Historias desde el psiquiátrico
Publicado: 00:34 11/09/2007 · Etiquetas: · Categorías:
Alguien me hablaba sobre la "circunstancialidad" de los amigos... como es un puto libro cerrao no me enteré bien del tema, pero me hizo pensar.

Yo decía que hay que saber diferenciar amigos de conocidos, un buen amigo siempre está ahí, su amistad no depende de la situación, pero quizás tenga cierta razón en eso de las circustancias, aunque creo que lo ve desde el punto de vista equivocado:

Los conocidos son como los peones del ajedrez; algunos se pueden utlizar para animar la partida en un momento de aburrimiento, en un intercambio de piezas para despejar tu tablero, otros, directamente, es más útil sacrificarlos.... (hummmm... si pudiera con más de uno... ejem...) y sólo unos pocos llegan a promocionar a reina (aparte de darte una patada por tonto, ¿alguien sabe qué pasaría si promocionas por otro peón?, al ser un peón y estar en ese extremo del tablero ¿podrías volver a convertirlo en otra pieza?... debería de poderse volver a bajar por el tablero y el que completara el recorrido de vuelta con otro peón, ganaba la partida por vacilón...)

¡Bueno que me pierdo!, la cosa es que de todos los peones que conocemos en todos los juegos de ajedrez que jugamos en nuestra vida, sólo unos pocos se convierten en piezas fundamentales y de esas piezas sólo hay un par de cada tipo y ahí, en efecto, puede estar en nosotros (pero en nosotros, no en ellos), la responsabilidad de elegir qué pieza nos conviene mover.

Tengo un amigo que es una máquina, pero ante una situación complicada en cierto momento de mi vida, lo que me dijo fue que me viniera de copas con él porque había conocido a una chica y quería que yo le "quitara de encima" a la amiga... sí, puede parecer un solemne soplapollas y el sumun del egoismo, pero lo cierto es que yo ya le conozco y sabía que no era esa pieza la que necesitaba mover...

También tengo una amiga que después de ocho años ha roto con el novio... o peor, él con ella y al contárselo a su madre, ésta le preguntó si entonces ya no se traería más a casa el perro del que cuidaban los dos...

Sí, en este juego, puede que haya peones que sólo estarán para celebrar la victoria de tu equipo, pero respecto a los otros, los amigos, has de preocuparte tú de saber elegir qué pieza mueves, porque no todos pueden hacer el jaque del pastor y un movimiento con la pieza equivocada puede acabar sacándola de tu tablero.

Blogs en Vandal · Contacto · Denunciar Contenido