Retorno a Japon (VIII): Ikebukuro,Shunsine City, Tokyo tower de noche.

Sábado 11 de Julio, otro día que dejamos dormir algo más a mi hijo y se le nota más descansado. Para este día no tenía muy claro que hacer. En un principio quería haber visitado el Buda titánico de Ushiko pero  hacía calor y había que coger un tren y autobús para llegar allí, lástima pero descartado.

Íbamos a volver a Odaiba pero recibimos la visita de mi amigo y nos fuimos con él a Ikebukuro .



Justo en el trayecto en la línea JR Yamanote Line desde Hamamatsucho a Ikebukuro había en el interior del vagón un anuncio de un lugar al que deberíamos haber ido ese día. Era el museo de trenes de Omiya, para el apasionado en trenes que es mi hijo hubiera disfrutado de la exposición de trenes, maquetas y dioramas, e incluso en conducir una simulación de Shinkansen…pero ya será para otra ocasión.



Ya en Ikebukuro entramos primero en un Don Quijote, a buscar chucherías raras japas para traernos a casa como Gelatina de uva con motivos de Shinkansen, salsa Tenkatsu barata,chocolate japo e incluso una figura muy barata de Dracule Mihawk de One Piece (creo que eran 350 yens) .






Después nos dirigimos al Sunshine City, un mega complejo que dispone de un Acuario impresionante, muuuchos centros comerciales,un planetario, un centro Pokemon, el parque temático de la Shonen Jump y el lugar al que nos llevó mi amigo, el pequeño parque de atracciones de Namco: Namjatown.



Ya allí me interesé por visitar el parque de la revista manga Weekly Shonen Jump: J-World Tokyo (800 yenes los adultos y 600 niños un poco robo), pero me limité a tomar alguna foto ya que del mundillo otaku mi hijo todavía no ha visto nada y no disfrutaría tanto como lo harían sus padres. Como veis está siendo un dia de quiero y no puedo.



Entramos al Namjatown por 500 yenes adulto y 300 el niño (Muucho mas barato que la Jump). Pero ahí nuestro amigo no nos acompaña, creíamos que sería nuestro guía por aquí, asi que toca explorar el lugar sin papa de japonés…a la aventura jihaa!



Y es que en alguna atracción nos daban un cutre papel en inglés explicando de que iba la cosa. Y a pesar que en la entrada nos dieron un mapa del lugar en inglés, algunas zonas no tenían su explicación en el idioma de Shakespeare.

La atracción de Explosive Moskito killing mission, se llama así porque tienes que apuntar a mosquitos y matarles con una pistola.



En otra era de tirar bolas a unas pantallas en las que aparecían enemigos como monstruitos o cosas…raras…hasta ahí incluso no hacía falta instrucciones. Pero había una atracción que te daban un huevo al lado de una especie de arbol de navidad, y aunque dedujimos que tenias que pasar por diversas zonas del parque con ese huevo, quedaría una información registrada y luego te aparecía una mensaje sobre el niño pero en japonés… buf ni los del parque nos lo explicaban, parecían que no tenían ni papa de inglés …así que de esto pasamos.



Antes de irnos fuimos a comer a una de las zonas del parque que reconocí por blogs de internet y guias sobre donde ir en Tokyo, la zona de restaurantes de Namjatown: Namja Gyoza Stadium, se representaba una calle típica japonesa, con torii incluido, donde degustar muchos tipos de Gyoza.




Debo decir que a mi mujer y a mi esta parte si nos gustó, pero a nuestro hijo no le gustan las gyozas y no había otra cosa distinta para comer en el parque, asi que después de degustarlas tuvimos que buscar la comida del peque, la encontramos en un restaurante italiano y ahí se comió un hot dog y justo al lado había una heladería que daban helados gigantes con forma de triangulo.
Lo pidió de chocolate y se lo jamó entero.

Después de una visita al Toys r Us del lugar, nos disponemos a abandonar Ikebukuro, no sin antes despedirnos de mi desaparecido amigo, el cual le vimos en la estación de tren y obsequió a mi hijo con un tren…en realidad era una caja y dentro había mini vías de chocolate.



Vuelta a Hamamatsucho, descansar en el hotel y buscar la cena. A mi hijo le dio gracia el Mc Donalds y la Mc Teriyaki, asi que volvimos allí…y para nuestra sorpresa se comió 2 hamburguesas (solo la carne, el pan para los papis).

Cuando salimos bien entrada la noche, eran las 21:00, vemos que la Tokyo Tower  está así:
Iluminación especial, y es que un día a la semana en verano la Tokyo Tower se iluminaba de azul, y celebraban el evento de la VIA LACTEA, un montón de luces azules en el interior del mirador y algunas formas de constelaciones.




Así fue otra manera de disfrutar de nuestra torre favorita y de ver Tokyo de noche. (Y de que mi hijo y mujer siguieran cogiendo más cosas de la tienda de souvenir, somos fans de esta torre).