Publicado: 03:26 20/02/2013 · Etiquetas: SMW2: Yoshi's Island, Naval Piranha Castle, Yoshi's ricochet, una pausa para flipar, OH MY!!! · Categorías:
It was spectacular.
Llevo unos días jugando a Yoshi's Island, lo cual sin exagerar no hacía desde hará unos 16 años. Teniendo en cuenta que en aquel entonces no pude jugarlo entero y la gran cantidad de cosas que no recordaba, es casi como si lo estuviese jugando por primera vez. Por otra parte están las cosas que no había olvidado, pero que no recordaba tan bien. Ni tan jodidamente geniales Aunque vengo flipando bastante con todo el juego, el octavo nivel del tercer mundo me ha parecido tan espectacular que no he podido evitar rejugarlo y dedicarme a desgranarlo. Al poco de empezar, una tubería te traslada del atardecer en la jungla y las montañas sonrientes al azul pálido de las cloacas del castillo, un contraste que junto a la música ayuda a recalcar el aspecto sucio del escenario. Este nivel consiste en un laberinto plagado de detalles sorprendentes y obstáculos ideados para enseñarte a usar la hasta ahora circunstancial mecánica del ricochet, usando tanto las paredes como la superficie del agua para hacer llegar los disparos a rincones poco accesibles. Resulta curioso leer como el mismo juego te incita a practicar, argumentando que podrías coger esas monedas nadando, pero lanzarle huevos es mucho más rápido y divertido. Una corriente de agua fluye por el alcantarillado, además de cumplir su función estética entraña varios peligros, desviándote de las habitaciones con objetos y arrojando a Yoshi contra los enemigos; además de arrastrar los huevos hasta el desagüe más cercano (probablemente en dirección contraria a la que vuela Baby Mario) cuando recibes un golpe. Hablando de desagües, a lo largo del nivel encuentras algunos de mayor tamaño que alojan a cierta criatura de aspecto fantasmal que surgirá para bloquear el paso. Estos entes se achican con cada impacto de huevo, volviendo a su sumidero con un peculiar sonido, similar al de un violín chirriante. El mismo enemigo proporciona la munición para derrotarlos, curiosamente no escupirán más Shy Guys cuando Yoshi ya cuente con 6 huevos; justo los necesarios para dejarlo a las puertas de retirarse. El nivel está poblado por otros enemigos curiosos como los Lakitu (que en vez de usar su nube te emboscan desde debajo del agua) y toda la rama evolutiva de las famosas Plantas Piraña; incluyendo este ejemplar: Una piraña que parece una Planta Piraña... sutil. Es precisamente el miembro más común de la especie el que hace las veces de boss. Solo que multiplicando su tamaño y ferocidad gracias a las artimañas mágicas de Kamek, quien además con un fallido juego de palabras revela el punto débil de la criatura. Hay que golpear tres veces su abultado ombligo para acabar con la Piraña Naval, la cual ataca a Yoshi mediante cabezazos o liberando esporas de las que crecerán sus retoños. Pese a no tener ojos ni mediar palabra, expresa mucho más de lo que a simple vista parece. Durante todo el combate la Piraña Naval se cachondea de Yoshi. La cabeza surge del agua con una lentitud amenazadora acabada en un gesto que más que un mordisco parece una carcajada, mientras sus brotes emergen con un rítmico bailoteo. Una de sus rutinas además, consiste en marcarse un farol, frenando el cabezazo nada más empezar; todo esto con su constante expresión de desdén en los labios. El tipo de bicho al que te encanta odiar. Como última curiosidad, una truquillo permite evitar el enfrentamiento, disparándole un huevo antes de que interrumpa Kamek. Uno entiende la tirria a Floro Piraña después de esto. |
Blogs en Vandal · Contacto · Denunciar Contenido