigo me mostró hacía un tiempo, pero se agotó. Las figuras que me molaban estaban agotadas. Y los dragon ball narigudos no me terminaban de gustar, asi que todas las compras fueron trenes y vias para el peque. De vuelta al hotel, se cenó okonomiyaki en el Family Mart (no dispongo de foto), y a dormir, que al dia siguiente tocaba volver a madrugar porque era el "GRAN DIA DEL BODORRIO". No sin antes, hacer una foto completa a todos los souvenir que mi mujer e hijo arramplaron en la Tokyo Tower. (Bueno, la postal es de servidor, y si no me cogí una botella de la torre era porque esperaba comprar la del Goku en Kiddy Land). Continuará el próximo miércoles... Publicado: 12:23 23/09/2015 · Etiquetas: · Categorías:
Lunes 6 de Julio, a las 3 de la mañana y no puede dormir mas Raúl (el nombre de mi hijo que no lo habia mentado todavia).
Con los ojos como platos, al haber dormido tanto en el avión, y el cambio horario le hicieron un pequeño lio. A la par que tenía hambre, ya no durmió mas y a las 7 estábamos en el Desayuno-buffet del hotel, el cual el crio se puso hasta las trancas de tostada y alguna salchicha que pilló. Antes de irnos del hotel, colocamos una tira de papel en la que estaba escritos nuestros mejores deseos en el arbolito que el propio hotel llevaria al dia siguiente en el templo Zojo-ji, ya que al dia siguiente se celebra Tanabata, la fiesta que celebra el encuentro entre Orihime (Vega) e Hikoboshi (Altair). La Vía láctea, un río hecho de estrellas que cruza el cielo, separa a estos amantes, y sólo se les permite verse una vez al año, el séptimo día del séptimo mes lunar del calendario lunisolar. Y directos nos vamos a uno de los objetivos de aprovechar este viaje a Tokyo, la visita de la Tokyo Tower. Lluvia intermitente y a veces algo fuerte la de ese dia, asi que comenzamos nuestro camino provistos de paraguas (los propios hoteles tienen paraguas que aportan de forma gratuita y luego se les devuelve, algunos lugares turisticos disponen de paraguas, y si se quiere comprar en los combini los hay a 400 yens) Como pilla de paso, nos paramos un momento en el Templo Zojo-ji, pues hace 7 años estaban restaurándolo y al ir con un tour organizado no tuvimos tiempo para su visita. Allí también se encuentran los Warabe Jizo, unas estatuas con apariencia de pequeños niños, ordenadas en hileras, y adornadas con ropas infantiles y molinillos de llamativos colores. Muy bonito si no fuera porque el significado que tienen es bastante cruel, están dedicados a los niños que mueren antes de nacer y cada figura tiene su nombre en la parte trasera. Unos pasitos más "parriba" y estamos en la Tokyo Tower. En la que por 1800 yens los dos adultos y 500 por el niño entramos en el Observatorio principal. No tuvimos suerte en la visibilidad de ese dia, lluvioso, al igual que hace 7 años otra vez con lluvia el paisaje (aunque comparando fotos, este año se veía más claridad). En la foto el Templo Zojo-ji desde el observatorio. Si vais con crios y se cansan de ver paisaje, no problem, en esa zona hay una máquina de juegos interactivos táctil y la tienda de recuerdos. (Raúl se entretenia con la maquina y los japonesitos con el color de pelo rubio de mi hijo mientras decian: Kawaii) Después de medio saquear la tienda de recuerdos (gracias a mi mujer y Raúl), y ver alguna tienda con figuras muy chulas de Shingeki no Kyojin y trenes shinkansen (uno se compró el niño), bajamos a la primera planta donde nos encontramos con el fenómeno de One Piece. Y es que desde el Marzo pasado en esa planta hay un mini parque de atracciones interno dedicado a la serie manga de Eichiro Oda. La entrada es cara, son 3000 yenes, y pasé de pagar 9000 por todos cuando el único que lo disfrutaria seria servidor. Aún así puede hacerte fotos con algunas de sus figuras que se encuentran a la entrada del lugar, y antes de ir a la salida te estampas de lleno con la mega tienda de merchandising de One Piece. Todo lo que te imaginas te puedes encontrar alli: mangas, dvd anime,camisetas, calcetines, sombreros de paja, posters, puzzles, frutas Akuma no Mi (de gelatina) a 463 yens el paquetito, figuras (la que me gustaba, de Luffy con la barba blanca, la tenian a espera de que llegaran mas), llaveros (yo me compré uno de Zoro agarrado a la Tokyo Tower)...y todo esto mientras suenan canciones de opening de la serie, acá dejo el video en el que se puede oir a mi señora si queria un bol para unos fideos y he sido vago al editar. La salida del parque de atracciones de One Piece concuerda con el de la Tokyo Tower, y ahí se encuentran el Restaurante de Sanji y la Cafeteria Mugiwara, en la imagen podreis ver lo que ofrecen. Sayonara Luffy, futuro gran rey de los piratas, nos volveremos a ver... Continuará el proximo miércoles con una nueva entrada, gracias por pasaros por aqui. Publicado: 15:07 17/09/2015 · Etiquetas: · Categorías:
Se acaba este verano 2015, el cual debo decir que ha sido genial.Pues creo que ha sido el que más kilómetros he recorrido, y podía haber hecho alguno más pero no se pudo en su momento.
Y es que entre los días 4 y 12 de Julio estuve en Japón (hacía 7 años que fui allí de Luna de Miel), un viaje que si me dicen un año atrás que lo hacía les diría que estarían borrachos. Mi mejor amigo se casaba en Tokyo en Julio y nos lo comunicó allá por el mes de Noviembre del 2014, pero tardamos un poco en tomar la decisión final de si ir o no, y en Abril ya teníamos los billetes para allá. En un principio iba a ir solo, y así el viaje resultaba mas económico, pero en cuanto mi hijo se enteró quiso apuntarse a la aventura (y mi mujer también por supuesto). Tuve que acudir a blogs tales como: “viajar con niños a Japón” para que nuestro peque también disfrutara de su estancia en el lejano oriente y coger ideas de que visitar. Pendientes más que nunca estábamos de él ya que era su primer viaje fuera de España, y la primera vez que se subia a un avión…cruzando dedos que no le angustiara la experiencia. Todo lo contrario, el primer vuelo de Barcelona a Paris lo hizo dormido (a excepción del despegue que decía que le hacia cosquillas). Dos horas de escala en el Charles DeGaulle de Paris (en algunos aeropuertos hay entretenimiento para los niños pequeños y los padres los agradecemos) y coger el Boeing de Air France para Haneda (Tokyo). Ese avión le flipó mas al crio, al contar con pantallas táctiles con juegos, dibujos animados y el mapa interactivo del itinerario del vuelo…aún así durmió 7 horas seguidas de las 11 horas y media total del viaje. Llegada a Haneda a las 18:15, y una vez bajados del avión nos disponemos a ir a inmigración. Y ojito a la movida: Conecto el internet del móvil para comunicar a la familia que hemos llegado y estén tranquilos. Y en ese momento me llega un mensaje de Air France informándome de que hay una maleta que no ha llegado a su destino y de que vaya a declararlo a litigios de la compañía Air France. La cola de inmigración se nos hizo eterna, pensando que hacer, hablándolo con mi amigo que había venido a buscarnos al Aeropuerto, comprobando que justo la maleta era la del crio, con toda su ropa y encima el tiempo esos días no acompañaba en Tokyo con lluvias y no tendriamos una mierda de recambio. Pero fue ir a por las maletas a las cintas transportadora, cuando después de recoger la mia vislumbré una roja que justamente era la de mi hijo, y también estaba la de mi mujer…entonces ¿Qué coño ha pasado?. Hacía tiempo que no me sentía de haberme quitado tal peso de encima, y hacer un suspiro que me llegaba al alma buuuf, la que nos hemos librao. (En litigios nos informamos por si acaso y no tenían ni idea de por qué del mensaje, puede que la maleta se les olvidara en Paris y entró en el último momento en el avión, a saber…) Gracias a la entonces futura esposa de mi amigo nos sacaron 2 tarjetas Pasmo de transporte (para mi hijo no hacía falta, el transporte en Japón para los niños de hasta 5 años es gratuito y no cumplia los 6 hasta dos semanas después…olé, un gasto menos). Nos acompañaron al hotel (así nos evitamos cualquier lio para llegar). Y antes de entrar al hotel vimos a la Torre de Tokyo engalanada con una iluminación especial que sólo se hacía durante unos dias en verano. En el hotel Shiba Park nos dispusimos a descansar…todos menos uno, el peque, que entre que había dormido durante el viaje y el cambio horario a las 3 de la mañana tenía los ojos como platos. Aparte, que al visitar por primera vez un combini compramos guarrerias en vez de comida de verdad, entre ellas churros de chocolate que eran bollacos secos y esa bolsa que veis de Heidi, eran minipanecillos de leche tostados...ya el olor al abrir la bolsa daban ganas de echar todo el estómago. |
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