Reflexiones de un lobo solitario
Publicado: 23:47 14/05/2008 · Etiquetas: · Categorías:
El siguiente comentario tenía intención inicialmente de escribirlo en el post oficial de MGS 4, pero considero que resultaba demasiado personal, alejado además de las cuestiones que se están tratando en estos últimos días en el mismo. Fue entonces cuando recordé que una vez había creado un blog, y que aquel espacio podía resultar ideal para tal clase de comentarios (por cierto, las entradas anteriores pertenecen a una etapa filosófica de mi vida en la que poseía mucho tiempo libre; no son el tipo de contenido que trato habitualmente).

Centrándome en la cuestión principal, he de reconocer que esta entrada no está originada por mi elevado grado de fanatismo cinematográfico, sino por la necesidad (y deseo) de corregir un breve comentario que realicé ayer sobre esta futura adaptación, y todo debido a una simple confusión, que seguro tuvieron muchos otros usuarios al conocer la noticia. El hecho es, que como dije entonces (y no es aquí donde radica la confusión), considero que este proyecto resultaría idóneo para que Hideo Kojima iniciase finalmente su carrera cinematográfica, y resultaría asombroso que su debut se produjese en esta adaptación, y además ocupando el rol de director (si bien esta cuestión sería extremadamente compleja, puesto que existirían, con total seguridad, reticencias por parte de la productora tras el proyecto. Su capacidad artística, técnica, narrativa y conceptual hacen factible pensar que Kojima es capaz de realizar un trabajo tan extraordinario en el el arte cinematográfico como en el arte de los videojuegos (si se admite esta última expresión), adaptándose lógicamente a las características específicas de cada medio, especialmente a nivel narrativo.

La confusión a la que me refería antes, razón principal por  la que deseaba escribir este comentario, se produjo cuando únicamente leí el nombre Paul Anderson como director interesado en el proyecto, y asumí inmediatamente que se trataba del nefasto realizador de obras tan mediocres como las adaptaciones cinematográficas de Resident Evil. Ante tan desesperanzadora posibilidad (terrorífico imaginar lo que este director y guionista podría haber hecho con la licencia de MGS en su poder; aún más terrorífico imaginar los objetivos puramente comerciales de los productores y ejecutivos operando desde la sombra) creí con aún mayor firmeza que Kojima debía ser el elegido.

E aquí mi error, pues el director en cuestión no era Paul W. Anderson, sino el excepcional y magnético Paul Thomas Anderson, autor de sobresalientes películas como Magnolia, Boogie Nights, notables obras como Sidney o Embriagado de amor, así como There Will Be Blood, su película más reciente y que todavía permanecerá en la memoria de muchos espectadores (sea por tratarse de la más cercana en el tiempo, por su brillante y magistral puesta en escena, tal vez por la mágica y antológica interpretación de Daniel Day-Lewis, por su sensacional fotografía, o porque les resultase un tostón infumable de 160 minutos cuyo ritmo parecía no existir, reacción muy posible en los espectadores poco habituados a la épica narrativa característica del director en sus películas).

El párrafo anterior denota mi debilidad por este extraordinario cineasta, un director y guionista que a su temprana edad se sitúa como una de las máximas referencias cinematográficas de la actualidad. No encuentro en estos momentos las palabras adecuadas para describir el talento visual y narrativo de este director, y lo increíble que podría resultar su unión al proyecto de MGS.

Es necesario poner sobre la mesa que MGS sería, en todo caso, un proyecto de extraordinaria complejidad, tanto en el aspecto narrativo como en el técnico, pero también debe reconocerse que Thomas Anderson, aún distanciado en su filmografía del tipo de proyecto que pudiese ser MGS, reúne las cualidades necesarias para afrontar un proyecto de semejante envergadura sobradamente (en especial respecto a la cuestión narrativa pues aventurarse a presuponer qué nivel de acción podría poseer esta adaptación u cuestiones semejantes resultan totalmente precipitadas en este momento).

A modo de conclusión, tan sólo podría señalar que deseo, como amante de la saga Metal Gear y el arte cinematográfico, que este proyecto salga adelante con el mayor respeto posible al producto original y el trabajo de sus legítimos creadores. La participación de un profesional como Paul Thomas Anderson garantizaría una obra que profundizase con fidelidad en el terreno dramático planteado en  la obra original, y en consecuencia, nos entregase un producto de mayor calidad cinematográfica, distanciado del planteamiento comercial que pudiesen realizar otros directores.

PD: Me quedan algunas ideas por apuntar, pero lo dejo para una próxima ocasión. Gracias a Masacre por su comentario.

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