El blog de josemin2

Categoría: Casandra

Publicado: 10:22 19/07/2007 · Etiquetas: · Categorías: Casandra
Pues ya está el segundo capítulo de Casandra. Espero que esté a la altura del primero. Comentadlo, plis. Gracias.

Publicado: 21:58 18/07/2007 · Etiquetas: · Categorías: Casandra
Capitulo 2. Esta es la mía

A los dos días fue el entierro. Solo nos encontrábamos allí mis padres y mi hermana, Jack y yo, debido a que Catherine no tenía familia. Al finalizar, se me acercó Jack. Desde esa noche, no había tenido oportunidad de hablar con él. Jack era el novio de Catherine hasta hace tres meses, cuando de repente se me declaró hablando de un amor que había sentido desde el mismo día en que nos conocimos. Yo no pude hacer más que rechazarlo, sin embargo dejó a Catherine y me culpó a mí de su desgracia, como ella me dijo. Si hubiera sabido lo que le ocurriría tres meses después, no hubiera llamado a aquello desgracia.

- ¿Se puede saber que diablos ha ocurrido? ¿Cómo es posible que ahora Catherine esté muerta?
- Eso no te incumbe. Tú no eras nada de ella.
- Te recuerdo que fui su novio hasta hace bastante poco.
- Un novio que la dejó de un momento a otro sin una mejor excusa diciendo que ya no la querías.
- Aun así era su amigo. Creo que merezco saber que le ha pasado y como ha sido.

Al final me dejé convencer. Será por esto por lo que en el pueblo me nombran de persona fácil. Se lo conté todo, a excepción del hombre que me había encontrado. No veía lógico meter eso en el tema; él no tenía nada que ver. Tampoco le dije que tenía pensado investigar por mi cuenta.

- No se como ha podido pasar algo así.- me dijo después de la explicación.- Parece impensable que estas cosas le ocurran a alguien tan cercano a ti.
- Pues ya ves, un día están y otro ya no.
- Me alegro de que a ti no te haya pasado nada. Quizá ahora tu y yo…

No le dejé terminar la frase. Le di una bofetada. Me sentó como una patada en la barriga que ahora que ella no estaba se aprovechara para tirarme los tejos. Lo dejé allí y me marché del cementerio. Mis padres ya se habían ido, les había pedido que me dejaran sola.

En mi cabeza seguía la idea de buscar al asesino. No sabía por donde debía empezar. Quizá investigando por el bosque, en la zona donde habíamos aparcado, encontraría algo. Era lo único que se me ocurría. Debía ir de noche, cuando nadie me viera para que no pudieran relacionarme con el caso.

El resto del día lo pasé en casa, nerviosa por lo que iba a hacer. Estaba decidida y no había vuelta atrás. Sería esa noche. Me acercaría hasta allí y buscaría algo, sin más riesgos.

Eran las 00:00. Ya me había preparado tanto física como mentalmente de que iba a ir a la escena del crimen, donde mi buena amiga había sido asesinada. Estaba a punto de salir de casa, cuando escuché una voz por detrás.

-¿A dónde crees que vas, jovencita?

Era mi padre. Mi padre es un hombre bajo y ancho de espaldas. Tenía un bigote muy grande que, a decir verdad, me avergonzaba un poco. Pero nunca se lo he dicho. Me daría pena por él.

- Voy a dar una vuelta. Espero que no te importe, papá- lo dije en tono sarcástico.
- Pues si me importa. Una chica ha sido asesinada en la discoteca cerca de aquí, y esa chica era de este barrio. No puedo permitir que salgas sola de noche y te ataquen a ti.
- Pero no me puedes tener retenida para siempre. Tengo que seguir haciendo mi vida.
- No por la noche. Si sales por esa puerta, recuerda que aquí ya no serás bien recibida.

Esas palabras me dolieron. Sabía que lo decía por mi bien, pero aún así tenía que hacerlo. Por Catherine y por todas las mujeres que serían asesinadas y forzadas si nadie hacia nada. Di media vuelta y salí, sin pensar en las consecuencias. Supuse entonces que mi padre saldría detrás mía gritando, pero no lo hizo. Entonces ya entendí que no podría volver a casa, pero era o las victimas o yo. Cogí el coche y me dirigí a la entrada del bosque.

La zona ya no estaba acordonada. La investigación allí debía de haber acabado. Me adentré en la zona para buscar algo que me pudiera dar pistas sobre el asesino. No sé de donde saqué el valor para internarme en el bosque con tanta decisión, pero lo hice.

Ya en el lugar, me puse a observar detenidamente. Aquella zona del bosque estaba formada tan solo por pinos. Mire por el lado en que estuvo el coche aparcado. Allí no había nada. Entonces vi algo extraño marcado en un árbol. Estaba hecho con un punzón. Era algo así como un altar. ¿Sería cosa del asesino? ¿O estaba allí de casualidad? De todas maneras, se me quedó grabado en la cabeza.

Parecía que por allí no había nada más. Iba de vuelta al coche cuando me fijé en algo. Bajo una piña se encontraba un trozo de papel. Lo cogí cuidadosamente y lo abrí. Era una lista. Pero una lista de… ¡discotecas! Podría ser la lista de discotecas en las que atacaría el asesino. Efectivamente, la discoteca Venus se encontraba entre ellas.

Estaba con estos pensamientos cuando oí el crujido de una rama. ¿No sería el asesino que ha venido a buscar la nota? Si me descubría allí, podría ser la siguiente. No lo pensé dos veces. Me guardé la hoja en el bolsillo y me alejé los más silenciosamente posible de allí. Sin embargo, todo me salió mal. Al momento, sentí que alguien me agarraba por detrás fuertemente y me tapaba la boca. Era el asesino, no había ninguna duda. Esta vez no importaba si era miércoles o no, solo me iba a matar por el hecho de haber encontrado la nota y haber descubierto sus planes.

Sentí gran espanto pensando esto. ¿Me iba a quedar sin hacer nada? ¿No tenía que seguir luchando aunque fuera por las mujeres que no debían ser asesinadas? No iba a permitir que me matara así sin más. Con todas mis fuerzas, le di un gran mordisco en la mano. Debió ser muy doloroso, pues al instante la apartó de mi boca y empezó a gritar como si se hubiera vuelto loco, y por unos segundos, pude darme la vuelta para ver el rostro de mi agresor. Era ese hombre. El hombre que aquella noche entró a la discoteca estando yo en la puerta y el que tanto miedo me había dado al verlo por primera vez.

En muy pocos segundos, pude ver muchas cosas. Me vino a la mente el rostro de mi amiga de nuevo, y me imaginé como este hombre le quitaba la ropa esa noche y la violaba, para más tarde cortarle el cuello. Recordé el momento en que Jack se me declaró y como yo me negué, a pesar de que deseara con todas mis fuerzas besarlo y abrazarlo. Recordé, por muy raro que parezca, a mis padres, siempre tan serios conmigo, y sobre todo a mi hermana, a la que quería con locura. Pensé en el futuro que no tendría, en la familia que ya no me acompañaría el resto de mi vida, en los hijos que nunca podría abrazar, en el coche que me llevaría al trabajo que tampoco tendré y en la casa con su hipoteca que tampoco pagaré.  

Fueron estos los últimos pensamientos que albergué en mi cabeza. De pronto, fui golpeada con algo bastante duro. Entonces ya supe que esa noche era la mía. Esa era la noche en que yo iba a morir.

Publicado: 11:51 18/07/2007 · Etiquetas: · Categorías: Casandra
Visto que ahora le ha dado a todo el mundo por escribir, yo no voy a ser menos. Solo pido que no seáis muy duros conmigo ya que es la primera vez que escribo algo así para que la lea todo el que quiera. Solo os pido, que todo el que la lea, opine, que si no me desanimo y se me quitan las ganas de escribir.
La historia se llama Casandra. Leedla y opinad.

Capítulo 1. Una nueva detective

Capítulo 2. Esta es la mía

Publicado: 11:45 18/07/2007 · Etiquetas: · Categorías: Casandra
Capítulo 1. Una nueva detective.

Fue la primera vez que ví ese rostro. Esa fue la peor noche de mi vida, o eso creía. Acababa de salir de la discoteca. Ya en la puerta, miré a izquierda y a derecha. ¿Dónde demonios se habría metido Catherine? De repente, me crucé con “eso”. Era una cara con expresión malvada; parecía que por su cabeza no pudiera pasar nada bueno. Tenía una mirada bastante agresiva y unos dientes amarillentos, como si hubiera estado fumando desde el día en que nació. Pasó por mi lado y entró a la discoteca. Sentí un gran escalofrió en ese momento. Tras unos segundos, volví en mí y me pregunté de nuevo donde estaría Catherine. Catherine es mi mejor amiga, lo ha sido desde mi infancia. Siempre vamos juntas a todos lados; somos inseparables.

Llevaba ya allí plantada cinco minutos. Ya llego tarde. Me cansé de esperar y fui hacia el lugar donde habíamos dejado aparcado el coche. No estaba en el aparcamiento de la discoteca, sino que lo pusimos en otro lugar, ya que no había sitio. Lo habíamos dejado a la entrada de un bosque cercano a la discoteca, por donde no solía pasar nadie.
Ya podía ver el coche, pero había algo que me pareció muy raro. La puerta del conductor estaba abierta y los intermitentes encendidos.

- Catherine, ¿por qué no has llevado el coche hasta…?

No pude terminar la frase. En el suelo, había un gran charco de sangre y el brazo de mi amiga sobresaliendo por la puerta. Asustada, me acerqué hasta ella y lo que vi no lo podré olvidar jamás. Mi amiga, la misma que había compartido conmigo sus juguetes en el colegio, la misma que me dejaba sus apuntes en el instituto, la misma con la que había discutido hace 3 meses por Jack, yacía ahora delante mía, con un corte en el cuello y medio desnuda. No podía salir de ese trance que me causó el verla. Caí al suelo horrorizada por la escena que contemplaban mis ojos. De no ser por que mi teléfono sonó, pienso que todavía estaría tirada en el suelo. Cogí el móvil con la misma dificultad que un niño pequeño coge su primer juguete. Era mi madre.

- Vamos a ver, ¿no habíamos quedado en que a las 2:00 estarías…?
- Por favor, - le dije con la voz mas nerviosa que he tenido en mi vida,- llama a una ambulancia.
- Pero que ocurre...
- Tú solo llámala y mándala a la discoteca Venus. Llama también a la policía.

Al acabar la conversación, no supe que hacer. Estaba paralizada por el miedo. ¿Quién podría haberle hecho esto a mi amiga? Ella no tenía enemigos, estaba segura. Con el terror del momento, me levanté y me acerqué un poco más al coche. Cuanto más lo pensaba menos lo creía. Catherine, mi amiga, ahora solo era un cadáver desnudo. De pronto, vi algo en su cuerpo. Tenía, sobre el ombligo, unas marcas que no recordaba ella me hubiera mencionado hacérselas. Era un círculo con un rayo dentro. Me chocó también ver unas palabras escritas en las axilas. Estaban escritas en algún idioma que desconocía. Era algo así: Αυτό είναι το νέο Casandra.
Mirando esto, llegó la policía, la cual me obligó a que me alejara de la zona. Tras ellos, apareció la ambulancia y después pude ver el coche de mis padres. De el salió mi madre y mi hermana Luna. Al verlas, eché a correr hacia ellas y acabé abrazando a mi madre, a pesar de lo arisca que normalmente me presentaba siempre con ella.

- Pero, ¿qué ha pasado, hija?
- No lo sé, mamá. Yo salí de la discoteca y vine a buscarla y ya estaba así. Todavía no me lo creo, mamá - y comencé a llorar de nuevo.

Cuando parecía que ya estaba mas tranquila, se nos acercó la policía.

- ¿Es usted familiar de la fallecida?- me preguntó el policía.
- No, no lo soy. Solo soy su amiga, su mejor amiga- le respondí.
- Va a tener que acompañarnos, señorita.
- Pero, ¿por qué? Yo no he hecho nada, de verdad.- les contesté rápidamente.
- Lo sentimos, pero usted es la única que puede ofrecernos información sobre el asesinato.
- Es muy tarde, ¿no podrían dejarlo para mañana?- preguntó mi madre.
- Lo sentimos, este es un caso muy grave. Llevamos seis meses investigando el caso del asesino que degüella a sus víctimas después de violarlas. Este tipo hace su trabajo todos los miércoles, y al parecer esta vez le ha tocado a su amiga.  
- Pues si es así, ve hija,- intervino mi madre- nosotras te seguimos por detrás.

Me fui entonces con los policías a comisaría. Era la comisaría de mi pueblo, que tantas veces había visto al pasar por enfrente y en la que tantas veces había visto alguna detención. Pasamos por la puerta principal y accedimos a un gran vestíbulo en el que se encontraba recepción y que comunicaba con muchas salas. Nosotros continuamos hasta la última de ellas, donde me sentaron en una mesa de interrogatorios. Cada vez estaba mas nerviosa.

-Según el forense, la víctima fue asesinada a las 2:00 en punto de la mañana, ¿dónde estaba usted en ese momento? - así comenzaron a preguntarme.
- Yo estaba en la puerta de la discoteca, esperando a que ella viniera con el coche para irnos a casa. Yo debía estar en casa a las dos y viendo que no llegaba fui a buscarla. Cuando llegué ya la encontré así.- Entonces me volvió el recuerdo de mi amiga y eché a llorar-.
- Vamos, tranquilícese. Tenemos que hacerle mas preguntas. ¿Por qué no estaba el coche en el aparcamiento de la discoteca, como el resto de coches?
- En el momento en que llegamos no había sitio, por lo que tuvimos que dejarlo a la entrada de ese bosque.
- Cuando encontró el cadáver, ¿vio usted algo sospechoso, algo fuera de lo normal?
- Me sorprendió ver que la puerta estaba abierta y los intermitentes encendidos, pero solo eso.
- ¿No vio a nadie sospechoso por el lugar, por la discoteca?

Entonces lo recordé, aquel rostro que tanta impresión me había causado. Su expresión y todo su ser podrían encajar perfectamente en el papel del asesino.

- No señor, no vi a nadie.- No podía acusar a un hombre que por muy feo que fuera no me aseguraba que hubiera cometido el asesinato.
- Pues no tenemos mas preguntas, señorita. Puede volver a casa.
- Esperen un momento. Había algo tatuado en el cuerpo de mi amiga que no llevaba hasta esa noche…
-Si. Esa es la firma de nuestro asesino, un círculo y un rayo dentro. No sabemos lo que puede simbolizar.
- ¿Por qué no me hablan del escrito que tenía?- pensé. Pero no mencioné nada.- Bueno, si no tienen mas preguntas, ¿puedo volver a casa?
- Si, váyase. Quizá tenga que volver a declarar. Y le advierto una cosa. Tenga mucho cuidado, este es un asesino peligroso que ataca a la salida de las discotecas. Si vuelve a una, cuídese bien, no sea que caiga víctima de este hombre.

Sin decir nada más, salí de comisaría. Mi madre estaba en la puerta, dentro del coche, esperándome.

-¿Estas bien, hija?
- Vámonos a casa. Déjame tranquila.

De vuelta a casa no podía hacer otra cosa que pensar en mi amiga. Ya no sentía miedo, sino odio. Ese hombre tenía que pagarlo y lo iba a hacer. Pensé entonces lo mas absurdo que había pensado nunca, pero aún así lo hice. Quise llevar una investigación propia sobre el caso, para evitar que más mujeres fueran violadas y asesinadas. No podía permitir que esto volviera a ocurrir. Y así comenzó mi mayor aventura, en la que vería envuelta a muchos de mis conocidos.

Por cierto, no me he presentado. Soy Lauren, y desde ahora seré detective.

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