Categoría: Cosas que... 5 cosas que... no te hacen gracia cuando te pasan a tí, pero sí cuando le suceden a los demás (nº 3)3- Ir tan pedo en una fiesta... que te quedas dormido (y con fiesta me refiero también a un pub/discoteca/calle/avenida/banco-del-parque...)
Ay! El puntillo. Ese momento fantástico en el que empiezas a ver todo de distinta manera. Te das cuenta de que ya te encuentras en ese idílico momento cuando la gente aburrida te empieza a parecer menos aburrida (incluso escuchas lo que dicen y te puedes llegar a reír con alguno de sus "chistes", cosa impensable en cualquier otro momento de tu vida), la gente "menos-guapa" te empieza a parecer "menos menos-guapa", y el dato más importante: te empiezas a reir por cualquier tontería que pasa a tu alrededor (de ahí que te rías con los chistes del/de la estúpido/a). Y ese es el estado perfecto. En el que nos gustaría quedar toda la noche y todo ese rollo. Y lo intentas... Bueno, al menos lo intentas durante 15 segundos. O lo que fuese que tardas en prepararte otro cubatilla. Y ya empieza el descontrol. Y a partir de aquí puede pasar de todo: - Te relacionas con todo el mundo - Hablas cosas sin sentido (y sin parar) - Comienzas a bailar - Bailar en gayumbos - Bailar sin gayumbos - Les dices a todos tus amigos que los quieres Y... comienza la lucha interna entre el bien y el mal para... NO PASARTE DE ROSCA!!! Y es una lucha encarnizada, que casi siempre se gana. Pero... qué sucede cuando no se gana? Te sientas en un sitio para descansar un momento, ya que no puedes con los huevos. Te apalancas. Comienzan las cabezadas. Al principio no le das importancia. Piensas: "Nah! Esto es un momento. Luego me levanto y sigo bailando..." ggggggggggghhhhhhhhhhhhh ERROR! Te quedarás ahí y las cabezacitas cada vez serán más frecuentes. Y caes. Y más te vale haber caído en un sitio recóndito, apartado de todo ser vivo reconocible, ya que si no... Entonces comienza... Te han visto... Saben que no estás bien... (te han estado observando toda la noche) Lo huelen... (apestas a alcohol a la legua) Y ya sólo Dios sabe lo que puede pasar a partir de ese momento. En una fiesta (una de mi cumpleaños), un amigo mío se quedó frito en la bañera del cuarto de baño. No sé quién se dió cuenta, pero el ritual es el mismo: "Eh! Que Peter (pon aquí el nombre del infeliz ser en cuestión) está durmiendo en la ducha! Venid todos!" Qué hijos de puta (somos). Fuimos a por maquillaje de alguien que vivía en la casa y le dejamos la cara que parecía la cara del Joker. En otra fiesta, me tocó a mí. Era una fiesta en la piscina de una amiga. Me caí muerto en unas tumbonas. Mis colegas me pusieron en un coche (la peor sensación del mundo es cuando te das cuenta de lo que está pasando... Y NO PUEDES HACER NADA!!!!) y me llevaron a mi casa. Y podréis decir "Oooooh, qué buenos amigos!" Y UNA MIERDA!!!! Me dejaron tirado en la puerta de mi casa y se piraron todos contentos armando jaleo. Y a mí que me den por culo. Ya podían venir gitanos a sacarme todo lo que quisiesen, o perros a mearme en la cara, o cualquier desesperado/a a violarme! en la puerta de mi casa! Bueno... no se muy bien cómo, conseguí llegar a mi habitación. Y me desperté entero... y con ropa, claro. Otro colega, se quedó frito... y lo pusieron a dormir en un contenedor (dentro). Tranquilos, que lo recogieron antes de irse para casa... Y muchas anécdotas más. Así que ya sabeis. Controlaros. Y por si no podeis, rezad. Rezad todo lo que sepais para que vuestros amigos no os encuentren. Porque empezará la pesadilla... 5 cosas que... no te hacen gracia cuando te pasan a tí, pero sí cuando le suceden a los demás (nº 5)5- Cuando algún gitano (vagabundo/yonki/alcohólico) te asalta para pedirte dinero
Y es que no veas cómo jode… Llevas dinero en el bolsillo (porque siempre, quieras que no, llevas algo de dinero en el bolsillo, no vaya a ser que te surja algún imprevisto y te coja en pelotas…), pero aún así tu respuesta, casi instintiva será: - mmmmmmmm…. No, es que no tengo nada Venga ya, hombre! Es gitano, no es gilipollas! A todo esto, tu cara de “joder, tengo monedas sueltas en el bolsillo del pantalón, procuraré no moverme mucho para que no suenen, no vaya a ser que tenga una navaja y me mate aquí mismo en la calle. Qué desgraciado soy! Qué mala suerte tengo! Por qué siempre me tiene que pasar esto a mí”. Exacto. Siempre te va a pasar a ti. El resto del mundo seguirá girando. Incluso si te fijas bien podrás ver cómo todo se mueve extrañamente despacio, y cómo todo el mundo que en ese momento se encuentra en la calle te está mirando a ti con cara de compasión, como diciéndote: - jódete ahí, menos mal que no me ha pasado a mí, no me acerco a menos de 100 metros no vaya a ser que me vayan a pegar algo Y lo peor es que no puedes culparlos, porque tú actuarías de la misma manera. De todas maneras, te quedas como helado, y con una cara como de estar aguantándote una diarrea espectacular. La típica cara de foto que colgará de los blogs de medio mundo durante un año al menos. Y claro, el gitano, que no es tonto, sabe que tienes monedas. Y ahí entonces es cuando entra el juego psicológico (es que estos marginales se las saben todas, debe de venir de serie en su código genético, como una manera de superar la selección natural). Él te insistirá, y pueden pasar dos cosas: a) que cedas a su chantaje, te ablandes y empieces a aflojarle pasta hasta que te quedes seco (y esas es otra, ya que no parará hasta que hayas soltado todo… Y SE LO DEMUESTRES!). Llegarás a darle la vuelta a los bolsillos y a jurar por las cenizas de todos tus muertos que no tienes más dinero. Hasta que la lagrimilla que surge de tus ojos lo convenza (no ablande, convenza, mas bien como que ya le das pena…). Es triste, pero sucede. b) que te muestres firme e impasible (no dejes que huela tu miedo, ni ese primer pedete que soltarás de seguro, que ese fijo que lo huele). Tienes que mirarle fijamente a los ojos, sin pestañear, y aguantar su mirada hasta que fije la suya en otro blanco más fácil. Pues bien. Si esto te sucede a ti no es nada agradable y pocas veces podrás salir victorioso. Pero, ah! Cuán distinto es si le pasa a otra persona, mejor si es algún amigo. Y es que resulta que vivo enfrente de una barriada gitana (sí, ya sé que tengo mucha suerte, bla, ble, bli… Pero reíros, llegué a pensar que era algo así como el crimen perfecto. Vivir en su cara me evitaba tener que pasar por esos angustiosos momentos. Como los pajarillos que se alimentan de la mierda de los hipopótamos –vaya mierda de símil, olvidadlo-). Un compañero mío de piso se había olvidado las llaves y llamó al telefonillo. La puerta principal anda un poco durilla y le estaba costando abrirla. Yo estaba arriba insistiendo con el botoncejo cuando en esto escucho que se pone a hablar con otra persona (a la cual yo no entendía una mierda de lo que hablaba, cosa rara pero que luego tenía la explicación perfecta) y oída ruídos como de monedas. Al final consiguió abrir la puerta. Al llegar arriba me contó (de muy mala ostia, lógicamente) que mientras estaba en la puerta había sacado monedas del bolsillo para saber cuánta pasta le quedaba. Tras volverlas a guardar, y en una fracción de segundo, un gitano surgió de detrás de los contenedores y le pidió 1€. El pensó que quizá el gitano había visto cómo contaba las monedas así dedujo que (por su integridad física o por no llevarse una buena maldición) no podía evitar darle el euro. Pensó que se había acabado todo. Insensato. Técnica de insistencia “Ay, payo, dame 2€ más, que tengo que coger un taxi para…” (para dónde? Si vive enfrente? Y no tiene dónde caer muerto ni a dónde ir? Será cabrón) Y le sacó 2€ más. “Ay, payo, que me tengo que comprar (ya, comprar, JA! Aún encima cachondeándose del personal… jur…) tabaco, dame algo más…” Al final mi amigo se quedó sin un puto duro… Pero aún conserva los riñones y el hígado. Victoria moral? |
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