Publicado: 14:27 11/08/2011 · Etiquetas: · Categorías: Mis escritos
La tercera copa ya, es lo único que tengo seguro al final. Que soy un borracho y adicto a la nicotina. El resto es tan estable como las volutas de humo que despiden mis cigarros al ser exhaladas. Todo se derrumba a mi alrededor, parece que es culpa mía y yo no sé qué puedo hacer para evitarlo, no sé cómo sujetar los retazos de una vida que se desploma a trozos y quedan de tal forma que son incapaces de volver a erigirse.
Miré a la chica guapa que está sentada un poco más a mi izquierda. Lleva lanzándome miradas furtivas desde que entré y haciéndome falsas promesas de seguridad y estabilidad. Pedí otra copa y encendí otro cigarrillo. Ella se acercó y me pidió un baile, que yo rehusé. Preguntó por qué y yo le dije que para qué quería bailar conmigo, si no me conocía ni sabía por qué estaba emborrachándome en un bar sin nombre. Ella me dijo que pudo ver que me llenaron el alma, una vez llena de Dios, de demonios, demonios y polvo, que ella también la tenía así, y que quería compartir ese dolor conmigo. Le ofrecí una copa, pagué yo y me volví a casa. Brindamos por nuestra destrucción. |
Blogs en Vandal · Contacto · Denunciar Contenido