Usagi Yojimbo debe de ser uno de esos comics que todo el mundo conoce, pero que nadie se ha animado a comprar. Comenzó sus andanzas por el 84, y desde entonces se han lanzado 20 tomos, un spinoff futurista y varios videojuegos para cacharros antiguos.

El autor de este comic es Stan Sakai, un hawaiano de ascendencia japonesa. Su trabajo hasta el momento básicamente ha sido el de hacer de rotulista para varios comics, como Groo o Spiderman, y UY/Space Usagi. En la foto lo vemos con su buen amigo Sergio Aragonés (atención a su calzado), en Granada.



Pues bien, la historia básicamente nos narra las andanzas de un ronin conejuno, basado (lol?) en la vida de Musashi Miyamoto. Está estructurado en pequeñas historias autoconclusivas, de tal forma que ni hay combates de 48 páginas, ni te suelta 3 tomos con un flashback metido con calzador y que no interesa a nadie. En algún caso, como en el libro de la Segadora (que le propició un premio Eisner al autor) todo gira sobre una misma historia más compleja que las demás. Es bastante normal que estas historias estén basadas en algún mito de la cultura nipona o sacadas de algún que otro contexto literario, lo que termina dando una gran variedad de géneros a la obra. El humor, el drama, el terror y la acción se intercalan así en las historias del comic.



Así que en fins, recomendaría el comic por su magnífico ritmo, estupendas historias y el estilo amable con el que se cuentan. Stan Sakai es sin duda alguna un gran narrador e historias como la de la Segadora recuerdan al mejor Tezuka por saber crear historias de una gran complejidad que transcurren de una manera limpia y sencilla.

En general se trata de una obra madura para todos los públicos, que aún estando un peldañito por debajo del "lobo solitario", es uno de mis comics preferidos, siendo de hecho del único que podría decir que me encanta que sigan sacando historias sin parar. No os asustéis por el número de tomos ya publicados, ni porque la disponibilidad en tiendas sea escasa (lo que obliga a pedir el tomo al de la tienda y esperar un mes a que le llegue), y animáos a disfrutar de esta fantástica serie.

La verdad es que el asunto tiene más gracia cuando uno lo ve por sí mismo (el uaaaah es exlusivo de la versión W95, afaik), pero bueno, en cualquier caso, como todos sabéis Earthworm Jim fue el primer juego de Shiny, compañía fundada por el entonces popular David Perry. El juego fue lanzado en 1994, un año antes de la salida de las 32 bits y su éxito tan grande que acabó por tener su propio comic y serie de dibujos animados, además de todo tipo de merchandising. Tampoco faltaron un port a Snes, y versión especial a Mega CD con port en W95, y como curiosidad, dos apariciones como luchador en Clayfighters y Battle Arena Toshinden (de PC). Ah, y un remake justamente cancelado para PSP.



Y la cosa es que el juego brilla por los cuatro costados, pero como es lo acostumbrado, toca explicarlas por partes. Lo mejor del juego probablemente sean los propios personajes del juego, especialmente Jim. Su simpatía natural, añadida a unas animaciones inmejorables, unos nombres de lo más extravagante (princess what’s her name, proffesor monkey for a head o Major Muscus) e incluso unos duelos usualmente_raros hacen que el juego te haga reír hasta el final del juego.



Por otra parte, la jugabilidad destaca por un diseño de niveles que es una barbaridad. La cosa es que el sufrido jim no tiene muchas habilidades, pero el juego es sin duda variado además de estar repleto de momentos estelares: el duelo a puenting contra el major muscus, el viaje en submarino de cristal, las carreras contra psycrow o la misión de defensa de Peter Puppy, por ejemplo. Al parecer, se decidió que cada trabajador de Shiny llevara a cada reunión alguna idea de diseño dibujada, así que en los créditos aparece como diseñador “many, many shiny meetings”. El resultado es estupendo, desde luego.

La música es un poco el fallo que se le puede sacar al juego. Con la excepción de alguna fanfarria la música de Tommy Tallarico pasa pero que muy desapercibida. Con los sonidos la cosa mejora, pero aún así estos ya me parecen una cosa menor. Otra cosa que se le podría achacar es la repetitividad de los enemigos, que en muchas ocasiones son clónicos, pero intercambiando los cuervos por cerebros voladores y demás.



Se trata de un juego altamente recomendable y gráficamente llamativo incluso a día de hoy. Un juego bastante fácil de encontrar en cualquiera de sus versiones (la mejor, naturalmente, sería la de Windows 95), pero un tanto difícil de pasarse, dado su evilicioso nivel de dificultad.