Hoy mi PSP se acaba de coronar como el aparato electrónico más resistente a los golpes que jamás he tenido. Ha ajustado su enésima caída, y octava grave (sí, las cuento), y sigue dando batalla como el primer día. Ni un sólo pixel afectado, ni un sólo rayón mayor en todo su cuerpo, ni un sólo sonido extraño, ni una sola tapa rota.

Recuerdo antes de salir, el aluvión de críticas hacia su fragilidad. Recuerdo cuántas discusiones sobre qué tanto iba a resistir un golpe, ya que "su pantalla enorme es frágil, su lector de UMD también, y por ser marca Sony debe ser de mala calidad". Siempre se asumió que sería una consola mucho más propensa a los daños físicos que NDS, y todo eso ahora es un enorme y bien merecido owned para quienes hablaban sin conocer del tema.

Mi PSP ha sufrido caídas de todo tipo. Desde el estilo "te bajas del coche y tu PSP sale disparado por la puerta contigo" (dos veces), pasando por la caída en la baldosa del baño (tres veces), la "estás bailando y sale disparada" (dos veces) y la "estás durmiendo en un camarote y se cae a la alfombra" (una vez). Siempre paso grandes sustos, siempre juro que será la última vez, siempre digo mea culpa por ser tan descuidado, y siempre sobrevive. Es algo que no se puede evitar: la consolita tiene afinidad con el suelo.

Desde aquí quiero expresar que estoy MUY contento con la calidad de la consola, que demuestra ser totalmente resistente a los golpes, y que a pesar de pasar las de San Roque con mi uso excesivo, está más viva que nunca y dispuesta a seguir.

Sorpresivamente resistente

Siguiendo el tema de las viviendas megafabulantásticas que empecé con la entrada anterior, agrego esta joyita que había visto hace un rato, en la ciudad de la que ya hablamos, Seattle.

Este penthouse de clase mundial tiene 5 habitaciones y ocupa el vigésimo séptimo piso de un edificio cerca al centro de la ciudad. Sí, no será igual de exclusivo y bien ubicado que Pierre, pero para mí, es una compra eternamente más buena.

Entre las buenas características que tiene este genial piso, están:
-Una vista sin igual y sin obstrucciones de la ciudad, la bahía, el lago Washington, y las montañas. Cada habitación tiene su vista.
-Cinco alcobas y 4.75 baños más biblioteca, salones para muestra de arte, cocina gourmet, gimnasio, oficina.
-Pisos completos de mármol, acabados exquisitos, baños de lujo.
-Espectaculares terrazas y 6 aparcaderos.

Lo más sorprendente es que, a diferencia de las viviendas mostradas en la entrada anterior, ésta cuesta menos de $10 millones, lo que, si bien no la hace accesible, la hace razonablemente puesta en la tierra, real.

Aquí unas fotos del impresionante apartamento: