Kara no Kyoukai

Hay tres piezas colocadas. La primera tiene doble cuerpo y flota, pendiente de la muerte. Otra es incapaz de sobrevivir, lo que le da placer al rozar la muerte. Otra ha descubierto su secreto, del que supo al precipitarse hacia la muerte. Las tres se cruzan y esperan en la espiral del conflicto.

Nombre: Kara no Kyoukai (The garden of sinners)
Genero: Drama; Acción; Fantasía; Sobrenatural; Thriller;
Estudio: Aniplex + Typemoon
Temporada: Otoño 2007 - Verano 2009
Episodios: 7 películas, 5 de ellas de 50 minutos de duración y 2 de 2 horas.

Ending:
Oblivious
Kimi ga Hikari ni Kaete
Kizuato
Aria
Sprinter
Oblivion Recorder
Seventh Heaven

Después de despertar de un coma de varios años, Ryougi Shiki descubre que posee la habilidad de ver y tocar las líneas de la vida y la muerte de todas las cosas, pudiendo matar a cualquier ser vivo con solamente un roce de sus dedos. Confusa y sin saber qué hacer con su vida, decide unirse junto a Mikiya Kokutou -un amigo del instituto- a la agencia de investigaciones sobrenaturales de Touko Aozaki, una maga especializada en marionetas.

Una serie de suicidios de estudiantes sin relación aparente, brutales asesinatos en serie, un recuerdo del pasado que vuelve a cobrar vida y un misterioso chaval que esconde un oscuro secreto... ¿Es posible que todos estos sucesos sin aparente relación común tengan algo que ver con Shiki?



Paradox spiral

Pocos animes pueden presumir de tener un nivel argumental y un desarrollo de personajes cercano o similar al de Kara no Kyoukai, aunque era de esperar viendo quién fue el escritor de las novelas originales: Kinoko Nasu, co-fundador de Type-moon.

La historia se desarrolla como si de un gigantesco puzle se tratara, poco a poco van apareciendo las piezas que el espectador tendrá que colocar, y cuando lo haga descubrirá que la imagen formada al completar este intrincado rompecabezas corresponde a una espiral. Lo que al principio podría parecer un suceso aislado va cobrando importancia y complejidad hasta desbordar en un emocionante climax.

Las películas no están ordenadas cronológicamente (la primera sería la cuarta, y la segunda la primera, por ejemplo), por lo que es bastante posible que haya gente se aburra con el primer episodio, al darse apenas explicaciones de lo que está pasando. Pero con el tiempo este recurso argumental no hace más que enriquecer a la propia narrativa del anime.

A pesar de que los personajes puedan parecer a primera vista vulgares clichés del anime, no hay nada más lejos de la realidad. Cada uno de ellos presenta un notable desarrollo de personalidad en consonancia con los sucesos argumentales, pero nunca sin abandonar sus bases y principios. Me gustaría destacar en particular la magnifica evolución de la protagonista, Shiki, descubriendo según pasan las películas que aquella silenciosa chica de fría mirada esconde más de una sorpresa.



Shiki salta, saca el cuchillo, cierra los ojos, y al abrirlos... M12+13

La calidad de animación de las películas raya un nivel altísimo durante toda la serie, aunque en ocasiones falle en fluidez de animación en algunos planos cortos de movimiento, pero es un mal menor que apenas tiene repercusión a la hora de medir la calidad global del anime. Espectaculares combates, una fotografía preciosa y una dirección artística maravillosa son las claves con las que Kara no Kyoukai consigue grabarse a fuego en la retina del espectador.

La OST es incluso mejor, una obra maestra compuesta por música orquestada y coros que hará delicias de todo aquel que pueda -por muy poco que fuera- apreciar el apartado sonoro. M12+13 es el mejor Battle theme que he oído nunca en un anime, junto con su espectacular remix con coros de la quinta película.

Y también está la pista M41+42 de la OST de la última película, o el M01 de la primera, o el M22 de la quinta... Yo lo tengo claro, este año mi auto-regalo de navidad serán todos los discos de la OST.



Valoración final

Creo que la inmensa mayoría de los que ya han visto esta saga de películas coincidirán conmigo en calificarla como una maravillosa obra maestra. No hay ningún episodio del que no recuerdes al menos una escena con un cariño especial, y una vez termines de ver la última película te entrarán ganas de hacer un revisionado completo a la serie para redescubrir aquellos momentos a los que no les distes demasiada importancia, o para simplemente rememorar aquellas situaciones con ese épico Battle theme de fondo.

Kara no Kyoukai no debería faltar en la videoteca particular de ningún aficionado del anime, o al menos si no quiere recibir una visita mía con un bate en la mano y con instintos homicidas.




Después de terminar con Kara no Kyoukai me han entrado unas ganas inmensas de ponerme con el resto de las obras de Type-moon, y tengo planeado hacer un extenso artículo sobre este estudio y las conexiones argumentales de sus diferentes trabajos después de las fiestas navideñas.