El último tema del Guitar Hero 5 no es otro que 21st Century Schizoid Man, de King Crimson. Fue así de fácil.

Un disco, a primera vista, de rock clásico progresivo... hasta que termina el primer tema. No es que el resto no sea rock, clásico o progresivo, pero tampoco podría decir que sí lo es. La experimentación, la psicodelia, la calma tensa, todos estos ingredientes arrasan con todo en este disco, y se lo llevan muy lejos. Da igual que la instrumentación sea buenísima, muy influida desde lejos por el jazz; da igual que las melodías sean preciosas, llegan a embelesar; nada de eso importa. En este disco todo gira en una dirección, y es a tortas que te endereza.

En cinco temas se resume el asunto. Tras el primero, el único que se deja llevar por la irascibilidad de la locura, llega la calma más calmada, como el viento, te adentra en el mundo que es este disco, donde cada tema es un paisaje, con tramos de distintos colores. En el cuarto tema, Moonchild, el disco se rompe de manera majestuosa, nos lleva a la dimensión donde las cosas parecen morar sin orden, pero es ahí donde se desenvuelven ciertos asuntos que esta gente maneja. Finalmente, y como ya dije antes, de una torta todo vuelve a su sitio y consiguen disparar nuestro espíritu a otro de sus mundos, que parece crean con tanta facilidad.

Es un disco muy complejo, muy grande, muy desarrollado, muy bien hecho, muy bueno. A mí me ha marcado bastante, por eso se lo recomiendo a todo el mundo, aunque sé que ni mucho menos es para todos los públicos. No puedo ser objetivo.

Las canciones: 21st century schizoid man, I talk to the wind, Epitaph, Moonchild y The court of the Crimson King.



Me he flipado bastante, lo sé.

Saludos.

Un día me acordé de golpe de muchas canciones de esta chica que me gustaban y decidí comprarme un disco. Fui a la tienda y este lo tenían por apenas diez eurillos.

El disco se pasea por varios estillos. Uno podría pensar que el hip-hop predomina, pero no es así: hay temas de este estilo, pero no la mayoría. Hay temas más bailables, baladitas (muchas), algún tema con toque rapero e incluso un par de temas dance. No es un deleite musical, no es un deleite técnico, no innova, pero sí cumple. Las canciones no suenan vacías, incluso avanzado el disco, y fácilmente se les coge cariño. Quizás sea la voz, que no es la mejor ni más virtuosa que te puedas encontrar, pero tiene un timbre muy cálido que está muy bien explotado.

Las canciones se suceden fácilmente y pese a comenzar de manera animada, pronto llega la parte más relajada del disco, la parte que predomina. Es cierto que las canciones pueden pasar muy desapercibidas, pero si se escucha el disco con un poco de interés calan pronto. Es en ese aspecto donde el disco se muestra más sólido. El disco se escucha entero sin problemas (excepto los dos temas dance del final que rompen mucho el ambiente).

En general el disco no es muy allá ni le cambiará la vida a nadie, pero se puede dejar querer con más facilidad de la que uno se espera. Si te apetece un disco sencillo musicalmente, a medio camino entre el hip-hop y las baladas más poperas, relajadito y con una voz muy bonita, puede que le interese pegarle un ojo a este disco.

Las canciones: Work (Freemasons radio edit), Daylight featuring Travis McCoy, Like this featuring Eve, Love, This is love, Broken, Better Without you, Every thought is you, Love again, Unity, No man no cry, Daylight (Joey Negro club mix) y Comeback (Karmatronic remix).



Saludos.

Hacía ya mucho que tenía pendiente escuchar más a fondo la música de Jimi Hendrix, pero no fue hasta hace relativamente poco que me decidí a dar el paso.

Es un disco básicamente de rock clásico, aunque esto es muy matizable. Para empezar todo se escapa a lo que por definición es, así que el rock clásico de este disco es muy propio, la influencia bluesera también es muy suya y los elementos psicodélicos y progresivos siguen con la misma tónica. No siempre en la misma medida, eso sí. La instrumentación se basa en tres instrumentos, guitarra, bajo y batería, todos ellos de impecable factura, más la voz del señor Hendrix, que cumple con el cometido de cantar sin alardes especiales. Además de estos instrumentos aparecen de vez en cuando otros para añadir algún toque especial a una canción, o simplemente en un tramo concreto.

Las canciones ofrecen una variedad de ambientes y estilos relativa, y aunque hay algunas que no aportan nada especialmente especial (no por ello han de ser malas) tampoco hace desmerecer al resultado general del disco. El desarrollo está muy conseguido y en ningún momento el disco se hace pesado, todo fluye muy bien. Hay canciones extrañas a lo largo de todo el disco (la primera ya es muy curiosa) que se van intercalando con otras más típicas, siempre con un toque muy propio. En general todas tienen un sonido que sorprende por tener tantos años y a la vez no sonar nada desfasado.

En resumen, el disco es realmente bueno, cada canción se hace querer tras apenas un par de escuchas y aunque quizás hay algunas con tramos bastante extraños que se van muy lejos la verdad es que no llega a hacerse excesivamente extraño, consiguen que esa experimentación no parezca nada forzada, y ahí es donde el disco se hace grandioso. Realmente muy grande.

Las canciones: EXP (no es una canción, es una introducción), Up from the skies, Spanish castle magic, Wait until tomorrow, Ain't no telling, Little wing, If 6 was 9, You got me floating, Castles made of sand, She's so fine, One rainy wish, Little miss lover y Bold as love.



Saludos.

Cuando hice primero de bachillerato nos metieron una asignatura optativa sobre música. El profesor se dedicó a hacer un recorrido de la música actual desde sus orígenes hasta la actualidad. Uno de los grupos que nos enseñó mientras divagábamos por los 70 fue Jethro Tull y este Aqualung. Buen asunto.

Aqualung es un disco de rock clásico, hay quien dice que tiene mucho de progresivo y no lo voy a discutir. Ofrece un sonido tan típico como propio, la guitarra, el bajo, la batería y el piano, todos a una, se desenvuelven de manera compacta y con mucho cuerpo. Sobre ellos se añaden de vez en cuando otros instrumentos como la famosa flauta de Jethro Tull o cosas más extrañas en otros temas igual de extraños que a veces tontean con ambientes folclóricos. La voz pone la guinda a tan rica instrumentación con melodías muy buenas aderezadas por el precioso timbre de voz del cantante, que contrasta de manera muy eficaz con un estilo ligeramente rasgado y crea un efecto muy digno de mención.

El disco, además, se desarrolla con gran fluidez y no se ahoga a sí mismo en la monotonía. Las canciones se suceden con acierto y la variedad se deja notar. Aunque haya canciones similares entre ellas, éstas están bien separadas y no se solapan, cada tema ofrece algo, y encima ese algo es muy interesante. Hacia la segunda mitad del disco se dejan ver temas mucho más experimentales en los que queda patente -todavía más- que esta gente se sacó de la manga un disco excepcionalmente trabajado y con gran fundamento que huye con facilidad de tópicos y llega a lugares muy curiosos y vistosos (Up to me es un gran ejemplo de ello).

En general Aqualung es un disco realmente redondo donde cada nota aporta su granito de arena para encumbrarlo muy alto. Aúna grandes temas con una instrumentación de mucha calidad en todos los aspectos. Recomendadísimo para los amantes del rock clásico y muy recomendado también para cualquier interesado en el rock o en la música de calidad.

Las canciones: Aqualung, Cross-eyed Mary, Cheap day return, Mother goose, Wond'ring aloud, Up to me, My god, Hymn 43, Slipstream, Locomotive breath, Wind-up y Lick your fingers clean. El CD incluye temas bonus que no aparecían en el vinilo original de la época: Wind up (quad version), Excepts from the Ian Anderson interview (14 minutos de señor Anderson hablando sobre el disco), Songs for Jeffrey, Fat man y Bouree.

Tarda como un minuto en comenzar, pero vale sobradamente la pena la espera.



Saludos.