Catherine, o frustración máxima (Tetas inside, also, entrada libre de spoilers)

Ahora que he captado vuestra atención...

Pues sí, frustración máxima. Lo mío con este juego es de máximo y absoluto amor/máximo odio... Tiene una dificultad endiablada, ando pasándolo en normal, y aún y así me está costando de lo lindo. Los dos/tres primeros desafíos no se me hicieron fáciles, pero tampoco muy cuesta arriba... Fue a partir del cuarto que la cosa se complicó, y en el quinto, con su respectiva fase final, que dejé el juego aparcado, no me veía capaz de pasar esa sala... Total que ayer volví a coger el juego, a ver si sonaba la flauta y podía hacer algo, y joder si he podido, en dos días casi me he ventilado el juego, y ando muuuuuuy cerca del final. Pero como no, tenía que pasar de nuevo.

En la última (si no, una de las últimas, creo) pantalla me ha vuelto a pasar. Frustración. Ganas de coger el mando y tirarlo por la ventana, junto al juego, su edición especial, la PS3 y la TV... Y me jode, porque el juego me encanta, es una de las sorpresas más frescas y originales de la generación. El gameplay es muy sólido, tiene una banda sonora muy decente, unos personajes que sinceramente son la hostia, y una historia que se va tornando cada vez más interesante, y llegados a lo que creo que es el punto de inflexión final del juego, vuelvo a tener que dejarlo apartado.

Sinceramente, los desarrolladores se han pasado tres (o trescientos) pueblos con la dificultad. No quiero ni imaginar como será en dificultad difícil (por Dios, si hasta los japoneses se quejaban de la dificultad, aún jugando en fácil), pero lo que tengo claro es que si consigo pasármelo algún día, el modo difícil no lo toco ni que me vaya la vida en ello.

Voy a intentarlo unas pocas veces más hoy a ver si suena la flauta. Menuda joyita de juego, pero que toca pelotas que es la dificultad, por Dios. Suerte que al final del cuarto acto decidí dejar de intentar el trofeo de Oro en cada fase, que si no...

A los que os lo vayáis a comprar el 14 de febrero, os deseo mucha suerte, paciencia y sobretodo serenidad, porque las ganas de tirar la consola por el balcón son en ocasiones, irresistibles.

Juegazo.