Recordando un clásico... Rastan Saga ...

RASTAN SAGA

Corrían finales de los 80, concretamente 1988/1989. Yo era un crío que tendría 10 o 11 años. Veraneábamos en un pequeño pueblo de la costa de Tarragona. Mis padres tenían una pequeña casa al lado del mar. Veranear cada año en un sitio como ese te daba la oportunidad de hacer cosas que durante el año, en la ciudad, era prácticamente imposible que te dejaran hacer.
Teníamos la casa al lado de una pequeña cala. En los meses de verano se duplicaba la población, pero aún así se estaba muy bien y sin agobios. La cala no era de las principales del pueblo, estaba un poco apartada y prácticamente solo la usábamos los que teníamos casa alrededor.



Como os he comentado viviendo todo el año en la ciudad, llegar a un sitio como ese era liberador. Todas la prohibiciones y restricciones que una ciudad te da a los 10 años desaparecían al llegar el verano.
Tenía una bicicleta BH con un sillín muy grande con un gran respaldo y con una banderilla que sobresalía en la parte trasera de la bicicleta, muy al estilo de "Los Goonies".





Podía ir prácticamente solo a cualquier lado del pueblo con mi bici. Bajaba a la playa a buscar lapas, me metía entre las rocas para cazar cangrejos y ermitaños y si me animaba me ponía las gafas de bucear, mi tridente y ¡a pescar!

Con 10 años y después de estar todo el día si parar al llegar la noche quedaba rendido de la actividad del día. Pero por la mañana a las 8 ya estaba en pie. Supongo que para que no diera la lata a esas horas,  mis padres me dijeron que podía ir con la bici a buscar el pan. Yo ni corto ni perezoso cogía cada día la BH y hacia la panadería del pueblo. Prácticamente no había gente por la calle. Bajaba a toda velocidad pasando por la playa, el mar estaba quieto, plano como una piscina y la brisa me tocaba la cara. Era un aire frío de aquellos de primera hora de una mañana de verano que te ponía la piel de gallina, pero que se agradecía.

Antes de llegar al pueblo había un camping, cerca del mar. Al lado tenían los propietarios un bar-restaurante. Cuando volvía de buscar el pan me dio por parar. Había entrado con mi padre alguna vez y a la entrada había visto una máquina recreativa. No me había fijado en el juego, pero esa mañana decidía entrar...



Me sobraban 20 duros del cambio del pan, fui hacia la barra y le dije al camarero si me podía dar 4 monedas de 25 ptas. Me dio el cambio y acerqué un taburete a la máquina arcade... En la pantalla intermintentemente salia una palabra: "Insert Coin". Antes de meter las 25 ptas. miré el videojuego de que iba y me miré la demo:



El juego me encantó me gasté esa misma mañana los 20 duros que me habían sobrado del cambio del pan. Cuando salí del bar con la bolsa del pan, recogí mi BH del suelo, me monté y regresé para casa. Mientras bajaba por la playa hacia casa, iba pensando que escusa le pondría a mis padres por no traer el cambio del pan...

PD: Los fotos de la cala y del camping, son las reales.