Retorno a Japon (VI): Odaiba, Legoland y Madame Tussauds.

El jueves 9 ya no madrugamos, y así lo agradeció Raúl, pues sintió que habia recuperado fuerzas.
Al no acudir al servicio de desayuno del hotel fuimos al combini más cercano a desayunar. Mi hijo me dió a probar su "bollycao", él creía que tenía chocolate pero en realidad era mantequilla con pasta de judia.

A las 11 cogímos el metro de Daimon hacia Shiodome. Allí subiriamos al famoso monorail sin conductor de la línea Yurikamone para dirigirnos a Odaiba.
Antes realicé una foto al conocido reloj diseñado por Hayao Miyazaki que decora el edificio de la televisión nipona NTV.



Nos bajamos en Odaiba y llovía fuertemente, menos mal que estaba cercano el lugar al que íbamos: centro Desk, donde se encontraban el Legoland, museo de cera Madame Tussauds, Joypolis de SEGA entre otros...

Para aliviar la espera en la pequeña cola de los tickets a Legoland, hay unas figuras en la pared en la que los niños pueden colar piezas de Lego para entretenerse. Cogimos un combo Legoland-Madame Tussauds por 7000 yens, muy buen precio para visitar dos sitios diferentes.

A la entrada del Legoland estaba la zona de construcción de los famosos bloques y piezas de Lego,en la que incluso podrias saber tu propio peso en piezas o participar en cómo se hacen.

La siguiente zona es una atracción medieval, te subes a un vago y armado con una pistola láser dispara a todos los enemigos que salen en pantallas gigantes durante el recorrido y finalmente te dan una puntuación. Como toda atracción que valga te sacan una foto para que la compres si quieres, en la cual aparece las puntuaciones conseguidas por los que han montado en el vagon.
Raúl tenía miedo al principio porque parecia un lugar oscuro, pero terminó montando 5 veces.

A continuación la zona de Miniland, donde se mostraba una gran maqueta  de Tokyo con piezas de Lego. Como veis en las imágenes eran espectaculares edificios como la Sky Tree, Shibuya, Odaiba, la Tokyo Tower...y a todo ello se hacia de dia y de noche en el lugar.






Después tocaba Lego city , laberintos y colchonetas para crios en la que mientras Raúl jugó media hora y le echábamos el vistazo, mi mujer y yo estábamos jugando con unas piezas que teniamos de Lego. (Fueras a donde fueras hay piezas por todos lados).



La zona de Lego Racers, los niños (y no tanto) creaban coches y hacían carreras con ellos o probaban su resistencia (siempre acaban todos con las piezas esparcidas).

Probamos a ver un corto de Lego Racers en la sala 4D, en el que notabas el viento o el frio mientras lo veias en pantalla.



Al salir de Legoland ya sólo quedaba la tienda de merchandising con unos precios prohibitivos, asi que ya pasamos al museo de cera.

Raúl, después de lo bien que lo había pasado, ahora no entendía el hecho que disfrutábamos de ver figuras de cera, asi que estaba un poco arisco. Se le pasó cuando vió que había zonas interactivas donde los niños podrian jugar un poco (como una porteria virtual en la que deberías meter 3 goles...nos costó sacarle de ahí).

Acostumbrado a lo cutre del Museo de Cera de Madrid, el Madame Tussauds tiene unas figuras de increible realismo (también hay otras que no dan con el parecido). Aparte puedes hacerte las fotos que quieras con las figuras, tienes a tu disposición disfraces para hacerte la foto (me disfracé de Albert Eisntein o de Elvis).





Al estar en Japón hay muchas figuras de reconocidos japoneses, tales como presidentes del pais, cantantes como el grupo XJAPAN, el patinador Yuzuru Hanyu o el actor Takeshi Kitano con una postura extraña.



Incluso podrias tener una reproducción de tus manos en cera.



Al salir de alli comimos en un Yoshinoya, hacía hambre y Raúl comió una obento de arroz blanco con ternera, cosa que no haría normalmente.

Llovía sin parar y fuimos al centro comercial de al lado, Aqua City, donde estuvimos un rato en el Toys R Us. Mirad que coche de Mario Kart mas majo había, pero estaba seguro que no me cabría en la maleta.



De ahí queria hacer la foto a la estatua de la Libertad de Odaiba pero el mal tiempo y ya la oscuridad me lo impedia, asi que me bastó con hacerle una foto a un crio japo jugando al Dragon Ball Heroes.



Y a un montón de videojuegos japoneses de la 3DS, que sin contar con el Dragon Ball y el Fire Emblem, ninguno lo veremos por estos lares.




A las 7 de la tarde de vuelta al hotel por el monorail, en la que nos pudimos sentar al principio del todo y disfrutarlo más que en la ida. En la imagen el puente Rainbow con la lluvia de fondo.