Es raro que escriba sobre esto ya que más o menos todos estamos ya tremendamente curados de espanto sobre este horroroso tema, en unos casos más grave y en otros menos, pero desde luego en algunos inexplcables.

Y es que esta mañana he salido una hora de casa y al volver casi tendría que haberme escondido debajo de la mesa una semana.

Primero, me he dirigido al banco a realizar 3 transferencias. Al llegar allí, había dos mesas con una chica en cada una, un cliente en una de ellas y la otra vacía; nadie en la cola. La chica de la mesa vacía estaba hablando por teléfono (por el móvil), así que me he quedado a unos metros esperando a que terminara, por respeto a si era una llamada de trabajo. Entonces, me ha hecho un gesto para que me acerque a la mesa. Le doy mi DNI y la chica sigue a lo suyo, al rato, se dirige a mí (con teléfono en mano): "dime tu DNI". Le señalo que lo tiene en la mesa porque se lo acabo de entregar. Al final, tras varios minutos de aguantar la conversación que mantenía por teléfono sobre su suegra y otros asuntos personales, ha conseguido hacer una miserable transferencia de 20 €. En ese momento, le indico: "quiero hacer otras operaciones". La chica asiente y sigue hablando por el teléfono móvil de sus cosas personales, en horario de trabajo, con un cliente en la mesa y una cola de dos o tres que se había formado detrás, delante de los clientes, delante de sus compañeras y delante de su superiora: se me caería la cara de vergüenza de hacer eso en mi puesto de trabajo, no lo puedo concebir. Tras esperar 30 ó 40 segundos sentado delante de ella mientras seguía hablando por el móvil, le indico que no se preocupe que ya espero a que termine su compañera y me levanto. Me hace un gesto de que no, que seguimos adelante, pero sigue a lo suyo con el teléfono. Al final me he levantado con todo el respeto que no se merecía y he realizado las operaciones tranquila y rápidamente en el cajero de la oficina (y fiablemente, que eran cantidades mucho mayores y no me daba confianza la chica).

Después de eso me dirijo a... oh, Correos. Esto promete. He revisado el apartados de correos como siempre y cuál es mi sorpresa cuando compruebo que tenía un paquete devuelto que envié hace un mes y medio. El motivo era que la dirección no existía. Qué gracia, sobre todo por no ser la primera vez que me ocurre algo así con una dirección que sí existe. Tremendo, un mes y medio después (era un envío a Madrid, no a Panamá).

Y ya que estamos con el tema, el sábado pasado, no, el anterior (si, hace casi dos semanas), se me estropeó el portátil por cerrarse la tapa demasiado fuerte. Como estaba todo cerrado, lo llevé al servicio técnico de Media Markt con la esperanza de tenerlo ese día, y me dijo que seguramente lo tendría esa misma tarde, por ser un fallo del inicio de Windows (claro, a raíz de un golpe, por qué pensar que es algo físico de Hardware...). Por supuesto no lo tuvo, y por supuesto el lunes tampoco lo tuvo, y fui y me lo llevé sin reparar. Necesito el ordenador para contestar e-mails importantes todos los días, para enviar archivos a televisiones, medios, discográficas, para mantener y actualizar páginas webs, etc. Lo llevé a una tienda de informática en la que me dijeron que no habría problema en tenerlo ese mismo día, que lo pondrían urgente... Lo mismo que me dijeron el martes, y el miércoles, y el jueves, y el viernes... Demasiado aguanté, pero el viernes por ponerme extremadamente cansino, se descubrió que ¡oh! ¡sorpresa!, era un fallo del disco duro y había que cambiarlo. Era imposible tenerlo antes de ese fin de semana pero, como me puse muy cansino, muy amablemente me pusieron un disco duro provisional que tenían por ahí. Al menos me pudieron salvar todos los datos, lo cual agradezco mucho porque eran muy importantes, si bien me habían tenido casi una semana sin ordenador. Por supuesto, el nuevo y definitivo disco duro lo tendría listo el lunes o el martes, y hoy es jueves y sigo sin él... Qué bien, no puedo instalar prácticamente nada por espacio limitado. Y va para casi dos semanas... algo que se soluciona en unos... ¿15 ó 20 minutos? Una hora quizás, si contamos el volcado de datos.

Hace unos días también se me estropeó el móvil, otra vez (vaya racha). La primera vez que se me estropeó no me dieron siquiera un móvil de sustitución y me tuve que buscar la vida. Obviamente esta vez no iba a ser menos: "no tenemos de sustitución, búscate la vida". Menos mal que finalmente en una tienda del centro me dieron uno, eso sí, he perdido toda la agenda y no sé si la podré recuperar (ojalá).

Debe de ser que estoy pasando una etapa especialmente educada y tolerante, porque no sé como no he ido montándosela a todos unos por uno. Desde luego es frustrante ver cómo la gente es tan incompetente y casi orgullosos de serlo, lavándose las manos y con atención y calidad por debajo de cero.

Creo que nunca dejaré de sorprenderme de la incompetencia tan estridente que impera a nuestro alrededor.